—Sin embargo ahora estás aquí. En mi ejército por tu propia voluntad.

      —Y...yo —comenzó Naruto, pero decidió guardar silencio, haciendo reír a Takeshi.

      —Entonces ¿De eso se trata, ha? —afirmó con una sonrisa de lado, dirigiendo su mano hacia la cabeza del Shinobi frente a él, destruyendo el Jutsu Henge y transformándolo en un Naruto firme pero confundido—Hagamos esto más rápido.

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      —Es Naruto —dijo emocionada meneando los pies que colgaban de la silla— El anciano era Naruto todo este tiempo. Lo sabía, siempre reconoceré su voz —dijo finalmente la niña sorprendiendo a a su madre.

      —¿¡Qué?! —preguntó sorprendida ella— Hija, esto es algo serio, no juegues —pidió la señora a la par que Tsunade colocaba una mano en su hombro.

      —No está mintiendo —afirmó cerrando los ojos con una leve sonrisa.

      —Pero... —se interrumpió— Usted lo sabía ¿No es así? —concluyó la señora mirando a la Hokage con admiración— Siempre lo supo...

      —Bueno, es mi trabajo saber qué sucede en la aldea. No es normal que un anciano apareciera de la nada e intentara arreglar la aldea a costa de su propia salud. A demás, no era sólo el anciano, eran cientos de clones de Naruto con el Jutsu Henge —soltó una pequeña risa burlona- ese idiota no sabe ser discreto. Obviamente notaría que la aldea se invadiera de personas desconocidas y se levantara tan rápidamente.

      —Pero entonces, ¿porque no...? —Tsunade la interrumpió completando su frase.

      —¿...Porqué no hablé con él? Bueno —suspiro— Sólo me puse en su lugar. Después de separarse de Takeshi al llevarse a Nozomi en su lugar, lo más seguro es que algunos recuerdos de la realidad llegaran a él, obviamente estaría confundido y sumamente arrepentido y dolido después de saber lo que hizo. Así que intentó arreglarlo, pero aún no estaba listo para mostrarse en la aldea, no quería obligarlo a nada. El debe aclarar sus dudas y tomar las decisiones que considere correctas a su tiempo.

        —Pero... —continuó la señora— Si el Naruto que vimos saliendo de la aldea con el otro grupo de Shinobis era el Naruto verdadero ¿Eso no lo vuelve vulnerable? Me refiero a que si éste tal Takeshi lo descubre y sabe lo confundido que está, podría usarlo a su favor ¿No? Como aquella vez. Entonces ¿porque arriesgarlo si sus verdaderos recuerdos están volviendo? —preguntó preocupada la señora observando a su pequeña hija quien jugueteaba en la silla de la Hokage.

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     —Hagamos esto más rápido —dijo el peliblanco antes de meterse en la cabeza de Naruto, viajando entre los pensamientos de éste, encontrando todas sus dudas y sus recuerdos reales mezclados entre los falsos, en desorden y sin sincronía, en una red retorcida entre realidad y ficción.

      Takeshi retiró su mano de la cabeza del rubio, su mirada ya no era negra con el aro azul que le había creado él, su pupila se encontraba completa y brillaba en un azul confundido, el resto seguía oscuro.

      —... —Takeshi no dijo nada, por un momento Naruto pudo haber jurado observar tristeza y arrepentimiento en Takeshi, confundiéndole aún más— Solo es un favor... —susurró el peliblanco casi inaudible— Te estoy haciendo un favor... Yo —guardó silencio nuevamente, bajando la mirada por un momento para después levantarla hacia el confundido Naruto— Dejaré tu mente como está, esta vez no te haré nada, tu decidieras si mantenerte fiel a mí o ir en mi contra —lo tomó de la cara con ambas manos y la junto su frente con la suya, intimidante— Muestrame lo que quiero, muchacho. Dejo todo sobre ti...

       Fue lo último que dijo antes de que una tercera persona interrumpiera la escena.

       —¡Takeshi! -gritó esta persona quien cubría su identidad con la gorra de su capucha— Tanto tiempo sin verte... —levantó ligeramente la cabeza, dejando al descubierto su rostro verde con escamas.

      —Kabuto... —respondió sin expresión Takeshi.

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      —No lo sé. Sólo confío en ese niño idiota -dijo con una sonrisa de lado recordando a Dan, a su hermano y después a Naruto hasta que irrumpieron en la oficina Hokage.

      —Lady Tsunade... —dijo Shizune, pero la rubia la interrumpió.

      —En seguida voy —afirmó.

      —No, no son los de la arena.

      —¿De que hablas? —en ese momento aldeanos de Konoha armados entraron en la oficina, liderados por Ryu.

      —Lady Tsunade, con todo respeto le pedimos que nos permita acompañarla -pidió con seguridad.

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      —¿Qué están haciendo? —preguntó Ten Ten al observar al ejercito de Takeshi bien formados, cerrando el puño con fuerza al observar a Neji y Lee entre ellos.

      —Tranquila —le dijo Guy— Los recuperaremos, sólo hay que apegarnos al plan y observarlos por ahora.

      —Pero no están haciendo nada —dijo Ino observando al grupo Ino-Shika-Cho imitando las acciones de Shikamaru.

      —Solo encuentren a Takeshi —dijo Shino— Es cuestión de tiempo para que se dé cuenta de los infiltrados y de nosotros -dijo preocupado al encontrar entre el ejercito a su padre y algunos más del clan Aburame.

      —Hace un momento estaba hablando con uno de los Shinobis del frente pero ya no lo veo, parece que se fue con alguien más —dijo Sakura escondiéndose entre las ramas de un árbol al observar a Kakashi junto a Kotetsu e Izumo con la mirada seria caminar firme hacia el ejercito y unirse a la formación.

      —Mi rival a aparecido de nuevo —dijo Guy con una sonrisa burlona y a la vez aliviado de volver a verlo.

      —Esta algo herido —dijo Sakura observándolo— Especialmente en las muñecas y tobillos, como si se hubiera liberado de un amarre con apuro, sin ningún cuidado —dijo observando dichas partes de Kakashi que sangraban manchando su ropa rasgada, haciéndole sentir mal por observar a su Sensei en ese estado, deseando acercarse a ayudarlo.

     —Estará bien, Sakura —dijo Ino intentando calmarla con una sonrisa.

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      —Lo quieres para el ejercito entonces? No falta mucho para que empiece a utilizar el Edo Tensei con los demás, aunque aún no esté lista la mayoría, el que me pediste especialmente si lo está —le preguntó Kabuto.

       —Por ahora déjame verlo. No lo despiertes —ordenó Takeshi. El peligris con una sonrisa burlona hizo la oposición de manos requerida y sacó de la tierra un ataúd de madera.

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      —¿¡Qué es eso?! —preguntó Choji asustado apuntando hacia un rectángulo de madera que se veía a lo lejos, en el frente del ejercito— ¡Se mueve y creo que ahí está Tekeshi!

      —¡Es "Takeshi"! ¡Idiota! —lo corrigió Ino con fastidio.

     —Demonios —maldijo Sakura por lo bajo, llamando la atención de la rubia frustrada quien observó como el rectángulo de madera parecía destaparse y dejar descubierto un cuerpo que no conocían Tsunade les había advertido del jutsu de Kabuto, que podía revivir a los muertos, pero no creía que fuera real del todo. Sin embargo, ahora no estaba tan segura.

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      —Es él —dijo Takeshi observando dentro del ataúd con manos temblorosas una vez que el polvo que levantó la tapa se disipó— Realmente esta aquí...