Capítulo 16: Cena con los suegros.
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Si para Kim fue algo que le ponía los nervios de punta el conocer a la madre lobuna, ¿qué le esperaba a Jared para conocer a los padres de su novia?. Sin dudas, el muchacho demostró su temor en cuanto ella lo invitó a cenar con sus padres, desmayandose en medio de la sala de Marlene.
-¡Tranquilo, amigo!.-Ánimo Quil.-Verás que te amaran, y luego te casaras con ella y tendrán miles de cachorros, pagarán hipotecas, quedaras en deuda con nosotros porque te prestaremos dinero y finalmente vivirán debajo de un puente, pero al menos estarán felices.
Jared palidecia a medida que Quil soltaba una frase tras la otra.
-Ya, Quil.-Regañó Marlene, llegando a la mesa con una fuente con galletas de chocolate y vainilla.-Déjalo en paz al pobre, sus nervios me pasan a mí a cada segundo.-Negó con la cabeza y se sentó a un lado del lobo que estaba blanco como la leche y duro como una piedra.-Irá todo bien, Jared, Sam estará dando una vuelta por si todo se sale de control. No hay nada que temer, te estamos cuidando y no le hagas caso al tonto de Quil.-Posó una mano en el hombro del chico.-A medida que se van pasando el nombre, es como si la inteligencia también se gastará, y Quil no tiene mucha que digamos.-Sonrió burlona al ver el rostro ofendido del Ateara.
Jared miró a su Madre y suspiró.
-¿Qué debo hacer?.-Preguntó nervioso.-¿Debo hablar con su padre y pedir permiso?.-Fruncio el ceño.-¿Y si me lo niega?. Moriré estando lejos de ella.
-Nadie morirá, Jared.-Negó Marlene.-Y si alguien muere, será Paul por robarme una falda para demostrar que eran incómodas y la rompió al cerrar el cierre.
Jared sonrió aliviado. Solo Marlene sabía buscar lo divertido en momentos como esos, y esa era la razón por la que la amaba como una madre.
-Bien, debemos ponerte guapetón para tu cena con tu novia y sus padres.-Agregó Marlene, levantándose de la silla a medio reparar y sonriendo.-Debes dar una buena impresión a la primera, pero muéstrate como eres, tu personalidad no cambiará porque tengas una camisa puesta.
Jared sonrió y asintió, tomó una galleta y siguió a Marlene para ir a su casa y buscar ropa. Después de todo, ella tenía más sentido de la moda que él.
Por otro lado, Kim estaba con su ropero vacío. Todas sus prendas estaban esparcidas por los suelos, según ella, "No tenía nada que ponerse". También estaba nerviosa, y aún más por la razón que se hacía.
Verán, cuando los jóvenes enamorados estaban en una sesión de besos, donde ambas almas se unirían, hubo una interrupción. La madre de la chica llegó a su cuarto al oír un ruido extraño, y se acercó a verificar que su hija esté bien. No sé imaginaba el encontrar a su hija en el regazo de un chico con solamente el pantalón y el brasier. Casi le da un infarto.
Ahora, con la advertencia de su madre, tuvo la obligación de invitar a Jared a comer a su casa con sus padres y así presentarlo como su novio oficial.
Los nervios y la vergüenza de la chica no la dejaban elegir una buena vestimenta para la cena hace horas.
Llamó a Marlene, en busca de ayuda, y la mujer estaba tan emocionada que a los 20 minutos ya estaba dentro de la habitación de la chica con Leah.
-Este vestido me gusta, pero no me convence para la ocasión.-Señaló Marlene, tomando un vestido rosa chicle.-Este esta muy bueno, lástima que sea un poco más grande que tú, sino ya me lo hubiera llevado.-Tomó otro de color vino.
-No sé ni para que vine.-Murmuró Leah, mirando a la mujer que estaba enfrascada con los vestidos de la humana.
-Porque, cuando encuentres a tu impronta, sé que no me dejarás elegir un vestido para ti.-Respondió Marlene, tomando un vestido color negro con tirantes.-Este es perfecto.
-¿No es muy revelador?.-Consultó Kim, frunciendo los labios.
-Sí.-Soltó Leah.
-No.-Contradijo Marlene, dándole el vestido.-Es perfecto. Ahora, ve a ponértelo.-Demandó.
La chica, sin opción alguna, tomó el vestido y caminó al baño. Tardo unos segundos para colocarselo, y una vez puesto, sin mirarse al espejo, camino a la habitación nuevamente. Marlene que estaba hablando con Leah, dejó de hablar por un segundo y abrió los ojos y la boca emocionada. Leah asintió con la cabeza convencida.
-¡Estás preciosa!.-Chillo Marlene.
-Te queda muy bien.-Dijo Leah, con una leve sonrisa.
