03| Las Fuentes Termales
Al día siguiente el festejo de los heroes de Yugakure había dado comienzo en las fuentes termales, sería relajante de no ser por todas aquellas preguntas sobre como vencieron a Hidan, los autógrafos, y uno que otro comentario sobre Takeshi, pues seguían buscando información, y un festejo como ese sería una gran fuente para ello.
—¿Lo sienten? —preguntó Yamato, con la mano en el pecho, este tenía una extraña presión, aunque algo más intensa que la último vez.
—Sí, es más fuerte —comentó Kakashi observando a su alrededor pues se sentía observado, más de lo usual desde que llegaron, esta era una mirada sin adoración, era fría y temible, al encontrar a su propietario la presión en el pecho se aumentó considerablemente borrando de su mente aquél obscuro rostro y dejando en su lugar una terrible tos.
—¿Te encuentras bien, Kakashi-Sensei? —preguntó Naruto preocupado.
—Sí, sólo sentí la presión extraña algo más intensa que antes —respondió el ojinegro recuperándose.
—¿Presión? —preguntó Naruto confuso.
—No me digas que no la sientes —dijo Sai.
—No he sentido ninguna extraña presión —confirmó Naruto, confundiendo a sus compañeros.
—Eso debe ser algo importante, alguna pista —comentó Shikamaru tratando de encontrar la respuesta inútilmente.
—¿Qué es eso? —preguntó Ryu observando como el agua de las fuentes termales se había comenzado a agitar en unas extrañas olas que avanzaban hacia ellos, sin embargo parecían rodear a Naruto y llegar directamente a sus compañeros— ¡Dios mío! Salgan ¡Salgan! —gritó Ryu nervioso y con miedo saliendo rápidamente del agua al igual que los demás— Nozomi ¿Dónde está Nozomi? —preguntó comenzando a buscarla entre la multitud de gente que no parecía notar lo que sucedía.
—Está con Sakura, estará bien —dijo Sai tratando de tranquilizarlo.
—¿Qué son esas olas? —preguntó Shikamaru.
—Yo... no lo sé, en El Día Obscuro de Yugakure, observé las mismas olas en unos de los baldes de agua dulce que traía para regresar de la aldea de Shimogakure, ya que después de la Tercera guerra ninja intentamos restablecernos, y era muy difícil obtener recursos, no sé qué son las olas, pero no pueden ser buenas —ninguno de ellos se había dado cuenta que Kakashi seguía en el agua, como si no los hubiera escuchado, y observaba directamente las olas del agua, que se convertían en olas negras, y pronto estas succionaron con rapidez su brazo derecho, para después observar bajo el agua a Rin, cubierta de sangre, siendo atravesada por su mano.
—Ka...Kakashi, ¿Por qué?... Pensé que éramos amigos... Primero dejaste morir a Obito... ahora a mí, Pensé que le habías prometido a Óbito que me protegerías... yo te amaba Kakashi — Escuchó su voz en su cabeza, para después sacar la mano del agua, y verla embarrada de sangre, y por más que intentaba limpiarla no podía hacer más que observar como Rin desaparecía en el agua que se manchaba de rojo.
—¡Kakashi-Sensei! —Escuchó un grito, mientras brazos lo agarraban con firmeza de sus hombros y lo sacaban del agua, trataba de defenderse, pero eran brazos fuertes, y pronto se le unieron más— ¡Kakashi-Sensei! Tranquilo ¡Somos nosotros! —consiguió identificar la voz de Naruto, y pronto esos brazos se convirtieron en Shikamaru, Ryu, Sai y Naruto. Tardó un poco en darse cuenta que estaba sobre Yamato, tratando de ahorcarlo. ¡¿Qué sucedía?!
Se alejó de Yamato, observando sus manos, estaban limpias, igual que el agua que ya se había calmado, no entendía nada. Tal vez un genjutsu. No, era diferente, peor que cualquier genjutsu.
—Lo... Lo lamento Tenzou —le dijo algo confundido y con tristeza.
—No te preocupes, senpai —respondió Yamato tratando de calmarlo. Segundos después un hombre cayó al agua, salpicando todo. Se volvieron hacia los aldeanos de Yugakure, quienes estaban peleando entre ellos, se sacaban sangre, se aventaban cosas, se golpeaba con las tuberías del agua, la escena era terrible.
—¿Qué ocurre? —dijo Sakura llegando con sus compañeros y Nozomi en la espalda.
—¡Nozomi! —grito Ryu corriendo hacia ella y cargándola igual que Naruto.
—Tuve que golpearla para desmayarla, trató de ahogarme de la nada —dijo algo alterada, poniéndose en guardia ya que un hombre trató de golpearla también, y con un puñetazo en el estómago bastó para desmayarlo a kilómetros de distancia de ellos— ¡¿Qué ocurre?! De la nada todos comenzaron a golpearse.
