19| Debilidad

     —¡¿Qué ocurre?! —preguntó Tsunade desconfiada observando como el ejército perfecto de Takeshi paraba de atacar y retomaba su formación.

     —¡Volvieron! —gritó Choji algo agotado y asustado mientras la otra parte del ejército de Takeshi que se había marchado antes, volvía y se ajustaba a la formación— Pero no atacan...

     —Solo se quedan ahí... —comenzó a analizar Sakura— ...Como si estuvieran esperando algo

     Por su parte, el equipo de Tsuade y Gaara se encontraba agotado, habían luchado durante lo que les parecerían horas y no lograban derribar aquel ejército perfecto aun con los planes de Shikaku Nara y Tsunade. Pensaron varias veces en abrir el sello de la Biju-Dama, pero no resultaría más que como un desperdicio, realmente una batalla como esa tenía definido al ganador incluso desde antes de que comenzara, pero no tenían pensado rendirse.

     Sin embargo, ahora que el ejército perfecto de Takeshi retrocedía, naturalmente se encontraban desconfiados y con la guardia alta, preparados para contraatacar.

     —¡Lady-Tsunade! —llamó su atención Ryu abriéndose paso entre el ejército Shinobi y llegando a ella— Tengo un plan y creo que funcionará —le dijo a la rubia esperanzado. Tsunade decidió analizar su estado mental antes de hacer lo que le dijera. Debía hacerlo, aquel hombre había perdido a su aldea, a Nozomi y a su esposa en manos de la misma persona contra la que luchaban.

     —Ryu. Accedí traerlo con nosotros sólo para que verificara el estado de su hija. Ella no está aquí. No tiene por qué seguir luchando, ¿de acuerdo? Vuelva a Konoha, por favor —le pidió con tristeza intentando alejarlo del peligro. Sabía que había sido un error traer un civil a la batalla. Sin embargo, Ryu la tomó de la mano y se acercó a ella considerablemente.

     —¡No! —gritó Ryu desesperado. Cerró los ojos e intentó calmar su respiración— Escúcheme. Funcionará... —comenzó a temblar de nuevo soltando a Tsunade— ...Antes no creí que fuera a funcionar ya que Takeshi estaba demasiado lejos para acercarse. Pero el que su ejército retroceda ahora solo significa una cosa. Él volverá. Lo único que necesitan ahora es un hombre dispuesto a dar su vida por abrirles una oportunidad para acabar con él de una vez por todas. Yo con gusto lo haré... —Tsuade le interrumpió.

     —Usted ha sufrido suficiente. Vuelva a Konoha, no tiene porqué sacrificarse. Con un enemigo como Takeshi no creo que algo así funcione y... —esta vez fue Ryu quien interrumpió.

     —¡Funcionará! —gritó temblando.

     —Ryu...

     —No hay lugar al que pueda regresar, Lady Tsunade —esas fueron las palabras de aquel hombre que partieron a Tsunade y le hicieron considerar que quizá tenía razón; Su familia ya no estaba y su aldea se encontraba vacía; incluso Konoha, la aldea que se supone cuidaría de él, estaba destruida.

     —Escucharé entonces —dijo finalmente Tsunade accediendo.

     —¡Bien! Bien —admiró Ryu comenzando a sudar— ...Estuve investigando después de que el Día Oscuro de Yugakure se... Llevara a mi esposa y, descubrí algo interesante sobre Takeshi... —decía mientras sacaba algo escondido dentro de su ropa— ...Sabía que tenía una debilidad. Y sabía cómo conseguirla, pero jamás pude ponerlo en práctica porque las puertas nunca se habían abierto. Takeshi es muy cuidadoso... —hablaba muy rápido y sus manos se movían torpemente entre su ropa— ...Pero Takeshi mismo fue quién abrió las puertas. Quería... Quería encerrar a Naruto en el Mundo Demonio, pero... Nozomi... Ella tenía... Otros planes. Lo quería demasiado como para dejarlo hacer algo así, tanto a Naruto como a Takeshi... En aquél momento, no fue tan cuidadoso como antes. ¡Tuve la oportunidad! Lo conseguí, ¡Finalmente! Takeshi tenía una debilidad.

     —¿De qué habla, Ryu? ¿Una debilidad? —preguntó Tsunade a lo que Ryu comenzó a reír levemente.

