— Apenas te he visto desde el Baile de Navidad, ¿dónde te has estado escondiendo?

Draco no pudo evitar la sonrisa que se movió en sus labios al pensar en Aurora. Su Aurora.

Sus ojos se movieron automáticamente hacia la mesa de Hufflepuff , y sintió el familiar tirón en su estómago ante la mera visión de la hermosa chica de cabello oscuro que pudo besar, abrazar y llamar suya.

Blaise siguió su mirada y se rió entre dientes comprendiendo — Así que finalmente le dijiste cómo te sientes,  ¿eh?  Supongo, por el brillo de tus ojos, junto con las misteriosas ausencias, que a ella le encantan los movimientos de Malfoy.

— Nos hemos estado conociendo, eso es todo — murmuró Draco, mientras untaba mantequilla en una tostada.

Era el primer día de regreso a las clases después de las vacaciones de Navidad, y Draco no pudo evitar sentirse un poco abatido ante la perspectiva de dar cuidado de
De criaturas mad mágicas enseñado por ese gran idiota estúpido y tener que mirar la cara de Potter toda la mañana. 

Preferiría pasar el día con Aurora. 

— Escuché que Pansy te ha estado dando la espalda desde que la dejaste en el Baile de Navidad — se rió Blaise, tomando un sorbo de jugo de calabaza. 

Draco realmente no podía decir que se había dado cuenta.  Nunca había intentado acercarse a ella él mismo, sus pensamientos solo estaban en Aurora. 
Ahora que Draco lo pensaba, Pansy no había intentado sentarse a su lado durante las comidas últimamente. Y en lo que a él respectaba, esto era algo bueno. 

— No la 'abandoné' exactamente — murmuró, encogiéndose de hombros — pero lo que sea.

— ¿Diggory tiene algo que decir acerca de que te acerques a su hermana pequeña? — Preguntó Blaise, mientras ambos veían a Cedric colocar un brazo protector alrededor de los hombros de Aurora, mientras un par de chicos de Durmstrang se acercaban a su mesa. 

— No lo sabe — murmuró Draco, frunciendo el ceño a los chicos de Durmstrang, quienes parecían estar mirando a Aurora con interés. 

Sintió que algo se agitaba ferozmente en su estómago. 

— Estamos manteniendo las cosas en silencio — Continuó Draco — Todos los demás parecen tener una opinión cada vez que nos ven hablando, así que hemos decidido que no es asunto de nadie más.

— Muy bien, amigo — Blaise se encogió de hombros, haciendo girar su tenedor en el aire — es que es una chica muy bonita, y no ha pasado desapercibida para esos tipos de Durmstrang tan guapos y salvajes.

Draco inmediatamente se puso de pie de un salto cuando el más fornido de los chicos de Durmstrang tomó el asiento vacío junto a Aurora. 

Una mano fue a su brazo, tirando de él hacia abajo — Sostén a tus unicornios, Draco. No va a apreciar que irrumpas con tu talla nueve. Y además, no es como si Diggory va a dejar que se acerquen a su hermana pequeña mientras él está sentado allí.

Draco gruñó, sabiendo que Blaise tenía razón. Pero todavía se negaba a apartar los ojos, mirando furiosamente la parte posterior de la cabeza del corpulento estudiante de Durmstrang, observando cómo seguía girando la cara para mirar con avidez a su chica. 

— ¿Quién era ese chico y por qué estaba sentado a tu lado? — Demandó Draco, su voz sonó mucho más áspera de lo que pretendía, mientras caminaba hacia Aurora en el vestíbulo de entrada.

Ella saltó levemente, mirándolo sorprendida.

— ¡Draco, me asustaste! — jadeó, colocando una mano sobre su pecho agitado mientras sus ojos oscuros se abrían hacia él. 

Draco se sintió inmediatamente mal, pasó una mano exasperada por su cabello. 

