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Esa tarde, Kim junto a Marlene preparaban pasteles, y muchos pasteles ya que los lobos lo devoraban como si fueran bocadillos.

Los chicos estaban de guardia, así que ese día era un día de chicas. Marlene estaba entusiasmada por que haya otra chica más además de Leah, y aún más, que sea una impronta.

Kim fue en la mañana, haciéndole compañía a la madre lobuna desde entonces.

—Paul suele ser el hijo berrinchudo, muchas veces hace berrinches por todo.—Comentó Marlene, haciendo la mezcla de los pasteles mientras Kim hacia la crema.

—Lo noté cuando me peleo por un Cupcake.—Recordó la chica, divertida.

—Sí, aunque también es el más mimado.—Agregó Marlene.

—Lene.—Llamó Kim. La aludida volteó a verla.—¿Creés que esto... lo de las Improntas... es un regalo de los ancestros?.—Preguntó.

La azabache sonrió enternecida.

—Cuando me enteré de esto, de que era una impronta y era la de Sam..—Suspiró.—Lo veía como algo espantoso, algo que interrumpía mi destino y mi vida.—Admitió.—Odie a Sam por mucho tiempo, pero con el paso de los días y meses con los que convivimos juntos y lo conocí, ya no me pareció tan mala idea.—Contestó Marlene, con una mirada que demostraba su amor por el lobo.—¿A que viene esa pregunta?.

Kim se mordió el labio y dejó de batir. Miró a la chica a su lado y frunció el ceño.

—Jared y yo... No hablábamos, de hecho, él ni siquiera sabía de mi existencia.—Murmuró confusa.—Llevo enamorada de él desde preescolar, y jamás me volteó a mirar.—Contó.—Todo el mundo me decía "La chica loca", por mirarlo, por apreciarlo con mi mirada.—Se mordió el labio.—Incluso Fio, me decía así...

—¿Fio?.—Interrumpió Marlene.

Kim sintió su garganta secarse, y algunas lágrimas asomarse al recordar a su mejor amiga.

—¿Has oído la noticia de una chica que murió?.—Preguntó Kim.—De aquí, de la reserva.

—Algo me comentaron.—Respondió Marlene.—¿Era tu amiga?.—Preguntó triste.

—Mi única y mejor amiga.—Contestó Kim.

—¿Qué le pasó?.

—Suicidio.—Respondió con un nudo en la garganta.—Ella odiaba a Jared, jamás lo entendí. Siempre me decía que él no me merecía, que él me ignoraba.—Tragó saliva, tratando de que con ella se fuera el nudo en su garganta.—Tenía razon. Incluso, estaba pensando en abandonar la idea de que me siguiera gustando Jared, pero había algo en mí que no me dejaba hacerlo, algo que me decía que debía esperar.—Marlene, preocupada por cómo estaba la chica, tomo su mano en forma de apoyo.—Y sucedió, Jared en una clase de Trigonometría luego de haber desaparecido, me miró por primera vez a los ojos y noto mi existir, y con eso, se imprimo.

—¿Y ella..?.—Pregunto Marlene, cautelosa.

—Ella me dejó una nota y su diario.—Una lágrima bajo por su mejilla.—Estaba enamorada de mí y se sentía enferma por ello.

—Oh, dios.—Mascullo Marlene, asombrada.

—Aún me duele, pero, sé que ella me desea felicidad, aunque sea con Jared.—Murmuró, secándose la lágrima.—Pero aún me siento mal, por haber ignorado las infinitas indirectas que me lanzaba.

—No tienes la culpa, Cariño.—Reconforto Marlene, apretando un poco el agarre de sus manos.—A veces, hay cosas que no se pueden evitar y mucho menos cuando una persona cree hacer lo correcto, aunque su decisión no lo fuera.—Miró a los ojos almendrados y sonrió maternal.—Y creo que ella estaría más que feliz por saber que estas con tu alma gemela. Incluso si ella no lo fuera, no era algo que podrías evitar.—Murmuro.—Tú decides que ser del lobo, y tú estabas enamorada desde antes que este se haga en un perro de dos metros.—Sonrieron.—Los ancestros supieron escoger muy bien. Tú y Jared, estaban destinados a ser unidos en algún punto de su vida, y ya lo hicieron.—Se acercó y la abrazó.—Y siempre estaré para ti, Kim. No soy ella, pero puedo ser tu amiga también.

Kim asintió en el abrazo y dejo que algunas lágrimas salieran, sintiendo que un peso de sus hombros le abandonaban y ahora se llenaba de paz.

Los chicos volvieron, y comieron todos juntos aquellos pasteles. Marlene estaba sentada en el regazo de Sam, mientras que Kim estaba a un lado de Jared, riendo de las tontas peleas de sus amigos.

Cuando cayó la noche, la pareja decidió volver a su casa, bah, a la casa de la chica. Se despidieron, aunque Kim no entendía las miradas cómplices de los chicos, decidió ignorarlas y salió de la casa tomada de la mano con Jared.

Ella entró por la puerta, sabiendo que sus padres estaban dormidos, y subió a su cuarto cerrando la puerta con llave. Cuando volteo, vio a Jared entrando por la ventana.

—Algún día te matarás por hacer eso.—Acusó Kim, mirando al lobo.

—Hasta ese día, usaré la ventana como entrada principal.—Dijo Jared, acercándose a su impronta y plantando un casto beso en sus labios.—Tu padre me mataría si me viera aquí.

—Que bueno que tienes curación rápida y puedes correr en cuatro patas.—Sonrió.

—Te llevas muy bien con Lene.—Murmuró con una sonrisa.—Te has ganado a la madre lobuna. ¿Sabes lo que significa?.

—No, ¿Qué?.—Preguntó la muchacha, embobada con los ojos del chico.

—A un lobo feroz.

Kim comenzó a reír por lo bajo, y lanzar alguna que otra burla. Ambos quedaron tirados en la cama, ella recostada en el pecho de él.

—Te quiero, Jared.—Soltó Kim, haciéndole caricias en el pecho desnudo al lobo.

Aquellas palabras tomaron por sorpresa al chico, era la primera vez que la oía decir eso y oía el corazón tranquilo de la chica. No mentía.

Jared la tomó y la acomodó para que quedaran frente a frente. La miro a los ojos aún estando en la oscuridad que era opacada por la luz de la luna que se colaba por la ventana.

—También te quiero, Kim.—Murmuró él, acercándose a dejarle un beso en sus labios.

El beso era tierno, cálido y cariñoso. Ambos se demostraban el amor que sentían por el otro, y poco a poco, el beso dejó de ser así, tierno, y comenzó a ser más apasionado, el lobo guió a la chica para sentar la en su regazo y él sentarse con ella, abrazandola en el beso. Jared se separó un segundo, la buscó con la mirada, como si pidiera permiso.

—Te quiero.—Susurró Kim, acercándose nuevamente para besarlo.

Bajo la luz de la luna, dos corazones, dos almas gemelas, se unieron. Con amor, con cariño y con cuidado, se unieron para ser uno solo.

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Volví:)

¿Que opinan de la aparición de Marlene?
¿La extrañaban?