Capítulo (9)

El amor es algo ilógico y sin sentido, sin embargo, sin amor seríamos seres vacíos y sin propósito alguno, ese sentimiento cambia tu vida, te hace olvidar todo a tu alrededor. Pero enamorarse, a veces implica sufrir porque el sentimiento no es mutuo” ochurus_

23 DE MARZO 2019
11:36 PM

Kai

Abro la puerta de mi casa, me siento un poco mareada, la sangre en mi mano sigue saliendo, mi espalda choca contra la puerta, poco a poco mi cuerpo se desliza hasta tocar la fría madera, un nudo de forma en mi garganta, las lágrimas empiezan a formarse por si solas, pero no las detengo, dejo que salgan sin miedo, los sollozos se hacen presente, me dejo envolver por mi oscuridad esa que nunca me abandona, unos brazos me rodean, unos fornidos brazos, me dejo abrazar, su olor se impregna en mi fosas nasales, su olor me trasmite seguridad y paz, una paz que solo siento cuando él esta cerca de mí, que siento cada ves que mi padre está conmigo consolando mis desgracias, mis desdichas, cada una de esas que me rodean y no me dejan avanzar.

Lloro en sus brazos, sin miedo de que me mire así, sin ningún temor de nada, él no dice nada sólo me abraza, dándome su apoyo, dándome esa seguridad que necesitaba, que necesito cada día de mi vida, que poco a poco se va agrietando más y más.

— Mírame a los ojos hija — pide mi padre.

Obedecí sin titubear, el toma mi rostro en sus manos, como si se tratara de algo que se romperá si no lo tomas con cuidado, sus ojos se conectan con los míos, sus ojos se vuelven cristalinos, eso impulsa más mi llanto, yo no quiero que nadie más sufra por mí, no por mí papá, odio hacer sufrir a los demás, soy defectuosa, estoy rota, un ángel caído y nadie podrá arreglar eso, todo el que se me acerque saldrá herido o tal ves ni siquiera vivo. Pero debo salir adelante, por mis padres que han sentido un dolor similar al mío, por él, se lo prometí en su tumba, y aunque aún siga mi herida abierta se que poco a poco sanará, se que algún día podré controlar mis demonios internos, después de cada tormenta vuelve a salir el sol.

— ¿Desde cuándo empezó nuevamente ese estado? — pregunta mi padre afligido.

— Desde ayer. —respondo sin ganas de que siga preguntando pero se que lo hará. — No fue directo, sólo me dan ataques momentáneo, pero esta comenzando a durar mucho más minutos pronto no recordaré nada de lo que haga.

— Debo llevarte a la clínica, mañana por la noche saldremos, así nadie se dará cuenta y correrás menos peligro. — hace una pausa — y si actuamos rápido estarás bien, y recordarás todo — finalizó.

— ¿Por cuánto tiempo?.

— Tal ves sean sólo unos días, o tal ves una semana, dependerá del tiempo que dure tu estado de pánico, mañana haremos ejercicio, así agotarás tu energía y no estarás inquieta en el auto.

— ¿Por qué nos vamos en auto?

— Debemos hacer escala, cuando lleguemos a la ciudad tomaremos un avión privado e iremos a Canadá, iremos a la clínica luego a la casa de tus abuelos, mientras te hacen los análisis y sales de tu estado.

— Esta bien papá — me levanto hasta quedar de pie, su mirada pasa de mí a mi mano que aún gotea sangre.

— Kai, ¿hay algo más que deba saber? — añade, su mandíbula se tensiona un poco más.

Debes mentir angele.

Un escalofrío pasa por todo mi cuerpo dejando esa sensación desagradable en mí. Observo a mi padre mirándome esperando una respuesta. — Hoy fui a un parque con Cole Daves, el chico de al lado — hago una pausa mirando la reacción de mi padre, este parece sorprendido — y en uno de los juegos me corte, el no se dio de cuenta y yo había tenido en la noche cuatro ataques de pánico y ansiedad.

Bueno por lo menos sabes mentir.

Cállate, Me siento culpable mintiendo le a mi padre.

Hiciste una promesa de no decir nada de Cole.

Y la cumpliré.

— Vamos a curarte la herida, ¿Te sientes bien? — odio que me pregunten ¿Estas bien?, ¿Te sientes bien?, ¿Cómo estás?.

