04| Batalla Nocturna [ I ]
—Debemos estar preparados por si hay otro ataque como ese en la aldea —dijo Kakashi una vez que habían vuelto a la casa de Nozomi y los aldeanos se encontraban estables.
—Bien, para saber como atacar al enemigo, primero debes conocerlo, cual es el punto al que quiere llegar, de ahí sus movimientos serán más predecibles —opinó Shikamaru cubriéndose la boca con las manos mientras pensaba— Creo que su habilidad es de alguna manera controlar a las personas... Kakashi, Sai, ¿no vieron nada inusual mientras estaban en trance?
—Yo vi a mi hermano mayor... —respondió Sai con la cabeza gacha.
—Yo a Rin y Obito —respondió Kakashi de igual manera.
—Supongo que juega con el corazón de las personas. El lo dijo, controla sus pensamientos y sentimientos para jugar con la obscuridad de sus corazones y controlarlos... Atrapó a Kakashi y a Sai de alguna manera... —dijo Yamato. El sol ya se había ocultado, habían perdido todo el día ayudando a arreglar las tuberías de las fuentes termales y sanando a los más heridos. Naruto y Sakura se encontraban descansando, pues habían colaborado más en la tarea.
—También dijo que buscaría a Naruto, sabe que es un Jinchuuriki. Y si consigue controlarlo... —dijo Sai susurrando eso último, creando un aire tenso, todos sabían a qué se refería.
—Sin embargo, no parece tener efecto en él, no al menos como en los demás. Todos lo vimos, las olas lo rodeaban, las personas volvían en sí gracias a él, e incluso con el contacto directo de Takeshi no consiguió controlarlo —comentó Kakashi.
—Naruto es fuerte, un alma de luz, como les había dicho antes, capaz de sanar a los demás —comentó Ryu.
—Que fastidio —dijo Shikamaru levantándose de su asiento sobre la barra— Iré a descansar, estoy agotado, mañana continuamos con la misión —Con eso, bostezando se dirigió a su habitación correspondiente que compartía con Sai y Naruto.
—Supongo que tiene razón, ya es tarde. Iré a dormir también —dijo Kakashi mientras se levantaba de su asiento— Vamos, Tenzou, Sai —con eso todos se despidieron de Ryu y Nozomi, se dirigieron a sus respectivas habitaciones.
—Papá, ¿quién busca a Naruto y porqué? —le preguntó la de cabellos de plata a Ryu, quien había escuchado confusa la conversación.
—Bueno, mi niña ¿Recuerdas aquélla vez que quisiste acompañar a Naruto-Kun en sus entrenamientos con Jiraya y que lo encontraste rodeado de algo rojo que no entendías? —Nozomi asintió— supongo que aquélla persona lo busca por ese poder, quiere controlarlo.
—Esa persona... —suspiró bajando la cabeza— Era Takeshi-nisan, ¿cierto? —preguntó con tristeza, Ryu la abrazó, sabía que ese tema era delicado para su niña. Tiempo después decidieron preparar algunos platillos de comida para la mañana siguiente, sin embargo aquélla presión en el pecho había estado molestando a Nozomi todo ese tiempo.
Durante la noche, tanto Kakashi como Sai habían tenido problemas para dormir, la presión en el pecho no se los permitía, y si lo conseguían, las pesadillas los atormentaban en los sueños. Sin embargo, de un momento a otro, ambos se levantaron de sus camas. Kakashi, se dirigió a Yamato, con quien compartía habitación, y Sai a Shikamaru.
Las manos del más pálido buscaban entre la obscuridad sus pergaminos y pinceles, con los que había sacado unas cadenas ligeras para evitar que Shikamaru detuviera sus siguientes movimientos, ya que ahora se dirigía hacia Naruto, su mirada llena de odio.
Por otro lado, Kakashi se había levantado de la cama silenciosamente, mientras se dirigía a la puerta, tenía un objetivo.
—¿Kakshi-senpai? —preguntó un adormilado Yamato, sin embargo el de cabellos plateados no respondía, sólo había dedicado un segundo para observarlo, un segundo bastó para invadir a Yamato de miedo, pues el ojinegro tenía la mirada invadida de odio, completamente obscura y vacía. Este dirigió su mano a la perilla para finalmente casar a su víctima en la habitación continúa.
Un grito grueso retumbó en las paredes de la casa, no había sido Sai, ni Kakashi, ni Yamato o Naruto, había sido Ryu desde la cocina. En aquél instante una pared de sombras en forma de picos obstruyó el camino de la bestia del pergamino que Sai había creado para capturar a Naruto con ella.
—Si vas a atacar a alguien, y cerca de ti hay un ninja capas de manipular las sombras, te recomiendo que lo hagas de día —escuchó una voz fastidiada tras suyo, sin embargo no había hecho el más mínimo interés, pues en cuestión de segundos había dibujado una capucha en su pergamino, sólo bastaba finalizar el jutsu para que aquella bestia surgiera, sin embargo se encontraba inmóvil ahora, lo cual consiguió invadirlo más de odio.
Se escucharon algunos golpes en la habitación de Kakshi y Yamato, segundos después golpes en toda la casa mientras aldeanos de Yugakure invadidos en odio y obscuridad trataban de abrir la ventana para entrar a la habitación de Naruto.
—Jutsu de sombra extrangulante —con aquel jutsu consiguió detener los intentos de los aldeanos, sin embargo sabía que no duraría mucho tiempo, y Sai también— ¡Demonios! Naruto, despierta! —gritó pues gotas de sudor corrían por su sien.
—¿Qué pasa? ¿Porqué tanto ruido? —preguntó un Naruto confundido— ¿Sai? —el mencionado se movía lentamente, estaba a punto de terminar el jutsu aunque con movimientos lentos.
Se escuchó un estruendoso impacto de la habitación continua y un Kakashi invadido en odio entró en la habitación, decidido a atacar a Shikamaru, tacleandolo, interrumpiendo sus jutsus de sombra, permitiéndole movilidad a Sai y que la ventana se abriera, dejando entrar a unos furiosos aldeanos con la mirada obscura.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —preguntó Naruto levantándose con rapidez de la cama.
—No permitas que te atrapen, ¡Naruto! —alcanzó a gritar Shikamaru segundos antes de caer en un genjutsu de Kakashi, quien se había puesto de pié.
Naruto estaba inmóvil. No entendía nada.
—¡Raikiri!
—¡Chouju Giga! —gritaron ambos shinobis a la vez.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top