Capítulo 03: El Demonio que vino de la Brujería.

Mysti

Nos moviamos tan rápido como nos permitía la sutileza del sigilo. Con Wood fuimos guiados a la armería y estaba tan llena de demonios como el salón de historia en la mañana.

Es tan tedioso.

Recién habíamos logrado recuperar un poco de nuestra magia cuando ya nos tocaba pelear otra vez. Coloque mi mano en el suelo y del empezó a germinar un árbol que con sus ramas retenia a algunos monstruos.

Esta pelea hay que acabarla rápido, si queremos llegar al comedor con vida y ver que podemos rescatar de la despensa, la luz que Wood producía aunque brillante era tan opaca que apenas podíamos ver bien a nuestros oponentes.

—La mitad distraiganlos. —Nos indicó Winter. —El resto tomaremos las armas. —Nosotros asentimos.

Bloom, Snow, Steell y yo cubrimos a Wood de los ataques para que con su poder los demás reunan todo el armamento que puedan, creaba árboles para rodearlos y una vez los tenía atrapados hacía crecer las espinas para desgarrarlos.

Bloom creaba corrientes de aire para separar las cenizas. No debíamos confiarnos en cualquier momento volverían a formarse.

—¡Steell! —Grito Crystal y le lanzó una bolsa y el la atrapó. Su interior estaba repleto de Athames.

Con su control magnético los lanzaba todos a la vez hacía un demonio  atravesandolo. A medida que los atravesaba hacía lo mismo con los que se encontraban detrás de el.

No volveríamos a repetir el error de perder el tiempo impidiendo que se reunificaran así que abandonamos la armería antes de que tuvieran tiempo.

—¡Un minuto! —Dijo Sun.

Cerró sus ojos entrando en un trance y escuchamos como se ponía el seguro en la puerta. Manipulando mentalmente la cerradura desde afuera.

—Eso los retrasará un tiempo. —Comentó.

Los brujos nacemos cada uno con un poder heredado de nuestro linaje familiar, algunos son más comunes que otros y al igual que el color de nuestros ojos o cabello es parte de nuestro A. D. N.

Sun era un caso tan raro como impresionante, en muy escasas ocasiones por accidentes de la naturaleza un brujo nace con dos poderes en lugar de uno. Aparte de teletransportarse el es capaz de manipular a distancia objetos que no puede ver.

Cada minuto que pasa la situación es más descabellada. Estos demonios atacando la escuela de forma repentina, que nos hayan abandonado a nuestra suerte.

Algo estaba mal, pero aún no logró descifrar que es. Volteé al sentir que alguien me había tocado el hombro.

Era Bloom.

—¿Crees que logremos salir de esta? —Preguntó.

—Claro que si. —Le dije con actitud positiva.

—Tengo mucho miedo. —Me susurró. —¿Y si no vuelvo a ver a mi mamá? —

Yo entendía el sentimiento, después de todo la señora Moon era una de las mejores personas que conozco. Desde que heramos niñas cada vez que venía a traerle ropa a Bloom a mi traía un duplicado de cada prenda, hasta que crecimos y empezó a traerla al gusto de cada una.

Ella es lo más cercano que he tendido a una madre, apenas Bloom y yo nos volvimos compañeras de cuarto nos sentíamos hermanas, incluso la señora Moon me propuso ir a pasar una temprada en su casa después de que nos graduaramos.

Coloque mi mano sobre su hombro y la acerque a mi. Yo también estaba asustada pero ese tipo de palabras se rompen en mis dientes cuando intento decirlas. A veces envidio esa facilidad que ella poseé para hablar libremente de sus sentimientos.

Salvo lo que siente por Winter.

—Saldremos de aquí, tu me llevarás a conocer tu pueblo. —Le dije. —Nos sentaremos en las tardes a escuchar las historias que nos cuente tu abuela de su juventud y veremos en la televisión alguna película que no sea propaganda nacionalista de la corona. —Sonreia de forma genuina al visualizar eso.

— Dios no aguanto otro documental que inicie con música de piano. —Ambas reimos, era cierto.

Lo más seguro es que los dormitorios también estén invadidos. Tendremos que turnarnos para dormir.

Toda la vida nos habían dicho que este era un lugar seguro. Ahora era una falsa fortaleza impenetrable que acababa de ser violada y unos chicos que toda su vida habían sido preparados con un propósito nunca tuvieron el futuro tan incierto.

¿Qué es el mundo?

La primera etapa de mi vida la había pasado confinada en un orfanato, luego llegué aquí. Bloom y Winter tienen una familia a donde volver del mismo modo que los demás. Yo en cambio perdí mi hogar apenas nací, no puedo volver a un lugar que no conocí.

Después de otra salvaje lucha en el comedor logramos tomar varias frutas, vegetales y panes, Bloom con una corriente de aire derribo el portón y salimos.

Respiramos aire fresco por primera vez en este día. Podremos tomar los vehículos de prueba y llegar al pueblo más cercano y refugiarnos, Si es que no están bajo el mismo ataque.

—¡Esperen! —Grito Crystal.

La pelirroja tomo una piedra y la arrojó al frente, está choco contra el aire y se le regreso apenas dándole tiempo de esquivarla. Las barreras siguen activas y con el nivel de magia tan bajo que tenemos será imposible derribarlas.

¿Si nosotros no podemos salir los demonios como pudieron entrar?

—Mysti. —Sentí como me tomaban de la mano, era Wood. —¿Podemos hablar a solas? —Me pregunto.

—Claro. —Le contesté, caminando con el sin que este mostrará intenciones de soltar mi mano.

Una vez lo suficientemente lejos como para que no nos escuchen me soltó.

—¿Este día ha sido toda una sorpresa tras otra no? —Se le notaba nervioso. —Hay algo que llevo mucho tiempo queriendo decirte. —Jugaba con su anillo buscando valor. —La verdad es que me gus... —Ya le había llegado a su intención.

—Ahora no tenemos tiempo para "Eso" —Le mencioné tratando de desviar el tema.

—No me refiero a "Eso" —Corrigió. —No me mal entiendas me gusta "Eso" me encanta pero yo... —Respiro profundo. —Yo me he encontrado de ti y no quiero que seamos sólo "Eso" quiero que seamos novios. —Yo mire a otro lado. —Claro si tu también quieres. —Lo qué me faltaba.

¿Realmente existe una forma amable de romperle el corazón a alguien?

—Eres muy valiente por confesarmelo. —Le reconocí. —Pero tu sabes que eso no pasará. —Retrocedi un poco.

—¿Pero Porqué? —Me pregunto mientras sus ojos se cristalizaban.

—No es personal. —Mordi mis labios. —Yo no quiero nada con nadie pensé que estabas de acuerdo con eso. —Le recordé.

—¿Ósea que los momentos que pasamos no significaron nada para ti? —Si me sigue mirando así yo también llorare.

—Fue divertido. —Le dije. —Somos amigos después de todo. —Le toque el hombro. —Lo qué tu quieres y mereces no lo vas a encontrar conmigo y no es justo para ti Seguir con esto. —Mirando el horizonte camine de regreso.

—Si así lo quieres seguir siendo únicamente mi amigo estaré siempre  para ti. —Me sentiré peor si lo veo.

No escuche sus pasos atrás de mi, supongo que querra un momento a solas. Y yo también.

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