∆ ÚNICO ∆
— Necesitaré un conjunto de ropa que haya usado al menos una vez. No lo laves. También necesitare un mechón de su pelo y un objeto valioso para él.
— ¿Puede ser un oso de peluche?
— Un peluche, un juguete. Lo que sea. Mientras el realmente haya querido esa cosa.
— ¿Esto realmente funcionara?
— Nadie se ha quejado nunca.
[ ... ]
Un gran muñeco de trapo se encontraba adentro de una caja rellena de paja. El creador sonreía con autosuficiencia al mostrar su más reciente creación para aquella pareja.
— ¡Taran! Échenle un vistazo.
Un hombre se acercaba con lentitud a la caja con un semblante de dolor, su pálida y enfermiza piel más las bolsas negras bajo sus ojos podían hacer notar a simple vista cuanto estaba sufriendo. Con sus brazos cruzados miró con recelo el muñeco, el cual tenía en una de sus manos aquel pequeño oso de peluche de su hijo fallecido.
— ¡A que es genial! — Exclamo con fingida emoción el viejo a la par que sonreía de manera cínica. Aquellas arrugas y canas en su rostro lo hacían ver aún más aterrador.
— Creo.. Creo que es.. — El hombre fue interrumpido antes de terminar.
— Creo que es solo un estúpido muñeco. — Hablo por primera vez el esposo del pálido desde que entro a aquel lugar. — Un estúpido muñeco muy caro.
El hombre estaba algo alejado de los otros, sentado en las escaleras que daban a la salida del sótano. Su esposo lo miro afligido y el viejo solo lo observo con desdén.
— ¿Ah sí? Uhm. Tócalo. — Pidió el anciano el cual estaba apoyándose en la caja mientras lo observaba desafiante y con burla. — No seas tímido, cariño. Venga.
El pálido miro inseguro a su esposo, luego dirigió su mirada al muñeco con seriedad. Inseguro se acercó al muñeco, sintiendo la fuerte mirada del hombre mayor sobre él, incómodandolo. Más al tocar el muñeco su rustro se adornó con una enorme sonrisa llena de alegría e ilusión.
— ¡Es mi niño! — Exclamo cargando a la bella ilusión de su hijo en sus brazos. Park Jihoon — Te he echado tanto de menos. — Abrazaba a aquel niño con fuerza.
El anciano solo rió sin gracia observando a la pareja del pálido acercarse a ellos.
JiMin solo podía observar como su esposo abrazaba y besaba a aquel muñeco que a sus ojos no tenía vida.
— Acércate amigo, tócale la mano al estúpido muñeco.
Suspiro frustrado mientras se acercaba a su esposo con el muñeco, su mano viajo a dirección a la pequeña mano de este y al tocarlo solo miro con horror como este se convertía en la viva imagen de su difunto hijo, quien le sonrió de forma cínica mientras le miraba con sus oscuras orbes sin vida. Soltó la mano rápidamente como si esta quemara, luego volvió a observar a aquel espeluznante muñeco que volvió a ser solo eso, un muñeco.
— Suelta esa cosa YoonGi. Tenemos que pensar bien esto.
— Yo ya lo he hecho. Aquí tiene la otra mitad. — De su bolsillo trasero el pálido saco un sobre con la otra mitad de la paga. Sin dejar de mirar y sonreír con adoración a su pequeño hijo. Su esposo lo miro con enojo y recelo, mientras el viejo solo sonreía.
— Felicidades, es suyo. Ahora, toca hablar de las instrucciones.
[ ... ]
— Esta casa es donde el niño vivía, reconozco su espíritu. — Informo el hombre mayor caminado por los pasillos de la gran casa, observando todo. — Está llena de energía de él. Estando adentro, recoge toda su energía. — Se acercó a la entrada principal nuevamente, abriendo la puerta. — Pero fuera..
YoonGi lo miro con confusión, se acercó con lentitud al canoso y salió fuera de la casa con el niño en sus brazos.
— Es solo un muñeco.
Observo al muñeco en sus brazos sorprendido y aterrado, con el ceño fruncido volvió a entrar prometiéndose internamente no volver a salir abrazando al niño en sus brazos nuevamente, aferrándose a él.
JiMin lo observo masajeando el puente de su nariz, luego dirigió su mirada al hombre. — ¿Por qué siento que estas instrucciones, vienen con una lista de precauciones?
— Solo una. — Del bolsillo delantero de su traje saco un pequeño reloj de arena, sujetándolo frente al hombre. — No pueden pasar más de un turno del reloj de arena. Nunca. Antes de que el tiempo acabe, él debe de volver a su caja y pasar un día antes de volverlo a sacar. — Advirtió.
-— ¿Qué pasaría si paso más tiempo? — Inquirió con el ceño fruncido.
— Mis productos son como la droga amigo, divertidos de usar pero peligrosos al abusar. Si ignoras esa regla enloquecerás. Enloquecerás de verdad. Crees en una mentira, crees que el muñeco es algo real. Ni siquiera tendrás que tocarlo después de un rato para que la ilusión funcione. Te olvidaras del accidente, del cáncer o lo que le haya pasado al niño. Incluso olvidaras que me contrataste. Tu mente borrara lo que necesite borrar para mantener la mentira. - El de traje sonrió. — Si pasa algo de eso no es mi responsabilidad. Porque ya les he avisado.
