Capítulo (24)
11 DE DICIEMBRE 2019
02:31 am
No podía dormir, era hoy, estaba cumpliendo dieciocho años, y mi corazón estaba completamente roto, otro año más sin mi otra mitad, otro cumpleaños más sin mi hermano, Mierda.
Esta última semana había estado inquieta, todo esto me pesaba, cada mañana me dolía despertar, ver que todo era real, pero hoy dolía más que cualquier día, no quería ni siquiera levantarme, solo quería permanecer acostada y dejar que este día pasara como todos los demás, miré mis manos detallando la USB que tenía en ellas, no me había atrevido a ver el contenido de la USB que me entregó Franchesca, pero le estaba muriendo de la curiosidad.
Cole no me había dirigido la palabra durante estos días, habíamos tenido una discusión esa misma noche después de la cena de mi madre, sabía que no llegaría a nada, así que solo me fuí y lo dejé peleando solo, su actitud me tenía desconcertada, él no tenía derecho a nada, y así como él siempre me lo dejaba claro todos los días, el también debía tenerlo, me había pedido lo que Franchesca me entregó, pero me negué y me fuí desde entonces no me a ignorado, la curiosidad me estaba matando, pero me daba mala espina todo esto.
Cole y yo no teníamos secretos acerca de cosas que nos pudieran comprometer a los dos, él no sabía de mi enfermedad, pero sabía que algo me sucedía, pero siempre respeto mi silencio, más allá de eso no teníamos secretos, yo sabía todo lo que había pasado entre él y Abigail, y aunque me costará aceptarlo, Cole seguía teniendo la esperanza de recuperarla y con ello su relación. Por ello era consciente de que debía deshacerme de cualquier sentimiento que tuviera por Cole.
No tenía nada más que hacer, no podía dormir y todos estaban durmiendo, o casi todos, las luces de la habitación de Cole estaban encendidas.
Abrí mi laptop, conectando la USB en esta, había una carpeta, <<La verdad>>
En cuanto la presione, noté que era un vídeo, lo seleccione, y al principio solo se veía una habitación de fondo, mis ojos se abrieron en sorpresa al ver como dos figuras aparecieron en mi campo de visión, era Franchesca, estaba tratando de besar a alguien, a Cole, él solo besaba su cuello, más no su boca, pero eso no lo hacía ver mejor.
Me congelé cuando la ropa que llevaban fueron despojadas hasta llegar a estar completamente desnudos, era perturbador ver esto, pero debía meterme en la cabeza que nada de lo que estuviera pasando entre Cole y conmigo era verdad, él solo intentaba ser amable para obtener algo de mí, y aunque me dejé llevar por eso, tenía claro que nada que tuviera que ver con él era real, más no podía evitar el dolor que me causaba ver esto.
Me dolió verlo hacerle cosas que incluso llegó a hacerme a mí, pero me sirvió para darme cuenta cual era mi objetivo, cuando estuve a punto de cerrar la laptop escuché su voz a través de ella — ¿Por qué sigues con ella?
— Solo estoy jugando con ella.
— Se parece mucho a Abi...
— No repitas su nombre, y ni siquiera te atrevas a compararlas porque claramente hay diferencias, Kai es... Solo una niña que se deja llevar por sus emociones.
Franchesca se rió abiertamente — Lo dice el que solo la está utilizando para follarsela.
— ¿Qué quieres que haga? ¿Que me sienta mal por ella?, no puedo sentir esas cosas por alguien que solo me produce lastima, no has visto cuando está en sus episodios maníacos.
— Oh, ya lo sabes.
— ¿Saber qué? Solo te he investigado un poco las actitudes de Kai.
— Ah vale, fue bueno verte Cole, nos vemos en el instituto.— Lo sacó de inmediato de dónde fuera que estuvieran y se acercó apagando la cámara.
El vídeo no tenía fecha de cuando se grabó, la decepción y el dolor que estaba sintiendo eran ya parte de mi vida diaria, todo este tiempo él sintió lastima por mí, desde un inicio, todo lo que me había dicho cuando tenía mis decaídas eran porque me tenía lastima, me dolía porque yo nunca le demostré debilidad, mucho menos que me dejara llevar por mis emociones, me dolía que me tuviera lástima, mis ojos picaron, tenía ganas de llorar, así que no retuve las lágrimas, y dejé que salieran.
