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Cómo siempre se ha repetido por los Elliotts, estos gozan de un gran renombre por ser los más grandes, los mejores, seres superiores al resto y claro... todavía estar vivos «risa irónica»

Su gran mansión, un monumento a su grandeza y poderío, la demostración de que sus palabras no son únicamente charlatanería. Saca de la una era anterior a la era de las máquinas «independientes».

Así, por los pasillos llenos de oscuridad, dos ojos navegan entre la penumbra de la media noche. A ojos de cualquiera, era el mismo monstruo infernal que traería la destrucción a la humildad.

Otro, podría decir que solo se trata de una indefensa niña, pérdida en la vida, quién solo tiene a un falso hermano mayor para cuidar de ella.

Sus pasos eran lentos, cuidadosos de por dónde caminaba, pues solo es una niña indefensa... o eso buscaba aparentar.

La dron de orbes dorados se detuvo, justo antes de entrar en contacto con la luz, proyectada desde la Luna. Cyn, el nombre de la niña, de la avatar de la Solución Absoluta.

Un pequeño estruendo resonó entre las paredes, llamando su atención. Ella entró en la luz, a la vez que soltaba el cadáver que arrastraba por toda la mansión.

Mientras tomaba una esquina, dió un rápido vistazo al cadáver. Desfigurado, inerte, su visor roto y sangrante. Sus dos brazos habían sido arrancados de cuajo.

Esbozó una sonrisa, puntiaguda y filosa, cruel y despiadada. Sus ojos brillaron sin remordimiento, no era el primero, pero tampoco sería el último.

La despreocupación era parte fundamental en su ola de asesinatos, puesto que, al final del día: «la basura siempre va a su lugar».

Un símbolo de tres puntas remplazo su ojo derecho, el poder del cual ella era heredera se concentró en la palma de su mano. La cuál se extendió hacia el cuerpo inerte en el suelo...

Cuándo súbitamente, la puerta de abrió, golpeándola suavemente.

—¿Cyn?— De la puerta salió V, con los lentes descentrados.

La chica estaba algo despeinada, y aunque le sonreía dulcemente, era obvio que le costaba hacerlo.

—¿Qué haces aquí, pequeña?— Acarició su cabeza.

Cyn no respondió, en su lugar, inclinó hacia un lado, tratando de ver qué había adentro del cuarto. Sin embargo, V reaccionó a tiempo, obstruyendo su visión mientras se reía nerviosamente.

—¿Q...qué pasa, Cyn?— La mantuvo en su lugar al tomarla de los hombros.

—¿Qué. Hacías. Allá. Adentro?— Pudo ver cómo V tragaba saliva ante su pregunta.

Mientras V parecía estar pensando en una respuesta, alguien más salió de la habitación. Era J, quien ni siquiera le prestó atención a la dupla.

—Hey. Tu— J se volteó hacia ella—. Sonrisa. Confiada. ¿Qué. Hacías. Ahí?

La albina se giro a verla. Posicionó una mano en su cintura mientras se acomodaba su cabello, completamente despeinado.

—¿Qué te importa, mocosa?

—...Expresión Molesta...

J bufó, solo para irse a los pocos segundos. Así, Cyn se quedó con las ganas de seguir «interrogando» a su futura perra. Por lo que recurrió a V, una vez más.

La hermana menor de N se quedó en silencio, mirando de reojo a V, quien hacia lo mismo, aunque quedaba en evidencia su nerviosismo. Pues, mientras que sus ojos eran básicos, incoloros y sin personalidad; los de Cyn eran vastos, profundos, enigmáticos.

—Mirada. Amenazante...

V parpadeó ante sus palabras. Un zumbido perforó su sistema, trituro sus sentidos y destrozó sus circuitos. Se tambaleó, como si estuviera temblando. Mas solo era el poder, la presencia, del recipiente del Absolute Solver.

—Ahm... Cyn...— Intentó deshacerse de la intoxicante atmósfera con unas suaves carcajadas —. Te parece si... ¿vas con Tessa?

—...¿Por qué?— Ladeó la cabeza.

