42.Ready Or Not

El martes, Gerard iba saliendo de la escuela cuando se encontró con Miranda en el portón, por un momento se sintió asustado porque iba solo, ninguno de sus amigos lo acompañaba, pero luego se le pasó por completo al recordar que Miranda ya no se interpondría más en su relación.

«Quizás me está buscando para ser amigos». Pensó el muy iluso. 

— ¡Hola, Mimiii! — Saludó sonriente. — ¿Qué te trae por aquí? 

— Quería ver cómo fracasa tu relación. — Sonrió también, pero de manera cínica, claro. 

— ¿Eh? ¿Qué intentas decirme? ¿No querrás decir que...?

— ¿Que seguiré tratando de hundirte? 

— ¡Oh, Mimi! ¡Adivinaste mis pensamientos! — Dijo boquiabierto. — ¿Eres psíquica? ¿Puedes ver mi futuro? 

— ¡Pendejo! ¡No hay que ser adivino para ver que tu futuro es uno sin Frank! 

— ¿Por qué me dices todo eso? No me digas que aún estás enamorada de Frankie... Digo, digo, del idiota de Iero. 

— ¡No lo insultes! ¡Y claro que estoy enamorada de él! ¿Crees que uno supera a alguien así tan fácil? 

— No... Y menos si se trata de Frank. Hay que admitir que el enano tiene lo suyo. 

— ¡Obvio! ¡Es tan lindo! 

— ¿Verdad que síiiiii? — Gerard no podía evitar sonreír como tonto. — Es tan adorable. 

— ¡Sísisisisisi! Y tan gracioso. — Se le unió a hablar sobre las cualidades de su enamorado. 

— Y es el mejor en el equipo de baloncesto. 

— Se gana el corazón de todo el mundo. 

— Y es tan estúpido a la vez. — Suspiró, todo enamorado.

— Sí, él... — Se dio cuenta de que, como solía pasarle con Gerard, se había desviado del tema. — ¡Idiota! ¡No vengo a hablar de lo genial que es Frank! 

— ¿Entonces? Si sigues enamorada de él pero tampoco intentarás sabotear nuestra relación porque no estás dispuesta a perder el tiempo luchando por él ¿Entonces qué es lo que pretendes? 

— Simple; que él solito se dé cuenta de que está perdiendo su tiempo contigo. 

— ¿Cómo? 

— Te escuché el sábado, imbécil... Creo que toda la ciudad se enteró de que eres un maldito virgen gracias a tus gritos ¿O me equivoco? — Gerard se quedó en silencio, mirando tímidamente hacia el suelo. — Eso creí. — Soltó una carcajada. — ¿Sabes que si no le das a tu novio lo que quiere y pronto, él podría aburrirse de ti? 

— No seas estúpida, deja de decir esas cosas, Frank no se va a "aburrir" de mí, no es como si me quisiera sólo porque espera "eso" de mí ¿No es así? 

— Si no sabes tú... — Se encogió de hombros. — Si es así... No deberías sentirte tan inseguro ¿Qué te dijo él ayer cuando volvieron a verse? 

— Me insistió muchas veces en que lo perdone. 

— ¿Y qué hiciste? 

— No le hablé... Tampoco le hablé hoy. 

— JAJAJAJAJAJAJA. — Comenzó a reírse a carcajadas. — Qué buen camino por el que va esta relación. — No paraba de reír. — Cómo se nota que no debía gastar mis energías en hundirte para poder estar con Frankie, porque tú mismo te estás hundiendo. 

— No me intimidas. 

— ¿Tú crees? No me importa si te intimido o no... Tómalo como una pequeña, alerta, Gerard, si no te apuras y sigues actuando como un niñito estúpido e inmaduro, Frank se cansará de ti y buscará a alguien que sí le de lo que pida... Un verdadero hombre, aunque, bueno, ya que es bisexual, pongamos que en este caso será una verdadera MUJER... Alguien que no lo aburra con acciones infantiles. 

— ¿E-eso es todo? 

