09.New Year

— Beebooo, Pitiii. — Les dijo Gee pareciendo lo más adorable posible. 

Era la mañana de la víspera de año nuevo, estaban en casa de Gerard bebiendo leche y galletas en la sala mientras veían Santa Cláusula por milésima vez en todo lo que iba del mes.

— ¿Desde cuándo nos tratas tan bien? — Inquirió Pete. — Sólo haces eso cuando quieres algo de nosotros. 

— ¿Cómo puedes pensar eso de mí? — Llevó una mano a su pecho, haciéndose el ofendido.

— No finjas ser bueno con nosotros, Gee... Sabemos que eres un interesado de mierda, y así te queremos.

— ¡Ay, qué lindo, mi negrito! — Lo apretó en sus brazos.

— Ya dinos, qué quieres. — Brendon hizo que el abrazo acabara.

— Buenooo... No es que quiera algo... Sino que... Iré solo al concierto de Falling In Reverse, así que... ¿Podrían hacerme compañía antes de ir? 

Al escuchar el "iré solo al concierto", Brendon se atoró con una galleta, así que comenzó a toser con violencia mientras que unas pequeñas lágrimas se formaron en sus ojos debido a esto mismo. Pete tuvo que darle unas palmadas en la espalda, y al ver que no funcionó, tuvo que optar por hacerle la maniobra Heimlich para que así expulsara el trozo de galleta que obstruía su garganta, Brendon sintió que se salvó de la muerte, tosió un poco más, bebió un poco de leche, y cuando Gerard le preguntó con verdadera preocupación si se encontraba bien, él bramó: 

— ¡¿CÓMO QUE IRÁS SOLO?! ¡¿Y FRANK?! 

— Tiene planes con Bob. — Se encogió de hombros. — Tú mismo me lo dijiste. 

— No pensé que fuera a dejarte por su ex-novio. — Dijo Pete. — ¿Tú qué le dijiste al respecto? 

— Lo alenté a que fuera ¿Qué más podía hacer? Por sus sonrojos, se nota que le gustaría volver con ese tal Bob, y si se le presenta la oportunidad ¿Por qué no permitir que la aproveche? — Pete estaba sosteniendo a Brendon para que no golpeara a Gerard. — Además, considerando nuestra apuesta, ya que técnicamente lo estoy ayudando, no tengo que comprarle sus tenis. 

— ¡AAAAAHHHH! ¡SUÉLTAME, PETE, QUE LO MATO! 

— Shhh... Calma... — Sostenía a Brendon lo más fuerte posible. — Gee, ¿Sabes que en un futuro podrías arrepentirte de esto? 

— No, no lo haré. Aparte, no creo que estaré solo esta noche... Ustedes no me dejarán solo ¿Verdad? 

— Lo siento. — Continuó el moreno. — Patrick me invitó a una fiesta familiar ¿Recuerdan navidad? Estuvimos con mi familia y luego con la suya, esta vez será algo parecido. 

— ¿No crees que llevan su relación demasiado lejos? — Dijo Gerard. — Es decir ¡Los dos son niños! ¡Actúan como si fueran a casarse! 

— Es cuestión de madurez. — Dijo Pete, fingiendo ser un sabio de ochenta años cuando sólo tenía quince y le quedaba toda una vida por delante. 

— Pues yo habría estado dispuesto a acompañarte. — Brendon se zafó del agarre de Pete. — ¡De no ser porque la cagaste así! ¡Idiota! — Lo golpeó en la cabeza. — ¡Ahora te quedarás solo en año nuevo! 

— ¡Pues me da igual! — Dijo Gerard con su orgullo en alto. — ¡No es la gran cosa! 

¡Sí es la gran cosa!

Ya es de noche, y las calles están llenas de gente acompañada y parejas enamoradas mientras que yo estoy solo.

Lo peor es que vine demasiado temprano, así que tengo que pasar el rato caminando por ahí, pasando frío y mirando a toda esa gente feliz que espera con ansias el año nuevo mientras que yo espero con ansias ver a mi banda favorita.

