Blaise se había convertido en nuestro salvador. 

— ¿Qué puedo decir? — se encogió de hombros cuando le agradecí por apoyarnos — Soy un fanático de un buen romance. Y si realmente quieres agradecerme, entonces puedes dejarme como padrino de tu primogénito.

Cambiábamos el lugar donde nos encontrábamos, Blaise siempre prometía vigilar y disuadir a los transeúntes, Sabía que me arriesgaba a que me enviaran de regreso a Beauxbatons, pero no veía el sentido de nada si no podía estar con Draco. 

Solo tenía que esperar que Cedric algún día tuviera sentido, Porque tampoco podía ver el sentido de nada sin mi hermano mayor en mi vida.

— ¿Un laberinto? — repetí, levantando las cejas, mientras Cedric me esperaba desde el carruaje para caminar juntos hacia el almuerzo, Acababa de estar con los otros campeones, siendo informado de lo que les esperaba en la tercera y última prueba.  — Parece un poco ... dócil para una final. No es que eso sea algo malo — agregué rápidamente. 

— ¡Oh, será más que solo requerir un buen sentido de la orientación! — Él se rió entre dientes, colocando un brazo sobre mis hombros mientras nos acercábamos al castillo.  — Lucharé contra bestias peligrosas y superaré obstáculos que desafían a la muerte.

— No digas eso — mordí mi labio inferior con ansiedad. 

— ¿No digas qué? — Cedric me miró alarmado.

— Muerte — Murmuré — Ni siquiera bromees sobre eso, Ced.

Sus ojos brillaron divertidos mientras me acercaba para abrazarme — Oh, Rory. Estaré bien, te lo prometo. Además, Dumbledore tiene todo bajo control, y tiene a Ojo Loco patrullando el perímetro del laberinto en caso de que algo salga mal. Estaré a salvo.

— Solo tengo un mal presentimiento, Ced — murmuré nerviosamente, mientras lo abrazaba — No sé por qué, tal vez porque algo malo siempre parece suceder al final del año escolar desde que Harry estuvo aquí.  pero mi instinto me dice que algo va a salir muy mal con este torneo.

— Te preocupas demasiado, hermanita — sonrió, alborotando mi cabello — Honestamente, es dulce que te preocupes.

un cosquilleo de irritación por lo despectivo que estaba siendo con todo esto — Por supuesto que me importa, a pesar de que eres un gran dolor de cabeza, ¡te amo!

— Aw, Rory, yo también te amo, sabes, a pesar de tu cuestionable gusto por los chicos.

Entrecerré los ojos, sintiendo que mi rostro se oscurecía, No quería hablar de Draco con Cedric, No si no estaba dispuesto a decir nada agradable. 

Como de costumbre, mis ojos se encontraron con los de Draco cuando entramos al Gran Comedor, Intercambiamos una pequeña sonrisa, mi corazón nunca dejaba de palpitar ante la forma en que sus ojos grises brillaban cuando me miraba. 

Nos sentamos en la mesa de Ravenclaw como lo hacíamos a menudo estos días, debido a que Cedric y Cho no podían manejar ni una sola hora de comida separados. 

Tenían su beso habitual, mientras yo apartaba la mirada, sonriéndole a Luna mientras tomaba mi asiento junto al suyo. 

— Debe ser difícil — dijo, mirando por encima de mi hombro la repugnante exhibición de mi hermano.

— ¿Qué cosa, Luna? — Pregunté, tratando de no hacer una mueca ante los sonidos que venían detrás de mí.

— Ver a tu hermano tan feliz, cuando no te permite tu felicidad con un Slytherin.

— Oh, Draco y yo no somos-

— No creo que el amor deba tener una restricción de edad, personalmente. — Ella se encogió de hombros, continuando con su voz etérea. — Yo digo que si quieres tener relaciones sexuales locas y apasionadas con la persona que has encontrado, entonces adelante. Claramente tu hermano lo está haciendo.

Un fuerte sonido de balbuceo vino detrás de mí, mientras mi hermano se despegaba apresuradamente de su novia. 

