NARRA T/N:

Estaba en mi habitación cuando está oscureció, baje al primer piso a revisar el cuadro eléctrico para ver cuál era el problema, encendí la linterna de mi celular cuando me di cuenta de que la puerta trasera estaba abierta, ¿es que alguien había entrado?, fui rápidamente a cerrarla nuevamente, esta vez sacando uno de los cuchillos, cuando camine hacia la puerta alguien me tomo del cabello y amarro de mis manos, al mirar era una persona con una máscara que parecía ser un elefante, y otra que parecía ser un payaso, me lanzaron al piso y me amordazaron, no tenía donde huir o gritar, estaba tan asustada, en mis pensamientos solo quería que alguien apareciera por aquella puerta y pudiera ayudarme.

Mientras ellos me golpeaban vi como Kai entro y los dos sujetos salieron corriendo.

— ¡LLAME A LA POLICÍA HIJOS DE PUTA!.

Corrió hacia mí al verme en el suelo amordaza y en una posición fetal.

— ¿Estás bien?— pregunto mientras comenzaba a soltar las amarras y así yo poder quitar la mordaza de mi boca.

— Llegaste, tenía tanto miedo — dije abrazándolo.

— Quería verte y gracias al cielo vine — Kai me miro a los ojos y comenzó a acariciar mi rostro, tuvimos suerte de que esos desarmados no te dañaran.

— Debo ir a la policía — dije poniéndome de pie.

— No, ellos ya están al tanto de esto, y no han podido atrapar a estos sujetos, esta ciudad necesita una mano dura contra esto, yo te protegeré contra tus miedos, contra ellos.

— Ahora no me sentiré segura en mi hogar, tendré que volver con mis padres, ¿qué tal si ellos vuelven? — dije.

— Si quieres puedes ir a vivir conmigo, vivo con mi hermana, pero sé que ella no tendrá problemas en que te quedes.

— No, buscaré otro sitio, no quiero estar en esta ciudad.

Vi a Kai después de decir eso y su rostro se volvió un tanto terrorífico, para luego suspirar y volver a abrazarme.

— Entonces cuidaré de ti hasta que cambies de opinión.

***

NARRA KAI:

Había pasado tres días desde lo de los payasos, T/N se había vuelto un poco más dura o paranoica, había comprado un arma y estaba alerta en todo momento, después de aquel trauma parecía que ya no le afectaba tanto el miedo. Y eso estaba haciendo que me gustara más de ella, una persona que no se dejara consumir por el miedo sería perfecta para estar conmigo.

— ¿Has pensado eso de irte a vivir conmigo? — dije mientras le preparaba el desayuno.

— No quiero ser molestia en tu casa — dijo.

— Winter estará feliz de verte, le he hablado tanto de ti, que ya quiere conocerte.

— ¿Por qué querría conocerme tu hermana?.

— Porque te amo, ella lo sabe, quiero que nuestra relación sea algo formal — dije tomando de sus manos — lo que digo es completamente cierto, estoy enamorado de ti T/N y quiero que vivamos juntos, tú haces que salga lo mejor de mí, no quiero perderte de vista, me has demostrado lo fuerte que eres.

—Kai, no soy para nada fuerte, tengo miedo.

— Hagamos una promesa — levante mi meñique — tomalo, esta es una promesa que sellaremos los dos, prometo amarte, hasta que la muerte me separe de ti.

Ella entrelazó su meñique junto al mío y siguió escuchando cada una de mis palabras.

—Desde ahora no nos podremos mentir, así que quiero que seas sincera, ¿quieres que este pacto lo cerremos siendo novios?.