— Odio que tú sabiendo mi estado preguntes esas cosas — digo tajante.

Golpealo

— Solo te pregunté para saber si querías hacer algo — se encoge de hombros como si no le hubiera dicho nada.

Vuelve a mí con un botiquín, comienza a desinfectar mi herida para luego colocar una venda en toda mi mano.

—Papá — llamo su atención —¿Aún no han atrapado a Arius? —debía preguntárselo.

El recuerdo me invade de inmediato. 

Dejé a dos de los imbéciles que nos seguían inconscientes, solo quedaban dos más.

Atrapo a uno de ellos por atrás, Cole comienza hablar algunas cosas con un enmascarado que al parecer es el líder de este trío de incompetentes, no logró escuchar lo que dicen gracias a mi maldito estado de ansiedad.
Tocolugares específicos del hombre  entre mis brazos, dejándolo retorciéndose de dolor hasta quedar inconsciente como hice con los otros, estoy es desesperante, me acerco al enmascarado.


Este me mira a los ojos, la sorpresa en ellos es grande, unos ojos azules se reflejan a través de esa máscara que cubre su rostro, esos ojos que me parecen tan familiar, ¿Alguna ves lo vi?.

—¿Por qué nos están siguiendo?— pregunto satírica llamando la atención del enmascarado.

Cole aprovecha la distracción del enmascarado y le pega en la nuca con su arma, provocando desequilibrar lo. 

Ya lo preguntó ella, responde maldito cobarde — ordenó cole.

— No sabes de lo que hablas niño — masculló.

Estoy perdiendo mi paciencia imbécil, responde de una buena vez por todas. — ladré sin titubear.

—Sólo son órdenes que nos da la reina A — Esto debe ser una maldita broma.

Me acerco más al hombre enmascarado, este se tenda al observar mi cercanía, me enfrento a este hombre— Πρέπει να κρυφτείς, άγγελε — sus palabras me roban el aliento una sola persona me decía άγγελε pero... No sólo debe ser parte de mi imaginación, no estoy lúcida todo debe ser una mala pasada de mi mente, nada de esto está pasando.

Retroceso como si de insecticida se tratara, tropiezo cayendo sobre mis muslos, esto debes ser solo parte  de mi mente, ya, Kai sólo fue algo de tu imaginación.

Un disparo se escuchó muy cerca dejándome sorda — Hijo de puta— su palabra, ese simple sonido tan profundo, ¿De dónde te conozco? 

—Dile a tu reina A que me las pagará, y que si tiene algo que ver con el secuestro  de mi novia la haré sufrir hasta que me pida que acabe con su miserable y  patética vida — las palabras de Cole me toman por sorpresa. —Vamos, Kai.

Conecta su mirada con la mía, el parece ver perfectamente lo que sientomiedo, tristeza, mi mente me está jugando una mala pasada, una muy mala, mi cuerpo no parece reaccionar, el cuerpo de Cole cubre toda mi vista, toma mi brazo con mucha  fuerza, suelto un quejido de dolor.

— La vuelves a tocar así y te mato imbécil— escucho decir al enmascarado, y eso me descoloca un poco más, Cole se gira enfrentando lo, vuelve a retomar su camino soltando un poco su agarre.

El pasado está regresando por tí.
¡Maldición!

—No hija, aún siguen sin noticias, pero tú no debes preocuparte por eso, está muy lejos de tí, no dejaré que vuelvas a pasar por eso — las palabras de mi padre me sacan de mis pensamientos — ¿Vamos a tocar un rato el piano? — propone tratando de animarme, termina de poner la venda en mi mano para luego botar los guantes que usó en el bote de basura.

— Si — me levanto del taburete.

Fuimos a la sala, donde el gran piano adornaba está dándole un aire un poco antiguo y elegante.

Me senté en la pequeña silla negra, acomode mis manos pensando en que tocaré.

— Toca algo de Beethoven.

— Dijiste que no te gusta Beethoven.— añado burlesca.

— ¿Lo dije? — hace una pausa pensativo —No lo recuerdo, toca algo de el — me anima.