— Claro, no tengo nada más que decir. Mucho hice con venir a decirte esto. Bien podía no haberte dicho esta advertencia, así no podrías reaccionar y empezar las cosas bien para que no te dejen... ¿Ves que prácticamente me saboteé a mí misma? Dime que no soy la mejor rival que has tenido. 

— Eres la única rival que he tenido. 

— Hmm... ¿Por qué será? Como sea, Gee... Me tengo que ir. — Tomándolo desprevenido, le dio un beso de despedida en la mejilla. — Mucha suerte ¿Sí? Te recomiendo que compres un buen lubricante, me preocupa tu seguridad. 

— ¡AAAAAAHHHH, MIMI! — Se cubrió el rostro avergonzado para que la rubia no lo viera ponerse rojo a más no poder. 

La chica lo único que hizo fue reírse de él antes de irse, estaba segura de que había logrado su cometido de asustarlo con que Frank algún día lo dejaría si no accedía a hacer el amor con él. 

Por la noche, llamó Pete para pedirle un consejo. De alguna manera, a veces Pete podía ser el más racional del grupo, al menos más racional que Brendon y los demás, aunque consideró mejor llamar a Lindsey para tener una opinión más objetiva y quizás maternal, pero cuando lo pensó, ya Pete había descolgado la llamada. De todos modos, pedirle el consejo a Pete estaría muy bien; su relación era muy sólida y ya llevaba unos cuantos años, además de que Patrick era menor que él, así que tenía que saber de eso; lo de estar listo o no. 

— ¿Y ahora qué quieres, Gerard? Estoy viendo Black Mirror en Netflix ¿No podías escoger peor momento?

— No mientas, sé que estás mirando el maratón de Vampirina en Disney Junior

— ¡¿QUÉ?! ¡¿Cómo lo sabes?!

— Pues porque yo también lo estoy viendo. 

Pete se rió gracias a esa respuesta. 

— Pero ese no es el punto. — Añadió Gerard. — Apaga el maldito televisor y escúchame. 

— Pero si va por la mejor parte... ¿Sabes lo insólito que es que nadie se da cuenta de que la nena es un vampiro cuando es azul y sus coletas de caballo son alas de murciélago? O sea... No es por nada, pero la gente de Pensilvania es muy pendeja.  

— ¡¡Apaga esa mierdaaaa!! ¡¿No ves qué tengo una crisis?!

— Pff... Listo. — Obedeció de mala gana. — ¿Qué le pasa a mi Drama Queen favorita? 

— FavoritO... Soy hombre, respétame. 

— ¡Ya dime para qué coño me llamaaasss! 

— ¡Ya, ya! Lo que pasa es que... Seré directo... ¿Tú y Patrick han... Tenido...? — Se trabó, cuánto le costaba decirlo. — T-te-tenido... 

— ¿Qué? 

— ¿Han tenido... S-s-s...? 

— ¿S-s-sarampión? Pues... No, no creo ¿Por qué? 

— ¡No! S-s-s-se... 

— ¿Serpientes? Son terribles mascotas, admiro a la gente valiente que tiene serpientes, qué miedo. Una vez criamos un hámster juntos, se llamaba Señor Mantequilla ¿Pero eso qué tiene que ver? 

— ¡No seas imbécil! ¡Yo quería preguntar si ustedes ya lo han hecho!

— ¿Qué cosa? 

— ¡Eso! — Estaba todo sonrojado. 

— ¿"Eso"? ¿La película? ¿Preguntas si la vimos? 

— ¡Te estás haciendo el pendejo! 

— ¡Es que no te entiendo! 

— ¡¿QUE SI HAN TENIDO SEXO, JODER?! — La puerta de su cuarto estaba abierta y justo cuando gritó eso, Mikey iba pasando.

Su hermanito menor se detuvo allí, se lo quedó mirando, hubo un silencio incómodo entre ambos, el menor se acomodó los lentes sin dejar de ver a su hermano con esa mirada de asco y luego siguió su camino a su propio cuarto. 

— Aaaaahhhhh... Eso...

— Retrasado. — Bufó. — ¿Lo han hecho o no? 