Gerard moría de frío, el muy tonto se arrepentía de haberse puesto pantalones rasgados que dejaban sus rodillas al descubierto, sabía que tendría frío, pero se los puso porque "se veía lindo en ellos". 

Estaba deseando haberse quedado en casa con su familia y luego salir un poco más tarde para llegar justo a tiempo al concierto, pero no, su emoción por ver a Falling In Reverse lo llevó a improvisar una exagerada puntualidad que él creía que no tenía, ojalá fuera así de puntual en la escuela. 

Entre el montón de gente, sintió cómo alguien, pasando de él, lo empujó y a causa de esto, cayó al suelo de rodillas. 

— ¡Fíjate por dónde vas, imbécil! — Le gritó al individuo que ni siquiera se giró a mirarlo a la cara, sino que siguió su camino. 

«Oh no... — se lamentó mentalmente — mi rodilla duele... ¡Oh por Dios! ¿Eso es sangre?». Se había hecho un raspón muy feo en la rodilla, y maldijo su mala suerte, maldijo sus pantalones, y lo miserable que estaba siendo en ese momento, maldijo a Frank por haberlo abandonado y se maldijo a sí mismo por haber sido él quien lo dejó ir en primer lugar. 

Todos mis amigos deben estar pasándolo increíble, incluso Frank debe estar muy feliz con su Bob ¿Y yo qué tengo? Como siempre; ¡NADA!

¿Qué debo hacer? Soy el único tonto que está solo en año nuevo. Y no sólo me preocupa el año nuevo... Me preocupa que este sea el inicio de la era de "Gerard el solitario", pues últimamente mis amigos le están dedicando mucho tiempo a sus parejas, y yo estoy solo; si salgo con ellos, estoy de sobra, y si no salgo con ellos, no hay mucha diferencia porque al fin y al cabo, están todos enamorados y con pareja, así que sólo me queda Frank... Frank en la escuela, Frank en el camino de regreso a casa, Frank en salidas, Frank en encuentros random en la calle...

Sé que lo odio, pero... Cuando estoy con él, con esas ganas inmensas de matarlo, al menos no me siento solo, además, él no es tan malo, si fuera malo, no me habría ayudado a estar con Dallon, no me habría dado palabras de aliento, no me habría ofrecido un pañuelo aquel día que tenía alergias y él me decía que estornudaba como anciano. A pesar de todo, ha mostrado preocupación por mí. 

Pero tengo el presentimiento de que todo cambiará. Y cuando Frank tenga novio ¿Quién se va a preocupar por mí? ¿Con quién voy a pelear? 

Me siento tan triste en este momento.

Y mi rodilla duele...

Sé que esta tristeza puede desvanecerse, el concierto empezará pronto, veré a Falling In Reverse y me emocionaré mucho ¿Pero con quién compartiré mi entusiasmo?

— Hasta con ese tipo de chico... — Múltiples flashback de peleas con Frank llegaron a su memoria. — Me siento solo cuando no está alrededor.

De pronto, una voz muy familiar se escuchó a lo lejos, y estaba gritando su nombre. 

— ¡Gerard! — Se oía cada vez más cerca. 

Cuando se dio la vuelta para ver de dónde venía aquella voz, pudo admirar a Frank corriendo a toda velocidad hacia él. 

— ... Frank... — Musitó con los ojos muy abiertos y un leve sonrojo en las mejillas. 

— ¡Hasta que al fin te encuentro! — Expresó el enano, tratando de recuperar el aliento, de verdad había corrido mucho en busca de Gerard. 

— ¿Frank? ¿Qué estás haciendo aquí? 

— ¿Tú qué crees? — Ironizó. — ¡Vine a ver el concierto de Falling In Reverse!

— ¿Y qué pasó con tu ex? 

— Dejé eso para después... Pues me comprometí contigo primero, quedamos en que vendríamos al concierto juntos, así que no puedo fallarte. — Gerard se sorprendió al escuchar esas palabras. — Estaba dudándolo, pero... No me gusta hacer las cosas mal, así que tenía que venir contigo. 