—Si lo haces... ¡te prometo que veremos una película junto a N! ¿Que te parece?

Cyn se mantuvo impacible, manteniendo su mirada clavada en ella, si fuera a destriparla, arrancar su alma de raíz y devorarla, todo frente a ella.

—Vamos, Cyn... ¿por qué no juegas con algo de por allá?— La tomó de los hombros, alejándola de la zona de interés.

Cyn no respondió, ni siquiera respondió. Simplemente aceptó que V no la quería ahí, como la mayoría de personas en esa mansión. Notó como V parecía ansiosa, era obvio que también quería alejarse lo más rápido posible.

—Listo. Ahora ve y juega con algo, no me Importa... yo tengo que ir a buscar ropa, así que adiós.

Ella troto en dirección contraria en ella, dispuesta a salir por patas y no dejar ni el recuerdo de ella. Sin embargo, la vocecita de la niña volvió a resonar en su cabeza.

—¿Ropa, para. Quién?

Sus piernas frenaron, el aceite en sus venas se estanco de un segundo a otro, un escalofrío recorrió su espalda y la voz de ella la había aturdido.

—Sí, ropa para... tu hermano...— Huyo...

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Oscuridad.

Es la fuerza que consume la luz, engulle su esencia y se nutre de su poder.

Robots con consciencia es la gran novedad en más de doscientos años, la tecnología evolucionó, se convirtió en nada más que fantasía y ficción.

Cualquiera podía tener su propio «Worker Drone», pero solo los más adinerados podían tener legiones de estos mismos. Sirvientes leales, quienes nunca dudarán en cumplir hasta el más mínimo capricho. Ni siquiera existía un riesgo de rebeldía, pues los «Worker Drones» también pueden ser usados para descargar la ira y demás emociones reprimidas.

Pero como es obvio, nadie se preocupa por estos robots. Pues es su única misión; servir. Nadie lucha por los derechos de los Drones, ¿para qué? Si solo son IA's sin valor alguno. Solo robots con personalidad, sentimientos, pensamientos propios. . .

Robots con la capacidad de empatizar con su alrededor, de pensar en él mismo como un individuo, de sentir placer, ira, felicidad, dolor. . .

Robots, con una consciencia que nunca pidieron, atascados en un Ciclo de Abuso.

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Oscuridad.

La oscuridad consume la luz, devora sus matices y florece gracias abla energía, ahora marchita. Cómo una planta.

En el páramo nevado, en la soledad de la mansión, siempre nace una flor.

Hermosa flor de largo tallo. El viento acaricia tu cuerpo, te mima desde la soledad. Tus lindos pétalos, a rebosar de vida y alegría, bailan en sincronía con brisa. Pero tú inocencia un arma de doble filo es. Los insectos treparan, muerden tu piel, arrancan tu dulce nectar y se nutren de él.

Tu agonía es la felicidad para ellos, tus lágrimas se reúnen en una copa sin fondo, con el anhelo de alguna vez rebasar el frágil vidrio. No hay descanso para tí, pues en tu inocencia, decidiste no desarrollar espinas.

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Oscuridad.

Respiraciones pesadas entre las miradas curiosas de cada esquina. Su cabeza retumba, el zumbido perforó su cabeza, como el dolor a su corazón. La bella flor descansa sobre el suelo, desolado, frío, abandonado.

Tras ser devorado, los insectos se retiraron, satisfechos de su logro, pero ansiosos por regresar al día siguiente.

N.

Sollozó, se protegió del frío con nada más que sus delgados brazos. Estaba envuelto en sombras, como un lindo regalo. Pero incluso en la oscuridad, en la profundad del silencio, la maltrecha flor... sigue brillando a ojos ajenos.

—Hermano. Mayor, ¿qué. Haces. Aquí?

La voz... suave para su querido hermano, lo sobresaltó. Volteó hacia ella, sus orbes blanquecinos, llorosos, se levantaron con duda. Apenas pudo hacer contacto antes de desviar la mirada.

—¿Por. Qué. Estás. Solo?

No hubo respuesta. . .

—¿No. Tienes. Gana...

