12 | the battle of wakanda
chapter xii of the death season :
" IT'S NICE TO MEET YOU, TREE "
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" On your left. "
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11 de enero, 2018
wakanda
GOTAS DE SANGRE BAJAN SU BRAZO y el sudor se aferra a su cabello mientras está parada en medio de un campo de batalla. Ha perdido de vista a sus padres, están en algún lugar entre el caos lejano. Intentaron mantenerse cerca de ella, pero la pelea los separó. Como siempre. Entonces, ella está sola entre los monstruos con dientes afilados, tratando de concentrarse en la misión, tratando de salir con vida. El sonido de los latidos de su corazón late violentamente en sus oídos, causando un ritmo enfermo y vicioso para su arma y sus cuchillas. Su respiración se atora y rechina dentro de su pecho, su cuerpo se retuerce y corta a los escurridizos que la rodean.
Es un mundo diferente ser un soldado.
Svetlana no fue criada para ser así. Nunca fue un soldado en el campo de batalla. Era una asesina que se quedaba en las sombras. Lo sabía muy bien; era como una segunda naturaleza para ella. Ahora, el sol le golpea la espalda y en sus oídos suenan gritos de guerra. Y tiene miedo. Svetlana de repente se da cuenta de que hay mucho más en juego que una misión fallida. Todo su mundo, las mismas personas que le dieron la vida, podrían alejarse de ella. De nuevo.
No está segura de poder sobrevivir a eso. No otra vez. Nunca otra vez.
Svetlana suelta un gruñido áspero al patear a un outrider para que otro simplemente venga y tome su lugar. Le duele el corazón. Se le revuelve el estómago. Quiere vomitar. Las cuchillas de sus muñecas están cubiertas de algún tipo de intestino negro y sangre de sus propias manchas en la frente.
Su mente se deslumbra. El mundo a su alrededor se calma y la amenaza frente a ella se olvida, hasta que todo lo que puede ver es el peligro que enfrentan sus amigos y familiares a su alrededor.
Rhodey es derribado del cielo una vez más, cuando un gran trozo de metal se estrella contra su costado. T'Challa es arrojado hacia abajo y cuando intenta alejarse, un outrider se abalanza sobre él, arrastrándolo hacia atrás para que otros puedan atacarlo también. Steve es empujado contra una roca, tratando de luchar contra todos los que puede antes de ser abordado y protegerse. Hulkbuster cae al suelo y la voz de pánico de Bruce resuena en sus comunicadores a la par que los outriders se arrastran por todo el traje, tirando y rasgando el metal.
Y entonces ella ve a Proxima.
Las pequeñas manos de Svetlana se tensan en puños al ver a la alienígena al otro lado del campo, una sonrisa adorna los labios de Proxima mientras avanza lentamente, completamente intacta por la guerra hasta el momento. Un aliento bajo y enojado sale de la boca de Svet y sus suaves ojos se estrechan. La pelirroja se gira bruscamente para mirar al outrider encima de ella, golpeando brutalmente su puño debajo de la barbilla, hundiendo su cuchilla plateada en su cabeza.
La chica deja escapar un rápido "ick" ante la vista antes de quitarse la cosa muerta y ponerse en pie. Svet da dos pasos hacia adelante y sus ojos celestes encuentran una cabeza oscura familiar a través del caos.
Bucky lucha contra lo que se siente como un mundo de distancia, disparando a las bestias que lo rodean por todos lados. Repentinamente, uno tira su arma lejos de él y lo golpea con fuerza en el pecho, haciéndolo gritar, enviándolo a la tierra. El outrider aterriza sobre su padre, gruñendo y chillando mientras lo muerde y le araña. Bucky se protege la cara lo mejor que puede, apuñalado repetidamente a la criatura, gritando mientras lo hace.
Y esta es la primera vez en su existencia que Svet realmente escucha a su padre gritar. Y eso la destruye. El pánico salta en el pecho de la chica y tropieza con los cadáveres a sus pies, tratando desesperadamente de alcanzarlo.
