Capítulo (10)

"La vida es muy rápida; hace que la gente pase del cielo al infierno en cuestión de segundos". Paulo Coelho

24 DE MARZO 2019

10:34 PM

Kai

Mis ojos se sienten pesados, mi cuerpo no reacciona a ningún estímulo que trato de darle, ¿Cómo llegue hasta aquí?, mi mente comienza a máquinar y leves recuerdos pasan por mí, pero uno se plasma directamente.

Mis pulmones arden de lo mucho que he corrido, llego a un bosque que llevaba poco de conocer, estaba cerca de casa, tenía que huir antes de lastimar a alguien.

Eres una tonta pudiste jugar un rato.

Te hubieras arrepentido si lo hubieras hecho, Kai.

Eres igual de patética a ella.

Caigo de rodillas, el dolor de cabeza aumentaba, grito tratando de callar a mis voces, traté de calmarme yo, y sabía cuál era la única manera de hacerlo, pero me detuve.

Ya había perdido la caja del dirk, camine hasta por fin conseguir lo que calmaría a esas voces en mi cabeza y lograría calmarme. Frente a mi había una camada de conejos, dos grandes y tres chiquitines.

Sonreí maliciosamente, me acerque hasta lograr apuñalar a todos y tenerlos en mi poder, seguí apuñalando a todos y cada uno sin piedad, sin temor, sin ningún tipo de miedo a la sangre que salpicó mi ropa junto a mi cara, me sentí bien, me sentí feliz, esa éxtasis de adrenalina estaba palpable en , pero poco a poco minutos después, entro en mí el arrepentimiento, llore incesantemente, maté a seres vivos, sin sentirme mal, a inocentes que ni siquiera tenían culpa de mis problemas, y eso no me importó.

Mi manos estaban llenas de sangre y para eso no había remedio.

Mi cabeza empieza a palpitar de dolor, esto no está bien, el miedo comienza a invadir me, mi respiración es pesada, me dificulta entrar el aire a mis pulmones llegando al punto de no poder respirar, el hormigueo en mis manos se extiende a mi cara, la lágrimas nublan mi vista, no puedo respirar, voy a morir, voy a morir, el dolor se hace fuerte, comienzo a marearme, cierro y abro repetidas veces mi manos, repentinamente todo se vuelve negro.

Trato de abrir los ojos pero unas voces me lo impiden:

—¿Por qué mi hija estaba llena de sangre? —la voz de mi padre sale cortante.

—La encontré inconsciente en un bosque cerca de aquí, y muy cerca de ella estaban los animales que asesinó, no supe diferenciar que animales eran pero por el tamaño y las magulladuras de los brazos de Kai y la masacre que encontré pudieron haber sido zorros, o conejos. — responde Conrad.

—Tenía uno de sus dirk por lo que me has dicho, pero... ¿Qué fue lo que pasó para que ella reaccionará así?.

— No me tome el medicamento, y tener el dirk en mis manos me hicieron una tentadora propuesta, por esa razón sólo me fui, aún tenía mucha energía, y... —Sólo calle porque sabía que decirlo sólo hará que sea más real, me levanto con cuidado para recostar mi cabeza del espaldar de la cama.

—Por eso te ibas a ir encima de Talia, Kai. Talia no tiene culpa de nada y lo sabes —me reprende Conrad.

— Kai — ¡Oh no! Mi padre acaba de llamarme por mi nombre — ¿Por qué ibas a lastimar a tu amiga?.

Baje la mirada sabiendo que ya no había escapatoria, pero de alguna manera debía mentirle, no puedo dejar que esto que siento se vuelva aún más real porque se que no tendrá futuro aunque así lo desee de corazón.

—Las voces se hicieron muy presente en ese instante y sólo salí conrriendo porque sabía que eso era lo único que podía evitar arremeter en contra de Talia — las lágrimas empiezan a formarse en mis ojos pero no más dejo salir — Se que hice mal en asesinar aquellos conejos pero no lo pude evitar, no quise lastimar a nadie papá —mi voz se quebró, cada palabra de mí salió con el dolor más puro que he podido sentir.

No dije mentiras precisamente, pero tampoco dije la razón de que mis voces tomarán fuerza de mi vulnerabilidad. Siento unos brazos rodearme, yo sólo me limito a embriagarme con su aroma, se que es él, que desde que lo conocí ha sido mi ángel de la guarda.

