Capítulo 81
"El Diablo está en tu hombro, extraños en tu cabeza. Como si no recordaras, como si no pudieras olvidarlo. Sólo ha sido un momento. Sólo ha sido toda una vida pero ésta noche eres un extraño, alguna silueta. Así que, salgamos en llamas juro que sabremos quiénes somos porque los muros de esta ciudad nunca supieron que llegaríamos tan lejos. Nos hemos convertido en ecos pero los ecos se desvanecen. Así que, bailemos como dos sombras. "
—Aquilo
♥
La calle estaba cubierta por niebla y leve llovizna de verano por lo que el ambiente portaba una calor húmeda que obligó a Jungkook y Yoongi a deshacerse de sus chaquetas mientras subían al taxi. Habían pasado al menos dos horas desde que salieron de la casa de Taehyung para permitirle a los hermanos Jung conversar en privado.
Los ojos de Yoongi captaron rápidamente el flash a través de los cristales del vehículo, la prensa parecía estar de nuevo a pie de cañón desde que Hopes Enterprise comenzaba a recuperar su puesto como empresa automovilística líder, ni siquiera recordaba lo que era tener a los paparazzis tras ellos hasta que hace una semanas literalmente los atacaron con preguntas ácidas mientras salían del teatro en Gangnam, antes de su viaje a Londres habían comprobado que el interés de las ratas del periodismo del corazón estaba dirigiéndose también hacia sus hermanos pequeños, no importaba cuánto tratasen de protegerlos. En algún momento los medios descubririan que Jungkook y Taehyung mantenían una relación amorosa y por supuesto él sabía que los tacharian de enfermos. Todavía recordaba la conmoción durante su primera etapa con Hoseok, la gente se negaba a aceptar que el magnate realmente hubiese elegido a un hombre y aunque no debería asustarlo lo hacía, tenía miedo a que un escándalo tirase al suelo todo lo que Hobi había construido de nuevo perdiendo horas de sueño y salud. A Yoongi le preocupaba su pareja, sus hermanos y la propia empresa por la que tanto había dado el hombre que amaba.
Hoseok había conseguido mucho con su duro trabajo en el último año, había apostado por innovar proponiendo modelos exclusivos con la última tecnología automovilística en cuanto a seguridad, tras su escándalo era necesita convencer a las masas de que sus coches eran la mejor opción todavía… incluso si ellos no tenían la culpa de la desgracia ocurrida con los autobuses donados, la gente ya no confiaba del todo en la empresa de los Jung. Además, Hoseok había ampliado la cantidad de coches en sus equipos de rally así como los presupuestos de los mismos, ahora que los corredores de sus equipos estaban ganando casi de forma continua el nombre de su negocio volvía a tomar los titulares de la prensa coreana e internacional por nada más que buenos motivos. El último modelo de vehículo familiar que él y Yoongi habían creado juntos, codo con codo sería la última apuesta.
Yoongi realmente se encontraba centrado en sus estudios pero en el instante en el que el magnate lo invitó a ayudarle con la propuesta de un coche familiar que convenciera a la población de clase media, acepto. No pudo negarse, todo el mundo de la creación lo entusiasmaba así como lo que envolvía el terreno de la publicidad o las propias finanzas. Era quizás por eso que había empezado a plantearse según los propios consejos de Hoseok y Namjoon, meter su culo dilatado en más de una carrera. Había muchas cosas que le interesaba aprender, jamás creyó que podría tener esa necesidad por el saber. Quizás después de todo Jungkook y él tenían los mismos genes en más de sólo un aspecto.
Estudiar comunicación visual y publicidad había sido una de las mejores decisiones de su vida y no le molestaba pensar en que tendría un puesto asegurado en Hopes Enterprise gracias a su futuro marido por dos motivos: sabía que era bueno en lo que había elegido y todo ser humano a estas alturas consigue buenos puestos a través de conocidos. En sólo un par de meses volvería a poner un anillo en el dedo de su hombre y se prepararian para vivir en algún lugar de Europa en el que la empresa tuviese una sede, por varios años hasta lograr adoptar o alquilar un vientre. Su objetivo de crear una familia seguía tan vivo como cuando lo hablaron por primera vez, era jodidamente difícil pero confiaba en que lo lograrían.
—¿Te preocupa algo? - Jungkook observó a Yoongi con el ceño fruncido y siguió su mirada hacia la calle, algunos paparazzis guardaban sus cámaras a medida que el taxi comenzaba a avanzar - ¿Están aquí por nosotros?