Marlene tomó por los hombros a la chica y la guió hasta el espejo de pared que tenía ahí, y la hizo mirarse. Kim no sabía que hacer al verse así, tan radiante. El vestido era negro, corto hasta las rodilla y en forma de campana con unos tirantes y un escote en corazón. Era formal y a la misma vez delicado. Y a ella le quedaba más que hermoso.
-Wow.-Logró decir la chica, en cuanto volvió a la realidad.
-Mjm.. Jamás le erró.-Habló Marlene, orgullosa de ella misma.-Ahora, siéntate que te haré un peinado y te maquillare.-Kim obedeció y camino a su silla de escritorio.-¡Al fin!. Mi hermano no me dejaba maquillarlo, y ahora tengo a mi propia muñeca.-Soltó la mujer feliz.
La hora de la cena había llegado, y Kim estaba esperando muy pacientemente a Jared en la sala de estar junto a sus padres.
La chica estaba maquillada y peinada totalmente preciosa. Su cabello estaba lacio con un arreglo en los mechones delanteros, que estaban peinados hacia atrás formando un pequeño levantamiento en la parte de atrás. Su maquillaje era natural, pues no quería tanto y Marlene le hizo caso.
Ahora solo faltaba una cosa.
El novio.
Jared aún no había llegado y eso ponía más nerviosa a la chica. Sus padres estaban ansiosos por conocer formalmente a su yerno y causa de la felicidad de su hija. Zayra para ver que tan dispuesto estaba el chico por su hija y Héctor para poder asustarlo y evitar que su hija sufriera.
La puerta principal fue tocada y los tres Daniels se miraron. Héctor, como padre de la familia, fue el primero en levantarse y dirigirse a la puerta, con ambas mujeres detrás de él. Al abrir, Kim, vio a un Jared totalmente diferente a como solía verlo. Estaba peinado, con una camiseta negra y unos jeans azules, también tenía un pequeño ramo de flores en su mano.
-Buenas noches.-Saludó el Adolescente.
-Buenas noches.-Saludó Héctor, haciéndolo pasar. Una vez que estaban los cuatro dentro de la casa, se voltea y mira al chico.-Héctor Daniels, padre de Kim.-Se presentó, extendiendo su mano con una mirada autoritaria. Jared no dudo en tomarla, estaba seguro que haría lo que fuera para ganarse la confianza de los padres de su chica.
-Jared Cameron.-Dijo el chico, dando un leve apretón.
-Un gusto verte.-Soltó la mayor, una vez que ambos hombres dejaron de mirarse con cierta seguridad.-Soy Zayra Daniels, madre de Kim.-Se acerco y beso su mejilla, con una leve sonrisa.
-Un gusto, Señora Daniels.
-Solo Zayra, por favor.
-De acuerdo.-Murmuró Jared.-Estas son para usted.-Le entrego el ramo de flores.
-Muchas gracias, Jared.-Sonrió la mujer. Miró a su hija y luego entendió la mirada que le daba.-Nosotros iremos pasando a la cocina, para darles tiempo.
-Pero...-Intento protestar el hombre, mirando al chico y luego a su mujer, quien tenía una ceja enarcada.-Bien.
Ambos adultos salieron del lugar dándoles privacidad a los jóvenes.
-Tu padre me odia.-Susurró Jared, acercándose a la chica con una mueca.
-Mi padre odia a todos los chicos que se me acerquen.-Respondió ella con una sonrisa.
-Estás hermosa.-Halago, acariciando la mejilla sonrojada de la chica.
-Tú también estás hermoso.
Jared acerco sus rostros y besó los labios que tenían un gloss con sabor a frambuesa. Ambos se entretuvieron con el beso hasta que un carraspeo se oyó, obligandolos a separarse.
-¡Héctor, ven aquí y déjalos en paz!.-Gritó Zayra desde el comedor.
El hombre iba a replicar, pero se oyó como la mujer repetía la misma frase. Héctor refunfuño y se encaminó nuevamente al comedor.
-Repito, tu padre me odia.-Murmuró Jared, tomando la mano de la chica.
-Solo es cuestión de tiempo para que acepte que crecí.-Afirmó la chica, comenzando a caminar al comedor.
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Bien, ya que recibí quejas de que "Estafe con los detalles" en el capítulo anterior, quiero aclararles algo..
No soy buena para escribir ese tipo de escenas, no me siento capaz de hacerlo. Pero haré el intento, no prometo nada, pero intentaré.
¿Están de acuerdo que haga escenas de cuando el lobo marca a la impronta?. Comenten.
También quiero decirles que quedan pocos capítulo para que este libro termine.
¿Quién creen que es el siguiente en imprimarse? Quiero ver quién creen que es el siguiente. :)
Besos ♡
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