Mi padre toma mi mano y le da un breve apretón dándome su apoyo, se que ni él ni Conrad me van a dejar sola en mis peores momentos mucho menos Cam, que a pesar del poco tiempo que llevo aquí se a sabido ganar el papel de ser mi mejor amiga, siento alguien entrar a mi habitación, antes de que pueda adivinar quien es, sólo escucho su voz:

—Nunca estarás sola, hermana —se acerca a mí, y sólo toma mis manos — Tienes a tu alrededor personas que te aman con todos tus defectos y virtudes, te convertiste en la hermana que siempre quise y hasta ahora me dieron la oportunidad de tener.— mire sus ojos y estaban hinchados, estuvo llorando y eso me dolió como los mil demonios. —No te dejaré sola, vas a estar bien. —me sonríe dándome ánimos.

Esas palabras parecen ser simples pero a decir verdad llegaron hasta los más profundo de mi alma, esta recaída sólo la había tenido una ves y ya había pasado casi un año desde entonces.

—Debemos salir en una hora, duraste mucho tiempo dormida por el medicamento que te dí — añade mi padre mientras se pone de pie para salir de la habitación.

—No te pregunté antes porque tu padre estaba aquí y no quería ponerte incómoda —asevera Conrad — pero ya tu padre no está, me vas a decir ¿Qué fue lo que sucedió en el gimnasio?, porque tengo la suposición de que tiene nombre.

—No se muy bien lo que sucedió, sólo sentí unas ganas inmensas de dañar a alguien, pero trate de controlarme todo lo que más pude —respondo sin ganas de seguir con esto.

— Okey —hace una pausa — Iré a arreglar lo que me llevaré — imita la acción de mi padre — tú padre me pidió que fuera, los espero abajo. — finaliza para terminar de salir de la habitación.

—Sabes que está preocupado por tu reacción de temprano — toma la palabra Cam.

—Lo se, y en parte entiendo su preocupación, pero odio que me pregunten algo que deseo no recordar —sentencio.

— Cuando te sientas lista me contarás todo, ¿De acuerdo? — Asiento.

—Bueno, hablemos de que tienes que estar vigilando a Conrad — su forma de decirlo hizo que soltara una risita y en parte la culpa se plasmó en mí. — No es que desconfíe de él, pero las canadienses son como super modelos.

— Prometo que lo vigilaré mientras este despierta — halzo la mano pegando la en mi pecho.

—Pero ya poniéndonos serias hermana, quiero que cuando llegues de nuevo aquí, llegues diferente, quiero que vuelvas a ser la Kai que conocí, la puta empoderada que no se dejaba derrumbar ni lastimar por sus sentimientos ni por las personas —ella sabía muchas cosas de las que pasaron entre Cole y yo, por lo mismo sabía a lo que se refería, porque Cole y yo no podemos estar juntos de ninguna manera empezando que cualquier idiotez que sienta por él no es mutua, y es mejor evitar el dolor que sólo pasaré yo.

—Prometo pensar todo y venir renovada — me abraza, si aún tengo con ella una plática que tendremos al regresar, y quiero ser yo quien se lo diga.

—Tengo algo que contarte — la veo ponerse nerviosa.

—Haber, Cam, dime lo que tengas que decir — la tomo de los brazos para tratar de tranquilizar la un poco.

— Es que ni siquiera se como vayas a reaccionar, y no quiero que te enojes o dejes de considerarme tan siquiera tu amiga — baja la mirada triste.

— ¡Ey!, sea lo que sea yo siempre te apoyaré, así como tú lo has echo conmigo, y nada cambiará que te considere de otra manera, ¿Okey? — ella sólo asiente.

—Es...estoy embarazada — Abro mi boca en sorpresa, se que eso no era lo que me esperaba, pero traer una vida a este mundo siempre será una bendición, y si Cam está embarazada significa que tendré una sobrina o sobrino que cuidaré, la miro directamente para luego abrazarla.

— Oh, Dios seré tía, Cam, jamás me alejaría de ti porque estés embarazada — tocó su vientre para luego mirarla a ella, sus ojos están vidriosos — Se que es un poco apresurado ya que apenas vas a cumplir diecinueve años pero yo no te dejaré sola, ¿Conrad lo sabe? — Se que es un poco hipócrita de mi parte decirle estas cosas a mi amiga después de que me he besado con su novio, pero yo nunca me interpondré en ellos. Ella niega en forma de respuesta.

—¿Por qué no se lo has contado, Cam?

—Tengo miedo a su reacción.

—Mira, sabes lo mucho que Conrad cambio por tí y estoy muy segura de que estará muy feliz al saber que va a ser papá y sino reacciona de esa manera voy a estar contigo en todo y estaré contigo para que a ese bebé que llevas en estos momentos no le haga falta ni una pizca de cariño. —la abrazo se que es lo que necesita en estos momentos — ¿Tus padres lo saben?

