Capítulo 04: Destructora de hechizos.
Bloom
Era tan extraño mirar a las afueras de la Academia siendo consciente del campo de fuerza que nos encierra. Te da la ilusión de que podrías ser libre y correr sin mirar atrás, sin nada que te pudiera detener.
De haber sido competente como bruja habría creado una brecha en el escudo sin demasiada dificultad pero al ser la peor de la clase, después de Wood, entiendo que no vale la pena pasar vergüenza intentándolo.
Aun si pudiera salir no he tomando en cuenta que el destino de los alrededores es incierto. Podría haber tantos demonios como aquí y no tendría la más mínima oportunidad.
—Bloom. —Me sobresalte al sentir la cálida mano de chico que me gusta sobre mi hombro. —No lo pienses ya está hecho. —Me dijo en ese tono tan grave pero relajado que sólo el tenía.
—Que la jaula sea invisible sólo me hace sentir aún más encerrada. —Le comenté.
—Las barreras tendrán que desaparecer en cuánto se les agote la magia. —Explicó.
—¿Así que el plan es esperar? —Aunque no fue mi intención sono como un reproche.
—Si sobrevivimos hasta entonces. —No importaba como lo dijera sonaba tan pesimista.
Entonces todo se resume a esto. Morir en el lugar donde se nos arrebataron nuestras vidas.
—Si este será el fin al menos me alegra que estemos juntos. —Eso aceleró mi flujo sanguíneo.
Esas palabras hicieron eco en mi mente. Y una peligrosa idea me tentaba, era probable que me arrepintiera de hacerlo pero no de la misma manera en la que me reprocharia el reprimir las ganas de besarlo.
No perdería la oportunidad.
Los nervios no lograron frenar la intrepides con la que me aproxime a juntar torpemente mis labios contra los suyos. No me importa que tan mal lo estuviera haciendo no dejaría de besarlo.
Tuve que aferrarme a su cuello mientras me apoyaba en las puntas de mis pies por la notoria diferencia de altura. El no reaccionó de inmediato. Parecía congelado. Luego me tomo del cabello e intensificó el beso apoderándose de mi boca con su lengua.
Era algo tan único que únicamente había visto pero jamás había tenido la oportunidad de vivir.
El beso no duró tanto como hubiera querido cuando Winter se separó de mi. Tuve la tentación de volver a acercarme para repetirlo pero no podía dejarlo ver lo desesperada que estaba en realidad.
—Deberíamos volver con los demás. —Sugeri, no pude evitar acariciar mi cabello en la zona que había tocado.
—Claro. —Dijo el con cierta indiferencia.
¡Por los Dioses!
Debo ir a contárselo a Misty.
***
—¿Entonces lo rechazaste? —Sentí algo de pena por Wood pudo haberme pasado lo mismo. —El es agradable. —
—Pero yo no ando en sentimientos Bloom. —Se defendió. —Y el tiene muchos. —
Mire disimuladamente en su dirección, estaba pensativo mirando a la nada.
—Tiene un buen tamaño. —Yo desvíe la mirada apenada. —Pero es mejor cortarlo ahora y no hacerlo sufrir más adelante. —Lo entendía.
—¿Que ibas a decirme? —Preguntó curiosa.
—Pues... —Respire profundo. —Winter y yo nos besamos. —Mire a los lados y susurre.
Su rostro quedó congelado en una expresión de sorpresa y consternación.
—Vaya eso es inesperado. —Me comento aún sorprendida.
—Si vamos a morir no iba a perder la oportunidad. —Y era cierto.
—Demonios no lo había pensado. —Dijo Mysti me quedé mirando su rostro algo había cambiado en su expresión consternada por una más desidida. —No voy... vamos a morir aqui Bloom. —Me tomo de la mano y me arrastro junto al restó de nuestros compañeros.
—¡¿Qué estamos haciendo?! —Exclamó Mysti y yo baje la mirada en cuanto todos centraron su vista en nosotros. —¡No podemos sólo escondernos no nos entrenaron para eso! —Reprochó.
No me gusta a donde va esto.
—¿Qué propones entonces? —Preguntó Spark.
—Que tomemos la ofensiva. —Respondió y yo me solté de su mano.
—Nos superan en número por si no te has dado cuenta. —Mencionó Steell.