—Sí, probablemente buscan algo que pueda crear interés sobre Hoseok. Esas ratas están atentas hasta al más mínimo error que él comete, no importa cuán mínimo sea. Cuando trasladaron a los caballos de Tae hasta Londres dos periodistas trataron de vender que sus animales estaban mal cuidados, las asociaciones animalistas con las que colaboró Taehyung en el pasado desmintieron por suerte sus afirmaciones. ¿Lo recuerdas verdad?
—¿Los animales de un Jung mal cuidados? - Jungkook bufo sarcasticamente, recordaba levemente aquello. Él mismo había ayudado a comprobar que los caballos de Taehyung obtuvieran la mejor de las atenciones durante su traslado a Londres - Recuerdo los artículos, ni siquiera ellos mismos se lo creían.
Yoongi asintió sin poder evitar que un escalofrío de rabia le recorriera la espalda.
—Al presidente no le gusta lo abiertos que Hoseok y yo somos, ese hombre es malditamente homofóbico y desde que Hoseok habló sobre los derechos que el mundo lgtbi debería tener en Corea nos han puesto una gran cruz encima. Hasta la más mínima cosa, la convierten en todo un escándalo. Eso ha estado afectando a la salud de Hoseok - los ojos de Yoongi mostraban la preocupación y el enfado - No podemos dejar que descubran nada relacionado al pasado de los Jung, ¿entiendes eso verdad?
Jungkook miró a su hermano incrédulo.
—¿Y crees que yo voy a decir una mierda sobre ello? ¿Estás loco?
—Lo digo por tu tesis de la ciclotimia, ni siquiera pienses en mencionar a Taehyung o su pasado en ella.
Jungkook rodó los ojos. ¿De verdad su hermano estaba advirtiendolo sobre algo así? Jamás se arriesgaría a exponer a los Jung, mucho menos a hacer pasar a Tae por algo así.
—Mi tesis es sobre la ciclotimia pero no mencionó el nombre de Taehyung en ningún lado, créeme, probablemente en este momento yo quiero protegerlo mucho más que el propio Hoseok. De maneras diferentes por supuesto…
Yoongi asintió entendiendo que sus palabras quizás habían sido demasiado duras.
—Lo sé, perdóname. Me pone nervioso la presencia de la prensa en Londres, nos han seguido hasta aquí y podrían seguirnos hasta la casa de Taehyung.
Jungkook suspiró tragando saliva, aquella casa se sentía para él como un pequeño nido de amor y libertad, un escape al mundo real… Si la prensa descubriese la ubicación lo destrozarían todo en un segundo. Como siempre hacían.
Cuando los hermanos Min llegaron a la casa de Taehyung el primer piso estaba repleto de silencio, lo que los hizo preocuparse a ambos. Descubrieron la figura de Hoseok en el patio de la casa, el magnate estaba sentado en uno de los sofás mientras sostenía una cerveza en la mano y alzaba la cabeza disfrutando de la brisa veraniega que había permanecido en el ambiente tras la tarde lluviosa.
Yoongi se deslizó en el regazo del magnate casi de forma inconsciente y automáticamente las manos de Hoseok le rodearon la cintura fijandolo cerca de su cuerpo. Jungkook pudo observar como su hermano mayor pasaba la nariz por el cuello del magnate y llevaba sus manos al pecho de este. Casi como un gatito en busca de cariño, solo le faltaba ronronear.
En el pasado a Jungkook le habría dolido aquella escena, pero ahora, mientras veía la forma en que la adoración de Hoseok bailaba en sus ojos verdes mientras susurraba algo al oído de Yoongi y a cambio este sonreía felizmente… Ahora su corazón se llenaba de calidez porque sabía y comprendía que su hermano era feliz, pocas veces había visto a Yoon tan libre y desinhibido de su faceta de chico malo y duro. Todas ellas se encontraba alrededor de Hoseok, su relación era extraña y jodidamente complicada pero viéndolos también podía jurar que había una confianza implícita y casi exquisita que a él le gustaría tener con Taehyung. Al igual que Namjoon y Seokjin, su hermano y el de Taehyung no necesitan mucho más que un gesto para entender el estado de ánimo de su pareja.
Él también quería eso.
—¿Tae está arriba? - preguntó torpemente, reacio a interrumpir un momento tan íntimo.
Hoseok acarició con sus dedos la nuca de Yoongi mientras este se estrechaba más en el abrazo y le sonrió a Jungkook, sus ojos estaban enrojecidos y eso envió un escalofrío de miedo y preocupación aterradora a través de las venas del hermano de Yoongi. ¿Habría llorado también el jinete?
