Capítulo 2: ¿La chica Loca?

᯽ᚔᚔᚔᚔᚔᚔ߷ᚔᚔᚔᚔᚔᚔ᯽

Kim estaba mirando su computador del trabajo, desde que Marlene no trabajaba allí todo había sido un caos. Su padre le había dado más trabajo, pero de no ser porque su madre lo regañó, se le habían quitado algunas responsabilidades.

Su rutina era: De la casa a la escuela; de la Escuela al trabajo; y del trabajo a su casa. Y los días que no trabajaba, iba a la casa de su mejor amiga. Su vida como adolescente se estaba yendo por el caño.

Su cabeza estaba en lo que había pasado aquella mañana, olvidándose de que había una señora delante de ella queriendo pagar los productos.

—Disculpe.—Dijo la señora Carrow, chasqueando los dedos, llamando la atención de la joven.

—Disculpe, estaba pensando en un trabajo.—Dijo Kim Apenada.

—Es muy joven para trabajar aquí.—Murmuró la señora, sacando las cosas del carrito.—Tus padres no deberían dejarte trabajar.

—Es el negocio de mi padre.—Respondió ella, pasando las cosas por el marcador.

—Oh..—Dijo la mayor, apenada.

Luego, pago lo que compro y se fue del local con el rostro lleno de vergüenza por lo que había dicho. Kim quedó pensando en lo que la señora dijo, pero borró aquello al recordar que ella lo hacía para ayudar a su familia.

Un rato después, Paul Lahote y Michael West, entraron al supermercado. Kim sabía quienes eran, y al ver al mellizo de su ex compañera, su curiosidad aumentó, hace unas semanas que no la veía.

—Así que Jared se...—Dijo Michael, viendo como Paul guardaba algunas comidas enlatadas. Sin Marlene, ellos solían comer ese tipo de comidas.

—Sep.—Respondió Paul, desinteresado.—Vaya, 2x1.—Dijo con una sonrisa, él amaba las ofertas.—Ahora la conocerás, es La chica loca.

—¿La que lo observaba como obsesionada?.—Preguntó Michael, sorprendido.

—Aja.—Murmuró asintiendo.—Pero no le digas así en presencia de Jared, casi me muerde por llamarla así.—Dijo con sorpresa.—No sabía que la mierda de la imprimación era así.

—¿No has visto a mi hermana y Sam, antes?.—Preguntó Michael, con sarcasmo.

—Agradezco que la mía no venga, no me veré muy bien así.—Dijo Asqueado.

—Cuando te imprimas, yo voy a reírme hasta morir.—Acordó Michael entre risas.

Paul bufo. Y ambos salieron a la caja para poder pagar lo que se llevarían. Se pararon en la fila, Paul le hizo una seña con la cabeza a Michael, mostrándole a la impronta de su amigo.

Minutos después, Kim había terminado de atender a los Smith y casi se muere al ver a los dos lobos frente a ella, sacando muchas cosas del carrito.

—Buenas tardes, Kim.—Saludó Michael, educadamente.

Ella movió la cabeza en forma de saludo con los labios apretados en una forzada y nerviosa sonrisa.

—¿Como está tu hermana?.—Le preguntó la chica a Michael, pasando las cosas por el contador.—Hace tiempo no la veo.

—Está bien, ha tenido un accidente hace unos días.—Comentó Michael.

—Oh, algo me habían dicho... Me alegra que esté bien, ¿Se puede visitar?.—Preguntó preocupada.

—Por el momento, no.—Respondió el joven, mirando como Paul rodaba los ojos irritado.—Pero te avisaré, tranquila.

—De acuerdo.—Murmuró tímidamente.


Kim salía del supermercado con la cabeza llena de cosas, entre ellas, el comportamiento de Jared en esos días. Él había ido al instituto esa misma semana que se había imprimado, y estaba constantemente mirándola, según Fiorella, con intensidad.

Ella no notó que estaba siendo seguida por el mismo chico que ella estaba pensando en su cabeza. Kim se subió a su auto, dejó sus cosas en el asiento trasero, colocó la llave, arrancó y aceleró, cuando de la nada, vio que algo, mejor dicho, Alguien, estaba frente al auto. Ella gritó.

—¡No, No!.—Gritó Jared.

—¡OH, MIERDA!.—Gritó Kim, al pisar el freno.

Pero no fue suficiente... solo se escuchó un golpe y luego el cuerpo de Jared estaba tirado en un costado. La castaña quedó inmóvil, su corazón estaba latiendo de forma rápida.

"Kim, reacciona, mataste a alguien". Le dijo su cabeza, y bajo del auto de forma rápida y torpe.

— ¿Estás bien?.—Preguntó asustada, acercándose al cuerpo que estaba de espaldas a ella.

—Sí, tranquila.—Respondió Jared, levantándose lentamente.

—¡Jared!.—Dijo la chica, aún más asustada. Corrió a él y lo ayudó a terminar de levantarse.—Te llevaré al hospital.

—No es necesario, tranquila.

—Claro que sí, te he chocado.—Dijo con la voz temblorosa.

Sus ojos Almendrados estaban repletos de lágrimas. Jared lo notó y también notó que el corazón de la chica latía muy fuertemente. Él tomó el rostro de ella y lo hizo que lo mirara a los ojos.

—Estoy bien, tranquila. Estoy bien.—Repitió, mirándola a los ojos. Ella sollozo.

—¿Seguro?.—Susurró ella, reprimiendo un sollozo.

—Sí, Kim. Tranquila.—Dijo Jared, con una pequeña sonrisa.—Te iba a pedir si me acercabas a casa, mis amigos me dejaron varado en la nada.

Ella suspiró, buscando su propia calma, pero había algo que la extrañaba, y era que el tacto de él la calmaba de una forma que ni ella sabía. Cerro los ojos y se alejó de él.

—Sí, claro.—Murmuró nerviosa, secándose las lágrimas.—Vamos.—Comenzó a caminar al auto con Jared pisándole los talones.—¿Seguro que estás bien?.—Preguntó, adentrándose al vehículo.

—Ya te he dicho que sí, Kim.—Volvió a decir, sentándose en el copiloto, sonriendo complacido por la preocupación de su impronta.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top