No puede perderlo. ¡No está lista para perderlo!
—¡Papa...! —la palabra apenas ha salido de sus labios antes de que sea abordada hasta el suelo.
La chica golpea la tierra dura con un alarido, la suciedad vuela en sus ojos y la cega ante la criatura que intenta morder su carne y hueso. Su propio nombre resuena en sus oídos, pero no tiene la oportunidad de responder. Los dientes y las garras cavan en sus brazos y su estómago, dejando largos cortes en su cuerpo.
Svet grita cuando el outrider atrapa su hombro ya dolorido, hundiendo implacablemente sus garras en la profunda herida. La sangre se derrama sobre la carne ahora expuesta y ella enojada aprieta los dientes, tratando de evitar el dolor.
Sus manos se agitan aterrorizadas para agarrar las comisuras de la boca de la criatura, luchando contra sus dientes largos y ensangrentados. Sus brazos empiezan a doler y a quejarse, los dientes se acercan más y más a su rostro. Su larga lengua negra lame desesperadamente sus dedos y su punta roza su mejilla, ansiosa por morderla. Svet grita cuando el monstruo ejerce cada vez más fuerza sobre ella, haciendo que sus brazos tiemblen y se doblen.
Desde un lugar demasiado lejano para que ella pueda ver, la voz de pánico de Bruce grita en su comunicador:
—¡Son demasiados!
Svetlana deja escapar un grito al momento que sus brazos finalmente ceden y el outrider salta hacia su garganta.
Pero luego un estallido de rayos cae sobre la tierra.
Y un hacha gigante sale volando por el aire, cortando sin piedad a los outriders que están desarmando a los héroes.
Svet retrocede con los ojos muy abiertos y un destello blanco se rompe sobre su cuerpo, separando a la criatura encima de ella. La sangre negra brota y ella jadea de alivio, su mirada sorprendida siguiendo al hacha. El rayo continúa destellando y el arma gira hacia el centro del campo, buscando a su dueño original. Svet lucha por volver a saltar sobre sus pies, volteándose el pelo corto para echar un vistazo a lo que podría ser esta nueva llegada.
Y cuando el rayo se desvanece, tres seres se paran sobre la tierra. Un dios, un mapache y un árbol. Una mezcla extraña, pero ¿quién es ella para quejarse?
Natasha respira profundamente a unos cientos de metros de distancia, mirando y ladeando la cabeza hacia su viejo amigo y algunos nuevos.
—Ya era hora.
Steve también sonríe ansiosamente y se pone de pie, viendo a Thor parado entre ellos.
Jadea profundamente, con el pecho agitado mientras respira, mirando al hombre alto y musculoso que literalmente ha aparecido desde los cielos.
—Que guapo es.
—¡Svet! —una voz demasiado familiar se escucha a su lado.
La chica se estremece al darse cuenta de que su padre estaba mucho más cerca de lo que ella creía y que, de hecho, lo escuchó.
Mientras su casco se abre, Bruce suelta una risa maníaca y grita:
—¡Ahora sí que estáis perdidos!
Proxima retrocede un poco, el miedo se ilumina en sus ojos.
Los rayos caen del pecho de Thor y sus ojos comienzan a brillar.
El dios comienza a correr hacia el ejército que está adelante, gritando en voz baja y furiosa:
—¡Traedme a Thanos!
Svet y Bucky observan con los ojos abiertos como el dios del trueno salta y balancea el hacha sobre su hombro, luego el cielo se oscurece y un rayo rebota en el campo.
Y la batalla comienza a girar a su favor.
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ROCKET, EL MAPACHE, SE UNE RÁPIDAMENTE A LOS BARNES, y pronto el extraño ser se ríe alegremente, disparando a las criaturas alienígenas a su alrededor.
—¡Chupaos esa chuchos del espacio! ¡Chupaos esa, chupaos esa!