—Los que tenemos la ventaja somos nosotros. —Enumeró con sus dedos. —Ellos están tan atrapados como nosotros y conocemos la Academia mejor que cualquiera. —Todos asintieron. —Si después de recobrar nuestra energía hacemos un ataque sorpresa podemos acabar con esas cosas. —Sin duda tenía un punto.
Ni modo esto se trata de pelear o morir y yo no quería perder la vida en este lugar.
Decidimos esperar al amanecer para descansar y tener algo más de Ether al momento del ataque.
Nos dividimos en grupos según habilidades, para concentrar mejor los ataques.
Yo pertenecía al grupo ofensivo y nos tocaría ir delante, detrás el defensivo y finalmente el de apoyo que se encargaría de socorrer a los anteriores. Mi poder es una de las pocas cosas valorables en mi y aún así me juega en contra, debido a este y peseé a mis nulas habilidades en las artes mágicas estoy destinada a estar en frente de la línea de fuego.
—¡AL ATAQUE! —Gritaron los demás en el grupo de ataque y yo fingi imitarlos.
Nuestra misión era deshacernos de todos los posibles para que los demás grupos tuvieran la Academia despejada y pudieran combatir a los restantes.
Con mis palmas creaba fuertes rafagas de viento qué alejaban a los demonios que se me venían encima enviándolos contra los muros de forma violenta. Esto no era suficiente para detenerlos pero me mantenía segura mientras los demás si lograban destruirlos.
A mi lado estaba Steell que con su control magnético dirigía sus armas cortopunsantes ateaves de las criaturas logrando atravesarlas sin piedad. A su lado estaba Crystal transmitiendole de su Ether para fortalecerlo. Una de las debilidades del chico siempre ha sido su reducida cantidad de Ether.
Una criatura se dirigía a atacar a la pelirroja y pues dejando de lado lo mal que me cae aleje al monstruo de ella.
Misty logró mantener inmovilizados a algunos con las plantas que hacía crecer y en la espalda de uno vi algo que me había llamado la atención.
No estaba segura así que me fijé que no viviera otro y corrí hacía el que Misty tenía inmovilizado. En su espalda había un selló.
Todo cobro sentido en mi cabeza.
Destruirlos es una pérdida de tiempo no eran demonios, era magia de brujos como nosotros. Si no me estaba mal este era un selló de conexión, alguien tiene uno igual que le permite manipular a la criatura desde algún lugar distante.
Y pues sólo debemos usar un hechizo que corte la conexión. Si logrará concentrar todo mi Ether lograría cortar la conexión.
Sabía perfectamente cual era el hechizo, los maestros me obligaban a estudiar cada tema el doble que a los demás en un vago intento de que mis habilidades mejorarán.
—¡Mystice interventum tuum et interficiam! —Digo concentrando todo todo el Ether que tengo rogándole a los dioses que por primera vez en mi miserable existencia un hechizo me salga bien.
Por un segundo el sello se iluminó en una opaca luz violeta pero como no podía ser de otra forma tan rápido como se llenó de luz está se le fue.
Y yo arañe mi propio brazo como autocastigo, más que por haber fracado en el intento por haber sido tan ilusa de pensar aunque fuera por un instante que podría funcionar.
Cambie de dirección y note la mirada de ambos polírojos sobre mi y la mirada de Crystal se iluminó.
—¡Mystice interventum tuum et interficiam! —Repitió mis palabras con la diferencia de que las suyas si tuvieron el efecto esperado.
Una luz amarilla tan radiante como el sol iluminó el sello tanto del monstruo frente a mi como de algunos a su alrededor, sus sellos se desvanecieron y las criaturas se hicieron polvo.
Pero esta vez se quedaron así.
—¡Crystal descubrio como derrotarlos! —Exclamó Steell y todos le prestaron su atención.
—Repitan: Mystice interventum tuum et interficiam.—Les indicó.
Y como era habitual los demás lo realizaron de forma exitosa para más desdicha mía.
Después de haber acabado con todos escuchamos pasos. Era la directora Earth con el resto del profesorado sin ningún rasguño.
—Queridos estudiantes. —Dijo con voz cantarina. —Es de mi agrado informarles que han pasado con éxito. —Aprieto mi puño. —Ustedes han tenido la dicha de ser la primera generación en la qué implementamos la nueva modalidad práctica de los exámenes de graduación.—
En pocas palabras nunca estuvimos en peligro real, era toda una evaluación.
¡Maldición! No debí besar a Winter.
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