Capítulo (20)

08 DE ABRIL 2019
06:23 AM

Kai

Había pasado una semana desde la pelea de Niem y Cole, pero él me había estado evitando como si fuera la plaga, odiaba eso, porque sabía que era mi culpa, pero no le quitaba el mérito de que él fuera una completo patán, porque eso significa Cole. El no podía comportarse como un novio celoso cuando se le diera la gana, y meterse con otras mujeres teniendo novia, el y yo no teníamos nada y eso lo tenía más que claro.

Ya desistí de la idea de seguir con lo que sea que estuviéramos teniendo, Niem es mi primo pero no deja de hacer preguntas acerca de Cole, y si Cole no quiere dirigirme la palabra no voy a estar cada vez que él quiera alejarse, mi estabilidad psicológica depende de mí y de nadie mas, tengo motivos, unos que me hacen poner una pared entre él y yo.

Admito que de alguna manera extraño las conversaciones que a veces teníamos, pero todo en algún momento se acaba, y sabía que eso no tenía ni pies ni cabeza, así que mejor dejar todo claro ahora mismo, él se alejo de mí, perfecto, no le insistiré más. Me monto en el carro de mi papá, hoy reanudan las clases y como mis amigos están en el mismo instituto decidimos ir juntos, Niem no se ha salido de su dichoso papel de novio, y no deja de pedirme que me aleje de Cole, por otro lado he visto más activo a Conrad, últimamente paso mucho tiempo con él, comenzó a ir a terapia y a un grupo de apoyo, hasta ahora le ha ido bien, o eso es lo que me cuenta cada vez que hablo con él.

Ya casi paso un mes desde la muerte de Cam, sigue doliendo, Conrad me pidió que fuera con el a terapia pero aún no me siento lista para llegar allí. No he querido leer la carta de Cam, y mucho menos he abierto el sobre que encontramos, dado que lo deje aquella tarde en la camioneta de Cole.

Llegamos al instituto, bajamos y todas las miradas se posaron en nosotros, Gia iba a mi lado derecho y Chiara al lado izquierdo, Niem a su lado y Gian al lado de su hermana.

Debíamos ir junto a los Daves, puesto que los gemelos debían darle un recorrido y ayudar a Chiara a ponerse al corriente, me sentía incomoda con el uniforme que a partir de ahora nos harían usar, la falda la sentía muy corta y sentía que se me veía todo por atrás, Gia notó mi incomodidad — No se te ve nada Kai, trata de ser segura porque de ser lo contrario estás perras hambrientas te comerán viva, y más al saber que estás involucrada con los Daves.

En eso tenía razón, cada vez que salía a la cafetería del pueblo con alguno de los Daves todos murmuraban, me miraban mal, llegué a tal punto de que no me importaba, nos acercamos a los Daves estaban tres de ellos, faltaba Cole, cosa que me decepcionó un poco pero no le dí más importancia, saludé a Conrad y los gemelos, los gemelos se fueron con Chiara, Gian estaba con Conrad, Niem monto su brazo por encima de mis hombros, joder sus brazo pesa, a este paso quedaré como los Minions.

Gia lo miro con fastidio, porque sí, Niem no me dejaba ni un minuto sola, pero eso iba a cambiar, mi querido primo se acercó a mi oído — Hay chicas guapas, no importa si te pongo el cuerno, ¿Verdad?

— No me importa siempre y cuando me dejes en paz.

— Me parece perfecto, esto de ser el novio perfecto no va conmigo, además de serte fiel hasta la muerte tampoco puesto que tú no me has sido fiel desde que llegué,— Ambas nos reímos, pero yo sabía a qué se refería — no sé que le ves a ese chico si es un hijo de puta en todo el sentido de la palabra, y mira que lo digo yo.

Iba a responder, pero Niem  se me adelantó — Hablando del rey de Roma — mire hacia el frente y allí estaba él, pero no estaba solo, estaba con Talia tomados de la mano, una presión se asentó en mi pecho pero no me dejé llevar por mis emociones y le sonreí con cinismo. Me da cierto disgusto por el hecho de que Talia no se merece a esa cosa, ella merece algo mejor.

Daba gracias al medicamento que estaba tomando, puesto que así me mantenía en control total de mis pensamientos y de mis acciones, hoy estaba ansiosa pero era algo normal, aún me faltaban algunos días para recibir la siguientes dosis, agradecía el hecho de que ninguna de las voces me respondía de manera negativa ni siquiera respondían, no en todas las ocasiones.