—¿Cómo entraste, Cyn?— Junto a un suspiro, el peli plata levantó la cabeza —No te oí...

Una risita resonó entre las paredes. La dron de ojos dorados caminó hasta él, sujetando su rostro de vez en cuando. Esbozó una media sonrisa. Con cada paso, un eco metálico atravesaba la habitación. La niña se acercó lo suficiente a N como para tomarlo de sus hombros.

—¿Por. Qué. Estás. Desnudo?

Sus dedos se resbalaron por la soledad del metal. Sus brazos, su pecho, estaba todo descubierto, vulnerable. N jadeó, detuvo a Cyn al atrapar sus muñecas.

—Estaba haciendo... cosas.

—¿Cómo. Qué. Tipo. De. Cosas? ¿Y. V. Y. J, qué. Hacían. Aquí?

Sus ojos se dilataron con tan solo oir sus nombres. Su cuerpo se puso rígido, a la defensiva. Alejó suavemente a Cyn mientras miraba a su alrededor. Mientras lo hacía, una sonrisita nació en sus labios, rió nerviosamente.

—¿Ellas?.. ¿Estás segura que no te confundiste de habitación?

—¿Me. Respondes. Con. Otra. Pregunta? Expresión. Confusa— N entrecerró la mirada. — J. Y. V. Estaban. Desaliniadas. Y. Tu, hermano. Mayor. Estas. Desnudo.

El peli blanco desvío la mirada. Sintió un malestar en el pecho, uno agudo. Era tan doloso, pero a la vez, familiar. El darlo todo por ellas dos, pero ser recompensado por nada más que crueles mentiras. El involucrar a su inocente hermanita a un tema que no le compete

Su corazón duele.

—Mira, yo... necesito que me des un poquito de tiempo, ¿ok?— Entrelazó sus manos con las de Cyn. —Te prometo que te lo recompensare más tarde...

—¿Que dices?— Le sonrió a la niña. Le dedicó la sonrisa más dulce y brillante que jamás pudo dar, pese a que ni siquiera está feliz.

—¿Veremos. Una. Película. Con. V? Ella. Lo. Prometió... sonrisa. Tímida.

—Uh... ¿V lo prometió?— Rascó su nuca, dudoso de que más decir. —Supongo que... está bien, lo haremos— Rió.

—¿Habran. Palomitas? Sacar. Lengua. Jugetonamente.

—Claro, pequeña...— Le revolvió el cabello mientras se levantaba del suelo.

El peli plata le dió la vuelta y la conducio hasta la puerta, en dónde le da una suave palmadita.

—Me quedaré aquí por... unos minutos, tengo que limpiar esto, es un desastre— Se rió nerviosamente.

Ni siquiera le dió la oportunidad de responder, cuando ya había cerrado la puerta en su cara. Dejando escapar una carga en sus hombros mientras apoyaba la espalda contra la puerta.

Jadeó en busca de aire, tiró su cabeza hacia atrás, chocando con la puerta en un golpe seco que no le dolió, solo resonó en su sistema.

Mientras se resbalaba de la puerta hasta el suelo, prendió la luz, sus ojos se cruzaron con la luz, quemaron sus falsas retinas, solo era una ilusión, una mentira...

Y no tiene el control...

Jadeó de nueva cuenta, era tortuoso, lamentable, ridículo. Sollozó, mientras las lágrimas resbalaban de sus ojos virtuales, la suave flor, se marchito en el suelo, devorada por los insectos.

Sus pétalos, su ropa, hechos trizas en cada esquina. Está completamente solo, desnudo, cuerpo y alma. Desolado en un mansión, abandonado en un páramo helado, no importa. Siempre será él mismo, y las mismas hienas estarán a su acechó.

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Un golpe, luego dos y luego tres. Una sucesión rápida, desesperada. La puerta se quejó bajo sus agresividad, llamando la atención de N.

Una sombra se proyectaba debajo de la puerta. ¿Una amiga, o un insecto más? Su propia mano se abalanzó sobre él, silenciando sus sollozos. Su pecho dolía, todo su cuerpo lo hizo. Ni siquiera podía ponerse de pie, el mundo le daba vueltas, su mundo se estaba derrumbando.

