Capítulo (29)
Kai
Mi madre siempre me enseñó a ver lo bueno de lo malo que me pasaba, pero ¿Cómo podía ver lo bueno de esto? Mi vida siempre estará llena de grietas, y aunque sabía que ya estábamos a salvo, seguís teniendo un mal presentimiento.
A penas vi a Cole de regreso sentí alivio, pero todo me cayó como agua fría, en sus brazos traía el cuerpo de mi madre, sin poder evitarlo mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, parecía irreal lo que estaba viendo, mi madre no podía estar muerta.
La mataste.
La llevaste a su propia muerte.
Todo es tu culpa.
Las voces tomaban poder en mi mente, abría y cerraba los ojos repetidas veces, tratando de mantenerme cuerda.
Cole me miraba con preocupación, ni siquiera sabía que nos esperaba, no estábamos seguros que no fuera una trampa, mi cuerpo estaba entumecido por el frío, no podía pensar con claridad, me mantuve cerca de Cole para que pudiera detenerme si intentaba algo.
Mi cabeza daba muchas vueltas, ya no lloraba, ya no sentía nada, solo vacío, mis manos estaban llenas de sangre, y parte de mi rostro también, sin percatarme mi tío estaba frente a mí, sentí unos brazos a mi alrededor, mi cuerpo se puso rígido, su olor, mi padre, pensé que no tenía más lágrimas que derramar, pero inesperadamente empecé a llorar sin control, como si fuera un sin fin de sentimientos, mi padre se separó de mí.
Vi como Cole le entregaba el cuerpo de mi madre a mi padre, este solo se inclinó para terminar en el piso, y yo lo acompañé, el rostro de mi madre se veía en paz, como si por fin hubiera podido descansar, acaricié su rostro con suavidad, mi padre lloraba desconsolado, me partía el alma verlo así.
Cole me separó de ellos, y no me opuse, sin preguntar lo abracé, él tampoco me lo impidió, — Todo va a estar bien.
— Eso quisiera creer— hice una pausa viendo detrás de su hombro, note que había alguien en la distancia que estaba preparándose para disparar, no podía decir nada a nadie, cualquiera podría morir y no quiero poner en peligro a nadie más — te digo una cosa, subestimé el encanto de la oscuridad, incluso un corazón con tanta luz se puede sentir atraído por ella.
Sin pretenderlo nos giramos sobre nuestros pies, solo sentí el impacto de la bala.
(...)
(...)
(...)
(...)
(...)
Abigail
Hace siete años atrás.
— Tienes que cumplir una simple tarea Abby, para poder tener la familia que quieres junto a tu padre.
Estaba nerviosa, no quería defraudarla, pero no podía evitar sentirme mal por lo que mi madre me pedía.
— Te irás mañana, ya arreglé todo con tu padre, ya sabes lo que tienes que decir.
Sabía todo a la perfección, me lo había memorizado, quería a mi padre, por fin lo conocería.
(...)
¿Por qué mi madre odiará tanto a la madre de Kai? Desde que llegué solo se ha encargado de sacarme una sonrisa y de hacerme sentir como a su propia hija, ya eran las 02:11 am, debía escabullirme en el cuarto de la madre de Kai, aprovecharía que mi padre no estaría hasta mañana, dudé pero la cara mi madre estaba por toda mi mente, no quería defraudarla y no lo haría, entre con mucho cuidado y silencio, agarré una de las almohadas que estaban tiradas en el piso, la madre de Kai tomaba unas gotas para poder dormir, lo que me hacía mucho más fácil todo.
Antes de acobardarme puse la almohada en su rostro, la madre de Kai luchaba por tratar de quitar la almohada de su rostro pero su fuerza era débil, las gotas hacían su efecto, sentí como me apartaban con brusquedad, me giré viendo que se trataba de Kori, mi otro hermano, este me miraba con mucho enojo y decepción.
— Sabía que había algo malo en tí.
La madre de Kori parecía confundida, este me saco rápidamente de la habitación no sin antes dejar dormida a su madre nuevamente, — ¿Qué creías que harías? Estabas asfixiando a mi madre Asphne.
— No es lo que tú crees.
— Y qué debo creer— antes de poder responder este me cortó de inmediato — Mi padre no tardará en llegar, y es mejor que alistes tus maletas, no te quedarás una noche más en esta casa.
— Y donde me quedaré, no tengo familia, ¿Me dejarán en la calle?
— Eso te lo dirá mi padre. Tampoco intentes escapar todas las puertas están cerradas con seguro.
— Kori no me hagas esto, creí que éramos hermanos.
— Creíste mal, la única hermana que tengo es Kai, tú solo eres la bastarda de mi padre, ¿Crees que no lo sé? Solo te estaba dando tiempo a ver cuánto más duraba tu teatro de huérfana.
(...)