Gia me observaba con detalle, sabía que me esperaba una conversación con ella, principalmente porque me estaba metiendo con su mejor amigo.

Alguien se acercó a Cole por detrás y lo aparto con brusquedad de Talia, eso me disgusto porque ella no merece que ser tratada así, era una chica, mire a Gia y la ví presionar sus molares, por alguna razón esa chica me parecía conocida, pero no la recordaba, no tenía un recuerdo cercano en donde estuviera ella.

Ella posa su mirada en mí, sorprendida, la arrogancia se desbordaba de los cinco kilos de maquillaje que tenía puesto, caminó hacia mí, cosa que me confundió, no la conocía o ¿Sí?. En cuanto estuvo lo suficientemente cerca de mí intento decir una palabra pero Gia la interrumpió metiéndose en medio.

— No te atrevas a dirigirle la palabra a Kai. — Advirtió Gia con una molestia clara en su voz.

— Mi querida amiga Gia, pensé que ya no había rencores, ya han pasado casi dos años desde la muerte de...

— Lárgate antes de que te dé tu merecido, deja de seguir ensuciando su nombre con tu maldita boca, déjalo descansar en paz.

Sabía que se estaba refiriendo a él, pero cuál era la razón para que Gia estuviera tan enojada.

La plástica con cinco kilos de maquillaje solo volteo los ojos como la del exorcista y me miró a mí — Solo vine a darte el pésame por Cambridge, éramos amigas, mi casa está al lado de la de ella.

Eso me sorprendió, pero algo en ella no terminaba de gustarme, me daba un mal presentimiento, y prefería tenerla desde lejos, así que solo la ignore pasándole por un lado.

Me acerque a Talia y le sonreí— Talia ella es Gia y ya conoces a Niem.

— Un gusto, creo que ya debemos entrar — estaba un poco triste, quise preguntar qué le estaba sucediendo pero simplemente me abrazo — hablaremos después — y con eso se fue, ella se adelantó.

— Entonces ella es la nueva novia de Cole, muy inocente que ternura, pobre se metió con el que no debía. — y yo más que nadie sabía que él no la merecía.

— ¿Me vas a decir quién es la chica que casi matas? — cambie de tema puesto que no me importaba lo que pasaba en la vida de Cole.

— Es Franchesca, una ex amiga, se metió en mi relación con Kori, en una noche que estuvimos peleando — la tristeza se embargo en ella, sabía la razón, ella lo amaba de la manera más pura que pudo, pero también se amaba a ella y por ello lo dejo, tiempo después la separación fue para siempre, le toque el hombro tratando de reconfortarla.

Seguimos a nuestra primera clase con normalidad, Franchesca era una joyita, en toda la clase estuvo junto a Cole, y no solo eso, en todo momento estuvo levantado su falda, Talia estaba inquieta, cosa que era extraña en ella, pero intuía que debía ser causa de Franchesca. Entonces recordé una de las conversaciones que habíamos tenido, ella era la que tanto bullying le hacía a Talia.

Esperaba con ansias la hora del almuerzo moría de hambre, bien me dijo mi madre que comiera un poco de lo que preparo pero como siempre no le hice caso, mis plegarias fueron escuchadas y sonó la campana de la hora del almuerzo.

Guardé mis cosas saliendo con rapidez, al salir llegar a la puerta del salón alguien bloqueaba mi camino, Cole estaba en medio de esta, la frustración se marcó rápidamente en mí, no estaba para hablar con él, moría de hambre.

— No acabes con la poca paciencia que tengo, así que quítate de mi camino. — hablé fuerte.

— Tú y yo debemos hablar.

— Pensé que todo había quedado claro, es así de simple Daves, ya se terminó tu jueguito.

— Esto se acaba cuando yo lo diga, no cuando tú decidas que terminó.

— Te equivocas si crees que puedes obligarme a seguir con tu juego.

Se acercó a mí despacio, esperando que lo apartara, pero yo no iba apartarlo quería saber que más tenía para decir.

Pasó sus dedos por mi cuello llegando al primer botón de la camisa y la corbata, agradecía por lo alto ese echo — ¿Qué sucede? Porque ni siquiera intentaste acercarte.

