Capitulo 3.
En otra parte de los cuatro reinos estaba un joven mitad dragón rojo con su amo quien tenía la manía de salir al bosque de su reino.
Quería alejarse del pueblo y del castillo aunque solo sea unos minutos ya que después de cumplir los quince años sus padres lo han estado presionando.
— Detesto que los malditos viejos insistan en buscarme una prometida, es frustrante — Gruñó molesto.
— ¿Que acaso las candidatas no son buenas? — Preguntó el pelirrojo.
— Son insoportables y engreídas — Dijo el joven de dieciséis años que estaba por cumplir diecisiete. Kirishima sabia que su amo era demasiado exigente ya que no le gustaba la gente fastidiosa.
— Amo, sabe que mañana debo irme ¿Verdad? — Habló el chico de dientes afilados algo preocupado por su amo.
— Si, lo se ¿Y adonde es donde siempre te vas tú y tu padre?
— Vamos a un lugar en especial, debo ir a ver a mi princesa — Dijo sonriente.
— ¿Princesa? — Dijo confundido ya que no tenía idea de que su sirviente Kirishima conociera a una.
— Si, ella es como mi hermana, crecimos juntos y ella es una princesa solo que ella siempre se niega a ello le digo que debería aceptarlo pero ella más no le importa eso.
— No sabia que eras amigo de alguien con linaje — Dijo serio.
— Si, justo mañana es su cumpleaños y quiero pasar ese día con ella para que no esté sola — Dijo un poco triste por lo último que dijo.
— Eso no me interesa...¿Acaso ya le tienes un regalo? — Dijo sin interés mientras sacó su espada para verla mientras conversaba.
— Si, ese perrito peludo que le mordió a usted los pantalones ayer jejeje — El pelirrojo se rió debido a aquella escena graciosa donde un perrito cenizo le mordió el pantalón a su amo, su padre Red Riot le dejó conservarlo para llevárselo a Ryūko como regalo de cumpleaños.
— ¡Ese maldito costal de pulgas no me dejaste matarlo! — Gruñó molesto debido a esa escena tonta donde Kirishima tuvo que quitarle al perro que mordía el pantalón de la pierna izquierda.
— No debería ser tan cruel joven amo.
— Como sea — Dijo el cenizo restándole importancia estando sentado mirando el cielo, el príncipe del reino del este Bakugou Katsuki detestaba y le gustaba ser príncipe, por que serlo tenía sus pros y contras, tenía un título superior a los plebeyos pero tendría que estar encerrado en un castillo siempre atendiendo asuntos de su reino pero el era más de aventuras y viajes, no le gustaba estar encerrado.
— Como quiero salir de aquí — Susurró Katsuki para si mismo.
— ¿Joven amo? — Lo llamó Kirishima.
— ¿Que? — Dijo sin interés.
— ¿Estará bien en mi ausencia?
— Si ya sabes que puedo ingeniarmelas solo, pero que no se te ocurra tardar demasiado a donde sea que vayas con esa disque princesa que mencionas.
— Ya sabe que le di mi palabra joven amo.
Bakugou aunque no lo admitiera Kirishima era su mejor amigo ya que era una de las pocas personas que consideraba digno de estar junto a él, pero cuando este se iba el joven príncipe de cabello cenizo tenía que estar en el castillo, lo que mas detestaba era que su madre y padre le dijeran la palabra "Casarse", él no quería llegar a la mayoría de edad solo por esa razón, no quería estar atado con una persona que no tenía ni el más mínimo interés.
Pensarán que el joven príncipe es de corazón de piedra pero no, es solo que no a encontrado a la persona correcta para el, justo al día siguiente estaba despidiéndose de Kirishima.
— Lo veré en unos días joven amo — Dijo sonriendo el chico dragón.
— Oye... — Dijo Bakugou llamado la atención de Kirishima mirando que su amo se quito uno de sus collares, un collar azul celeste y se lo entrego a Kirishima — Dáselo a esa disque princesa que mencionas, por su cumpleaños.
— ¿¡Joven amo usted...!? — Se sorprendió ya que el príncipe jamás había hecho algo así, solo una vez y eso fue con el príncipe del reino del Oeste.
— Dices que ella está sola en un lugar alejado ¿No? debe de estar aburrida así que llévale esto por su cumpleaños — Le entregó el collar.
— Gracias amo, a Ryūko le encantará este detalle de su parte — Dijo Eijiro sonriendo, pensó que a Ryūko le encantará debido al color del collar.
— ¿Ryūko? — Dijo el cenizo un poco confundido.
— Así se llama ella, le encantará este collar muchas gracias amo — Dijo este con una sonrisa pero también estaba asombrado de que su amo le haya regalado algo a Ryūko sin siquiera conocerla y eso que Kirishima habla de ella casi todo el tiempo pero Bakugou aunque parecía que no le prestaba atención la verdad era todo lo contrario, ese fue el primer gesto amable del príncipe hacia una princesa que ni conocía físicamente ni emocionalmente ya que con todas las demás que fueron candidatas a prometida las trató algo grosero ya que ellas no daban una buena impresión que el esperaba al conocerlas.
Pero como Kirishima hablaba maravillas de Ryūko pensó que no sería mala idea darle un regalo por también acaparar a Kirishima como sirviente y déjala sola.
(...)
— ¡Ryūko! — Gritó Kirishima emocionado una vez que llegó al lugar.
La joven salió de su habitación que era lo poco alto de una que parecía una torre pero estaba pegada a una pared de roca salió volando de ella para llegar rápidamente con su mejor amigo al cual abrazó.
— Hemos llegado joven Ryūko — Dijo Red Riot.
— ¡Que alegra que estén aquí los extrañe mucho! — Dijo sonriente la chica dragón.