— Qué idiota... 

— ¡¿Qué?! — Al mirarlo a los ojos, se dio cuenta de que Gerard había comenzado a llorar. 

— Eres un idiota, Frank. — No paraba de llorar. 

— ¿Pero q-q-q-qué? No entiendo ¿Por qué lloras?

— En serio eres un idiota. — Trataba de secar sus lágrimas, pero éstas no paraban. — ¿Qué estás haciendo? 

— ¿Por qué me llamas idiota? 

— ¿Qué estás haciendo? — Repitió. 

— Gee... — Frank tomó su mano, la mano con la cual estaba secando sus lágrimas. — ¿Qué es lo que  tienes? 

Quería decirle todo, quería decirle que era un idiota por dejar a su ex por estar con él esa noche... Pero no pudo.

— Mi-mi-mi-mi... — Sollozaba. No podía ni hablar. 

— ¿"Mi" qué? — Lo miraba preocupado. 

— Mi-mi-mi-mi-mi-mi-mi-mi. 

— ¡¿Quéee?! ¡Pareces un disco rayado!

— Mi-mi-mi... — Hizo una pausa para respirar profundo a ver si podía calmarse. — Mi rodilla dueleee. 

— ¡¿Tu rodilla?! — Alarmado, se agachó para ver mejor la rodilla de Gerard. — ¡Ah! ¡Pero si está sangrando! ¿Qué estabas haciendo? ¿Estás bien? — Se encontraba nervioso. — ¿Puedes caminar?

— Sí... — Su llanto estaba calmándose.

Igual no era para tanto, pero Frank exageraba la gravedad del asunto. 

— Veamos si encontramos una farmacia cercana. 

— E-e-está bien. 

Frank lo tomó de la mano y se lo llevó en busca de una farmacia para comprarle algunas venditas adhesivas para su rodilla antes de que comenzara el concierto. 

La mano de Frank... Se siente tan bien... Es tan cálida...

Más tarde, llegó el concierto. La banda tocó de lo mejor de su repertorio, los chicos cantaban las canciones y gritaban a todo pulmón mientras saltaban al ritmo de la música, sin duda era un momento inolvidable y lo estaban compartiendo juntos.

Estar juntos no fue tan horrible como pensaban, más bien, el concierto fue más especial y genial con la compañía del otro.

Al final del concierto, regresaron caminando juntos, sin poder dejar de hablar de la increíble experiencia. Eran como las dos de la mañana del primero de enero, eso quiere decir que ambos recibieron el año nuevo juntos y viendo en vivo a su banda favorita ¿Qué mejor experiencia que esa?

— ¡Eso fue impresionante! — Iba diciendo Frank lleno de euforia. 

— ¡Lo sé! ¡Todavía tengo el corazón acelerado! ¡¿Viste que cantaron Keep Holding On?! ¡Me morí!

Ya es primero de enero, e incluso para el "dúo dinámico", es posible que algo nazca.

En eso, las cosas cambiaron considerablemente cuando oyeron una voz femenina detrás de ellos, pronunciando el nombre de Gerard. 

— ¿Eh? — Susurró el pelinegro. 

Al darse la vuelta, pudo ver frente a él a una chica alta, de piel pálida, bonito cabello negro y los labios pintados de rojo. 

— ¡Gerard! — Se lanzó a abrazarlo. 

Frank quedó boquiabierto de la sorpresa, e incluso el mismo Gerard se quedó inmóvil, incapaz de corresponder al abrazo porque no sabía lo que estaba pasando. 

— ¿Q-q-q-q-quién eres? — El pelinegro estaba tratando de apartarla. — ¡¿Quién demonios eres, loca?! 

— Soy yo... — Trataba de responder ella cuando Gerard la apartaba con la mano puesta en su rostro. — ¡Lindsey! Lindsey Ballato.

De repente, Gerard dejó de forcejear con ella y se quedó mirándola en estado de perplejidad.

— ¿Lindsey? 