— Ahora te haces el indignado cuando tú me has ignorado y huido cómo si fuera una maldita plaga. — la indiferencia era clara en mi voz.

— Solo necesitaba mi espacio.

— Simplemente pudiste haberlo dicho y te hubiera dejado en paz. — reí satírica — pero te agradezco algo, me hiciste dar de cuenta del error que estaba cometiendo contigo. — De verdad que estaba muriendo de hambre, estaba perdiendo la paciencia— Ni siquiera sé porqué estamos teniendo esta discusión.

— Tienes razón, pero debemos dejar las cosas claras. — sabía que me iba a disgustar lo que diría pero no me iba a resistir aguantarme a decirle todas sus verdades a él — Lo que tenemos los dos es solo placer, nada más que eso. Así que deja de tratar con indiferencia a Franchesca y a Talia.

Pero de qué demonios estaba hablando, está ves sí me reí de verdad — ¿En serio piensas que eres lo suficientemente relevante para mí? No notaste lo incómoda que Talia estaba con la zorra abusadora de tu dichosa amiguita, creo que el que no se dió cuenta o que no recuerda que esa chica era la que tanto bullying le hacía a Talia unos años atrás cuando estuvo aquí es otro.

Parecía haber caído en cuenta de algo, pero no me iba a detener,— Eso pensé Daves, y tienes razón lo que tú y yo teníamos era solo placer y por ende no debería tener esta discusión contigo así que adiós, Cole.

— Esto aún no ha terminado, así que no irás a ningún lado. — Me cierra el paso, ya estaba harta de tener que seguir teniendo esta conversación.

— Me estás dando un dolor de cabeza insoportable, imbécil — reproché tratando de mantener la calma y no fundirle el cachete con mi mano.

— ¿Eso es todo lo que vas a decir? Bien, ahora es mi turno de decirte toda la mierda que cargas y que tal ves no te has dado cuenta. — no sabía que diría pero sabía que iba a sobrepasar las rayas que tenía por límites — Eres una niña porque si Kai eres una niña caprichosa, mimada, que no sabe ponerse límites, porque a pesar de tener novio se metió a diestra y siniestra con el primero que se le cruzó en medio, como si tuvieras catorce años, aterriza, crees que puedes tener todo lo que se te antoje, intentas jugar a las escondidas con quién sabe que para qué, para intentar encontrar al asesino de Cambridge, esto no es un juego Kai, y yo no quiero un ancla conmigo. Por eso me alejé de tí, porque no te quería cerca, porque ya tengo suficiente mierda en mi vida para tener que cargar con la de alguien más.

Tenía la mirada puesta en una de las ventanas, escuchando cada detalle de lo que decía Cole, ¿Me dolió? Claro que sí, porque pensé que él podía entender algunas cosas por las que pasaba, tal vez no le he contado todo lo que ha pasado en mi vida pero tampoco le da derecho a juzgarme sin saber todo, y ojalá fuera cierto de que soy una niña caprichosa y mimada, quisiera que de verdad fuera real. Por allí bien dice que uno debe ver las dos caras de la moneda para conocer su verdadero valor.

Mis manos estaban temblando, solo sabía una cosa.

Debía irme rápido, tenía que tomarme algo, estaba empezando a tener una crisis, y no me iba a permitir que Cole me mirara con lastima.

Lo enfrenté, no había rastro de la Kai vulnerable que ya había visto— Ya dejaste las cosas claras, me tengo que ir.

Al caminar hacia un lado, Gia estaba allí, en la puerta, mirando detalladamente todo, no sabía que tanto había oído pero era lo que menos me importaba, debía buscar a Niem, era la persona que tenía mi medicamento.

— No sé ni cómo telo aguantas — le dije cuando la pude ver en su totalidad — ah, verdad, también te lo follaste. Nos vemos en la casa.

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Wenaassss, si ya se está todo mal y muy mal, jajajaajajaj, pero bueno así es la vida un Vaivén, Kai mi niña, Cole hijo de tu conconchina madre, era momento de que hablarán, sí pero no de esa manera, tal vez Cole tiene cosas que explicar más adelante, todo es muy extraño de pasar a estar bien o todo completamente mal.
Esperemos que no nos decepcionen, nos vemos en el siguiente capítulo, no olvides dejar tu estrellita.

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