Capítulo (28)

Kai

Me trajeron afuera de dónde sea que estábamos, era de noche pero las luces alrededor hacían que todo se vieran con claridad, mi cuerpo estaba congelado de estar tanto tiempo en la nieve.

Me separaron de Arius y Cole al salir, antes de salir me hicieron cambiar de ropa, pero aún así la chaqueta que traía puesta no era suficiente para evitar el frío. Me habían amarrado unas cadenas a los pies, estaba viviendo un infierno y contaba cada segundo para que todo acabara.

Asher me miraba en la distancia, disfrutaba verme miserable, allí me di cuenta que a veces la oscuridad se disfraza de luz para atraer más rápido a sus víctimas, Asher lo había planeado todo, por tanto tiempo, solo espero, y no podía evitar sentir odio por él, mi madre muchas veces me dijo que el odio solo te hacía caer más rápido, en estos momentos ya no me importaba caer más, odiaba a Asher y sería yo quien lo mataría.

Traían a rastras a mi madre, a Cole y Arius, mi madre luchaba y gritaba que los soltaran a ellos, intenté llegar a ellos pero la cadena no me lo permitió, aún quedaban algunos metros de distancia.

Alguien se estaba acercando y parecía ser importante pero que todos hicieron una reverencia, está se acercó a mí— Hola, Kai. —Su voz se me hacía muy familiar— abre muy bien los ojos, no quiero que te pierdas este momento.

Se alejó yendo en dirección a Cole y Arius, saco un cuchillo y se lo entrego a Asher el miedo invadió cada parte de mí, luche para que las cadenas se rompieran, — ¡No lo hagas! ¡Asher por favor! ¡Mátame a mí, no a ellos!

Este me miró victorioso — Tranquila hermanita ya llegará tu turno.

Las lágrimas se desbordaron, sabía que solo lo estaba haciendo para hacerme sufrir, — Vamos hijo, ¿Ya te estás acobardando?— le escuché decir a esa tipa que supuse que se trataba de Aska.

— No madre. —eso me lo confirmó.

—Entonces has lo que ni tu hermana, ni tu primo pudieron lograr, o ¿Eres como ellos, Asher? ¿Eres igual de débil? Recuerda que yo te rescate aquella vez en el parque donde ella te dejo abandonado, ¿Recuerdas mi niño? — allí entendí todo, ella solo lo estaba manipulando, ella había vuelto una bomba de tiempo a Asher, por eso parecía un psicópata, Asher era igual o peor de inestable que yo, recordé la conversación que tuve con Abigail.

Asher no es malo, su castigo fue tener una mente débil y fácil de manipular, mi madre se aprovechó de eso, y haber matado a su propio hermano lo volvió desquiciado, no lo culpes de todo, el también fue parte de todo este circo.

Seguía sin poder justificar sus acciones solo sabía que lo hacía para ser aceptado por la que se hacía llamar su madre.

Asher agarro el cuchillo con fuerza y rabia, fue directo a mi madre, corrí aunque las cadenas no me lo permitieron, mis gritos desgarradores solo los ignoró, quería romper estas cadenas, quería matarlo, —¡Noooo! ¡Mamá no! ¡Te voy a llevar al infierno hijo de puta!

Me derrumbe, la sangre de mi madre salpicó la nieve dejando ver su color carmesí, Asher se alejó de ella ensimismado, sentí las cadenas caer como pude corrí hacia mi madre, que yacía en la nieve.

— Aquí estoy mamita, aquí estoy, ya van a llegar por nosotros, te lo pido aguanta solo un poco más.—las lágrimas salían sin permiso, dolía verla así, no quería perderla, no a ella.

—Quiero que siempre recuerdes la casa en Grecia, tu padre la compro el día en que tú y tus hermanos nacieron.

—No hables mamita, por favor.

