Resuenan las conversaciones de la cabina ultimando los detalles para la cuenta regresiva y el despegue de la nave espacial bajo mi mando.

Tanto esfuerzo y dedicación a lo largo de los años generaron sus frutos, resultados de los cuales estoy sumamente orgulloso porque fueron años de entrenamiento para llegar hasta aquí y nada ni nadie opacara mi destino.

Tanto la licenciada como el doctor han estado todo el tiempo interactuando conmigo en diferentes situaciones, tanto en las que los requiero como en las que no necesito. No siendo así, con aquel que mantiene una distancia más que prudente de mí. Pareciera que tiene miedo de que asome aquel adolescente que fue más que imprudente en creer que una noche de pasión significaba encontrar aquel que hacía latir como un loco a tu enamoradizo corazón.

Aunque debo confesar que siempre anhelé regresar a ese tacto. A ese afecto que iluso creí compartido. A la percepción que dejaron en mi piel las baratas sábanas de ese cuarto de hotel y a la yema de esos dedos que tengo grabados como fuego... Lo sé, ¿todos recuerdan de esa manera aquella persona con la cual compartieron su primera experiencia extra-sensorial?

Es que eso fue para mí, un paseo a las estrellas de ida y vuelta, glorificado en su codicioso tacto y resguardado en cada beso que dejó.

Lo observo de reojo al estar a mi costado, situación que lo hace un relevo inmediato en caso de que algo me ocurriera a mí. Pero gracias a que su indiferencia está cada vez más marcada, pareciera que no podría contar con él de ser necesario.

Yo debo velar por mi equipo, pero a la misma vez, confiar. Poder saber que puedo dejar mi vida en sus manos y que harán lo estrictamente necesario para resguardarla. Y en estos momentos, mi mal humor se acrecienta haciéndome actuar como nunca hubiera actuado, llevando la parte personal a la profesional. Así que decido habilitar aquella línea que me lleva hacia él y que deja lejos a los oídos ajenos. Ya que estos días ha escapado como un vil delincuente cuando el entrenamiento finalizaba sin darme tiempo a más nada que observar su espalda en retirada.

Tan correcto para el entorno y en creciente desconsideración conmigo.

Entonces, cuando estoy acomodando mi incómodo cuerpo mientras verifico que faltan unos cuantos minutos para el lanzamiento, le hablo.

—Creo que debería saber, que ya no soy aquel muchacho.

Listo... A pocas palabras buen entendedor, dice el dicho. Dejando un breve lapso de tiempo en donde observo de reojo que mira para todos lados percatándose de que solo a él le he hablado.

—¿Disculpa? —contesta todo liviano como si no pudiera darme cuenta de que esquiva, de ser posible, hasta mis saludos.

—Necesito saber que cuento con usted más allá de que no pueda ni verme, ingeniero.

—Estamos juntos en esta misión, si algo sale mal, nos afecta a todos por igual. ¿Qué te hace pensar lo contrario? Y eso que afirmas, nunca salió desde mis labios.

—Pero lo demuestra con hechos. Podría decirse que... todo el tiempo.

—Ya deja de ser tan formal, tendremos largo tiempo adelante para escucharte tratarme de usted todo el tiempo.

—Como si habláramos tanto —susurro apenas audible en cuanto avisan por la radio que debemos verificar coordenadas, estado del motor y demás. De inmediato, apago la línea de ambos y habilito la comunicación grupal.

—Copiado Houston, aquí les habla el comandante del "Eleven for Sky" Jeon Jung Kook, realizando la última verificación antes de la cuenta regresiva.

De inmediato, empiezo a cuestionar a cada uno de mis tripulantes las verificaciones necesarias, detallando por último las coordenadas para un despliegue correcto.

Si todo sale correcto, nuestra nave producirá una fuerza ascendente (de empuje) que luchará contra la fuerza que la tira hacia abajo (gravedad), dejándonos en órbita en unos nueve minutos aproximadamente.

"10... 9... "

Observo a mi equipo levantando el pulgar y rogando que todos vaya tal cual lo hemos entrenado.

"6... 5... "

Pero cuando noto una fija mirada sobre mi visión periférica, siento que se me detiene la franja del espacio y tiempo...

"2... 1... ¡Despeguen!"

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