Rio por ello, y comienzo a tocar una melodía, una que dice tantas palabras y al mismo tiempo nada, una que cuenta una pequeña historia de amor, cierro mis ojos disfrutando la melodía que produce cada pieza de este piano. Sin ningún rastro de imperfección, toco y toco dejándome envolver por cada sonido, por cada sentimiento que produce dentro de mí, aquí desaparece todo a mi alrededor, mis demonios se esconden, mi alma brilla sin dejarse ocultar por la oscuridad, mi mente duerme como si su vida dependiera de ello, todo lo malo que me acecha se reduce, trayendo consigo paz, una paz que nunca encontraré en la vida real, que sólo está cuando toco alguna pieza, cuando algún sonido me lleva a otra realidad, donde no existe lo malo y lo bueno, sólo nada, una nada que terminará en cualquier momento, pero que disfrutaré mientras dure.

Abro mis ojos al terminar de tocar, mi mente se siente ligera, tranquila, como si nada en mí estuviera mal, como si cada parte de mí se escondiera y dejara ver lo bueno que tengo, dejo de tocar para girarme y ver a mi madre en los brazos de mi padre mirándome fijamente, el amor que cargan en ellos es contagioso, es hermoso ver a tus padres juntos a pesar de toda la mierda que han llevado en la vida, el amor en ellos es suficiente para no dejarme caer, no dejar que mis demonios se apoderen de cada parte de mí, y ellos están haciendo todo el esfuerzo del mundo para no derrumbarse delante de mí, porque se que a ellos les duele mi dolor, mi sufrimiento, compartimos el mismo dolor, uno más fuerte que el otro pero fue el mismo, por el mismo destino cruel que nos arrebató a la misma persona.

Me acerco a ellos y los abrazo, un abrazo de perdón, uno lleno de emociones inexplicables, uno lleno de culpa, uno que pide justicia.

— Mañana nos iremos cayendo la noche, será más fácil salir sin tener imprevistos — dice mi padre mientras nos separamos del abrazo. — Tu madre se quedará aquí, yo iré contigo, ella tiene algunas cosas que arreglar.

—¿Puedo llevar a alguien? — pregunto tímida.

— Sólo si esa persona ayudará a cuidarte, no podré estar pendiente de tí en toda la estadía en la clínica, así que sí —mi padre accede a mi petición.

Me despido de ellos, al entrar a mi habitación esta se encuentra completamente oscura, me acuesto en mi cama sin encender alguna lámpara, la luz que se cola por la ventana gracias a la hermosa luna que alumbra cierta parte de esta oscuridad me hace más visible todo.

Nos ojos comienzan a pesar, poco a poco olvidó hasta de lo que estaba pensando, caigo en el país de lo sueños con ayuda de Morfeo.

(...)

24 DE MARZO DE 2019. 
09:14 AM 

Algo cálido se posa en mí, algo que me proporciona cantidades fuertes de calor, siento algo que me sofoca, abro mis ojos encontrando los rayos del sol entrando por mi ventana posando se en mí, me levanto rápidamente y me voy directo al baño, me siento pegajosa, y el sudor no ayuda a nada, me doy una ducha rápida, y me visto rápidamente.

Bajo al jardín donde se encuentran mi madre y mi padre, me detengo un momento a mirarlos y detallarlos, puedo decir que ellos son una de las pocas parejas que he podido decir que a pesar de lo años, su amor sólo crece y se siguen disfrutando el uno del otro, mi padre siempre ha sido el tipo frío y serio, delante de todo el mundo a su alrededor, pero como dice mi madre esa es sólo su máscara y en el único instante que se la quita es cuando está en su universo, a lo que ella denominó nuestro hogar.

Me acerqué sin que se dieran de cuenta, abrace a mi padre desde atrás y le llene de besos por toda su cara e hice lo mismo con mi madre.

—¿Despertaste de buen humor hoy? — pregunto mi madre determinante.

—Si voy a caer en mis días oscuros debo tener buenos recuerdo antes de perderme en ellos — respondí satírica, mi padre me miro a los ojos como si con sólo eso bastará para ver la guerra interior que vive dentro de mí.

— Tus ojos se están oscureciendo, el azul ya casi no se nota — dice algo que no es novedad, pone un trozo de fruta en su tenedor y me lo da en la boca. — Estas ansiosa, Iremos al gimnasio hoy, ¿Verdad? — lo miro incrédula, se encoge de hombros — Sólo digo, para que el viaje sea más llevadero, serán unas horas largas y en ese estado querrás lanzarte del carro.