— ¡Sobre mi cadaver! — Rugió, mirando a Luna. — ¿Podrías abstenerte de alentar a mi hermana pequeña a que contraiga enfermedades sexuales y se convierta en una mamá joven?

— ¡Cedric! ¡Por favor! — Le imploré, mi cara se puso roja de vergüenza cuando todo Ravenclaw dejó de comer para escuchar lo que Cedric estaba diciendo ahora — ¡eres peor que papá, sabes!

— Lo siento — dijo, mientras Cho le dirigía una mirada de advertencia — No puedo soportar la idea de que mi hermanita crezca ... y los chicos hagan ... lo que sea que hacen.

— Bueno, supongo que lo sabrás. — Luna cantó antes de sorber la sopa en voz alta de su cuchara. 

(...)

— Ya sabes, ya que es mi cumpleaños el lunes, pensé que tal vez podríamos escabullirnos a algún lado y hacer algo divertido juntos.

Draco me miró tímidamente, mientras nos sentamos en la Torre de Astronomía, acurrucados juntos, mirando hacia el cielo nocturno.

mi mandíbula se abrió — ¡También es mi cumpleaños el lunes! ¡El cinco de junio! ¡¿Cómo acabamos de descubrir esto ahora ?!

Él sonrió, besando la parte superior de mi cabeza mientras me acercaba a él — Entonces supongo que tendremos que hacer algo con el doble de diversión.

— No sé si me gusta la idea de compartir mi cumpleaños con el tuyo — dije, arrugando la nariz — Me hace sentir que no puedo pedirte que me mimes y actúes como mi esclavo personal todo el día

— ¿Quién dice que yo no querría hacer eso, de todos modos? — Murmuró, besando mi oreja y moviéndose hacia abajo para mordisquear suavemente mi cuello. 

— ¿Recibimos dos pasteles de cumpleaños?

— Puedes comer tantos pasteles de cumpleaños como quieras — Movió sus labios hasta mi mandíbula y lentamente dejó un rastro de besos en mi boca.

Jadeé cuando atrapó mi labio inferior entre sus dientes, dándole un suave mordisco.  Aprovechó la oportunidad para deslizar su lengua en mi boca, llevando su mano a la parte de atrás de mi cabeza, forzando el beso a profundizarse. 

La puerta se abrió de golpe con fuerza, haciéndonos separarnos con sentimiento de culpabilidad. Blaise se quedó allí sonriendo de oreja a oreja. 

— ¿Escuché algo sobre un pastel de cumpleaños?

— Te lo dije antes, Blaise, ¡no hagas eso!  ¡Casi me das un ataque al corazón! — Draco frunció el ceño.

— Resulta que Draco y yo nacimos el mismo día. — Sonreí.— Me preocupaba no conseguir mi propio pastel de cumpleaños

—  ¡Tonterías! — Blaise dijo, frotándose las manos — Tendremos una fiesta y un pastel de cumpleaños para cada uno.

— ¡¿Una fiesta?! — Draco se burló. — ¿Y dónde y cuándo, exactamente, se supone que debemos hacer eso? ¡Ya pasamos la mitad de nuestro tiempo escabulléndonos tratando de que nadie se entere de nosotros! Seguramente tener una fiesta de cumpleaños conjunta solo llamará la atención sobre eso.

— Vamos, hombre — insistio Blaise — el torneo casi ha terminado. ¡No van a echar a Aurora de Hogwarts justo antes de la tercera prueba solo porque tuvo una fiesta de cumpleaños!

— Podría ser divertido — me aventuré, apretando la mano de Draco — Y querías hacer algo divertido juntos.

— Sí, pero me refería a diversión, tú y yo — Él refunfuñó. 

— Hey — dijo Blaise con severidad, señalando con un dedo de advertencia hacia el regazo de Draco — Todavía tienes que esperar un año para ese tipo de diversión, ¿recuerdas?

Pero tanto Draco como yo nos miramos con tristeza, No habíamos hablado del hecho de que me iría de Hogwarts muy pronto, Intentaba no pensar en eso, ni siquiera. 

Porque darnos cuenta de que no podríamos vernos todos los días una vez que terminara este mes, era una perspectiva demasiado horrible para afrontarla. 

Y era una para la que no estaba preparada.