[ ... ]
El pálido se encontraba resplandeciente aquel día con un hermoso conjunto de ropa puesta y con una brillante sonrisa, dándole de comer a su preciado hijo en la cocina de su hogar
— Uhh ¡Aquí viene el avión! — Exclamo al darle otro bocado, riendo y haciéndole muecas graciosas al niño quien también reía. — Uhmm ¡Que rico! ¿Qué tal está? — Pregunto sonriendo cerrando sus ojitos en una tierna sonrisa de encías. — ¿Preparado? Abre la boca para papi. — Otro bocado más. — ¡Muy bien, tesoro!
JiMin entro a la habitación en ese momento. La apariencia del hombre no era la mejor. No se había afeitado en semanas y las ojeras que tenía no ayudaban a su favor, además de su cabello el cual era un desastre. Su ropa estaba arrugada y lucia sucia, solo una franela y un short.
El hombre miraba la habitación con cansancio, era un caos. Pilas de platos, vasos y cubiertos sin lavar, ollas sobre las hornillas con sobras de comida y las paredes manchadas de lo que parecía ser ¿Aceite? No lo sabía.
Luego miro a su esposo, su bello y adorado YoonGi. Quien estaba dándole de comer a ese espantoso y estúpido muñeco.
— Buenos días. Pasaste la noche con él otra vez. — Hablo mirando al otro con recelo. Soltó un suspiro al ver como el otro simplemente lo ignoraba. — Estaba acordándome de.. De lo que te dije después del funeral. — YoonGi poso sus oscuros orbes sobre él. — Te dije que la vida podía ser cruel a veces, que teníamos que ser fuertes para poder superar lo que sea. Incluso cuando pensamos que no podemos ser fuertes. — JiMin mordió su labio inferior sin verlo. — Te dije que yo sería fuerte por los dos, hasta que tú te encontraras bien. — Rio sin gracia mientras soltaba un par de lágrimas. — Esto se ha vuelto una mierda. Resulta que soy débil. Te necesito tanto como tú a mí y podemos superar esto juntos o hacer que nos separe. — El hombre miro con dolor al pálido. — ¿Qué dices YoonGi?
— ¿Qué funeral? — Pregunto el contrario con confusión.
JiMin rio nuevamente, con amargura miro a su esposo mientras lagrimas caían como cascadas sobre sus mejillas. — Tienes que poner esa cosa en su caja.
— ¿Qué? No pondré a mi hijo en una caja. — Respondió frunciendo el ceño mientras miraba al muñeco en sus brazos, el cual tras sus ojos lo miraba con miedo.
— ¡NO es tu hijo! — Le grito con frustración.
El hombre se levantó con enojo y dolor. No podía soportar más ver a su esposo así, de esa manera tan repulsivamente obsesionado sin ver la realidad. YoonGi asustado cubría el muñeco con su cuerpo mientras trataba de liberarse del agarre que el otro ejercía sobre él.
— ¡JMin! ¡Me haces daño!
— ¡Y tú a mí!
— ¿¡Que haces?!
El hombre de cabellos azabaches jalo a su esposo hasta la puerta del patio trasero mientras hablaba.
— ¡Te llevo fuera para que veas lo que tienes en tus manos! Es mi culpa por dejar qu-..
JiMin parpadeó y miro a su esposo perplejo. Un gran muñeco con la apariencia de este se encontraba en sus manos, de cabellos rubios y con un hermoso conjunto de ropa blanco, más en una de sus manos estaba el muñeco de su hijo. Con horror, segundos después lo soltó.
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— Estaba enloqueciendo y yo no sabía qué hacer. — Varios sollozos se escucharon a través de la línea. — Así que escondí el muñeco para que no pudiera agarrarlo más. Y él sólo... Él se corto la muñeca.
— Te dije que no era mi responsabilidad, amigo.
— Solo quiero que vuelva... Necesito que vuelva.
— Necesitare un conjunto de ropa que haya usado al menos una vez. No lo laves. También necesitare un mechón de su pelo y un objeto valioso para él.
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El hombre cayó de rodillas al suelo agarrando entre sus brazos el muñeco de su difunto esposo, llorando sobre él.
— Lo siento, bebé. Lo siento. — Se lamentó mientras se levantaba junto al muñeco mirándolo con arrepentimiento.
Al estar de pie rápidamente entro a su hogar nuevamente, bajo sus ojos observo el hermoso rostro de su esposo quien se veía desorientado.
— Por aquí, cariño. — YoonGi lo abrazo con confusión. — Lo siento mucho Yoonnie, lo siento mucho. No volverá a pasar, lo prometo. Te amo.
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—¿Funciona en adultos también?
— Nadie se ha quejado nunca.
Hola amigos. ¿Qué tal?
Espero de verdad les haya gustado. Esta fue una adaptación al escrito del cortometraje "The DollMaker".
Sinceramente a mí me gustó mucho el vídeo y ame como me quedo el One shot. Es el primero que hago.
Si les gusto, por favor déjenme una estrellita, eso me motiva a hacer más cosas como esta.
Edición; 26/07/20
Realmente es una obra de la que me siento orgullosa, ame escribir esto.
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