— ¿No me recuerdas? 

Gerard puso la mano en su mentón intentando hacer memoria, lucía como un meme, con el montón de números, ecuaciones y signos de interrogación al rededor. 

— Vivía cerca de tu casa cuando estábamos en la primaria. — Explicaba la chica. — Estudiamos juntos y todo. 

— En primaria... 

Gerard procesando todo... 

5% de memoria: Apareció el recuerdo de él de pequeño llorando en alguna parte, en ese momento en el vacío del espacio. 

25% de memoria: El vacío se convirtió en un parque, estaba llorando en un parque, el de la escuela, con unos niños a su al rededor, molestándolo. 

40% de memoria:

 — ¡Se llama Gerard, pero parece una niña! — Decía uno de los crueles bullies.

Y todos allí lo estaban llamando afeminado, tendría como diez años en ese momento. 

— ¡No soy una niña! — Lloriqueaba el pobre, pequeño e indefenso Gee

50% de memoria: 

— ¡Oigan! — Apareció una niña alta y ruda, de tez blanca y cabello negro, hablándoles a esos miserables con una voz intimidante

70% de memoria: 

— ¡¿De nuevo están molestando a Gerard?! — Dijo. — ¡Se las verán conmigo!

85% de memoria: 

— ¡Demonios! — Los bravucones se fueron corriendo por miedo a que la niña les hiciera algo.

100% de memoria:

Gerard la miró aún con lágrimas en los ojos y le dijo: 

— ¡Lindsey! ¡Gracias por ayudarme siempre! 

— Tranquilo, Gee. — Ella le acarició el cabello. — Mientras yo esté aquí, nadie se meterá contigo.

De pronto, esa Lindsey Ballato dejó de ser una desconocida para él, y Gerard la vio con tanto cariño y ternura en la mirada. 

— ¡Lindsey! Ooohhh. — Sonrió. — ¿Eres esa Lindsey? 

— ¡Así es, esa misma Lindsey! 

— No puede ser, no puede ser, ¡No puede ser! ¡Cuántos años han pasado! ¡Apenas te reconocí!

— Así es... — Rascó su nuca con una sonrisa infantil. — Feliz año nuevo, por cierto. 

— ¡Feliz año nuevo a ti! — La abrazó. — Pero cuéntame ¿No te habías mudado a Los Ángeles? 

Frank los miraba arqueando una ceja, sintiéndose excluido. 

— Mis padres se divorciaron, así que tuve que regresar acá con mamá. 

— ¡Pero mira cómo has crecido! Sigues siendo más alta que yo.

— Sí, pues... ¿Qué te puedo decir? 

— Yo me voy de aquí. — Expresó Frank con un mal tono, empezando a caminar sin esperar respuesta de nadie, no estaba dispuesto a seguir allí parado como un tonto. 

— ¿Eh? — Cuando Gerard se percató, ya Frank se estaba alejando. — ¡Pero Frank! — Lo llamó. — ¡Espera, Frank!

— ¿Cómo se encuentra tu familia? — Preguntó Lindsey sin prestarle atención a la huida de Frank. 

— Oh... — Gerard estaba entre seguir hablando con ella o ir detrás del enano. — Todos están bastante bien ¿Y la tuya? 

— Ya te dije, mis padres se divorciaron, pero... El lado bueno es que he vuelto y podemos estar juntos de nuevo ¿No es así? 

Gerard volteaba a cada rato para ver qué tanto se había alejado Frank, estaba preocupado por él, y quería saber si podía alcanzarlo, pero al mismo tiempo, no sabía cómo zafarse de esa conversación sin quedar como maleducado. 

— S-sí... Me alegra mucho volver a verte, Linds. 

Lindsey le preguntó a Gerard en qué escuela estaba, él le respondió, y así, se quedó hablando con ella. Y Frank se fue sin esperar por él. 

El camino de regreso a casa de Frank estuvo un poco melancólico, por alguna razón le había afectado que Gerard se olvidara de él para quedarse hablando con esa chica.

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