Capitulo 6.
Narra Bakugou
Maldito Kirishima se atrevió a desafiarme y a ordenarme a mi, ¿¡A mi!? Que soy su amo y un maldito príncipe, solo por esa enana aniñada...aunque debo decir que no era fea solo que estaba en esos harapos parecía una plebeya pordiosera pero me sorprendió que tuviera alas y cuernos como el cabello de mierda Kirishima, aparte si voy a estar en este lugar genial lleno de dragones lejos del maldito reino tendré que aguantar a esa chica y ella a mi por que no me iré si me intenta correr de aquí.
Fui a recorrer el lugar buscándola pero nada, Kirishima fue al pueblo por comida para mí y dijo que en ello esperaba que me disculpe con esa niña pero eso no lo pienso hacer.
— Jeje estos son mis favoritos...
De pronto escuche su voz llegando a una parte donde habían demasiados árboles y plantas con muchas frutas, vi que ella estaba sentada en la rama gruesa de un maldito árbol, traía un vestido celeste y no como el otro que parecía trapo viejo y vi que traía el collar que le regalé.
¿Si le gustó mi regalo?
— ¡Oye! — Le hable.
— ¿Eh? — Ella me miró confundida, luego la vi hacer un maldito y algo...adorable puchero cuando vió que me acerqué.
— ¿Que estas haciendo? — Le pregunté.
— Recolecto fruta — Me dijo de forma neutral.
— ¿Los dragones comen fruta? — Pregunté ya que no sabía ese dato, ya que a los únicos dragones que he visto solo son Kirishima y su padre.
— Algunos otros no tanto.
Vi que después de eso dejó de mirarme para seguir tomando fresas y moras que tenía en una maldita canasta comiendo de ellas.
— Oye vine a hablar contigo.
— ¿Sobre que? — Vi que ella se bajo del árbol dejando la canasta en el suelo y ella se acercó a mí.
— Sobre lo que te dije...— Gruñí — no...no debí hablarte así solo por que estabas en harapos.
¡Esto era humillante no iba a rebajarme a esto! Nunca le he dicho a nadie "Disculpas" o "Gracias" ésto iba más allá de mis principios, ni siquiera con la bola de princesas fastidiosas fui cortés ni nada.
— ¿Te estas disculpando? — Preguntó ella estando confundida.
— ¡Si y ni esperes que lo repita!
— Ok ok lo perdono jejeje — Era ridículo pero no se por que pero me gusto ver esa pequeña sonrisa en su aniñado rostro...es una maldita y linda sonrisa. — Bueno ya que estamos iniciando otra vez desde el principio me presento me llamo Ryūko — Dijo ella haciendo reverencia a lo que yo solamente la mire serio, tal vez no sea una fastidiosa como las otras malditas princesas.
— Yo me llamo Bakugou Katsuki — Me presenté.
— Es un gusto — Dijo la enana aún sonríente.
Narradora
Con una gustosa sonrisa en su rostro Ryūko aceptó al príncipe cenizo iniciando de nuevo con la presentación, tal vez a la chica dragón si le dio muy mala impresión de sus modales pero al ver que vino a disculparse personalmente le hizo pensar que no podría juzgarlo a el tan pronto como el lo hizo con ella.
Pensó darle una segunda oportunidad, "puede que no sea tan malo" pensó Ryūko al no ser mala decido arriesgarse con una persona de comportamiento explosivo.
Y este trataría con alguien que era casi todo lo contrario de el pero tal vez tengan algo en común ¿o no? Tal vez se lleven bien, eso tal vez se sabría después.
— ¿Oye y por qué quisiste venir aquí? — Le pregunta Ryūko a él.
— Yo no sabía de la existencia de este lugar, Kirishima me lo dijo y además estoy aquí por que ya mis viejos me tienen demasiado fastidiado.
— ¿Por que? Digo ¿Si se puede saber?
— Es por que esa bruja quiere obligarme a buscar una esposa para tomar mi lugar como rey pero no lo quiero de esa manera.
— ¿No quieres ser rey?
— Si quiero ser rey ¡Obvio! Pero...no estando con una princesa amargada e interesada, si no es alguien que yo desee simplemente no me interesa.
— Wow es casi como en los libros que he leído.
— ¿Libros?