Mientras los outriders siguen con entusiasmo su llamado, Bucky patina sobre el área y rápidamente se le ocurre un plan.
—Svetka —su barbilla baja—, ¿recuerdas Volgogrado?
Con los ojos muy abiertos y su arma aún levantada, ella asiente ansiosamente.
—Claro, ¿cómo podría olvidarlo?
Bucky se burla de acuerdo, inclinando la cabeza antes de suspirar.
—Creo que tenemos que hacer eso.
—¿Eso? —Svetlana parece confundida por medio segundo, después sus grandes ojos logran agrandarse—. ¡Oooh, eso! ¡Sí, señor!
La chica cae inmediatamente sobre una rodilla, Bucky agarra la parte posterior del cuello del mapache y empiezan a disparar. Cuando la horda disminuye, Bucky deja caer suavemente a Rocket al suelo y toma el codo de Svet para ayudarla a ponerse de pie.
—¡Igual que Volgogrado! —la chica mira a Bucky.
Rocket mira hacia el padre y la hija.
—¿Cuánto por el arma?
Disparando a la próxima horda, Bucky se aferra un poco más al arma de Natasha.
—No está en venta.
—Vaya —Rocket se mueve rápidamente—. ¿Cuánto pides por el brazo?
Bucky simplemente le da una mirada oscura.
—Eres un hámster extraño —Svetlana niega con la cabeza a Rocket, frunciendo.
La mirada oscura de Bucky se demora un momento más y no dice nada, alejándose junto a su hija.
Rocket solo se ríe.
—¡Oh, lo conseguiré!
Mientras otra horda viene corriendo hacia ellos, Bucky levanta el arma de Natasha y llama a su niña.
—¡Yo me encargo! ¡Busca a tu madre! Te veré cuando esto termine.
—¿Lo prometes? —devuelve Svet, repitiendo la pregunta que le hizo hace tanto tiempo en Rumania.
—Lo prometo, Svetka —Bucky le sonríe brevemente antes de asentir bruscamente—. ¡Ahora vete!
La chica lo mira por un momento más, dándose la vuelta, corriendo por la tierra polvorienta para encontrar a su madre. Sin embargo, se distrae cuando ve a su tío Steve en su espalda y un grupo de criaturas sobre él. Sin pensarlo dos veces, Svet salta hacia adelante y lo ataca, ayudándolo para que él pueda ayudar a los demás. Steve abre mucho los ojos hacia su sobrina, sorprendido, pero feliz de verla también.
Rebotando, Svet se detiene a su lado, estirando una mano y poniéndolo de pie.
—¿Has visto a mi madre?
—Lo siento, pequeña, todavía no —pone una mano en el hombro a su sobrina en agradecimiento, respirando pesadamente mientras mira a Thor—. ¿Nuevo look?
El dios está balanceando salvajemente su hacha antes de ver a su viejo amigo y sonreír, frotándose las mejillas.
—¡Veo que me has copiado la barba!
Steve asiente y se encoge de hombros en concesión. Svetlana mira boquiabierta al dios musculoso que se alza sobre ella, tan alto y hermoso. Pero luego su mirada se aparta cuando ve un árbol, alrededor de su altura, gritando y empujando sus ramas a través de los vientres de los outriders.
—¡Oh! —exclama Thor—. Te presento a un amigo mío: Árbol.
—¡Yo soy Groot! —dice el árbol con furia.
Steve asiente de manera extraña y se señala a sí mismo, respondiendo sin aliento.
—Yo soy Steve Rogers.
—Svetlana Barnes —la adolescente le devuelve el saludo con cansancio, sosteniéndose de un lado, hablando felizmente—. ¡Encantada de conocerte, Árbol!
—Svetti —la mano de Steve de repente encuentra su lado—, quédate detrás de mí.
Ella mira a su tío confundida antes de que el suelo debajo de sus pies comience a temblar y un terrible ruido le duela los oídos. Se voltea para ver cómo estalla el suelo y las barreras azules se rompen, monstruosas llantas mecánicas vienen corriendo hacia ellos.
