Capitulo 17.

Los tres sirvientes del reino del Este se sorprendieron por aquel fascinante lugar lleno de dragones, juraron no decir nada sobre la ubicación de la misma y sobre que Ryūko y Kirishima eran mitad dragones.

Aunque ellos ya sabían eso de Kirishima pero no de Ryūko lo cual les sorprendió verla con cuernos y alas, pasaron unos días después de aquel momento, los amigos de Kirishima se trataban de adaptar al lugar pero prefirieron estar en el reino del oeste para despistar que el príncipe estuviese en ese reino y no donde realmente estaba.

Ahora nuestra pequeña chica dragón estaba encantada leyendo aquel libro dorado que llamo su atención sobretodo por que la historia que estaba leyendo era de un chico que usaba magia de dragón, la historia era casi parecida al mundo que rodeaba a Ryūko solo que el chico dragón de la historia era acompañado por una maga celestial.

— Wow... él es genial.

Fascinada con las hazañas del protagonista quien era un mago dragón de un gremio eso hizo sentir especial a Ryūko ya que ella era demasiado soñadora y leer esa historia le hizo pensar que podría ser como él. No lo sabia pero la historia en sí tenía detalles de romance debido a la co-protagonista la maga celestial.

Ryūko se puso a pensar sobre esas dudas que tenía acerca del romance y leyendo esa historia basada en la experiencia de ese chico dragón quería saber como es que el reaccionaba ante esas situaciones ya que Ryūko pensó que eran parecidos al ser humanos criados por dragones.

Y como era costumbre el príncipe Bakugou miraba a la enana peliazul como es que se metía en su pequeño mundo de la lectura, este estaba fastidiado y pensativo a sobre lo que piensa de Ryūko.

No entendía el hecho de siempre acapararla de los demás, que le moleste que alguien del género masculino este cerca de ella, eran cosas que causaban conflicto en la mente de aquel chico con belleza divina.

Y como era de esperarse su enojo fue mas al ver al príncipe del reino Sur en el territorio de dragones, enserio que le hervía la sangre de rabia a Bakugou con solo verlo y mas ahora que este solo venia a ver a Ryūko.

— Hola Ryūko.

— Hola Shoto.

Como de costumbre ella con una sonrisa alegre recibió al príncipe y desde lo lejos los miraba el príncipe de magia explosiva el cual se fue lanzando explosiones enojado sin razón alguna.

— Parece que te gustaron los libros que te traje — Dijo Shoto.

— Si muchas gracias, me gustaron mucho sobre todo este, es mi favorito — Sosteniendo aquel libro dorado el cual solamente tenía tres historias en el, eran largas pero muy interesantes para el gusto de Ryūko.

— Sabia que te gustaría ya que las tres historias que contiene ese libro son de dragones.

— Ya leí las otras dos pero mi favorita es la del Chico dragón y la maga celestial es cómica la historia en partes jeje y sobre todo las grandes aventuras que tienen.

— Si, bueno yo a lo que vine es para decirte que no vendré en una semana por aquí.

— ¿Eh? ¿Por que? — Se entristeció.

— Mi padre me tendrá ocupado a mi y a mis hermanos con algunos eventos ya que en el reino del Oeste van a hacer un festival de la cosecha nosotros también pero no podre ir a la del reino del oeste.

— De hecho Eijirou dijo que Deku nos invito a nosotros pero creí que tu irías con nosotros.

— Yo más quisiera pero no podré, si mi padre se entera que eh ido al reino del oeste tendré algunos problemas pero yo vine a decir que ¿si te gustaría ir al reino Sur?

— ¿A tu reino? Me encantaría pero...

— Sería en una semana después de que termine el festival en el oeste nosotros haremos el nuestro y me gustaría que fueras conmigo y te presentaría a mis hermanos.

— Eso me encantaría pero no quiero causarte problemas.

— Lo se pero pensé que sería buena idea de que conocieras mi reino.