— Leo muchos libros ya que desconozco de muchas cosas de los humanos, el único contacto humano que eh tenido es cuando voy al reino del Oeste pero solo cuando Eijirou me acompaña.
— Eres una comelibros enana — Se burló un poco.
— Algo así — Ella rió también un poco —...¿quieres? — Dijo ella acercándolé la canasta con fruta durante ese rato estaban sentados en el césped en un lugar con espacio abierto, Bakugou tomó una fresa y siguió hablado.
— Y aparte yo quiero hacer mas cosas que solo estar sentado en un puto trono junto a una bruja el resto de mi vida.
— Los reyes se supone que hacen más cosas pero tienes razón, quien querría estar en un castillo encerrada todo el día sin poder salir a jugar o tener un momento de paz — Dijo ella comiendo de unas moras azules siendo mirada de reojo por el príncipe oji-escarlata.
— Parece que a ti tampoco te gusta eso — Comentó el cenizo mientras la miró.
— Por eso digo que no soy una princesa ya que tu mismo las describiste de mala manera y yo no soy así — Respondió un poco seria.
— Si, es que eh tenido malas experiencias con ese tipo de chicas fastidiosas.
— Pero debe de haber alguien que llame tu atención ¿no? ¿Ninguna de ellas? — Le preguntó ella.
— Ninguna — Respondió firme al momento.
— Oye se que esto te hará enojar pero deberías de ser menos grosero con las personas...solo si ellas te responden groseramente podrías responder así.
— ¡Oye, ninguna enana va a decirme que hacer oíste!
— Bueno, solo es un decir no tienes que enojarte — Dijo ella con un adorable puchero ante el grito molesto de este por lo aquello dicho, este solo hizo un gesto irritado ante aquel puchero no sabia por que pensó que era un lindo puchero pero a la vez le pareció algo "Inmadura"
— Wow, veo que ahora se están llevando muy bien — Dijo sonriendo el pelirrojo.
Ambos voltearon al ver al chico dragón pelirrojo que llegaba con bolsas de comida para su amo.
— ¿Y bien? ¿mi amo si se disculpo? — Preguntó aún sonriendo el chico de dientes afilados.
— Si de hecho nos estábamos conociendo — Le sonrió la peliazul a Kirishima.
— Es una enana berrinchuda — Dijo con simpleza y seriedad a lo que Ryūko solo se rió y contestó en defensa de ello.
— Y tú un papanatas, tsundere y enojón jejejeje — Y ahora el que se reía era Kirishima por aquel comentario mientras su amo se puso enojado por ello.
— ¡No te burles! — Regañó el príncipe.
— No te enojes jejeje — Dijo la chica.
— Traje la cena, ya esta por oscurecer — Dijo el pelirrojo.
— Si, tengo que llevarme esta canasta con frutas, vámonos chicos — Llamando a su perrito y al grupo se dragones pequeños que seguían a Ryūko como si fuese su madre fueron a donde estaba la pared de roca. Detrás de ella estaban también Kirishima y Bakugou.
— ¿Donde conseguiste esto? — Preguntó Bakugou.
— Fui al Reino del Oeste para traerlo ese lugar lo tiene de todo — Respondió Kirishima.
— Si, eso ya lo se no sabía que de allí también conseguían comida.
— Iré a ver si los demás ya comieron — Ella se fue volando bajo el cielo nocturno que se hizo presente mientras el príncipe y el mitad dragón rojo estaban a lado de una fogata preparando algo de cenar.
— ¿A donde va la enana? — Preguntó el príncipe.
— Ella se encarga de ver a todos los dragones de este lugar, se asegura que todo funcione y el bienestar de ellos — Le respondió Kirishima.
— ¿Así que ella se encarga de este lugar?
— Así es, ella, mi padre y los dragones con más años se encargan de este lugar pero los dragones con más años solo son 3 pero ellos están en ala Norte donde hay una poderosa pared de rocas bloqueando el gran paso que tenían los reyes antes de que el reino norte cayera en manos equivocadas.
— Además este lugar es genial, sin viejos molestos ni plebeyos fastidiosos...creo que me gustara estar aquí — Dijo con una sonrisa de superioridad, un lugar donde los fastidios que pasaba día a día antes no estén cerca del príncipe cenizo, aunque...cada paraíso tiene sus detalles.
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