—Ha subido a dormir, los calmantes que tomó antes de que yo llegase lo dejaron agotado. Hemos hablado las cosas… Parece bien a primera vista pero no lo está, necesita cariño.
Jungkook asintió, casi como si las palabras de Hoseok fuesen una orden para él, su cuerpo se movió sólo hacia la habitación. Taehyung dormía con la luz de la lámpara de noche encendida por lo que los anaranjados reflejos hacían brillar su bonito cabello natural, algunas ondas formándose alrededor de sus orejas. Tras sentarse a su lado en la cama Kook no pudo evitar acariciar algunos mechones, dejando que estos se deslizaran con suavidad entre sus dedos. Recordaba cuán largo Tae había llegado a tener el cabello casi dos años atrás, y el porqué se lo había cortado y teñido.
Una pequeña sonrisa llegó hasta la boca de Jungkook mientras depositaba un suave beso sobre la frente de Tae comprobando a su vez si estaba demasiado caliente. Conocía a su chico y situaciones como la vivida podían dejarlo febril a veces, pero en ese instante Taehyung parecía encontrarse físicamente bien por lo que aquello fue un alivio.
Entonces sus ojos verdes se abrieron, la señal del acabar de despertar implícita mientras pasaba las manos en puños por los párpados para despejarse. Tan bonito, tan precioso… Que el corazón de Jungkook parecía completamente desbocado.
—¿Cómo te encuentras? - preguntó en voz baja, dulce. Su mano de nuevo entre el cabello de Taehyung mientras apoyaba el codo en la almohada para observar a su novio de cerca - Hoseok mencionó que estabas agotado.
—Estoy bien ahora - Taehyung sonrió con sinceridad, sus manos buscando la cintura de Jungkook antes de esconderse en su pecho y acomodarse cerca.
Kook sintió un ramalazo de calidez por todo su cuerpo y no pudo evitar dejar escapar un sonido de satisfacción de sus labios mientras abrazaba y acercaba más a Tae. Jalandolo contra su cuerpo para romper hasta la más mínima distancia, aquello se sentía más íntimo que nunca. Incluso si había pasado tanto tiempo, la gente podría pensar que sus sentimientos podrían haberse enfriado pero era todo lo contrario. Ahora se necesitaban más, se anhelaban más… Se habían echado de menos durante demasiado tiempo.
—¿Seguro? - Jungkook preguntó mientras bajaba la nariz al cabello de Tae. El champú de coco haciendo presencia de nuevo, invitándole a comerse a Taehyung a besos. Aquella ya era su esencia.
—Necesito que me hagas el amor, lento y sin prisa - Taehyung apartó la cabeza del pecho de Jungkook para mirarlo, no recordaba la última vez que había querido que un hombre lo empalase. Generalmente a él le gustaba ser el activo pero a veces el sexo era más que eso, y él ahora quería sentirse recogido por los brazos y cariño de su pareja. Sostenido. A salvo.
—Eso nunca funciona con nosotros - Jungkook sonrió mientras arrastraba sus dedos lentamente entre el cabello de Taehyung - Cada vez que hemos intentado hacerlo lento hemos acabado clavandonos contra el colchón, pared o cualquier mesa cercana. Somos más de hacerlo como animales hasta que el sueño es necesario para descansar y después retomar - Kook dejó un dulce beso sobre los labios de Taehyung - Además, realmente me gusta ser el que está debajo de ti o encima, pero contigo dentro.
Taehyung sonrió, diversión real sobre sus ojos que apartó de una patada la preocupación de Jungkook.
—Dije que lo necesito - la mano de Taehyung se coló bajo la camiseta floja de Jungkook para acariciar sus abdominales - no que lo quiera.
Y aquello realmente le bastó a Jungkook, incluso sabiendo que los dos acabarían haciéndolo como perros en celo en lugar de lento. Ellos hacían el amor todo el tiempo, que fuese rápido, profundo y jodidamente placentero no dejaba de significar que se amaban y podían confiar en el otro para mostrar su verdadera personalidad durante el sexo. A Jungkook le gustaba gimotear fuerte, a Taehyung le encantaba hundirse en él hasta que el sudor cubría su frente por el esfuerzo. Y eso seguía siendo amor, porque se amaban y porque querían hacerlo de ese modo.
Había algo distinto en el necesitar. La necesidad implicaba más que placer o sentimientos, en esta había una complicidad hermosa que compartir. Por eso Jungkook no dudo ni un solo instante en sostener a Taehyung cómo este había pedido, o en hundirse lenta y codiciosamente entre sus piernas.
