Capítulo 17: El poder de la impronta
᯽ᚔᚔᚔᚔᚔᚔ߷ᚔᚔᚔᚔᚔᚔ᯽
Jared estaba sentado en la mesa de la casa de su Alfa, mirando a su impronta que hablaba con Marlene. La cena con sus suegros fue la noche anterior y todo había salido de maravilla, exceptuando el comportamiento celoso de su suegro, quien parecía que lanzaba dagas por sus ojos. Igualmente fue una agradable cena.
La manada entera se burló de uno de los comentarios que Héctor le había hecho durante la cena. "Espero que hagas feliz a mi hija, porque se como castrar a una persona con una aguja", le dijo cuando se despidió. Y cuando entro en face, todos los integrantes se burlaron con castrarlo con una aguja desde entonces.
-Si no supiera que eres un lobo enorme, juraría que le temes a un simple humano y una aguja.-Burló Paul, divertidísimo de la amenaza que recibió su amigo.
-Puedo ser duro cuando quiera, incluso puedo derrotar al mismísimo Satanás.-Se defendió Jared, cansado de ser la causa de la burla.
-Ni siquiera eres capaz de contradecir una orden de Marlene o de tu impronta.-Se burló Quil.
-Ni eso sabes hacer, hombre.-Habló Embry.-Aunque contradecir a Marlene es como convocar a Satanás.
-Sam lo sabe por experiencia.-Añadió Seth, mirando a su Alfa hablar con las chicas.
-Puedo contradecir a quien sea.-Habló Jared muy alto.
-¿A quien sea?.-Preguntó Marlene.
Los lobos temblaron al sentir a su madre hablar. Jared palidecio.
-Kim puede mandarte a tragar pasto, y sé a ciencia cierta que así lo harás.-Se unió Leah, cansada de la pelea de quien la tiene más grande de sus hermanos.
-Eso no es cierto.-Negó Jared, seguro.
Marlene miró a Kim, y sonrió.
-Jared, quiero comer helado, por favor.-Pidió la chica, haciendo ojitos de cachorro y un puchero.
El muchacho miró a sus amigos y endureció su rostro.
-Ve a comprarlo.-Soltó, tratando de sonar indiferente.
Marlene se mordió el labio y Leah miró a la humana con emoción.
-Es que... Quería que después vayamos a la playa y no sé... Pasar el día juntos, porque luego tienes guardia.-Continuo Kim.
Jared se mordió la lengua, y miró nervioso a todos lados. Los demás miraban la escena con diversión.
-Por favor.-Añadió Kim, con un puchero más grande.
Le parecía adorable al lobo la forma en que su impronta le pedía algo. No tardo en ponerse de pie y acercarse a la chica.
-¿De que sabor, amor?.-Pregunto con cautela.
-De chocolate, mi vida.-Pidió la chica con una leve sonrisa.
Todos se aguantaron la risa hasta que el lobo salió de la casa. Una vez que Jared salió disparado del lugar, todos comenzaron a reírse y a burlarse del lobo.
-Mis clases de "Improntas mandonas" serán algo espectacular cuando aparezcan más Improntas.-Dijo Marlene con una sonrisa orgullosa.
-No lo dudo.-Confirmó Sam, abrazando a su mujer.
Leah aún carcajeaba por lo de Jared y felicitaba a Kim por ser una buena impronta.
Atención.
A partir de aquí, se hará una escena que menciona algunas partes de Sexo xd, pueden saltarse esto si así lo quieren.
No soy buena en esto, pero intenté.
Al rededor de las 3 a.m., Kim dormía plácidamente en su cama. Estaba exhausta de la tarde en la Push con Jared. Habían caminado por la orilla del mar y comieron el helado que el lobo le había comprado. Cuando ella estaba tan dormida, despertó al sentir que su ventana era golpeada por algo. Se asustó.
Se debatió en si debía ver que era lo que golpeaba la ventana o llamar a Sam. Su mente le decía que podría ser algo peligroso que la mataría, pero su corazón decía todo lo contrario.
Se levantó de la cama y camino con cautela hacia la ventana. Suspiro del alivio al ver a Jared parado fuera de la casa con una piedrita en la mano. Abrió la ventana y susurró.
-Casi me matas de un susto, otra vez.-Regaño la chica.
-Hazte a un lado.-Pidió el chico.
Ella se movió y caminó hasta la cama, donde se sentó aún media dormida. El chico entró a la habitación a los minutos y cerró la ventana para evitar que su novia muerda del frío. Camino hasta la cama y se sentó junto a ella.
-Recién salgo de la guardia, y no pude evitar venir.-Habló Jared, acercándose a ella y abrazandola al verla temblar del frío.
-Te estaba esperando, pero hacia demasiado frío para dejar la ventana abierta.-Se quejó Kim, acurrucandose en el pecho del chico.
-Lo sé.-Murmuró él.-¿Estás sola?. No oigo el ronquido de tu padre.-Comentó confundido.
-Mamá se sentía mal, así que papá la llevó al hospital.-Respondió Kim.
-¿Está todo bien?.
-Al parecer, Mamá contrajo un virus que los doctores creen que es conocido como "Posible embarazo".-Murmuró entre risas.
-Oh, no pierden el tiempo.-Murmuró divertido.-¿Como tomarías el tener un hermanito a esta altura del partido?.
-Supongo que bien. No lo sé.-Respondió.