Hace dos años
Mi madre me envió a un pueblo en Vermont, después de tanto tiempo me dió la tarea de encontrar a un viejo enemigo de ella, después del gran desastre que fue el intento de matar a la madre de Kai, me daban ganas de llorar cada vez que recordaba dicha acción mía, no debí hacerlo, no debí aceptar esa misión de parte de mi madre, porque aunque en ese momento quería tener a mi familia junta, mi padre tenía ya una familia, y no le podía quitar esa oportunidad a mis hermanos, era conciente que no se podía forzar nada, ahora que soy un poco mayor lo entiendo.
Duré casi tres años en ese internado al que mi padre me envió, y aunque al principio estaba tan enojada con mi padre, pude entender que él solo quería mi bien, entendí que las acciones de mi madre no eran buenas, nunca le importaría poner a sus hijos en peligro con tal de conseguir lo que quiere.
Lo único que no me gustaba de aquí era usar lentes de contacto, además de teñir mi cabello de rojo, aún no había conocido al enemigo de mi madre, pero sé que pronto tendría respuestas. Mis abuelos eran conscientes de todo lo que pasaba con mi madre, y aunque traten de intervenir no habia mucho que pudieran hacer, pero sé que siempre me van a proteger.
Hace un año
Cole es un chico arrogante, y me incita a desafiar a mi madre, quisiera poder conocerlo más, pero hay algo que me lo impide, es el hijo del enemigo de mi madre, y sé que eso mi madre jamás me lo perdonaría, sería capas de matarme, de solo pensarlo me pone los pelos de punta.
Lo que sentía por Cole era algo inexplicable, pero sabía que esto de alguna manera fracasaría, porque mi madre jamás me dejaría ser feliz, y lo comprobé cuando entré a mi habitación y estaba una carta encima de mi cama, pensarías que mi madre mandaría un email o alguna persona a traerme un mensaje pero no, mi madre prefería la manera más siniestra y enferma para hacer llegar un mensaje y lo hacía por medio de cartas. Cartas en acertijos, y al final le daba su toque final, las iniciales de su nombre y apellido.
*Carta*
Toc toc, ¿Quién es? Sabes quién soy Abigail, es hora de regresar a casa, pronto habrá un funeral, serás la que eliga el cadáver.
Sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, tenía un mal presentimiento y debí saber de qué se trataba. Cogí el primer vuelo a Canadá debía enfrentar a mi madre, sabía que estaba tramando algo, pero no pensé que estuviera tan enferma.
— ¿Qué quisiste decir?
— Sabes perfectamente que quise decir, veo que el chico Daves te folla lo suficientemente bien para tenerte controlada.
— No sabes de lo que hablas, ahora responde lo que te pregunté, Aska.
— Por favor, no me llames así aquí, ven sentemos no a comer, debes venir muerta después de subir ese avión tan deprisa.
— No me sorprende que me persigas, pero ya esto es demasiado, mamá, que pretendes hacer, porque quieres dañar a personas que no te han hecho nada.
— Veo que sigues pensando que Kataleya es buena persona.
— No lo creo mamá, lo sé, porque ella en el tiempo que estuve con ellos me trato como si fuera una hija más, cosa que tú no has hecho más que con Asher.
— No te atrevas a compararme Abigail,— habló con dureza, a mi madre le molestaba que le dijera la verdad con tanta facilidad, en especial si hablaba de la madre de Kai —sabes perfectamente que no me temblará la mano para matarte.
— Si con mi muerte dejaras a mis hermanos en paz, y dejaras a los Daves fuera de tu alcance, hazlo madre, pero acaba con todo este odio que tienes solo por no conseguir lo que quieres.— Estaba dispuesta a todo, había comprobado de primera mano que ninguno de mis hermanos ni ninguno de los Daves debían pagar por el pasado de sus padres, aunque estos solo hayan tenido la mala suerte de toparse en el camino de Aska.
— Este odio va más allá de cualquier cosa,— esa era siempre la misma excusa, nunca decía el porqué odiaba tanto a esas personas — y te hice regresar para hacer un trato.
— ¿Cuál es el truco? — era consciente que ella no quería hacer un trato, era su manera de torturar a los demás.
Su sonrisa me lo confirmó todo, y antes de poder decir algo ella dijo lo que estaba corriendo por mi mente— Veo que has aprendido algo de mi pequeña zanahoria, vas a elegir entre Cole, o alguno de tus hermanos, te daré una semana si no aceptas los tres mueren manos de Asher.
— No le hagas eso a Asher, eso lo volverá más desquiciado, si de verdad lo quieres no le hagas eso.— era claro que Asher era solo un paso para conseguir el objetivo que deseaba mi madre, no lo quería, solo quería volverlo su plan b, su arma más letal.
— Me temo que eso no se puede aceptar, Asher tiene que matar a alguno, lo que si puedes hacer es evitar que mate a tus propios hermanos.
Mi cuerpo estaba temblando, tenía que tomar una decisión, una muerte evitaba otras dos, mi madre sabía a la perfección que elegiría a mis hermanos y algo no me quedaba del todo claro, había un truco para esto.
(...)
(...)
(...)
(...)
(...)
Kori...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top