— Lo siento — murmuró rápidamente — Solo quiero saber quién era ese tipo. ¿Qué estaba haciendo queriendo sentarse contigo?

Cuando las palabras salieron de su boca, Draco trató de no encogerse al escuchar lo absolutamente patético que sonaba. 

— En realidad, solo estaba preguntando por Fleur — se encogió de hombros — Si quieres saberlo, ella se había escapado con él después del Baile de Navidad y lo ha estado evitando desde entonces. Quería saber por qué.

Draco se sintió momentáneamente desconcertado — Pero- pero te estaba mirando como si- como si quisiera ... ya sabes ...

— Draco, no me estaba mirando de ninguna manera. Mira, tengo que irme o voy a llegar tarde a Madame Maxime — dijo disculpándose, doblándose para continuar su camino.

Draco sintió pánico — No me gustó la forma en que te estaba mirando — espetó él — porque no me gustó la forma en que me hizo sentir.

Ella lo miró — Draco, ¿de qué estás hablando?

— Me gustas, Aurora — dijo desesperado — Quiero decir, realmente me gustas

Sintió sus mejillas arder, y silenciosamente se maldijo a sí mismo.

Pero en lugar de correr hacia las colinas avergonzada por él, Aurora hizo una pausa, una sonrisa apareció en su rostro, haciendo que sus ojos brillaran.

— Me gustas a mi también — susurró, mirando rápidamente a su alrededor antes de ponerse de puntillas y plantar un casto beso en sus labios — mucho.

El corazón de Draco se hinchó mucho cuando ella dio un paso atrás, sonriéndole antes de darse la vuelta y desaparecer por la puerta.

¿A quién engañaba?  Le gustaba más que ella. 

Draco Malfoy estaba cayendo con fuerza. 

(...)

Estaba completamente loca por el Slytherin de cabello blanco. 

Intentamos mantener nuestro romance en secreto, encontrándonos en secreto siempre que pudimos.

Pero a veces solo quería gritarlo desde los tejados. Sin embargo, no quería arriesgarme a arruinar mi relación con mi hermano.

— Mira — Cedric se enfureció, arrojando una copia del Diario El Profeta en la mesa frente a mí en un desayuno — pequeño hurón desagradable y llorón.

Miré hacia abajo para ver una foto del guardabosques de Hogwarts: un amistoso hombre de gran tamaño llamado Hagrid. No lo conocía bien, pero en las pocas ocasiones en las que lo había encontrado, me había parecido tan cálido y gentil. Debajo de la foto había un artículo que lo acusaba de ser un peligroso mestizo, con citas acusaciones dañinas y claramente falsas de Draco.

— Oh, vamos, ¡era solo una broma! — se burló Draco cuando lo confronté ese día mientras estábamos en el aula vacía. 

— ¡podrías haberle costado a un hombre inocente su trabajo! — grité con incredulidad ante su actitud indiferente.

— ¡Inocente!  ¡ah!  ¡No es más que un sucio mestizo!

Me alejé de él, molesta.

Su rostro cayó, alarmante por lo que acaba de decir.

— Aurora- no quise decir-

— No lo hagas — espeté — Sé por qué no quiero alardear de lo que sea esto, pero ¿por qué no tú, Draco?  ¿Te avergüenzas de mí?  ¿Te da vergüenza que te vean con alguien cuya madre había sido considerada como una criatura?

— ¡No! — Gritó —  ¡No es así!  Es solo que soy un Malfoy y tengo una reputación que cuidar-

No escuché el resto de su oración cuando salí furiosa de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí.

Caminando enojada por el pasillo, eventualmente  Hice una pausa, respirando profundamente unas cuantas veces. Inmediatamente me di cuenta de que no estaba siendo justa.

Había querido ocultar esto tanto como él.

Me di la vuelta para volver al aula para ir y decírselo, pero algo invisible me golpeó por detrás.

Y luego todo se volvió negro...