Me senté a esperar que llegase.

Aunque pasaba el tiempo y no venía.

A la hora de la comida, la cafetería se vació.

La hora de cierre había llegado, Maggie tenía que comer.

Sin embargo, se acercó y se sentó frente a mí.

Yo tenía la mirada perdida en la calle, esperando divisar esa furgoneta y aliviar mi tensión.

"Tienes que irte, Blair. No va a venir."

Esa última frase hizo que captara toda mi atención.

"¿Por qué?"

"No puedo responder a esa pregunta."

"Yo sólo quería disculparme y saber qué le he hecho. El último día que le vi, cuando estuviste hablando con él, me miró con desprecio y se marchó de la cafetería..."

"No es por ti."

"Entonces, ¿por qué es?"

"Por El chico del café."