Me recosté en mi balcón, veía la nieve caer, el vidrio me separaba de esto mismo, llore en silencio, quedándome dormida.
(...)
Mi cabeza chocó contra el vidrio levantándome, todavía estaba oscuro, me levanté del piso yendo en dirección a mi cama, cogí un momento mi móvil para ver la hora, pero antes de llegar a verla, vi que había un mensaje de un número desconocido, abrí la notificación, y quedé perpleja.
<<Feliz cumpleaños K, tu regalo te espera en el muelle.>>
Junto al mensaje había una foto, del mismo relicario que tenía yo, tape mi boca evitando que algún sonido saliera, este se veía sucio y con algunas manchas, sin pensarlo dos veces salí.
Mi piernas se estaban congelando pero eso era lo de menos ahora, llegué al muelle, me refugié de estar en el techo que estaba en medio del lago, no había nadie, más me percate de un sobre de color carmesí, lo recogí, lo abrí, temblando saque su contenido, tape mi boca aguantando el llanto.
Esto me destruyó por completo.
(...)
Cole
Tocaron mi puerta en repetidas ocasiones, ni siquiera tuve que levantarme porque entraron, importar el hecho de que yo no quisiera visitas, no me moleste en ver quién entro, así que vendiendo me tres hectáreas de mierda trate de volver a dormir.
— Seré breve, Kai desapareció — me levanté al escuchar las palabras de Gia. — Y tiene que ver contigo.
— No lo creo Gia, ella y yo no nos vemos desde hace días, déjame recordar — hice una pausa pensativo— ah sí, cuando se besó con su dichoso noviecito.
— Es tu maldita culpa, Cole— estaba sería, preocupada, estaba hablando en serio, buscó algo en su celular y lo puso enfrente de mi, lo cogí y se inició un vídeo, mierda, era yo teniendo relaciones sexuales con Franchesca, y al final burlándo me de Kai. — Esto estaba en la laptop de ella, ¿Que carajos hiciste, Cole?
La decepción era palpable en Gia, eso había pasado hace muchísimo tiempo, ni siquiera había tenido algo con Kai — Te lo puedo explicar.
— El vídeo se explica solo, te burlas de ella sin siquiera saber lo que le pasó para ella tener esos ataques, tú no sabes absolutamente nada.
— ¡Si a Kai le sucede algo te mataré!— Entró el noviecito de Kai tomándome del cuello.
— ¿Qué mierda hiciste? — Conrad se acercó furioso.
Mi habitación estaba llena de personas, más no me esperaba que el señor Millán entrara en ella también, sus ojos estaban rojos, — Niem suéltalo. — le ordenó.
— No tío, este me debe muchas y me las voy a cobrar todas si algo le llega pasar a mi prima. — mis ojos se abrieron de sorpresa al escuchar sus palabras, estaba diciendo que Kai era su prima, pero si los había visto besarse.
El señor Milán puso su mano sobre el hombro de Niem, este me soltó con frustración, — Llevamos algunas horas buscando a Kai, mi hija hoy está en mucho peligro, Cole.
— No he hablado con ella desde la cena — le dije con sinceridad, ya estaba preocupado, porque sabía que la había lastimado, pero Kai no se dejaría llevar solo por eso, había algo más detrás de todo eso porque ella nunca sale sin avisar dónde estará.
— Cole, no éstas entendiendo la gravedad del asunto. — susurra Gia caminando de un lado a otro.
— Kai sufre de una enfermedad que es mortal para su salud, tenemos que encontrarla.
Mi cabeza estaba dando vueltas de tanta información de un solo momento, me sentí culpable porque muchas veces era yo quien la orilla va a ser distante, estaba comprendiendo muchas cosas de las que antes no me había dado cuenta, las veces que ella intentaba alejarse de mí, absolutamente todo era por su bien.