Solo puedo oir una voz, un llamado, un susurro agonizante, necesitado. Aclamaba por su nombre, así como ya lo había hecho en el pasado. Su corazón se detiene, sus sentidos fallan, Pero solo un nombre se repite, una y otra vez.

Es ella, uno de ellos, un insecto.

—...¿V?— Dijo, en un último suspiro.

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(Por si no fui lo suficientemente claro, J y V abusaban sexualmente de N. Aclaró que esto es únicamente en la mansión, en Copper-9, no han llegado a esos abusos. O más bien, prefieren recurrir a otros como... no sé, cortarle las bolas, la tula.

Se podría decir que no sienten la atracción suficiente como para abusar sexualmente de DD N, Pero sí cuando eran WD. . . . . . Aún...

¿El hecho de que le cortaron las bolas múltiples veces canon? No lo sé, ustedes deciden, yo solo suelto la info)

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Un jadeo, un suspiro. Su sueño se rompió con una simple respiración. Miró a su alrededor. Paredes de metal, sus compañeras, una pantalla rota, una salida.

I haven't been myself lately,
I don't blame you for
not wanting to stay.
Saying things that I don't mean,
Not meaning what I say.

Frente al albino, ambas «zorras» descansan. V fue encadenada del cuello, sin la posibilidad de recurrir a sus armas y en la comodidad de la silla de piloto.

Por otro lado, J es contenida por otra cadena, también en el cuello. Un papel rojo arrugado está en su cabello, simulando ser un talismán para suprimir sus poderes malignos... cortesía de Uzi y su anime. A diferencia de V, ella está en el suelo, a pesar de que había otra silla que Uzi desmanteló... N tiene sus favoritas...

N suspiró, observando su pecho. Levantó un poco de su abrigo. La herida de hace unos días ya había sido curada por su factor de regeneración.

When it's good, it so good,
When it's bad, it's SO BAD.

—¿Qué. Te duele?— Era burlona, sonreía mientras lo decía, a la par que soplaba algunas burbujas —No seas llorón.

—...Un poco... no demasiado.

—Después de tanto «entrenamiento» y tú aún no puedes resistir una estúpida herida.

—Lo siento, V...— Masculló mientras inclinaba la cabeza.

—Deja de decir «lo siento», es irritante—Puso los ojos en blanco—... ¿Y tú estúpido gorro?

—Lo... dejé en algún lugar.

—Osea que lo perdiste, ¿no?

"Maybe I
REALLY have gone mad!"

Negó con la cabeza mientras se sentaba. N mantuvo su mirada en V. Su cabello y su cara, sus ojos y su sonrisa... oh, espera... no está sonriendo...

Sintió su pecho resonar, su rostro se llenó de emociones y ardió. Apenas fue lo suficientemente capaz como para esquivar la mirada incómoda de V.

—¿Ahora qué, idiota?

What am I supposed to say
when I end up driving everyone away?

N levantó la cabeza y la miró fijamente. Sus ojos amarillos, afilados como navajas, atravesaron su pecho, rebanando su interior, apuñalando su corazón, una y otra vez. No hubieron descansos en ese ataque despiadado.

V, la mujer de sus sueños, solo lo miraba con desprecio, odio, irritación. Y él solo pudo sonreír, aceptarlo.

—Nada— Se levantó de un brinco —Tengo que irme, nos vemos luego— Le dedicó otra bella sonrisa.

Cause, I am on fire,
A crying, burning liar,
Seeing nothing, nothing, but myself,
And I'm the one with the lighter

—Como si pudiera irme...— Ante su comentario, N rió, mientras se iba a la salida.

—Tienes razón...

N se fue frente a ella. Simplemente dijo eso y se marchó. Cómo si no fuera gran cosa. Sj cabello plateado, esa sonrisa reluciente, el calor en sus ojos, el brillo cálido y acogedor que proyectan. Todo ésto, un gran catalizador de nostalgia.