     —No es tan invencible como creen —sonreía mientras una lágrima recorría por su rostro recordando a aquel chico de cabello rojo y ojos tristes que llegó a su restaurante buscando abrigo. Jamás pensó que aquel niño cambiaría tanto su vida entera. Lo sabía, tuvo la oportunidad de guiarlo por el buen camino. La tuvo. Pero ahora sólo le queda detenerlo— ...Sólo permítanme acercarme a él... Me encargaré de enmendar mis errores.

     Rápidamente la plasma de Takeshi volvió, abriéndose paso entre su ejército perfecto y deteniéndose en frente de este. Cerca de Ryu y Tsunade.

     —¡Bien! —escucharon gritar a Takeshi quien surgía finalmente de aquella plasma— Enséñenle a no meterse donde no le importa. —dijo aventando el cuerpo de Ino hacia ellos. Inoichi Yamanaka se acercó corriendo, tomando a su hija entre sus brazos. Ino comenzaba a tomar color en su piel y su respiración se aceleraba. Se enderezó rápidamente, aterrada comenzó a toser y a mirar hacia todos lados buscando algo a lo que aferrarse. Su padre la sostenía y la llevó directo hacia Tsunade, preocupado— Estará bien. Déjate de lloriqueos —dijo Takeshi con molestia. Hasta que alguien dentro del ejército de Tsunade le llamó la atención— Finalmente muestras la cara, Ryu. Escondido durante todo este chiste de batalla. ¿Qué es lo que te trae por aquí? —preguntó cínicamente, analizándolo.

     Ryu comenzó a dar pasos lentos pero firmes y constantes hacia Takeshi. Tsunade observaba con cautela al igual que el resto de Shinobis.

     —Mi hija... —balbuceó sin detenerse— ...Nozomi... ¿Está bien? —preguntó esperanzado. Takeshi solo sonrió.

     "Hay muchas cosas de las que es imposible sobrevivir. Si ves una tormenta, huyes..."

     Se escuchaba una nueva voz que llamó la atención de Takeshi, ignorando por completo a Ryu, lo cual le dio una oportunidad.

     —Lo lamento, Takeshi —fue lo único que dijo antes de sacar un pedazo de El Puente que Comunica Ambos Mundos y atravesar a Takeshi con él. Justo donde se encontraban anteriormente las cadenas. Haciéndole sangrar— El material del que está hecho aquel puente de la leyenda es tu debilidad, ¿No? Si eres herido por un trozo de aquel puente en el mundo humano. No puedes regenerarte y pierdes tu poder hasta que vuelvas al Mundo de los Demonios. Así que ahora debes abrir las puertas y me darás la oportunidad de recuperar a mi hija. Porque sólo regresando a aquel mundo tus habilidades volverán...

     Finalmente.

     Takeshi cayó de rodillas. Sangrando.

     Su plasma, desapareció.

     Su ejército perfecto, despertó.

     Su cabello se volvió rojo.

     Apareció una pupila en aquellos ojos oscuros.

     La cadena volvió. Alimentándose de él una vez más.

     Takeshi era humano ahora.

     Y aquella voz volvió.

     "...Pero cuando haces tratos con demonios, mágicamente puedes enfrentar a la tormenta. Y ganar."

     Fue entonces que Madara apareció. Parado sobre aquellas enormes piedras sobre las que estaba antes Takeshi, y detrás de él, unas enormes puertas aparecieron, abriéndose y dejando ver una oscuridad abrumadora del otro lado, una oscuridad llena de siluetas ansiosas por cruzar la puerta.

     —¡Carajo! —maldijo Naruto. Consciente de que había llegado tarde. El peor de los escenarios había llegado.

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     ¡Hola!

     Ho, Los giros argumentales... Los amo.

     ¡¿Quién adivinó lo que tenía el pergamino de Kabuto?!

     ¡Quería pedirles su opinión sobre algo!
     Me han dicho varias veces que Takeshi es muy difícil de comprender y planeaba hacer una historia corta sobre Takeshi cuando esta termine (que no falta mucho)
     ¿Me pregunto si publicarlo aquí mismo como hice con la segunda temporada o publicarlo aparte?
     ¡¿Qué opinan?! c:

     ¡Gracias por leer! :D

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