—No lo sé —dijo Shikamaru, con voz tranquila, incándose en el suelo para pensar.
—¿Sai? —pregunto extrañada Sakura ya que el pelinegro había sacado un pergamino y su pincel mientras la miraba con odio, y sacaba una enorme bestia del pergamino para que la atacara, Sakura lo esquivó, y de un golpe destruyó a la bestia en una explosión de tinta, y antes de propiciarle un puñetazo a Sai, ya que este se había ido contra ella, Shikamaru hizo algunos jutsus con las manos.
—Técnica de red de sombras —susurró para después salir hilos de sombras hacia todas las personas bajo el efecto de las olas del agua, rodearlas e inmovilizarlas.
—Mokuton —dijo Yamato mientras madera salía de su brazo y atrapaba a las personas que el jutsu de Shikamaru no había alcanzado.
"Con que el Mokuton del primer Hokage, ¿he?..."
—¿Sai? ¿Estás bien? —preguntó Yamato acercándose a él, sus ojos eran completamente negros y llenos de odio, no parecía reaccionar.
Pronto se comenzó a escuchar una aterradora y estruendosa risa, no se sabía de quién era, pero al detenerse, fue substituida por una voz ronca y satisfecha- No podrán contenerlo por siempre. Si las personas se dejan llevar por la obscuridad de su corazón, no podrán volver -dijo aquella misteriosa voz para después desaparecer y aquellas personas de ojos negros comenzaron a resistirse a las técnicas de Shikamaru y Yamato, comenzando a dirigirse del otro lado del río todas a la vez.
—¡Sai! —gritó Naruto, golpeando la mejilla de este con el puño cerrado, el ojinegro pareció reaccionar ante eso, y dejó de resistirse mientras el negro de sus ojos se desvanecía y se convertía en confusión.
—¿Qué... Qué pasó? —preguntó mirando a su alrededor a las personas rompiendo la madera y las sombras con facilidad para después caminar mecánicamente hacia el río.
—¿Qué hiciste, Naruto? —le preguntó Shikamaru tratando de contener las sombras igual que Yamato mientras Kakashi y Sakura detenían a las personas que se habían escapado del jutsu desmayándolas.
—No lo sé —respondió el rubio.
—¡Parece que funciona! Inténtalo con los demás, rápido. No podré resistir más tiempo —dijo Shikamaru quien comenzaba a sudar y el jutsu se debilitaba.
—¡Jutsu multiclones de sombra! —dijo para después aparecer cientos como Naruto de nubes de polvo y dirigirse corriendo hacia los aldeanos quienes parecían reaccionar ante él, y confusos observaban a su alrededor.
Pronto la escena se calmó, y la nube que cubría al sol se alejó.
—¿Qué fue todo eso? —preguntó Naruto una vez que los aldeanos se habían comenzado a curar sus heridas y sus clones de sombra habían desaparecido.
—No lo sé... —empezó Kakashi.
—¿Qué fue lo primero que sucedió? —continuó Shikamaru— ... La presión en el pecho, después... Las extrañas olas en el agu... —su análisis fue interrumpido por una persona que había surgido de la obscuridad, no se le veía la cara pues esta estaba cubierta por una capucha. Se acercó rápidamente a Naruto, sin que nadie lo notara hasta demasiado tarde.
—¿Qué eres? —se escuchó la misma voz en la cabeza de todos entonces se percataron que estaba con Naruto, y antes de que pudieran hacer algo, colocó su mano en el pecho del ojiazul, rodeándolo de manos negras que lo sostenían con fuerza, entonces el tipo de la capucha comenzó a reírse de nuevo aterradoramente, tenía un aura obscura, demasiado, y el simple hecho de estar cerca de él hacía que incluso las rodillas de Shikamaru y Kakashi temblaran.
Las manos negras comenzaron a hacer más presión en Naruto mientras el hombre de la capucha se desvanecía en obscuridad.
—No te resistas, chico. Dolerá —se escuchó la voz de nuevo. Naruto había comenzado a gritar de dolor mientras se hincaba y apretaba los puños con fuerza con la cabeza gacha.
—¿¡Naruto?! —gritó Sakura asustada, acercándose a él, pero Naruto la empujó.
—Espera —susurró, entonces sus gritos cesaron y mantuvo su frente en alto, con una gran sonrisa sincera, llena de luz que en cuestión de segundos desvaneció aquellas manos negras, dejándolo libre.
—Necesitas más obscuridad. Una vez seas mío, todo será más fácil... —escucharon por última vez esa aterradora voz— Jinchuuriki —entonces Naruto se levantó del suelo. Todo había sucedido demasiado rápido.
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