Un silencio se instaló en la habitación, solo se oía el respirar de ambos jóvenes. Kim aún estaba abrazada a Jared, ya un poco más calentita. Jared estaba con los ojos cerrados, a nada de comenzar a dormirse de la tranquilidad que tenían, cuando sintió que su novia se removió en sus brazos.
-¿Qué ocurre?.-Preguntó Jared, aún con los ojos cerrados.
-Jared...-Susurró Kim, sonrojada.
-¿Mhjmm?.
-¿Puedo intentar algo?.-Preguntó Kim, soltandose del abrazo del chico.
Jared abrió los ojos y asintió con la cabeza, totalmente confundido.
Kim suspiró, tratando de tomar coraje para hacer lo que tenía pensado. Jared sonrió al oír el nervioso corazón de la chica y pasó su mano en la mejilla de la chica.
-Solo, no hagas nada.-Pidió Kim.
La castaña se levantó de su lugar en la cama y se acomodó en el regazo del chico, tomándolo por sorpresa. Coloco sus manos en el cuello de él y acerco lentamente su rostro al contrario, buscando los labios de él. Una vez que sus labios rozados y finos se rozaron con los gruesos de él, tomó el valor y los junto en un tierno beso, donde Jared llevó sus manos a la cadera de ella. Era un beso inocente y dulce, pero eso pasó en segundo plano cuando ella se removió en el regazo del lobo, dando una descarga eléctrica que casi hace perder el control del lobo. Este se separó.
-Puedo esperar, Kim. No quiero que sientas obligación de hacerlo.-Susurró Jared, acariciando las caderas de la chica y mirando sus ojos almendrados con preocupación.
-Quiero hacerlo.-Susurró la castaña, nerviosa y eufórica.-Quiero estar contigo, en todas las formas posibles.
Jared se sintió perder cuando ella paseó una de sus manos por su torso hasta llegar al inicio de su pantalón corto. Todo su control, toda su calma, se fue a la mierda cuando la sintió dejar besos en su mandíbula y cuello. Ella lo necesitaba, y él no sería quien se lo negaría.
Tomo el rostro de la chica y la hizo mirarlo a los ojos, buscando algún tipo de arrepentimiento, pero solo encontró amor y confianza. La acerco a él y la besó, con pasión, con amor. No era su primera vez, tampoco era experimentado con Paul, pero sí era la primera vez que haría el amor, y ¿qué mejor que hacerlo con su alma gemela?. Nada se comparaba con el sentimiento que crecía en su pecho al pensar eso y besar a su novia.
Fueron girando en la cama hasta que el lobo quedó arriba de la chica, apoyado sobre sus codos para evitar poner todo su peso sobre ella. Kim paseaba sus manos por la espalda y pecho de Jared, sintiendo que se quemaría de lo caliente que estaba el cuerpo de su lobo.
Las prendas comenzaron a molestar, y Jared se encargó de sacarlas del cuerpo de la chica. Comenzando con la remera de la chica, dejando al descubierto los pechos de esta, que nerviosamente, intentó cubrirlos.
-Si confías en mí, déjame verte y apreciarte.-Susurró Jared, mirándola a los ojos.
Kim suspiró y asintió levemente mientras dejaba caer sus manos de sus pechos, dejandolos a disposición del lobo. Jared volvió a besar cortamente a la chica y luego se dirigió a su cuello, dejando besos húmedos en su piel y estremeciendo a la joven que soltaba pequeños jadeos. Cuando llegó a sus pechos, sintió que su lobo comenzaba a removerse emocionado. Dejo un beso en cada uno, sobre la tela del brasier y continuo bajando hasta llegar a su abdomen. Kim se removió ansiosa. Jared desabrocho lentamente los shorts de la chica y comenzó a bajarlos.
Los minutos pasaban y la ropa iba desapareciendo, y llegaban las caricias de ambos al otro. Se sentían en una burbuja donde solo ellos existían.
El momento llegó, ambos estaban desnudos y solo faltaba esa unión. Kim gimió al sentir a Jared tan cerca, pero solo atinó a buscar los labios de él. Se unieron en un beso, mientras que Jared empujaba sus caderas y comenzaba a entrar en el cuerpo de ella. Con cuidado. No quería lastimarla, quería hacerla disfrutar.
Kim gritó, sintió como si la lastimaran con un cuchillo. Tenía dolor. Jared paró al instante y se sintió culpable.
-¿Estás bien?. ¿Paro?.-Pregunto agitado.
Kim cerró los ojos, las lágrimas salían de sus ojos almendrados, pero aún así negó con la cabeza. Estuvieron así, quietos, por unos minutos. Jared besaba el rostro de la chica y susurraba cosas que tranquilizaba en cierto modo a la chica. Kim gimió nuevamente y pidió que se moviera, Jared aún dudoso hizo caso y comenzó un vaivén lento pero continuó.
Kim se quejaba, pero aún así, sentía placer. Cuando Jared sintió que ella se relajó y comenzaba a disfrutar, aumentó la intensidad y movimiento, arrancando gemidos y gritos de la chica. Se sentían plenos.
Minutos y minutos así, unidos. Cuando llegó el momento, en el que kim se sentía temblar y convulsionar sus caderas, Jared hizo algo que ella no imaginó.
La mordió.
En su cuello, sintió que le clavaban agujas. Pero, gracias a eso llegó a lo que jamás pensó llegar: Un orgasmo.
Ambos respiraban agitados. Estaban felices. Realmente lo estaban.
Y se amaban. Eso era todo lo que necesitaban. Amarse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top