— No, hija, necesito que me escuches, — tosió sangre, escuché alboroto, y sabía que se trataba de la presencia de un enemigo, mi padre— Quiero que te alejes de aquí y de todos mi niña, siempre te preparé para mi mundo, pero para que puedas afrontarlo y tomar el lugar que te pertenece, debes sanar, sanar de todo lo que se te privó de ser sabedora y que ahora te está lastimando, perdóname p-por no h-haberte contado la verdad de tu vida, pero siempre te preparé para ser mi sucesora.

—No mamita, tú y yo nos iremos lejos después de que pasé toda esta pesadilla, ya están llegando, papá nos va a rescatar como en los cuentos que tanto me leían.

—No quiero que odies a tu padre, él siempre los ha protegido a todos, y al igual que para mí ustedes siempre han sido lo más importante y lo más hermoso de nuestra vida, siempre estaré contigo aún desde la muerte.

Cole

— No lo hagas, ¡Noooo! ¡Mamá nooooo! ¡Por favor mamá! ¡No me dejes mamita! ¡Nooooo! —ya era tarde para aquella súplica, ella estaba muerta, y sentí mucho ver a mi chica sufrir tan grande dolor.

El alboroto que había en nuestro alrededor era mayor, nadie se acercaba solo intentaban huir, sabía que habían llegado mi padre y el padre de Kai, Arius soltó mis manos y fui directamente a Kai, estaba rota y sabía que esto nunca lo olvidaría.

La abracé y sin esperar que me correspondiera lo hizo, y lloro en mis brazos, acaricié su espalda tratando de calmarla, ella era la persona que menos merecía todo lo que le estaba sucediendo,— Cole, creo que tenemos problemas. —Nos interrumpió Arius.

Abrí los ojos, miré como varios A se estaban acercando a nosotros, iban a terminar el trabajo que Asher no logró, me separé de Kai y tome su rostro entre mis manos, la obligue a mirarme — Princesa, sé que no es el momento, ni el lugar, pero necesito que me ayudes a protegerte, usa toda esa irá que tienes dentro en estos momentos.

Se levantó limpiando sus lágrimas, me dolía verla destruida, pero admiraba que todavía con su dolor siguiera de pié. Asher nos dió unas armas, y antes de poder disparar Kai ya se había cargado a cada uno de los pobres hombres que se cruzaron en su camino, Kai se mantenía cerca del cuerpo de su madre, constantemente cerraba y abría sus ojos, me estaba preocupando.

En la distancia pude ver a mi padre junto a varios hombres, — Cole, debemos salir de aquí — pidió Arius, más lo ignoré al escuchar un fuerte grito que reconozco al instante, vi a Kai ser arrastrada por uno de esos imbéciles, sin pensarlo me fue encima de este.

—Te vas a arrepentir de haberla tocado — mis puños chocaban con su asqueroso rostro y aunque este luchaba por tratar de ponerse a mi altura era en vano, me deje llevar por la ira, termine desfigurando el rostro pero aún seguía vivo, me levanté y disparé en su frente.

Volví a ver mi alrededor, Kai estaba en el piso echa bolita, le estaba dando un ataque de pánico. Me acerqué — Princesa, calmate, relaja tu cuerpo.

— N-no puedo respirar — las lágrimas salen de sus ojos en medio del desespero.

— Si puedes Kai, calma tu cuerpo — ella asiente en medio de lagrimas, estira sus piernas y pone sus manos sobre sus muslos, froto sus hombros — Enfócate en la secuencia de mis movimientos.

— Repite después de mí, estoy calmado, estoy a salvo, estoy protegido.

— Estoy calmada, estoy a salvo, estoy protegida. —Su cuerpo comienza a relajarse —Estoy calmada, estoy a salvo, estoy protegida.

Su respiración comienza a regularse y continúa con las mismas palabras hasta que respira con normalidad, habré sus ojos ahí, asimilando lo que acaba de pasar.