— Si, papá es lo mejor.

Era cierto, mi estado de pánico estaba llegando muy rápido, mi ansiedad se había elevado en niveles altos.

Ya quiero que empieces a lastimar a alguien, hoy es el momento niña.

No lo hagas, te vas arrepentir.

Negué lentamente tratando de sacar de mi cabeza las voces que tanto me atormentaban en muchas ocasiones, que casi todo el tiempo estuvieron calladas por el medicamento, pero esta ves decidí omitir la medicación ya que hoy sólo quería cansarme hasta llegar a lograr dormir sin necesidad de alguna puta medicina, esto lo puedo controlar, solo debo mantenerme tranquila.

(...)

Después del desayuno me dispuse a ir al gimnasio cómo me lo propuso mi padre, me iré caminando, así podré ir calentando, me asome a mi balcón, preguntándome si él estaría allí, desde anoche no nos vemos. Deja de pensar en ese chico cuando ni siquiera eres relevante para él, él solo te está usando.

Al no ver a nadie volví a mi habitación, salí de la habitación en frente me encontré con un bolso que reconozco muy bien, reviso lo que hay dentro y miro todo lo que necesito para ir al gimnasio, me levanto para ver a mi madre medio escondida cerca de la escalera, le sonrió. 

— Tu padre me dijo que irán al gimnasio y les prepare sus cosas, tú padre se adelantó, dijo que iría a arreglar algunas cosas que te vería allí, que tuvieras mucho cuidado. — hace una pausa — Cuando llegues solo da tu nombre y apellido. 

Por qué eres tan tonta, tu madre estúpida que sigue creyendo en tí.

Asentí — tendré cuidado mamá — la abrace y bajo las escaleras, salgo de la casa caminando.

Hoy el clima estaba lindo, el sol pega contra mi rostro, caminé durante varios minutos para llegar a dicho gimnasio, que a estas horas estaba un poco lleno, pero por alguna razón estaba desolado, en la entrada no habían personas, solo la recepcionista, me acerque y le di mis datos, ella me miró sorprendida pero no tuve problemas para entrar.

Ya dentro me dirigí a los casilleros, meto mis cosas y me cambio, amarre mi cabello en una coleta bastante alta y bien ajustada, me dirijo hacia un gran cuadrilátero, en él se encuentran tres personas, dos chicas y un chico bastante atractivo.

— ¡Kai! — escucho gritar a Cam, la busco con la mirada hasta que logro encontrarla, y no está sola, está con Conrad. Joder, me había olvidado por completo del beso, Cam no se merece eso, y se que la lastimare si le cuento todo, pero prefiero que se entere de mí, más tarde hablaré con ella.

Me acerco a ellos rápidamente, — ¿Qué hacen aquí? 

— Tu padre nos invitó. — explica Cam 

— Dijo que quería que te patearamos el trasero — Cam lo mira mal, Conrad se encoge de hombros — sus palabras no las mías.— parece que se olvidó del dichoso beso y lo prefiero así.

Rio por su actitud, — Gracias por venir.

Los abrazo para despegarme rápidamente — Tu padre rento por hoy el gimnasio completamente, pero aún sigo sin entender la razón por la cual aquellos chicos siguen aquí. 

Me giro para mirar los detalladamente, las dos chicas tienen un parecido similar, cabello negro, y piel blanca, es lo único que puedo distinguir ya que están de espalda, el chico es alto bastante alto a decir, con este me limito a echarle una ojeada nada más.

— Kai empieza con Cam,  quien gane peleará con Conrad y quien pierda después peleará con la que perdió en la primera ronda. — escucho decir a mi padre. 

Me giro para mirar a mi padre a unos metros de nosotros, su mirada fija en el tablero en sus manos, — ¿Que esperan? No las veo en el cuadrilátero. 

— Hay unos chicos allí — espeta Cam lo obvio. 

Mi padre levanta la mirada para observar lo que Cam ya había dicho — Yo pagué para usar y desalojar a todos de aquí, entren allí, y si se acercan demasiado a esos chicos no importa — lo miro incrédula — no me mires así, Kai, sabes lo mucho que detesto eso, y Cambridge no dejes que mi hija te gane tan rápido. 