— ¡Feliz cumpleaños! Te trajimos tu regalo — Dijo Kirishima emocionado.
— ¿Un regalo? ¿¡Que es!? — Dijo ella felíz y emocionada.
— Iré a ver a BlueFlame en la zona norte — Informo Red Riot.
— No he ido a verlo desde hace tres días dijo que no me acercara a esa zona — Dijo Ryūko.
— Por que sabes que es peligroso pero en seguida regreso, Eijirou te dará los regalos — Red Riot se transformó en Dragón gigante para salir volando del lugar mientras Kirishima sacó un cachorro que llevaba consigo.
— ¡Mira! — Dijo Kirishima al momento que mostró al perrito de una canasta donde lo llevaba.
— ¡Aww, es un perrito, que lindo! — Dijo ella fascinada cargando en sus brazos al pequeño canino peludo y luego Kirishima sacó el collar que le dió el príncipe.
— Y éste regalo es para tí de parte de mi amo — Dijo al momento de mostrar el collar celeste.
— ¿Tu amo? ¿El príncipe del Este? ¿No dijiste que era de una personalidad gruñona y explosiva? — Ella se sorprendió un poco de saber que alguien que no era ni Red Riot ni Eijirou le haya regalado algo.
— Si lo se pero hasta yo me sorprendí cuando él dijo que te regalaba uno de sus collares que siempre trae puesto y él jamás hace ese tipo de cosas.
— Bueno...si lo vuelves a ver, a tu amo, dile que muchas gracias por el obsequio — Dijo ella tomando el collar colocándose teniéndolo alrededor de su cuello pero el olor que emanaba el collar le llamo su atención, al ser mitad dragón su olfato era algo que tenía muy desarrollado.
Olió el collar, era de un suave olor dulce pero un poco picante, ella rió al pensar en tan rara combinación de dulce y picante, el amo de Kirishima es un sujeto extraño pensó ella.
— Y bien ¿Que hiciste durante nuestra ausencia? — Preguntó de pronto el pelirrojo.
— Bueno...estuve con los dragones bebe, cuide de uno que estaba enfermo por comer muchos peces y...un príncipe estuvo aquí...— Dijo un poco nerviosa al finalizar ya que sabía que eso preocuparía a su casi hermano.
— ¿¡Que!? — En efecto, éste se sorprendió estando alarmado.
— El Príncipe del Reino Sur al parecer, es un joven tranquilo, lo salve cuando una jauría de lobos lo estaba siguiendo pero el prometió guardar el secreto — Dijo ella tratando de hacer que se calmé.
— Más le vale, es peligroso que otras personas sepan de este lugar o de lo contrario se acabarían todos los dragones al ser cazados por el supuesto rey Gosuto.
— Dijo Blue Flame que él fue quien mato a mi familia ¿Verdad?
— Así es pero tu estarás a salvo si sigues aquí y sin salir a ningún lado sin supervisión.
— Ya lo se Eijirou y muchas gracias por el perrito — Dijo ella feliz abrazando al canino que le estaba lamiendo la mejilla a la chica Dragón.
— ¿Que te parece si preparamos un pastel por tu cumpleaños?
— Recolecte algo de fruta pero no tengo nada para preparar un pastel — Comentó ella.
— ¿Y si vamos al pueblo del reino Oeste? — Sugirió Kirishima.
— Si esta bien.
Ambos fueron a decirle a Red Riot aquello para después ir al reino del Oeste, una de las razones por las que Ryūko quería ir era para volver a ver al príncipe pecoso quien llamo su atención ya que este trasmitía un aura alegre y bondadosa, ella quería verlo otra vez.
— Vayamos a la panadería — Dijo Kirishima.
— Bien — Ella buscaba con la mirada a una cabellera verde en particular pero se entristeció un poco al no verlo pero cuando entraron a la panadería por el pastel alguien entró después de ellos.
— Buenos días ¿tienen roles de canela?
— ¿Deku? — Ryūko sonrió al ver al príncipe llegar pero vio que estaba acompañado por una chica de cabello castaño.
— ¡Yo también quiero roles de canela por favor! — Dijo la castaña.
— Oh Ryūko eres tú, me alegra verte y también a tí Kirishima — Dijo Deku con una amable sonrisa.
— Es un gusto verlo joven Deku y también a la bruja Uravity — Dijo Kirishima.
— Sabes que puedes llamarme por mi nombre no hace falta que me llamen por mi sobrenombre de hechicera — Comentó Uraraka.
— ¿Uravity? — Preguntó Ryūko confundida por el nombre de hechicera.
— Si por que puedo hacer que las cosas se levanten haciendo que leviten en el aire — Dijo sonriente la castaña.
— Wow, me recordó a un libro de magia que leí donde había un hechizo de levitación — Dijo Ryūko.
— ¿Y cual era ese hechizo? — Preguntó la hechicera.
— Decía algo así como "Wingardium Leviosa" y eso hacía levitar las cosas — Respondió la chica dragón.
— Ryūko ya debemos regresar mi padre nos ha de estar esperando — Le habló el pelirrojo.
— ¿No podemos quedarnos un poco más? por mi cumpleaños — Dijo la chica dragón.
— ¿¡Hoy es tu cumpleaños!? — Dijeron el pecoso y la castaña al mismo tiempo.
— Así es — Respondió la peliazul.
— ¡Feliz Cumpleaños! — Le dijeron ambos al mismo tiempo.
Y su sorpresa fue que recibió un abrazo cariñoso de el príncipe y la hechicera, quedo sorprendida ya que solo Kirishima era quien le daba algún abrazo de vez en cuando pero le alegro recibir otros dos más por su cumpleaños.
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