— Pues... Sí... ¿Por qué preguntas? 

— Es que últimamente nosotros... Bueno, Frank... Quiere... Eso... Pero... Yo... No... Estoy listo. 

— ¿Entonces? 

— Me da mucho miedo que se termine aburriendo de mí porque no puedo darle lo que quiere. 

— ¿Tú crees que eso pase? 

— ¡Pues no sé! Por algo te estoy pidiendo consejo ¿Patrick estuvo listo cuando tú estuviste listo? 

— La verdad sí... Pero creo que entiendo un poco tu situación y déjame decirte que... 

— ¡No lo entiendes! — Interrumpió. — ¿Cómo lo vas a entender si...? 

— ¡Escúchame, Gerard! No te pongas en ese plan de niño emo de "nadie me entiende". 

» Escucha, si no estás listo, no debes preocuparte por eso, no creo que Frank vaya a presionarte a hacer algo que no quieras.

— P-pues... El sábado... — Suspiró melancólico. — Sucedió algo parecido... Pero... — Se quedó en silencio. 

— ¿Por eso es que estuviste enojado con él?  

— ¡Sí! Él me dijo que ese incidente no se volvería a repetir, pero ahora... No sé, Pete, estoy pensando en que él se va a aburrir de mí por comportarme como un niño, quizás estoy siendo demasiado infantil con esto y si continúo así, él va a dejarme. — Ya las palabras de Miranda comenzaban a llenar su cabeza. — Por eso... Pete.. Debo hacerlo. 

— ¡¿Qué?! Pero dijiste que... 

— Debo hacerlo, esté listo o no. — Continuó interrumpiendo. 

— Pero... 

— Bien... Creo que eso es todo. Deséame suerte, gracias por la ayuda, Pete, eres el mejor. 

— ¡Pero espera! ¡No! Más bien...

— Sí... Sí... Yo también te quiero, Piti. Ya anda a ver a tu Vampirina. Te lo ganaste.  

— ¡Espera! No cuel... — Demasiado tarde. — Gues.

Pete le iba a decir algo bien pensado como: «No hagas nada de lo que puedas arrepentirte». «No tienes que presionarte a ti mismo a esto». Además, con todo el dolor de su corazón shippeador, iba a decirle también: «Si Frank no respeta que no estás listo, entonces no es para ti». 

Pero no, Gerard le colgó y no volvió a atender sus llamadas. 

Fue por culpa de esa tonta decisión que llegó el miércoles al colegio tratando de actuar como Frank seguramente quería que él actuara.

Por su parte, Pete llegó al colegio ese día muy preocupado por Gerard. No tuvo oportunidad de hablar con Frank antes de la primera clase, pero sí a la hora de educación física, donde tuvo que interrumpir al enano, que estaba muy feliz jugando voleibol. 

— ¡Frank! — Se fueron a hablar a una esquina del gimnasio. — ¿De casualidad Gerard no llegó actuando extraño hoy? 

— ¡Hola, chicos! ¿Qué hacen? — Llegó Brendon "el metiche". — ¿También están evadiendo la actividad física? 

— ¡Cállate! — Le gritó Pete. — Si Gerard nos ve aquí a los tres, va a llegar a interrumpirnos. 

— No te preocupes, Gerard está muy ocupado recibiendo balonazos en la cara... — Entre los tres dirigieron la vista hasta donde estaba Way, y efectivamente, estaba tratando de jugar voleibol con los demás, pero todo lo que hacía era recibir golpes o dejar que el balón pasara de él. 

— Ese idiota es demasiado masoquista. — Dijo Frank. — Es la primera persona que conozco que no es buena para los deportes y que tampoco sabe nada sobre ellos y aun así, no los evade, sino que intenta integrarse. 

— ¡Responde a mi pregunta y ya! — Replicó Pete. — No te hagas el tonto. 

— Pete... Se trata de Frank, dudo que se esté haciendo el tonto ¿Sabes? 