Every inch of me is charred,
God, what happened to my heart?
I'm about to fall apart,
again, again

La hizo recordar «cosas». Abrió su boca, dispuesta a llamarlo. A contarle más acerca de la época de cuando las cosas eran más sencillas. Cuándo solo eran sirvientes y sirvientas. Drones ayudantes, y no máquinas para matar. Cuándo antes eran puros... no como ahora.

Pero las cosas han cambiado, y... ella también lo hizo.

Esbozó una sonrisa. Tal vez no eran tan «puros» como recordaba. Violaciones y cortes. Mordidas y chupetones. Los humanos nunca fueron los únicos despiadados... sus creaciones sufren del mismo mal.

And you're never coming back,
And I'm not okay with that,
and I should've never
let myself get attached,

Le dió un vistazo a J. Dormía tan plácidamente, tal y como creyó que lo haría. A veces se pregunta, ¿cómo hace J para dormir tan rápido? Después de todo lo que hizo... de todo lo que han hecho.

Se recargo contra el respaldo, observando el techo de la nave, abollado. N no fue un gran piloto después de todo...

—Otra falla más...— Susurró, antes de ceder al sueño —qué patético...

again, again
again, again
again, again
again, again

again, again

Las luces en su cabeza se apagaron poco a poco, de izquierda a derecha. Dejado como único mensaje como evidencia: «Sleeping mode».

What's done is done,
And nothing's gonna change.
I should be moving on,
But I still feel the same.

No paso mucho para que N regrese. El albino se paró frente a ella, con el único propósito de admirarla. Sus facciones se habían relajado. Dormía tan relajadamente que cualquiera olvidaría lo malhumorada que es.

Su pecho ascendía y descendía lentamente, de manera rítmica. Su cola descansa cerca de sus piernas, y los nanobots dentro perdieron su color, reducidos a un líquido negro y probablemente inofensivo.

And it's like every day
is a fight for my life
to get some self control,
And when you've forgotten who I am,
it just feels, it just feels....
I'm nobody at all.

Una pequeña sonrisa fue dibujada en sus labios. Su mano cobró vida propia, amenazando con alcanzar su cabello, acariciar esas sedosas fibras plateadas. Volver a enamorarse de la sensación que solo fue capaz de experimentar a la hora de ser entrenado por ella...

Sin embargo, tenía que suprimir este deseo... no es muy ético tocar a la gente mientras duerme. En cualquier momento podría demandarlo...

A tan solo unos milímetros, sus dedos se estiraron con necesidad, la necesidad de alcanzar al ser a quien más ama. Mas por el contrario, todo su interior sabía que estaba haciendo mal.

Jadeó, cediendo a la razón. Se alejó de V a paso lento. Aún sin perder de vista cada detalle en su rostro.

—Lo siento, V... no volverá a pasar, te lo prometo— Le sonrió a sabiendas que estaba dormida —. Espero que... duermas bien.

I lost myself
hitting the ground,
I tried to scream
and made no sound.

Miró su brazo, luego su pecho, luego sus piernas. Y cuando menos se dió cuenta, ya se estaba desabrochando el abrigo. Era cálido y agradable. Nunca se había sentido incómodo llevándolo encima... «sería una buena cobija», penso.

Se deshizo de su única prenda, no pudo evitar retorcerse ante un escalofrío. ¿A quién se le ocurrió hacer que un dron sufriera por el frío? No importa, valía la pena hacer el esfuerzo.

Dejó caer el abrigo sobre ella. Se estremeció como primera reacción. Temió a qué despertará, aunque no paso nada más allá de unos torpes movimientos para acurrucarse en la silla.

Sonrió de nueva cuenta, orgulloso de su propia obra. Retrocedió lentamente, a la par que sobó sus brazos.

—Esperó que... sea suficiente— Dejó escapar un suspiro tembloroso —. Buenas noches, V...

I should have known
It was no use
to try and run from

the cycle of abuse,
the cycle of abuse

(El título de la historia :0000!1!1!1!1!111)

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Palabras: 3104

Fecha de inicio de escritura: 03/12/24

Fecha de publicación: 08/01/25