— Si esta bien — Acepto ella con una típica sonrisa alegre, el joven príncipe Shoto no duro mucho en el lugar ya que debía volver a su reino y en eso Ryūko fue a buscar a Eijiro y a Katsuki — ¡Chicos!

— ¿Que pasa Ryūko? — Le preguntó el pelirrojo.

— ¿Ya se fue el maldito bastardo? — Dijo este con enojo lanzando explosiones a unas rocas que yacían frente a el, era su forma de expresar su enojo además de que hace tiempo que no usa su magia desde que llego en ese lugar de dragones.

— Si ya se fue y no vendrá en una semana por que estará ocupado con el festival de la cosecha en su reino y otras cosas que le pidió su padre — Eso hizo que las explosiones cesarán un poco ya que una leve sonrisa malvada se dibujó en rostro estando de espaldas de Ryūko y Kirishima quienes ni notaron eso.

— Oh si es verdad solo los reinos Oeste y Sur hacen eso y además iremos al del Oeste eso es lo que espero con ansias.

— Y el príncipe Shoto dijo que cuando inicie el festival de la cosecha en su reino me llevará con él, nos invito a ir a su reino.

— ¡Eso es genial Ryūko...! — Y de la nada una enorme explosión llamo la atención de Ryūko y Kirishima en ese momento, el causante de ello se dio la vuelta con una mirada tétrica.

— ¿¡El bastardo mitad y mitad te invitó a su patético reino!?

— Nos invito a todos — Comentó Ryūko.

— ¡No iremos! — Respondió Bakugou al momento.

— No creo que sea malo ir, amo Bakugou — Dijo Kirishima.

— ¡Ese bastardo no me agrada y tampoco que ahora se le ocurriría invitarte a su reino algo trama ese idiota!

— Él solo dijo que quería invitarnos para el festival — Dijo Ryūko.

— ¡Y no iremos ese bastardo algo trama enana berrinchuda y no iremos! — Gritó enojado el cenizo.

— Si no quieres ir tu esta bien pero yo si iré no creo que sea algo malo — Dijo Ryūko.

— Eres demasiado ingenua Ryūko, ese bastardo no es de confianza — Dijo Katsuki con enojo.

— Solo dices eso por que no te agrada pero no creo que sea tan malo — Respondió la chica dragón.

— Créeme enana tonta nada bueno viene de un bastardo como él — Ella solo se mantuvo con una mueca triste al ver como este dijo todo aquello sobre el príncipe Todoroki, Ryūko piensa que el es un buen chico pero ella se encariñaba demasiado olvidando que ella debía desconfiar un poco de los humanos debido a las advertencias sobre estos.

Kirishima miró aquello con desacuerdo, su amo era directo diciendo que detestaba alguien pero desilusionar a Ryūko así de la impresión que tenia de aquel príncipe era algo triste ya que vio que ella reacciono de ese modo.

Después de aquello Ryūko estaba en un prado de flores con varios dragones, tenia su canasta con poca fruta de la cual ella comía y uno que otro pequeño dragón que le hacia compañía, estaba algo pensativa sobre lo que dijo el príncipe Bakugou.

Ella miraba a sus dragones con cariño ya que les tenia un gran aprecio al ser su única compañía en tantos años, también aquel perrito traído por Eijiro para ella, lo gracioso es que ese perrito era del mismo color cenizo que Katsuki solo que el rojo de sus ojos eran distintos.

El pequeño cachorro tenia sus ojos de un café rojizo mientras que el príncipe Bakugou tenia unos hermosos ojos rojos escarlata, parecían dos rubíes pensó Ryūko al recordar ese detalle, ella lo que llamo su atención de el eran aquellos ojos rojos de Katsuki.

Dicen que los ojos son las ventanas del alma eso lo leyó Ryūko en uno de sus libros y eso fue una de las cosas que llamo su atención de aquel príncipe atractivo y explosivo, aunque Ryūko no sabia muchas cosas, sobre ello lo leía en los libros y usaba un diccionario para saber el significado de algunas palabras que no entendía su sentido al expresarlas ya que ella no sabia como se expresaban algunas. 