— ¡Ya déjenme! — Protestó el menor. — Me preguntaste si Gerard llegó actuando extraño hoy ¿No? — Como respuesta, Pete asintió con expresión seria. 

Se quedó un momento en silencio, pensándolo mucho; claro que Gerard había llegado actuando extraño, actuando como una persona muy distinta al Gerard nervioso del fin de semana, hasta lo invitó a su casa el viernes después de la escuela para... Eso. Era muy raro de su parte, porque él no era así. Pero de todos modos, Frank llegó a la conclusión de no contarle nada a los chicos con respecto a eso, porque eso implicaría contarles lo que pasó en aquella "cita de estudio" y eso, a la vez, también implicaría el bullying hacia él que tanto quería ahorrarse. 

— Te lo estás pensando mucho, Frankie. — Insistió el moreno. 

— Lo estaba pensando porque... Gerard ya es extraño de por sí y lo sabes, pero ahora he llegado a la conclusión de que toda su extrañeza de hoy entra en el rango de lo que es normal para él. Je. 

— Ese "je" no me convence. — Dijo Brendon. — Je... Pero a todas estas ¿A qué vienen tus preguntas, Pete? 

— Luego te lo explicaré. Ahora sólo tengo que aclarar una cosita y es que. — De repente, Frank se intimidó por completo al momento en que Pete le dedicó una mirada intensa y casi maligna. — Que no me entere yo de que Gerard se acostó contigo en contra de su voluntad sólo porque quiere mantener el noviazgo que con tanto esfuerzo ha construido, enano idiota, porque si no... 

— ¡MO-MEN-TO! — Gritó Brendon, llamando la atención de todos, menos la de Gerard, quien estaba muy concentrado, intentando hacer un saque. — ¡¿Cómo es eso?! ¿Acaso piensas violar a mi niño, enano del demonio? ¡¿Acaso quieres que te utilicemos como sacrificio para un ritual satánico?! 

— ¡¿De qué coño hablan?! ¿Quién se creen que soy? Jamás obligaría a Gerard a nada. 

— Más te vale. — Continuó Pete. — Porque él siente que tú te aburrirás de él si no "te da lo que quieres", esté listo o no. Y no creas que Gerard no tiene quien lo defienda. 

— ¡Sí! — Lo apoyó Brendon, entendiendo a medias el tema. — Nada te cuesta a esperar a que Gerard esté listo... Si llegas a hacerle algo, enfrentarás nuestra ira, y no me refiero sólo a nosotros dos; tendrás que enfrentar también a Dallon, Patrick, Jamia, Lindsey, Ray y toda la población que quiera respaldarnos ¿Entendido? 

— Sí, chicos, ya... — Frank trató de tranquilizarlos. — No soy esa clase de chico. Trataré de hablar con él. 

— Más te vale. — Dijeron al unísono.


Frank estuvo todos estos días tratando de hablar conmigo sobre "algo importante".

Estoy seguro de que se trata de cómo están yendo las cosas entre nosotros a partir de esta semana, seguramente lo estoy haciendo feliz y eso es lo que quería decirme, algo como: «Al fin entiendes cómo son las cosas». No lo sé. El punto es que cada vez que me decía para hablar de esa cosa importante, yo le decía cosas como: «Guárdalo para el viernes». Y luego, tratando de dejar todo mi nerviosismo atrás, lo besaba o hacía algún gesto indecente.

Hoy es viernes.

Espero que me diga hoy lo que tiene que decirme porque, ya que seguramente me hablará de lo feliz que lo hago al decidirme por fin, me aportará más seguridad y ya no tendré tanto miedo de hacerlo con él, tal vez con sus palabras me haga sentirme preparado.


Los señores Way no estarían en casa, además, Gerard le pagó a Mikey una módica cantidad de dinero para que se quedara a dormir en casa de algún amigo y que desalojara la casa desde temprano. «No quiero verte aquí cuando regrese del colegio». Le dijo sin dar más explicaciones, pues Mikey aceptó sin protestar sólo por el dinero y porque, adicional, Gerard tuvo que prometer ser su esclavo por dos semanas... Negociar con Mikey siempre significaba salir jodido de todas formas. 