—¡Retirada! —ordena T'Challa a su ejército—. ¡Retirada ya!
Natasha y Okoye luchan codo con codo, solo para ver demasiado tarde y no tener tiempo suficiente para correr por las llantas que van directamente hacia ellas. Ambas se agachan, sabiendo que no será suficiente para salvarlas.
Pero luego, Wanda se deja caer y sus ojos brillan de un rojo escarlata profundo, girando sus manos y levantando las llantas. Su cabeza se vuelve hacia los outriders que corren hacia ellas y, con un fuerte grito, Wanda los aplasta con los objetos mecánicos.
Quitándose el cabello rubio de la cara, Natasha le sonríe con orgullo.
Retorciendo su lanza en su mano, Okoye entrecierra los ojos con exasperada incredulidad.
—¿Dónde ha estado todo este tiempo?
Proxima Midnight mira a Wanda Maximoff sombríamente, siseando en el comunicador de su muñeca:
—Ella está en el campo. Ve por...
Su voz se corta repentinamente cuando un pequeño pie patea sus tobillos y la obliga a caer. La alienígena gruñe enojada, sus ojos oscuros se ciernen bruscamente hacia la chica de corto pelo rojo que rápidamente curva su cuerpo y se pone en pie.
—Es elegante verte aquí —Svet pone una sonrisa plana, sus ojos se entrecierran lentamente y su cuerpo retrocede en una posición de lucha frente a la alienígena.
—No me pongas a prueba, niña.
La chica no se mueve de su lugar.
—Morirás —una sonrisa maliciosa marca la boca de Proxima—, así como tu familia.
—Como si no hubiera oído eso antes —Svet respira hondo antes de mostrar los dientes, soltar un grito y lanzarse hacia el ser.
Las dos atacan y esquivan, sus manos se mueven con fluidez, sus habilidades bastante iguales después de todo el entrenamiento que han recibido. Con todos y cada uno de los golpes que Proxima asesta con su lanza, Svet se curva de izquierda a derecha y responde con una bala.
Proxima se descuida cuando está enojada, es lo que Svet capta. Pero ella es diferente, sabe todo sobre esperar. Así que esperará su momento, es paciente.
Cuando el ser lanza un puño furioso hacia adelante, Svet lo agarra, gira su cuerpo, envuelve sus piernas alrededor de su cuello y luego la arroja a la tierra con un movimiento suave. Svet salta inmediatamente hacia arriba y lanza su cuchillo hacia donde la cabeza de Proxima debía estar. En cambio, la adolescente recibe una cuchillada directamente en su hombro.
Svet chilla y sus dedos salen volando para enroscarse alrededor de la lanza firmemente apuñalada en su hombro. Lágrimas de dolor llenan instintivamente sus ojos, la herida en su hombro solo se hace más grande. La sangre mana del traje de Svet, temblando ante el dolor que le oprime los músculos y los nervios del brazo.
—Oh —Proxima chasquea, sus ojos como el carbón se entrecierran—, ¿te duele?
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CORVUS GLAIVE PASA A TRAVÉS DE LA OSCURIDAD de la sala del palacio, dirigiéndose hacia el laboratorio donde Shuri todavía trabaja para sacar la Gema de la cabeza de Visión. Primero ataca a los guardias, derribándolos fácilmente, hasta que la soldado de las Dora Milaje, Ayo, se para frente a él.
Shuri da vueltas en pánico, ni mucho menos cerca de terminar. La joven mira con temor a su sobrina, que accidentalmente se quedó atrás por el pánico de evacuar la ciudad. La niña con cabello castaño rizado y grandes ojos azules la mira con preocupación, sus deditos se aferran a la pierna de su pantalón.
Debe protegerla. Se lo prometió a su hermano. Se lo prometió.