La sorpresa en Cam es más que notoria, y un poco de enojo se asienta en ella, sí mi padre podría subestimar a cualquiera aquí presente menos a mí, — No me mal intérpretes Cambridge ustedes dos son bastante capaces de ganarle a cualquiera pero la agilidad que tiene Kai le da ventaja.

Mi padre se nos acerca a ambas, inserta un beso en mi frente, nos agarra de los hombros animandonos.

Cam y yo nos subimos al cuadrilátero, ella se posicionó en una de las esquina y yo en la otra, claramente yo no la voy a lastimar, solo voy a tocar puntos como los brazos, costillas, piernas y tobillos, no puedo lastimar más mi mano así que vamos a intentar que tal nos va.

Vamos golpeala.

La primera en atacar es Cam, envía una patada cerca de mi rostro pero la esquivo, tomo su pierna entre mis manos y la hago rodar por el piso, el aire deja sus pulmones, ella se levanta tratando de recuperar un poco de ello, me acerco rápidamente para golpear en un costado de su costilla, ella chilla y retrocede, nos acercamos, ella golpea y golpea pero yo solo bloqueo, en un momento que me descuido ella golpea en mi estómago, Joder.

Caigo encima de mis muslos, recupero el aliento mientras presiono mis estómago tratando de minimizar el dolor, pero claro Cam no me da ni tiempo y se lanza sobre mí, ruedo por el piso, doy una voltereta para ponerme de pie, me enfrento a Cam, golpe tras golpe, llegando al punto dónde ella está exageradamente cansada y simplemente se deja caer el suelo, — Ya me rindo, debo hacer más ejercicio, siento que se me va a salir un pulmón sino logro respirar bien. 

Todos reímos, me acuesto a su lado un minuto — No puedo seguir así, más tarde te explicaré la razón — susurra.

Me levanto y la ayudo a ponerse de pie, la miro caminar hasta bajar del cuadrilátero, — Bueno, no esperaba eso, ahora quiero que usen los bokken, Conrad contra Kai, y quien gane peleará conmigo.

Lo miro sorprendida, en muy pocas ocasiones había peleado con mi padre y no importa cuántos años tenga, su fuerza y agilidad superan a muchos, en eso me incluyo.

Y de nada te ha servido aprender de él. Sigues siendo débil. Patética.

Conrad me pasa uno de los bokken, nos saludamos de manera respetuosa, se aleja dando pasos sigilosos, corro hacia él, se protege con su bokken, empezamos la pelea, los bokken sonaban fuertemente contra los ataques que teníamos, así como esquivaba también recibía, Conrad no se estaba aguantando a diferencia de que yo sí, pero eso ya se está yendo a la mierda, a medida de que él se está cansando y yo aún tengo fuerzas, nos separamos para tomar aire, el cansancio era notorio en Conrad, era mi momento de acabar con esta pelea — Cuida tu punto ciego, Conrad — digo golpeando sus tobillos, cae de rodillas y aprovecho para golpear su costilla, apunto mi bokken en su nuca.

— ¿Por qué se dejan ganar por mi hija? — escucho decir a mi padre. 

Me levanto aguantando mi pecho, mi respiración es un desatre, — Yo no me dejé ganar, ni siquiera se como es que pudo golpear mis tobillos y provocar tanto dolor en esa zona. — gruñe Conrad.  

— Sin contar que es muy precisa en los lugares que golpea. — añade Cam sobando si costilla.

— Kai hizo lo que Conrad no logro ver, ella siempre cuidó sus puntos ciegos, y aprovecho la distracción de él para usarla a su favor, la delgadez que tiene la hace más rápida, igualando la fuerza de Conrad. — explica mi padre, y el orgullo no me cabe en el cuerpo — Conrad no se contuvo y dió todo allí, Kai sabe sus límites, y es capas de derribarme hasta mí si se concentrara más en cuestión de minutos, y Cambridge para ser la primera ves que peleas con mi hija lo hiciste bastante bien, pero note que no lo diste todo, y tenías mucho cuidado al momento de recibir algún golpe por parte de Kai.— repentinamente comienza a sonar algo, mi padre saca su celular — Iré a cambiarme ya regreso. 

Se va dejándonos solos, Cam fue por unas unas bebidas energéticas, pero yo solo me límite a tomar agua, lo último que necesito es tomar algo que me podría poner peor, cuando ella regresa nos sentamos en el piso, bromeamos y hablamos de cosas triviales.

