『Capítulo 15』
En una larga noche de insomnio se resumen las siguientes horas que transcurrieron, luego de saber la teoría de Hunter; la cual poseía mucha veracidad en cada una de sus palabras. Por ello, nos resultó casi imposible lograr dormir por más de algunas horas seguidas.
Una vez que logramos recobrar nuestra realidad, intentamos analizar sobre cuál sería nuestro siguiente paso, pero nadie —ni siquiera Hunter— tenía idea de cuál podría ser. Teníamos información que resultaba bastante prometedora, pero no podíamos ver si era real; de igual forma, no había nada más que hacer que vivir el día a día y ver que otra pista o circunstancia se nos podía atravesar en el camino.
Todos al no dormir tan bien, nos levantamos muy de mañana y comenzamos a alistarnos para nuestro día lectivo.
Me levanto de la bañera y rodeo mi torso con la toalla, así mismo comencé a pasarla por mi cuerpo en busca de eliminar todo rastro de humedad. Observo de reojo el espejo para luego centrarme en la herida que aún yace en mi brazo. Por suerte, disminuyó su tamaño y ya no se encuentra tan desagradable con ayer.
Enfoco mi mirada en el vestido que llevo como uniforme y me dispongo a cubrir mi pálida tez con él. Mi cabello decido atarlo en una coleta con mi flequillo y algunos mechones sueltos que enmarcan mi rostro.
Salgo del baño y me encamino a mi cama en donde alisto mis cuadernos para el día de hoy, pero percibo que alguien se sienta junto a mí.
—¿Cómo seguiste? —pregunta Ethan observándome fijamente.
—Bien, ya... ya se ve mejor —respondo un poco extrañada por la reciente preocupación del rubio.
—¿Quieres volver a cubrirla? —dice tomando mi brazo con cuidado.
—Creo que con el Sanitatem bastará. —Él asiente y se dirige a su cama, y al volver, trae consigo dicha pócima. Quita el corcho que evita que el líquido se derrame y junto a una pequeña toalla coloca un poco de ella en mi brazo. Esperamos alrededor de treinta segundos y la herida disminuye aún más su tamaño, llevándome a pensar que hoy quizás desaparezca; si vuelvo a colocar un poco más en algunas horas—. ¡Gracias! —añado en un suspiro casi inaudible. Él me brinda una pequeña sonrisa para luego ser rodeados de silencio completo, ambos nos quedamos mirándonos por algunos segundos, hasta que somos interrumpidos por mi coreano favorito.
—Hey, ya nos vamos —indica Kang desde la puerta, intentado ocultar una risa. Ethan se levanta y se dirige a la salida del Dair.
—Claro —respondo, sacudiendo ligeramente mi cabeza intentando dejar atrás la escena pasada. Tomo mis cuadernos y pluma de cristal, y me encamino a la salida, en donde Kang me estaba esperando con una sonrisa maliciosa—. No digas nada —amenazo pasando delante de él e inicio a subir las escaleras.
—No tenía pensado decir nada —añade riendo.
—¿Qué es esto? —pregunta una chica frente a la clase, luego de que la profesora de criaturas, Cory, pasara dejando unas hojas con información en nuestras mesas de trabajo.
—Esto es su temario para el examen de la próxima semana —exclama la profesora sonriendo.
—¿Exámenes? —interroga la misma chica.
—Por supuesto, no creerán que al venir a este mundo se librarían de las pruebas —responde Cory, a lo que yo bufo en reprocho.
Reviso la materia y por suerte no es nada que no hayamos estudiado antes; la vida, habilidades, ubicación y aspecto de criaturas como los elfos, duendes, sirenas, vampiros y fénix.
—Además, como lo había prometido hace algunas semanas, hoy les presentaré a Ember, el fénix de Liam, el profesor de Combate —exclama quitando una manta de una jaula que retiene a la hermosa ave de color fuego—. Podrán ir acercándose en pequeños grupos, así aprovecharemos para hacer un pequeño cuestionario oral sobre esta magnífica ave.
Así fue como las preguntas dieron inicio y mis compañeros fueron acercándose al fénix, uno en uno.
—Tayshell, dime tres características del fénix —menciona la profesora y me pongo en pie para acercarme al ave a pasos lentos.