Estuvieron besándose hasta que entraron en la habitación de Gerard. 

Entonces, cuando Frank se separó de él y comenzó a quitarse el uniforme, fue cuando el pelinegro se puso totalmente nervioso. Se dio la vuelta, porque le daba mucha vergüenza observar a Frank desvestirse. 

— No mires, por favor. — Dijo mientras seguía dándole la espalda y apenas se quitaba la chaqueta. 

— Está bien, no lo haré. — Mintió, claro que tenía que mirarlo al menos de reojo. 

Frank ya estaba en ropa en interior cuando Gerard, de los nervios apenas se había desabotonado la mitad de la camisa, sus manos estaban temblando y se sentía muy torpe.

— ¿Prefieres que te desvista yo? — Preguntó Frank. 

Sin esperar respuesta, se acercó a Gerard, lo tomó firmemente de la cintura y comenzó a besarlo, sin apuros ni desespero, en vista de lo nervioso que estaba su novio, lo que más quería Frank era ser cariñoso y aportarle toda la seguridad que necesitaba. Esto era algo que veía venir; a Gerard no le quedaba para nada la actitud de "zorra" que estaba adoptando en el transcurso de la semana, haciendo insinuaciones sexuales. Frank estaba seguro de que, a la hora de la verdad, Gee se terminaría mostrando tal cual era; un niño nervioso y adorable. 

Mientras lo besaba, terminó de desabotonar su camisa y luego de acariciar su pecho un rato, pasó a desabrochar su cinturón y sus pantalones, acto seguido, lo condujo con cuidado a la cama, posicionándose sobre él, el menor ya estaba sintiendo su erección endurecerse cada vez más. Estaba muy ocupado acariciando a Gerard y besando delicadamente su cuello, cuando pasó a terminar de quitarle los pantalones, fue en ese momento cuando el mayor le pidió que parara. 

— ¡Detente! — Exclamó. 

— ¿Qué? ¡¿Qué?! — Frank se detuvo al acto. — ¿Hice algo malo? 

— N-no... — Estaba sonrojado a morir. — E-e-es q-que... 

— Relájate, un poco. — Ahogó una risita, de verdad se le hacía gracioso y tierno a la vez. 

— Oh, gracias. — Dijo sarcástico. — No lo había pensado, ese consejo es de mucha ayuda ¿Ya puedes dejar de decir estupideces? 

Ahora sí, Frank soltó la carcajada. 

— Hagamos una cosa, Gee. Sólo imagina que estamos en la playa. 

— ¿Es otra de tus pendejadas? 

— Nope, es en serio. Cierra tus ojos. — Gerard obedeció. — Ahora, piensa en la playa... 

— Odio la playa y lo sabes. 

— Cállate. — Demandó sin dejar de reír. — Imagina un día como aquel en LA, la primera vez que fuimos a la playa. 

— Esa vez se me enterró un vidrio en el pie ¿Cómo se supone que eso me hará sentir cómodo? 

— ¡Aaaaahhh! ¡Eres un desastre! Sólo hazme caso ¿Sí? Ese día fue muy bonito, el ambiente era agradable... El sonido de las olas, la brisa marina soplando fuerte y calando hondo en tus fosas nasales... 

— La primera vez que me rechazaste... 

— ¡Gerard! 

— Es que no entiendo este tonto ejercicio de relajación. 

— Sólo quiero que tu pudor se vaya... Simulando que estamos en la playa ¿Sí? Ya hemos ido juntos a la playa, ahora es como si estuviéramos en traje de baño ¿Entiendes? No tienes que sentirte incómodo... Y más tarde... — Paseaba la yema de sus dedos lentamente sobre el torso de Gerard, bajando hasta sus bóxers. — Iremos al concierto de Falling In Reverse. 

— ¡Momento! — Gerard salió de su trance, abriendo los ojos y sentándose en la cama sin que Frank se le quitara de encima. — ¿De verdad tener sexo es tan genial como ir a un concierto de tu banda favorita? — Preguntó boquiabierto. 