— ¿Estás mejor? — pregunta Conrad.

— Si, valió la pena patearles el trasero a ambos.— Reímos todos.

— ¡Chicas! — la voz de Talia me hace girar para verla, en ese instante me paralice, no por ella sino por la persona que tenía al lado, no se que carajos hacer.

Ella parece mirar la confusión en mis ojos — Cam me invitó, y pues...

Antes de que pueda terminar él la interrumpe — aproveché para traerte el dirk que dejaste en mi camioneta anoche — Su voz es fría e indiferente eso descoloca a todos menos a Conrad, como si ya lo supiera. Talia lo mira confundida.

Ves, eres irrelevante para él.

Lo suficiente para estar con alguien más y no contigo.

Lo saca de sus bolsillos y me entrega el dirk, vuelve a dónde está Talia quien cambia su expresión de confusión a rabia total, parece necesitar una explicación, se acerca a ella y le da un corto beso casto en los labios, una presión se posa en mi pecho, es algo nuevo que nunca había sentido con alguien, es un sabor bastante amargo. 

Vamos hazlo

Sus manos se entrelazan, y en ese momento la rabia se apodera de mí, pero ¿Por qué?, Cierro mis manos con tanta fuerza que mis nudillos se vuelven blancos.

Eres insignificante para él.

Él solo te usa.

Sabemos que quieres hacerle daño a ella, hazlo, no te reprimas.

Hazlo.

— Y-yo debo irme— le pasó por un lado a todos y salgo corriendo.

Necesito salir de aquí, la necesidad de lastimar a alguien me supera y no me perdonaría si los lastimo a ellos, aunque me cueste aceptarlo me siento atraída de Cole, de una manera que no entiendo, pero es muy peligroso que yo sienta algo por él y que no sepa interpretar la manera, porque puede ser de muchas maneras incluso una obsesión o un simple capricho de cualquier u otra forma ambas son bastante peligrosas para él, y yo no puedo ser capas de dañarlo a ese punto.

Eres tan patética al sentir cosas por alguien que ni se fija en tu presencia.

Alguien rota como yo no puede sentir ese tipo de cosas por alguien que no es correspondido, por alguien que está con alguien más, las lágrimas caen en mis mejillas sin poder detenerlas, a este punto ya estoy cerca de la casa, debo llegar rápido, está necesidad de lastimar, las voces, todo me supera, y creí que podía controlarlo sin la medicina pero esto solo empeoró.

Me detengo un momento, mis pulmones arden de lo mucho que he corrido.

Estoy cansada de intentar ser buena, de creer que todavía hay luz en mí, cuando es todo lo contrario,  me siento un momento cerca de un árbol, solo me faltaba pasar por el puente del lago, me giro para ver qué es lo que había a un lado que parecer haber unos animales, vamos hazlo, sabes que quieres, nadie se enterará de esto, hazlo, hazlo, hazlo. 

Sin pensarlo más, comencé apuñalarlos, la sangre comenzó a chispear, mis manos estaban cubiertas por ese líquido, me sentí bien haciéndolo, sentí satisfacción, que al momento de terminar la culpa se apoderó de mí, comencé a llorar, un dolor punzante pego en mi cabeza, el dolor crecía, duele mucho, mi vista se volvió borrosa, mi respiración tan pesada que comenzó a faltarme, estoy muy mareada, y la desesperación no se va, hasta que todo se vuelve negro y caigo en la inconsciencia.

— 

Πρέπει να κρυφτείς, άγγελε: Dejes esconder te, angel. 

Αγγελος: ángel

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11/01/21

10/06/21

11/06/21
23/06/22
24/06/22
Nota de la autora: Holiiiiiiiiiiisssss Espero que se encuentren bien, tarde bastante en actualizar, muchísimo a decir verdad, estos meses sin actualizar me dediqué a escribir nuevos capítulos, nuevas cosas, estoy aprovechando al máximo la inspiración que tengo, y por eso decidí actualizar los viernes, este será el último capítulo largo porque ya los otros son más cortos, este capítulo ya quería que llegara porque es donde más cosas extrañas y dónde se desenvuelven más los personajes, habrán unos nuevos, y muchas más mentiras, espero que les haya gustado, próxima actualización el 18 viernes.

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