08| Naruto

     Naruto corría sólo entre los árboles, seguía confundido por el hecho de haber despertado en su habitación en Konoha, siendo que no recordaba haber regresado. Sin embargo, Tsunade le había dado una nueva misión así que no se quejaría por eso. Por otra parte, de lo que sí se quejaría, sería por el hecho de haberle dado una misión que no tenía absolutamente nada que ver con el incidente con Nozomi.

     Así que había decidido simplemente no obedecer, sabía que se metería en problemas por eso, pero no soportaría el hecho de que algo le sucediera a Nozomi, algo más de lo que ya le sucede, no se lo perdonaría.

     Justo ahora se dirigía a la última aldea menor con la que había perdido contacto Konoha. Se había enterado pues estaba oculto en el techo de su oficina hasta que Shizune lo mencionó.

     Sin embargo, a 30 minutos de llegar a dicha aldea un grupo de personas que no había notado salieron de los árboles y se interpusieron en su camino. Dichas personas portaban máscaras y una espada en la espalda.

     —ANBU —susurró. Una de las personas dió un paso al frente.

     —La Hokage Tsunade nos pidió que interviniéramos si desobedecías las órdenes de la misión, así que no avances más Uzumaki Naruto —le informó uno de ellos.

     —¡Ustedes no entienden! —gritó subiendo a la copa de los árboles para evitarlos y seguir con su camino.

    —Naruto Uzumaki —le llamó uno de ellos con voz grave— tenemos permiso de utilizar la fuerza si es necesario, no nos orille a hacerlo —pidió dando un paso al frente, Naruto se detuvo y se volvió a verlo.

     —Ustedes no me detendrán —sentenció con molestia mientras comenzaba a correr de nuevo entre la copa de los árboles con los de ANBU tras él.

     Sin embargo escuchó que uno de ellos había sido atacado, no le agradaba ver personas siendo lastimadas y no hacer nada, así que se detuvo. Uno por uno los ANBU desaparecían, los demás estaban alertas mientras buscaban al culpable, sin embargo no encontraron nada hasta que finalmente sólo había quedado Naruto.

     "Continúa avanzando, Jinchuuriki..."

     Tenía un mal presentimiento, uno terrible a decir verdad. Pero nada evitaría que salvara a Nozomi.

     Así que decidió continuar con su camino una vez que revisó la escena de los ANBU y no encontró nada.

     Al llegar a la aldea, esta estaba intacta, los aldeanos caminaban tranquilamente y hacían sus compras.

     —¡Aquí no hay nada! —escuchó la voz familiar de alguien así que se ocultó en un establecimiento.

     —¡Acá tampoco! —gritó alguien más, se asomó y reconoció a los portadores de dichas voces, eran Lee y Guy-Sensei.

     —¡Nada por acá! —Dijo Neji a través de un micrófono que tenía amarrado al cuello.

     —Creó que encontré algo —escuchó decir a alguien detrás de él. Era Yamato.

     —¿Qué haces aquí, Naruto?—preguntó este con los brazos cruzado— se suponía que deberías estar en otra misión —lo descubrió frente a los demás que habían llegado.

    —Lady Tsunade tenía razón —dijo Tenten con los brazos cruzados también.

     —Bu...bueno, iba de paso... Yo... —le interrumpieron.

     —Lady Tsunade nos advirtió que harías esto, así que tenemos permitido utilizar la fuerza para que cumplas con tu misión —dijo Lee chocando su puño con su mano juguetonamente.

     —Si habrá violencia —interrumpió el dueño del establecimiento— que sea fuera, por favor —pidió.

     Asintieron y salieron del lugar.

     —Todo se ve muy tranquilo, ¿No creen? Digo, para haber perdido contacto con la abuela Tsunade, deveras —dijo Naruto.

     —No cambies de tema, Naruto —amenazó Guy.

     —¡Capitan Yamato! —gritó Lee corriendo a él, quien se había tirado de rodillas quejándose de su hombro.

     —Creí que había ido al hospital en Konoha —dijo Naruto mientras Yamato se bajaba la camisa para ver su hombro, el cual no parecía tener herida alguna. Sin embargo; Lineas negras se removían en la piel, finalmente creando una especie de sello en el hombro, y parecido al sello de maldición de Orochimaru, se extendió por todo el cuerpo de Yamato, segundos después Yamato se quedó callado.

     Levantó la mirada, sus ojo eran de un color negro, no parecía ser él.

     —¡Alejense! —gritó Neji mientras todos se alejaban de Yamato, segundos después del mismo brazo del hombro del sello salieron troncos de madera con las marcas negras de aquel sello, corriendo por toda la aldea mientras el equipo Guy, Naruto y Yamato trataban de esquivarlo subiendo a los techos y a las copas de los árboles.

     Podían ver claramente como los troncos que salían del brazo de Yamato recorrían toda la aldea, entrando en los establecimientos y en las casas.

     Todo se había quedado en silencio una vez que dichos troncos se separaron del brazo de Yamato y este cayó inconsciente.

     Ya no habían aldeanos, todo estaba vacío.

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