— ¿Por que todo es tan confuso? — Dijo ella mirando unos girasoles que tenia en manos, le gustaba ese color amarillo en ellas, eran como el sol, ese color era muy alegre para ella, le gustaban mucho los colores de las flores y ese prado habían varias, era un bonito paisaje de un arco iris floral por así decirlo.

— ¿Oye aún estas de pensativa o que? — Preguntó Bakugou apareciendo de repente.

— ¿Katsuki? — Ella se sorprendió de verlo en el lugar, el cachorrito gruño ya que no le agradaba el príncipe del Este, los demás dragones le restaron importancia a la presencia de Bakugou quien tomó asiento junto a Ryūko.

— ¿Aún piensas en lo que te dije? — Preguntó.

— Creo que juzgas mucho al principe Shoto solo por que lo detestes, hasta me juzgaste a mi y ni te culpo pero creo que exageras — Respondió Ryūko.

— Contigo fue un mal entendido, con él por qué lo odio — Confesó.

— Yo hasta te juzgue mal a tí y eso que ni se como es que me agradas tanto Katsuki.

— ¿Yo te agrado? — Preguntó confundido.

— Si ¿por que lo dudas?

— Por que no lo parece, he visto que tomas tu distancia conmigo, me haces bromas estúpidas, me contradices y me llevas la contraria en algunas cosas enana berrinchuda.

— Mira, yo solo te doy tu espacio, si te hago bromas es para que te rías o para fastidiarte un rato y te contradigo solo cuando estas mal en algo y llevarte la contraria por que yo opino algo diferente a tí pero aun así me agradas Katsuki.

En el rostro del cenizo se curvo una sonrisa en sus labios al escucharla decir eso pero luego se asombro al ver a Ryūko demasiado cerca de él, de forma inocente ella se acercó para preguntarle algo al príncipe.

— ¿Y...Yo te agrado Katsuki?

Él serio la miró pero tenía un leve nerviosismo ante su acercamiento lo cual este disimuló bien al tratar de no hacer notar su sonrojó casi visible ante ella.

— Si me agradas enana berrinchuda aunque seas algo fastidiosa a veces — Disimulando su comportamiento de siempre ante la chica dragón quien solo sonrío por lo que había dicho el príncipe, pero este había desviado la mirada mientras ella sonrío con sus ojos cerrados, éste la miró de reojo pocos segundos aun estaba ella demasiado cerca, podría aprovechar la oportunidad que perdió aquella vez que ella yacía dormida antes de que llegara el príncipe bicolor.

Pero Bakugou ni se inmutó solo se quedo quieto viendo que ella se alejó poco mientras miro los girasoles que tenia en manos mientras estaba sentada junto a él.

— Bueno me alegra saber que nos llevamos bien no solo por nosotros sino por Eijiro que también quería que fuéramos amigos tu y yo jeje.

Bakugou solo pensó en las palabras "Nosotros" y "Tu y yo" ignorando el hecho de llamarlo amigo ya que le molesto que lo pusiera en la misma categoría que el príncipe Todoroki ya que lo considera Ryūko como su amigo, Bakugou iba a decir algo pero en ese momento llegó Kirishima.

— ¡Amo, Ryūko!

— ¿Que pasa Eijirou? — Preguntó Ryūko.

— Los chicos están aquí para ver que vamos a cenar con ellos al reino del Oeste ¿quieren venir?

— ¡Yo si! ¿y tu Katsuki? — Pregunta Ryūko al príncipe.

— Si como sea — Dijo él con desinterés mientras que Ryūko y Bakugou se levantaron para ir junto con Kirishima a cenar al pueblo de aquel reino que era la zona más cercana a ese paraíso oculto de dragones donde estos se sentían a salvo.

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