Me fuí a cambiar rápidamente para ir a buscarla, todos se dividieron en grupos, Conrad, Gia, y Niem estaban conmigo, ya habíamos estado en lugares alrededor del pueblo, pero no la habíamos encontrado ni nosotros ni los demás, estaba frustrado, asustado, tenía miedo de que algo le pasará por mi culpa.
Volvimos a mi casa al ver que estaba empezando a caer nieve, estábamos congelados, Franchesca me las iba a pagar.
Me acerque a mi ventana, limpié un poco el vidrio empañado, ¡Joder!, de inmediato salí corriendo. El único lugar que no habíamos revisado.
— Chicos, el muelle — todos se levantaron y caminaron rápido a la puerta.
(...)
— ¡Kai! ¡Kai! ¡Kai! — la seguíamos llamando, se nos hacía difícil buscar aquí porque la entrada estaba imposible de pasar, y tuvimos que tomar otro camino, y para llegar al muelle debíamos pasar por un pequeño bosque primero.
— ¡Kai!
— ¡Kai!
Estábamos llegando al final del bosque y comenzamos a caminar en dirección al muelle, nos detuvimos a ver si logramos verla — ¡Oh por dios, allá está! — señalo Gia asustada.
Kai estaba escarbando algo en el lago, de inmediato corrimos llegando al final del bosque — ¡Kai!
—¡Kai!
— ¡Kai detente!
—¡Kai! — repetimos una y otra vez, todos.
— ¡¿Qué estás haciendo?! — le gritó Niem.
— Alto, alto, alto— lo detuve antes de que pudiera seguir avanzando sobre el lago, se escuchó un crujido — el hielo.
— Es cierto, tiene mucho peso, se romperia— dijo Conrad tratando de buscar una solución.
—¡Kai!
—¡Kai por favor! — le pidió Gia con lágrimas en el rostro, Kai se levantó y se dió le vuelta, ella pedía a gritos que la dejáramos en paz, su mirada lo decía, ella ya no quería vivir, la estábamos perdiendo.
— ¡Kai, ven a la orilla, juntos resolveremos esto! — le aseguro Conrad.
Ella solo nos estaba viendo, estaba dudando, pero repentinamente ella había desaparecido, se hundió en el lago, el hielo se rompió
—¡No!
— ¡Kai! — salí corriendo a través de la nieve, no te vayas todavía, princesa, todavía no.
Llegué al lugar donde había caído, pero no había nada, — Es la corriente — explica Niem asustado. — ¡Busquen la! ¡Busquen la!
Mis manos apartaban la nieve, pero no la encontraba, hasta que ví una sombra a través del hielo — ¡La encontré, está aquí, está aquí! — no había manera de romper el hielo, choque mis nudillos contra el hielo, no la iba a perder, debía arreglar las cosas de alguna manera, ella no merecía nada de lo que estaba pasando, esto era mi culpa y no la iba a perder a ella también.
— Tú no, Kai, tú no— la sangre comenzó a salir manchando el hielo, ya estaba logrando romper el hielo, solo faltaba un poco más, solo un poco más.
Metí mis manos en el frío lago, hundiendo parte de mi cuerpo para lograr agarrarla, la tomé sacándola con cuidado.
No respiraba, me acerque a su pecho, su corazón aún latía, hice primeros auxilios, presión en el pecho, 1,2,3. Respiración boca a boca, presión en el pecho, 1,2,3. Respiración boca a boca. Hasta que escupió el agua que había tragado despertando, su respiración de volvió acelerada, tosió y tosió.
— Eso, eso — le sobe la espalda tratando de ayudarla, esto jamás me lo perdonaría.
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Tenía mucho tiempo sin dejar alguna nota o algo, la verdad si me dolió escribir esta escena y traté de informarme lo más que pude para narrar la de la mejor manera posible, creo que ya se pudieron haber dado cuenta que ahora habrá una segunda parte de TD, realmente fue una decisión que vi necesaria cuando estaba escribiendo los siguientes capítulos, ya está terminando TD, y si es posible lo terminaré este año, en cuanto la termine publicaré la segunda parte que ya está siendo escrita. No olvides dejar tu voto ;)
19/10/22
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