Shuri respira hondo e intenta que sus manos vayan más rápido en la rejilla amarilla frente a ella, susurrando una silenciosa disculpa por el hombre sintético que hace una mueca de dolor.
Cuando Ayo cae a los pies de Shuri, la princesa rechina los dientes y decide luchar por sí misma. Desliza la rejilla y gira con sus guanteletes de pantera en cada mano.
—¡Maria, quédate atrás! —dice Shuri apresuradamente antes de ser golpeada fuertemente en la cara.
Ayo se apresura a retroceder, haciendo todo lo posible para proteger a las princesas antes de que ambas sean arrojadas a través de la barandilla de cristal, sus cuerpos cayendo por la escalera y aterrizando con fuerza en el suelo.
—¡Tita! —grita Maria, sus pequeños pies de bebé corriendo hacia ella.
La niña se agarra torpemente del brazo de Shuri, tratando de actuar como una barrera para su tía. Pero cuando siente un par de ojos sobre ella, sus delgados hombros se enderezan y se muerde el tembloroso labio inferior. Una lágrima se desliza por la mejilla de color moca de Maria Stark-Udaku, mirando al alienígena con una expresión inquebrantable.
Corvus se detiene frente a la niña, sus ojos oscuros estudiando a la hija de T'Challa Udaku y Lisa Stark. No parece asustada. Eso es lo que le interesa a Corvus. La niña luce... valiente.
Y cuando él da un paso hacia ella, Visión salta repentinamente, abordando al alienígena y llevándolos a ambos a través de la ventana de cristal.
Desde afuera, Sam los ve caer en el bosque debajo del palacio.
—¡Chicos! Visión necesita ayuda.
—¡Visión en apuros! —dice Steve apresuradamente.
Bruce despega del suelo para ayudar.
—¡Voy yo!
—Yo también —Wanda se prepara de inmediato para despegar de nuevo, pero Proxima la golpea en la cara y la arroja a una zanja.
La joven gime mientras se acuesta boca abajo, siendo volteada por la hija de Thanos.
—Él morirá solo —Próxima sisea frente al cuerpo de Wanda—, igual que tú.
—No está sola —una voz baja y segura suena desde atrás.
Proxima se queda quieta y gira lentamente.
Y algunas de las mujeres más fuertes del universo se oponen a ella, juntas. Natasha Romanoff blande sus bastones. La general Okoye gira su lanza. Y limpiando su nariz recién ensangrentada, Svetlana Barnes camina sobre el borde de la zanja y gira un cuchillo en la punta de sus dedos.
Casi no es justo; cuatro contra ella.
Svet sonríe.
La lucha continúa entre las cinco mujeres, todas luchando lo mejor que pueden, todas sin retener nada. Pero Proxima siempre toma la delantera, no importa cómo la enfrenten. Aún con Okoye y Wanda en el suelo, y cuando Proxima golpea a Svet contra la tierra, Natasha se enoja y rechina los dientes, enfrentándose sola.
Pero cuando la rubia termina boca arriba y Proxima sostiene una espada a pocos centímetros de su cuello, Wanda se levanta y la lanza por los aires, golpeándola con una llanta cercana. Natasha se sobresalta y mira de reojo como la sangre azul salpica su rostro. Wanda deja escapar un suspiro cansado, dejándose caer en la tierra mientras Okoye se sienta a su lado.
—¡Mama! —sosteniendo su dolorido hombro, Svet trepa apresuradamente a través de la tierra a su lado, sus ojos están muy abiertos por la preocupación—. ¿Estás bien?
Natasha solo respira hondo, sentada a medio camino.
—Eso ha sido asqueroso.
Svet suelta una risa cansada y Natasha le ofrece una sonrisa, colocando una mano en su cabello, acercándola para que puedan rozar suavemente las cabezas.
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[ Oh, father tell me, do we get what we deserve?
Oh, we get what we deserve.
And they will run you down, down to your core
Yeah, 'til you can't crawl no more
And way down we go. ]
xii. way down we go kaleo
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