—Al morir entre las llamas, renacen de sus cenizas. Sus lágrimas pueden curar heridas de menor tamaño y son fieles a las personas que consideran que tienen un buen corazón —respondo y me acerco a él.
—Correcto —exclama la profesora y continúa con sus preguntas.
—Hola, Ember —menciono en voz baja. Él me mira y me deja acariciar sus plumas delicadamente. Es una gran ave de plumaje llamativo en tonos naranjas, amarillos y rojos. Posee pequeños ojos negros y un pico pequeño en el mismo color—. Buen chico —susurro con una leve sonrisa en mi rostro.
Luego de una señal de parte de mi profesora para que volviera a mi asiento, retomamos las preguntas y así continuamos por el resto de la clase.
Al acabar con dicha lección, asistimos deseosos de comida al comedor principal, en donde nos sirvieron puré de papa acompañado con algunos granos integrales.
—Tayshell, Kang —exclama una chica de cabello rojizo, al ver salir a nuestro grupo de amigos del comedor—. La buena directora Shine nos dio la tarde libre para que podamos organizar el evento invernal —añade ella emocionada—. Así que en media hora nos reuniremos en el Ailm, ya que mañana debemos presentar la idea al consejo de profesores —agrega y luego de eso, desaparece por el pasillo del colegio.
—¿Nos vamos a cambiar? —pregunta Kang, a lo que yo asiento y juntos emprendemos camino a nuestro árbol, el Dair.
—¿Qué tienes en mente para el evento, obstinada? —interroga Kang.
—No me llames así —respondo con seriedad.
—Cierto, disculpa —dice haciendo una leve inclinación de cabeza—. Olvidé que solo Ethan te puede llamar así.
—Respondiendo a tu pregunta. No tengo la menor idea, creo que podríamos hacer un tipo cena, pero no sé. ¿Y tú qué propones?
—Creo que quizás un baile o algo así —responde.
—¿Baile? No, gracias.
—Pero, ¿tú no bailas en el hielo? —interroga con cierto tono de diversión en su voz.
—Claro, sobre hielo, no sobre el suelo.
—Propongo un baile —dice la chica pelirroja con emoción.
—Sí —exclaman otros de mis compañeros de elemento. Miro a todos con seriedad y recibo una mirada de burla por parte de mi amigo coreano.
Nos encontrábamos en el Ailm, un árbol de madera blanca como si de nieve se tratase. Su interior no era muy distinto al nuestro; camas, baños, cocina, escritorios y demás cosas. Todo era exactamente lo mismo.
—Entonces, ¿un baile de invierno? —dice una chica de cabello castaño mientras entrelaza su mano con la de su novia, otra chica, pero esta lleva su cabello negro con mechones platinados.
—¿Están todos a favor? —pregunta Kang. Todos levantan sus manos de forma instantánea, así que hice lo mismo; me rehusaba a quedar como la abuela del grupo. Aunque muchas veces he pensado que una señora de tercera edad puede tener más energía que yo.
—Perfecto, ahora necesitamos ideas para el baile —comenta la pelirroja que lleva apuntes de todo lo que decimos.
Así fue como inició las dos horas más extensas y aburridas de mi vida, en las cuales no aporté nada. Tan solo levantaba la mano cuando se tenía que elegir algo por medio de una justa votación.
En conclusión, el evento consistirá en un baile en el salón principal, el cual irá decorado en tonalidades frías haciendo homenaje al invierno, al cual debemos recibir con esta celebración. Habrá aperitivos, música, baile y por supuesto, copas elegantes.
La idea al final de la tarde no me pareció del todo repugnante, pero lo malo es que ahora tendré que pensar en qué usar y cómo arreglarme para dicha celebración.
—¡Oh, vamos! Será divertido —expresa Kang golpeando mi brazo con su codo.
—Eso lo dudo —respondo observándolo con dificultad, ya que la noche está por caer y aún nos encontramos de camino a nuestro árbol.
—Podrás bailar con tu príncipe de fuego —exclama molestándome.
—Emm no —menciono con repugnancia—. Además, no necesito de un hombre, yo soy toda la compañía que necesito.
—Me agrada la idea, pero es un baile —cuestiona confundido.
—Kang, no pienso bailar. Planeo pasar mi noche en la zona de aperitivos —respondo y el chico comienza a reír.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top