Capítulo 3

Tras haber echado un vistazo a la variedad de pastelitos, bizcochos, galletas y otros dulces del mostrador, me decanté por un bollito relleno de chocolate.

No me gustaban demasiado, pero tenía tanta hambre y lo veía tan apetitoso que simplemente era por satisfacer a mi estómago.

Me senté en uno de los bancos, forrados de cuero azul marino, que había frente a mi mesa.

La cafetería era como la típica americana, sólo que más rural.*

Dejé que mi vista vagara por el poco paisaje que veía a través del cristal, y poco a poco la calle se llenó de gente.

El parque de enfrente se atestó de críos y padres, las aceras de dueños paseando a sus mascotas y gente con prisas, atendiendo llamadas de teléfono.

Mi ensimismamiento dio por finalizado cuando la camarera depositó mi taza de café con leche sobre la mesa, encima de un pequeño plato de porcelana, y mi bollito, sobre otro diferente.

"Que aproveche, señorita," sonrió amablemente.

"Muchas gracias," contesté.

Tras echar dos sobres de azúcar en el café, removerlo y dar un pequeño sorbo porque aún quemaba, saqué mi ordenador poniéndolo sobre la mesa.

Esperé a que se iniciara la sesión y abrí el documento.

Me quedé mirando a la hoja en blanco mientras bebía y comía un poco.

No ocurría nada.

°•°•°•°•

*El interior de la cafetería es como el de la foto de la galería, pero ambientado más hacia lo rural.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top