— No lo sé, esta también es mi primera vez. 

— ¡¿Quéeeeeeee?! ¡Mentiroso! 

Ahora fue Frank quien se sonrojó. 

— ¡¿Q-q-qué?! ¿De verdad no me crees? 

— ¡¿No se supone que t-t-tu y... Bob?! ¡¿ESO?! 

— No... — Negó suavemente con la cabeza. 

— ¡¿DE VERDAD?! 

— En serio... — Rascó su nuca.  

— Realmente pensé que tú y Bob... P-pues... Pensé que no eras virgen... ¿Ni siquiera estuvieron cerca de hacerlo? 

— Pues sí, pero... En aquel entonces yo no estaba listo... Yo se lo dije y él supo comprenderme y respetar eso. 

— ¡Bob siempre tan bueno! Es un ángel. 

— Y precisamente gracias a esa experiencia, es que yo también aprendí a esperar. Es más, lo que quería decirte estos días y no me dejaste. — Lo destruyó con la mirada. — Era que, te entiendo perfectamente... Mira, si no estás listo, no tienes por qué ejercer presión sobre ti mismo, yo no te obligaré a hacer nada que no quieras y sabré esperar por ti. 

— ¿De verdad? — Sus ojos comenzaron a cristalizarse, el llanto se asomaba. 

— Claro que sí, inútil... ¿Y ahora por qué vas a llorar? 

— ¡¿Cómo no puedes esperar a que llore si me dices cosas tan lindas?! — Le dio un golpe en el brazo. 

— Eres un tonto, ven acá. — Se acercó más a Gerard y lo apretó contra su pecho en un protector abrazo. — Te quiero. 

— Entonces... ¿No te vas a enojar conmigo si te digo que en este momento no me siento preparado para esto? — Preguntó cuando se separaron del abrazo. 

— No. 

— ¿De verdad? 

— De verdad. — Asintió.

— ¿En serio no te molesta ni un poquito? 

— ¿Por qué la insistencia? 

— Es que... Toda esta semana he estado actuando así y de hecho te invité a hacer esto porque tenía miedo de que te aburrieras de mí y me dejaras por alguien que sí estaría dispuesto a darte lo que pides. 

— ¿De dónde sacaste esa idea tan absurda? 

— Mimi me lo dijo. 

— ¡¿Qué?! — Frunció el ceño. — ¿Y tú le vas a hacer caso a esa niña? Por favor ¿Tanto drama por su culpa? 

— Es que, ella me dijo todo eso y... 

— Nada. — Interrumpió. — ¿Qué va a saber ella? Si quisiera a alguien con quien tener sexo y ya, me habría buscado una puta y no un novio... Yo te quiero por lo que eres, tú me haces feliz... Claro que quiero estar contigo de esa manera, pero será cuando tenga que pasar... ¡Y no llores de nuevo! 

— ¡Es que eres un enano hermoso! Ni siquiera puedo creer que me quieras tanto cuando no hace mucho me odiabas a muerte. Ahora incluso me siento mal por dejarte con esa erección. 

Frank miró hacia su ropa interior y se puso rojo inmediatamente al recordar el estado en el que se encontraba. 

— N-n-no te preocupes, Gee... P-puedo... Encargarme de esto... Diosquévergüenza. — Dijo con suma rapidez. — ¿Puedo usar tu baño? 

— ¿Y si...? — Posó sus manos sobre los hombros del menor, acariciándolo un poco. — ¿Y si mejor me encargo yo de eso? 

— ¿Por qué ese cambio tan repentino? 

— No preguntes... — Lo besó por un rato. — Supongo que... Ahora no me siento presionado... Y si todo pasa espontáneamente... Pues... ¿Por qué no dejarse llevar?... Además ¿Para qué lo voy a negar? Verte en ropa interior me está excitando como no tienes una idea. 

— Genial, ahora soy yo el que está nervioso. 


No sé si me convencieron sus palabras o lo jodidamente sexy que se veía, pero de repente, todos mis miedos se desvanecieron.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top