Se habían hecho arreglos.

Regresaría a Hogwarts en septiembre y tendría mi clasificación con los de primer año.

Mientras tanto, papá había sido dado de alta y me estaría esperando en la estación de Kings Cross para regresar a casa, Temía volver a verlo, Temiendo su reacción al recordatorio de que Cedric ya no estaba con nosotros.

Fleur trató de persuadirme para que volviera a Francia con ella y me quedara con su familia durante el verano, pero no podía afrontar la salida del país, Y quería estar donde estaba Cedric, Ya estaba en Devon, esperando ser enterrado junto a nuestra madre.

— te escribiré todos los días — prometió Fleur mientras se despedía de mí con un abrazo, antes de subir al carruaje con el resto de mi escuela, mi vieja escuela.

Ahora estaba de pie en mi nueva escuela mientras veía el carruaje de Beauxbatons volar, antes de que hiciéramos nuestro camino hasta la estación de Hogsmeade para abordar el Expreso de Hogwarts.

Una mano agarró mi baúl antes de que pudiera agacharme para recogerlo.

— déjame.

Miré agradecida al Slytherin de cabello blanco y le ofrecí una pequeña sonrisa, Pero me dolió el corazón incluso haciendo eso.

No lo había visto mucho en los últimos días, después de haberme encerrado en el carruaje, No era porque no quería ver más a Draco, era por que no quería ver a nadie. No me atrevía a levantarme de la cama.

Pero me di cuenta, mirándolo ahora, que lo había extrañado.

— trate de venir a verte — murmuró con tristeza, mientras empezábamos a acercarnos a los carruajes sin caballos. — Pero no me dejaron entrar.

— Lo siento — susurré, y realmente lo sentía, No merecía eso.

Draco hizo una pausa, deteniéndose en seco para mirarme — No lo sientas, Aurora, no sientas nunca estar triste.

Soltó nuestros baúles y dio un paso hacia mí, cerrando el espacio entre nosotros, Sus brazos rodearon mi cuerpo, atrayéndome a sus brazos, Fue maravilloso, Le resultaba familiar.

Fue todo.

— Shhh, está bien — murmuró en mi oído, mientras las lágrimas caían en cascada por mis mejillas, fluyendo libre y rápido.

Nos quedamos así por un rato, mientras otros estudiantes pasaban apresurados a nuestro lado, mirando hacia nosotros con curiosidad; mi dolor, una fuente de fascinación para ellos.

— Pensé que tal vez estabas enojada después de lo que Potter había dicho sobre ... sobre mi padre. — Murmuró con cautela una vez que mis lágrimas se secaron mientras un tinte rosado subía a sus mejillas.

Sacudí mi cabeza, apretando mis brazos alrededor de él — No, no estoy enojada, Draco. Solo triste. Solo muy, muy triste.

La verdad era que no quería pensar en lo que significaba, Y noté que Draco nunca había negado la acusación de que su padre era un Mortífago, Sin embargo, mi cabeza estaba demasiado llena de dolor como para permitirme pensar mucho en esto.

Sabía que eventualmente tendría que enfrentar la realidad de lo que le había sucedido a Cedric, Pero por ahora solo podía llorar, y tomar el consuelo que tan desesperadamente necesitaba de Draco.

Suspiró profundamente en mi cabello, envolviéndome más fuerte contra él, presionando sus labios firmemente contra mi frente.

— Vamos — murmuró, tomando mi mano mientras recogíamos nuestros baúles, — sigamos adelante antes de perder los carruajes.

Ambos subimos a un carruaje, compartiendo con un par de nerviosos Hufflepuff de segundo año que seguían mirándome con recelo, Draco envolvió un brazo alrededor de mí, sosteniéndome cerca de su costado, mientras los miraba con furia.

La idea de separarme de Draco durante los próximos dos meses de repente me hizo sentir completamente perdida, Acaricié mi rostro en el hueco de su cuello, inhalando profundamente su aroma, tratando de sumergirme en él.

— Te voy a extrañar — murmuré en voz baja mientras mis labios se movían contra su suave y hermosa piel.

Sentí sus brazos apretarse a mi alrededor, nuestros cuerpos empujándose juntos mientras una rueda pasaba por un bache.

— Créeme que también te extrañare — Su voz estaba llena de sinceridad y convicción. — te escribiré, Aurora — E hizo una pausa para tragar, Levanté la cara para mirarlo y vi que sus ojos me miraban cálidamente — Y ... aunque sé que vendrás a Hogwarts para estar cerca de tu hermano, estoy feliz de que regreses. Estoy tan ridículamente feliz, de hecho.

— Draco — reí.