—Si y me apoyan en todo pero me dijeron que debo darle la noticia a Conrad sin importar su reacción. Pero es a eso a lo que le temo, ver su reacción.

—Por el altísimo Cambridge.

—Deja de llamar a Dios como en un libro que leíste —ríe recordando cuando le conté todo lo que pasaba en esa historia hasta terminó llamándome mundana.

—Bueno por la Virgen de los abdominales, no debes tener miedo a su reacción, ya que tus padres tienen razón Conrad tiene derecho a saberlo y cualquier reacción que tenga vas a tener el apoyo de nosotros.

— Primero esa Virgen tampoco existe, segundo es imposible que no tenga miedo, después de todo el cumplió su promesa, me enamoré de él con locura.

— Ay amiga eso pasa cuando te cruzas en el camino de los Daves, hasta he llegado a pensar que hacen brujería. — suspiramos las dos.

—Bueno se lo contaré apenas lleguen de Canadá, te espero abajo, y quítate esos harapos que tienes por pijama y ponte sexy para mami — hace una pausa —O no mejor yo saco la ropa que te pondrás porque si ese es tu gusto en pijamas no quiero saber cuando se trate de otra vestimenta.

La miro indignada y eso vasta para que me escoja un lindo conjunto que consta de; una blusa azul rey con mangas que llegan gasta mis codos cuello tipo v un poco corta adelante y más larga atrás, un short cintura alta negro con estampados blancos de mandala, con unos botines negro de plataforma, por último agrego mi relicario. Agarro la maleta que Cam me preparo antes de salir de la habitación, que parece para quedarme un mes y no sólo unos días.

Me acerco a mi balcón una última ves antes de marcharme, al fijar mi vista hacia el frente veo a Cole quitando su camisa dejándome ver su pecho muy bien trabajado.

Es imposible no admirar tan buen manjar que quisieras comerte.

En algo tenía razón, Cole es muy atractivo y por ello es difícil no mirarlo detalladamente, quiero mirarlo una última ves, se que esto sólo será por unos días pero quiero recordar algo bueno antes de caer en mis días oscuros por completo. ¡Maldición! Los ojos de Cole se posan en mí, me ha visto verlo como si estuviera por comerlo, es un poco triste estar en esta situación que antes podía manejar pero creo que es bueno irme por unos días.

Cole sale hasta llegar a su balcón —Te gusta lo que ves — en ves de ser una pregunta parece estar afirmando lo que está diciendo, olvidaba lo pedante que puede llegar a ser este idiota.

—Hasta ahora pude detallar bien tu tatuaje —ignoro su arrogancia cambiando de tema. —¿No te dolió? .

—Cuando deseas algo se convierte en algo más que dolor. — hace una pausa pensativo — Estas muy guapa.

Siento mis mejillas arder probablemente estén rojas —¿Sabes la diferencia entre una pizza y tu opinión? — Un destello apareció en sus ojos, no dice nada, me deja continuar — Que la pizza la he pedido.

Una risa ronca deja sus labios, hasta su risa dan ganas de seguirlas escuchando la como si fuera la mejor melodía que fueses a oír — Pensé que ya habíamos dejado los insultos hace mucho tiempo. Ya me estaba acostumbrando a la nueva Kai.

—Tú lo has dicho, Daves, estabas —señalo sin gracia.

—Muy listilla como siempre —hace una pausa — ¿Estas bien?

— A qué la pregunta — se que estoy siendo muy grosera pero es lo último que me interesa en estos momentos.

—Tus ojos — señala sus ojos tratando de hacer un ejemplo — Ya casi no se nota tu iris azul, ¿Alguna novedad en eso?

—Ninguna, simplemente mi humor no es el mejor —miento.

— Tienes que tener muy buen humor para pretender salir está noche — ja, si supieras que mi fiesta será en una clínica durante unos días.

— Exacto, ya vas aprendiendo un poco — sonríe orgulloso — Pensé que siempre quedarías bruto —me mira incrédulo y es mi turno de reírme.

— Estas más chistosa de lo normal ¿Alguien en el cambio? —su pregunta me sorprende en demasía.

—Tal ves — Bueno tampoco le voy a estar dando el gusto de que el este bien y yo pues casi a punto de caer en un acantilado sin fondo. Mi celular comienza a vibrar, veo una llamada de la persona que menos esperaba.

Hola —su voz me hizo erizar.

Hola Niem—me doy la vuelta dejando a Cole atrás de mí.

Supe que vendrás a Canadá, ¿Te quedarás en casa de tus abuelos? —sabía que él se enteraría pero no tan rápido.