— Salgamos de aquí— aseveró Arius viendo que ya casi todos estaban muertos, y los hombres de mi padre llevaban la ventaja.

Kai no se quería separar del cuerpo de su madre, — No podemos dejar a la madre de Kai, — levanté con cuidado el cuerpo de esta misma y lo oculte detrás de un árbol.— La dejaremos aquí mientras todo se calma, Kai, escúchame — tome si rostro entre mis manos, — Tu madre hubiera querido que estuvieras a salvó, por favor, te juro que volveré por ella apenas te lleve con tu padre.

Caminamos entre los pocos árboles que estaban a nuestro alrededor, lo que nos ayudó a escondernos con mayor facilidad   llegamos junto a unos agentes que nos aseguramos que eran parte de la organización de nuestros padres, unos de los hombres a nuestro alrededor informo por los intercomunicadores lo siguiente — Tenemos a la élite, siguen con vida, nos encontraremos para hacer la entrega. No encontramos en la zona...

Me aleje un poco tratando de ver todo a mi alrededor, como es que acabamos en este lugar.

— Regresaré a buscar el cuerpo de la madre de Kai, cuídala, no tardaré, mi padre no tardará en llegar.

Seguí el camino que habíamos pasado minutos antes, sentía que todavía no estábamos a salvo, no tarde mucho en encontrar el cuerpo inerte de Kataleya la madre de Kai, camine de regreso con cuidado, antes de poder llegar nuevamente a dónde estaban los demás, note algo extraño, alguien los estaba observando, varios puntos rojos estaban apuntando.

— ¡Escondais! ¡Es una trampa! — grité.

Rápidamente me tire al suelo esperando la manda de tiros hacia mí, los tiros de escucharon tan cerca que pensé que se avecinaban a mí, no podia ver nada gracias a la nieve, a penas pude acercarme lo hice.

Kai y Arius estaban bien, — Camino despejado, objetivo superado, los chicos están bien, necesitamos varias ambulancias, hay mucha gente gravemente herida que necesita ser trasladada.

— Atención, almirante general y almirante presentes.

Todos hicieron una especie de reverencia, Kai al verme corrió hacia mí sabiendo traía en mis brazos el cuerpo de su madre, sus ojos se llenaron de lágrimas, me partió el alma ver cómo se rompía en miles de pedazos, camine junto a ella, acercándonos a nuestros padres, por la neblina que dejó el tiroteo no podíamos verlos con claridad, cuando ya nos estábamos acercando el primero en llegar a nosotros fue mi padre, cómo si estuviera preparándose para recibir el golpe  que su gran amigo estaría por recibir, este estaría destrozado, y así fue, la alegría al ver al Kai viva lo hizo correr hacia ella abrazándola en el camino, más cuando vio que sostenía un cuerpo palideció, se separó un instante de su hija y noto el desborde emocional que Kai estaba teniendo, las lágrimas no paraban de salir de ella, llegue junto a ellos y solo pude entregarle con delicadeza a su esposa, este se inclino para terminar sentándose en la fría nieve.

Más atrás de ellos llegaron los demás, vieron toda la escena, Kai acariciaba el rostro de su madre ensimismada en sus pensamientos, podría escuchar las sirenas de las ambulancias llegando, nadie quería acercarse, pero no podía dejar a Kai en ese estado, tenía que llevarla a algún lugar para darle atención médica, al acercarme ella no me lo impidió, se levantó con mi ayuda y solo me abrazo, aunque me tomo por sorpresa sabía que ella lo necesitaba.

Nos quedamos en silencio un par de segundos — Todo va a estar bien.

— Eso quisiera creer, te digo una cosa, subestimé el encanto de la oscuridad, incluso un corazón con tanta luz se puede sentir atraído por ella.

Antes de poder decir algo más, mire sobre su hombro, y había alguien apuntando en su dirección, era Abigail, estaba a punto de dispararle, la ayude a girar sobre mis pies, solo sentí la bala.

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