Y esta vez logré una sonrisa que no lastimó mi corazón.

Una sonrisa sincera y genuina.

(...)

Draco entrelazó sus dedos con los de ella mientras la conducía por el pasillo del tren. Estaba buscando un compartimiento vacío, esperando que pudieran estar solos antes de partir para el verano.

La había extrañado tanto en los últimos días, sintiéndose desesperadamente indefenso no poder consolarla.

Sabía que no tenía derecho a querer o esperar nada de ella mientras lloraba a su hermano, pero cuando ella le dijo que lo extrañaría durante el verano, no pudo evitar sentir una intensa oleada de amor ante sus palabras.

Acababa de colocar la mano en la puerta de un compartimiento abandonado cuando escuchó una voz ronca llamarlo por su nombre.

Miró hacia arriba para ver a Theodore Nott con el ceño fruncido, seguido por Crabbe y Goyle en el otro extremo del pasillo.

— Un momento, Malfoy — Theo escupió, sus ojos se dirigieron con enojo a Aurora, cuya mano Draco aún apretaba en la suya.

— Entra — le ordenó Draco firmemente en su oído — No tardaré.

Cuando Aurora entró en el compartimiento sin discutir, se dirigió hacia Theo, sintiendo un golpe de ira en su pecho.

— ¿Qué? — Escupió, mirándolo a los ojos.

— ¡¿Qué diablos crees que estás haciendo con la chica Diggory ?! — Theo gruñó. — ¡Te has divertido, pero ahora es el momento de tener cuidado!

— ¿Y qué diablos se supone que significa eso? — Preguntó Draco, pero en el fondo lo sabía.

— Ella es una Diggory. ¡Una familia de traidores de sangre que obtienen lo que se merecen! No finjas que no sabes lo que pasó esa noche, Malfoy. ¿Cómo crees que va a reaccionar el Señor Oscuro cuando se dé cuenta que el hijo de uno de los suyos confraterniza con el enemigo?

— ¡¿El enemigo ?! ¡Ella no es Potter por el amor de Dios!

— ¡Abre tus malditos ojos! Estamos en guerra y lo sabes, Tienes que elegir tu bando con cuidado, Malfoy.

La sangre de Draco se volvió helada, No le tenía miedo a Theo, pero le tenía miedo a la verdad detrás de sus palabras.

Porque estaban en guerra, Y él y Aurora estaban en bandos opuestos.

Nunca iba a terminar bien.

(...)

— Tienes que dejar a Draco solo.

Miré hacia arriba, sorprendida, Pansy Parkinson había entrado en el compartimiento con el rostro arrugado lleno de odio desagradable.

— Oh, no me mires con esa patética mirada de Bambi, sucia mestiza — Pansy continuó. — ¿qué? ¿Tu hermano está muerto? Supéralo, un traidor de sangre menos en el mundo.

Mi mandíbula se abrió ante la crueldad de sus palabras, Toda esta situación me tomó por sorpresa por completo, no pude encontrar nada apropiado que decir en represalia. En cambio, mis ojos se movieron por encima de su hombro hacia la puerta del compartimiento cerrada, Esto solo hizo que Pansy se riera malvadamente.

— ¡Oh, por favor! ¿Quieres ver si tu Príncipe de Slytherin viene a salvarte? Sueña cariño, no pasará mucho tiempo hasta que él siga los pasos de su padre, La gente como tú estará al principio de su lista

Mi corazón martilleaba ansiosamente en mi pecho, No estaba en el espacio adecuado para lidiar con esto, Quería que se fuera, que apartara de mí sus horribles y odiosos ojos.

— Déjame en paz — murmuré, el temblor de mi voz delataba mi debilidad.

— ¿Vas a empezar a llorar por tu estúpido hermano muerto de nuevo? — Ella gruñó, dando un paso hacia mí, Cerré los ojos desesperadamente. — ¿Tratando de no pensar en cómo se mojó los pantalones cuando se dio cuenta de que iba a unirse a tu asquerosa madre?

— ¡PARA! — Lloré, cubriéndome los oídos con las manos, con lágrimas en los ojos.

De repente, la puerta se abrió de golpe y Draco arrastró furiosamente a Pansy a afuera.

— ¡Maldita perra loca! — Lo escuché gritarle mientras me balanceaba en mi asiento — ¡Aléjate!

Y luego sus dedos agarraron mis manos, apartándolas de mis oídos y sus Brazos rodearon mi cuerpo mientras me acunaba contra un pecho firme pero reconfortante.

— Está bien, Aurora, está bien.

Pero no era así.

Estaba enamorado del enemigo.

¿Cómo podría eso estar bien?

***

Nota: alta bronca con Pansy tengo.

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