Jungkook lo preparó con sumo cuidado, conocedor de que pocas veces había hecho aquello y ninguna con Taehyung. Casi se sentía tan aterrado como su primera vez, la cuál curiosamente también había compartido con él jinete, y ese pensamiento lo hizo sonreír con ganas.
—¿En qué piensas? - las manos de Taehyung se clavaron en su espalda, su cintura arqueandose al sentir los dedos de Jungkook preparándolo delicadamente. Tan delicado que podría derretirse ahí mismo.
—En nuestra primera vez - Kook sonrió, ni siquiera recordaba en qué momento había desnudado a Taehyung pero el chico estaba desnudo ante él. Todo piel perfecta y un precioso camino de la cantidad de marcas que en los últimos días le había dejado cada día a través de largas jornadas interminables de besos, succiones, lamidos y alguna que otra mordida traviesa.
—Fue un desastre - Taehyung movió sus manos por la espalda de Jungkook antes de que este las atrapase - ¿Ya estás en el modo macho activo?
Ambos sonrieron. Había mucho en Taehyung que a Jungkook le impedía controlarse así que hacerlo lento sería una tortura para todos sus instintos. Cuando estaba con Tae los dos se reducían a gemidos y duros movimientos. Por mucho que intentasen otra cosa la intensidad siempre terminaba embargado sus cuerpos.
—Quiero marcarte de nuevo - Jungkook pasó una mano por el torso de Taehyung encantado con la sensibilidad natural que este mostraba. Ni siquiera tardó un minuto en lograr que su chico tuviese una dura erección entre sus torsos.
Jungkook acarició los muslos de Taehyung y volvió a deslizar la mano hasta la entrada de este tras vertir de nuevo lubricante.
—Me gusta cuando eres así de cuidadoso conmigo - los ojos de Taehyung brillaban y Jungkook simplemente no pudo evitar atacar sus labios, lento pero profundo. Tan intenso como ellos. Entonces decidió que quería crear un nuevo camino de marcas. Su lengua, boca y labios trabajando la zona que iba desde la barbilla de Tae hasta su hombro, pasando sin prisa por su cuello y clavículas.
La piel suave de Taehyung bajo sus labios sintiéndose igual que siempre, familiar, conocida, perfecta. Una de sus manos inmovilizando las de su chico mientras lo acorralaba contra el colchón sin dejar ir sus dedos de la entrada de este hasta asegurarse de que realmente estaba lo suficientemente bien preparado para recibirlo.
Jungkook no era un gigante ahí abajo pero sabía que en el último año y en el anterior, Taehyung solo había tenido relaciones con él y en cada ocasión el jinete había sido el único penetrando. A Kook le gustaba aquello, prefería aquello de hecho, sin embargo también amaba la sensación de ver como el chico ante él se volvía moldeable y receptivo ante su toque.
Entonces con sumo cuidado alineó su miembro con la entrada de Taehyung tras quitarse la ropa, comenzando a moverse en un tortuoso ritmo lento mientras sus labios no dejaban ir la boca del jinete. Ambos suspiraron abrazados cuando el oxígeno fue necesario, las piernas de Tae envolviendo la cintura de Kook para acercarlo más si es que era humanamente posible.
—Muy lento - Tae lloriqueo bajo su cuerpo.
Jungkook sonrió mientras llevaba de nuevo los besos hasta el hueco del cuello de Tae.
—Tú lo pediste lento - Jungkook sonrió y acarició con su mano el cabello de Taehyung tras soltar a este. Le gustaba sentir el tacto de los dedos del jinete sobre su espalda mientras se movía.
Taehyung hizo un bonito puchero antes de protestar.
—Ahora lo quiero más rápido, al menos un poco.
—Tus deseos son ordenes - Jungkook sonrió mirando los bonitos ojos de Taehyung iluminarse con ilusión. Maldita sea, ese chico era precioso, cuanto más tiempo pasaba cerca de él con mayor claridad lo notaba. Hermoso.
Y Jungkook no se equivocaba. Ellos hacían el amor, a todas horas, solo que su forma de hacerlo no era lenta. Era tan intensa y llena de placer como ambos.
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Sorpresa!!!!
Amo mimaros.
Al final llegó la versatilidad de una buena vez por todas aunque no fuese increíblemente redactado el momento, quise centrarme más en los propios sentimientos de ambos.
Espero que os haya gustado de todas formas ♥
Un beso, Mel 😘
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