No recuerdo cuando fue la última vez que te vi, te extraño demaciado, por favor ven a visitarme para saber más de todas tus aventuras hermano.

Extraño las veces en las cuales jugábamos sin preocupación alguna, centrados en nuestros sueños y apoyándonos mutuamente como los compañeros que éramos.

Espero impaciente tu regreso porque quiero saber más de tus grandes hazañas, quiero apoyarte en tus sueños y por eso quiero que me sigas contando cómo vas con ellos.

Quiero saber cómo te encuentras aunque parece como si la distancia fuera superior y volver a hablarnos fuera imposible, aún así espero eye estés bien, solo te veo por la televisión pero espero que todo te esté llendo bien.

Ser el mejor del mundo es un reto pero se que lo cumplirás porque todo lo que tu deseas lo puedes lograr.

Tus batallas son fuertes , los oponentes son ferroces sin duda eres uno de los mejores porque competir contra los mejores es algo que yo no podría lograr te admiro por eso.

Siempre voy a estar animandote sin importar la distancia, no importa dónde estés siempre contarás con mí apoyo y confianza.

Si quiero estar a tu nivel me tendré que esforzar, de todo nuestro equipo yo no seré el que se quede atrás.

El día llego y lo único que espero es que llegue la hora de volvernos a ver, espero que tu me mires de la misma manera que lo hacías esa vez, quiero volver a ver esa mirada llena de alegría y tranquilidad que transmitias.

Las puertas se abrieron y los pasajeros desendieron para ir cada uno a su rumbo, el pelinegro lider del equipo  francés de nombre As Gallus fue uno de los primeros en bajar.

Se dirigió por su equipaje y cuando estaba por salir del aeropuerto, esquivando a los periodistas en el proceso, sintió un leve jalón de su campera.

Se dio la vuelta de manera lenta encontrándose con que un perro marrón le "mordía" su campera en la parte de la manga izquierda.

— Hey no te olvidas de saludar a alguien? — Un títere azul hablo, uno familiar.

— Hermano — La voz de su hermano menor quien salía detrás del pelinegro dueño de loz títeres le llamo inmediatamente la atención.

— Es bueno verte otra vez Daigo — Hablo el titere de color azul mostrando sus dientes en una sonrisa amistosa.

— Si, y esta vez sin una pantalla que nos separe — Comento el de color marrón acompañado de esa cara graciosa que siempre tenía.

El mayor de los kurogami miro la dueño de los títeres a quien reconocía, un antiguo miembro del club Beygoma venía a saludarlo en su regreso.

— Y ya que estamos aquí—

— ¡Hermano! — El menor de los Kurogami salto hacia su hermano mayor para abrazarlo.

Daigo agarró a su hermano y correspondió el abrazo, finalmente lo veía después de un largo tiempo y se sentía sumamente feliz por ello. Miro a su hermanito a los ojos percatandose de las lágrimas que tenía este las cuales las limpio con uno de sus dedos para calmarlo.

— Es una linda y conmovedora reunión familiar — Comento Keru tras ver la emotiva escena.

— ¡Abrazo grupal! — Menciono Besu.

Y el de apellido Midori en compañía de sus títeres se abalanzaron hacia Daigo para abrazarlo también.

Finalmente el encuentro más esperado por los tres había llegado, el día de volverse a ver era hoy.

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