—Si, iré a Canadá por unos días, no se si me vaya a quedar en la casa de los abuelos pero espero que nos podamos ver haya — y era la realidad tengo mucho que contarle y es momento de vernos, me giro mirando hacia el frente pensé que Cole se había ido pero no, sigue esperando con la mandíbula muy tensa; pobrecitos sus molares.

Estaría encantado de vernos, ¿Alguna preciosura viene contigo? — sonrío recordando algunos viejos recuerdos.

— Pervertido, y no, sólo iré con mi padre y un amigo — los ojos de Cole están apunto de salirse.

Que desperdició, me tendré que conformar contigo ríe sabiendo que lo golpearé apenas lo mire.

—Muy gracioso, ya verás — hago una pausa —Bueno te dejo, te hablo apenas podamos vernos.

No espero respuesta y cuelgo la llamada. — Pensé que te habías ido — acusó a Cole.

— Pensaste mal — su mirada destella enojo casi que empieza a transpirar por sus poros.

—Bueno me tengo que ir — muro la hora en el celular — ¿Puedes prometer algo?

—¿Quieres que te haga mía? — abro los ojos demás ante su comentario muy fuera de lugar — Eso no tendrías que pedirlo, aunque veo que piensas abrirle las piernas a otro imbécil.

Lo miro atónita —No soy ninguna puta que se anda metiendo con todo el que se le pone enfrente.

—Eso no es lo que demuestras — escupe indiferente.

—No eres quien para reclamar algo, no tengo porque darte alguna explicación porque lo que tienes de cerebro es demasiado pequeño para entenderlo — aborrezco que las personas juzguen sin saber la realidad de las cosas —Y yo nunca voy a darle mi primera ves alguien como tú — se que no debí decir lo último pero odio que me crean una puta.

Sus mirada desgarra arrepentimiento pero no lo dejaré retractarse de lo que dijo — Y está puta se va porque necesita irse a su burdel. — y con eso doy por terminada nuestra conversación. Agarró mi maleta y salgo de la habitación

Al bajar me encontré a mi madre abrazando a mi padre, este sólo me miró un poco fastidiado.

—Hija, ¿Por qué te pusiste algo tan corto? —Su pregunta me hizo reír.

—Ay papá ya no tengo diez años cuando me manipulabas a mí para no ponerme algo cómodo — rio por todo eso recordando las veces que lo hizo.

Acaricia mi mejilla —No se cuando creciste tanto.

—Estas hermosa cariño, Si tu padre dice lo contrario es porque está mintiendo. —mi madre me abraza mientras me susurro aquello.

—Lo se.

—Ahora todas en mi contra, eso no es justo — hace una pausa mientras se nos acerca para unirnos en un abrazo. —Sólo porque son las reinas de mi corazón se los pasaré.

Allí nos hundimos en un gran abrazo lleno de todo el amor que se puede demostrar a alguien sin decir alguna palabra.

Después de una par de advertencias de mi madre hacia mi padre salimos de la casa, Conrad estaba en las escaleras de la entrada de su casa junto a una maleta, Cam está a su lado hablando muy divertidos, la manera en la que Conrad mira a Cam derrocha un amor puro, y se que cuando se entere de que será padre no dudará en apoyar a Cam, y si su reacción no es como la espero yo estaré allí para apoyar a mi mejor amiga y darle todo lo que se merece al príncipe o princesa que lleva en su vientre.

Conrad se pone de pie junto a mi mejor amiga y se dirigen hacia mi — Es hora de irnos tortolos.

—Ya te dije manténlo vigilado — Conrad se ríe por lo que dijo Cam.

Hago un saludo de militar — Si capitana.

—Me gusta más cuando actúas como lesbiana en vez de militar sexy. — ronronea Cam.

—Que asco, odio que sean mejores amigas, tengo hasta miedo de que algún día hagan un trío sin mí — Conrad hace un puchero. — Bueno preciosa, apenas lleguemos te escribiré y te avisaré como va todo a cada instante — se despide Conrad dándole un tierno beso a Cam en los labios.

Después de que Conrad se despidió de su novia dejándonos un momento solas mientras montaba las maletas en el auto.

— Bueno quiero que cuides a mi sobrino mientras no estoy te traeré muchos dulces — le doy un abrazo — Cuando vuelva debes contarle toda la verdad a Conrad.

Me monté en el carro y Cam se quedó allí con mi madre mirando como nos alejamos, pero la verdad de las cosas son así, debo alejarme por un bien de todos y principalmente para mí.

-------------------

Actualización del viernes, espero que lo disfruten, no vemos el siguiente viernes,
༎ຶ‿༎ຶ
23/06/22

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top