Narra autora

De forma lenta y temerosa, Gon empezó a girar su cabeza, rogando que la voz que escucho fuera la de Killua y no una cruel ilusión que su cansada mente había hecho para consolar su roto corazón.

Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando vio aquellos hermosos ojos azules con violeta devolverle la mirada.

- Gon.. - Killua susurro su nombre mientras hacía una mueca de tristeza y culpa.

De forma veloz, Gon se enderezo y se lanzó hacia el otro chico. Cuando Gon abrazo a Killua sus lágrimas por fin resbalaron.

Es real, es real ¡Es real!

De forma repetitiva aquella frase se clavo en el cerebro de Gon, sollozando y clavando sus dedos en la cintura de Killua, Gon por fin pudo liberar todo el dolor que había estado guardando

- pensé.. ¡Pensé que habías muerto! - sollozo con fuerza el Freecss, mientras ocultaba su rostro en el cuello de Killua

- Lo siento.. lo siento tanto Gon - susurro Killua al devolverle el abrazo, algunas lágrimas pinchaban en sus ojos por querer deslizarse pero se mantuvo firme. Gon era más importante, lo necesitaba y el no tenía derecho a llorar después de generarle tal dolor a su amigo

Ambos niños permanecieron fuertemente abrazados, ninguno de los dos quería soltarse o apartarse del lado del otro. Gon no quería por miedo a que todo fuera una ilusión y en el momento que soltara a su pequeño copo de nieve este desapareciera y Killua no quería por todo el dolor que le causo a su luz, el pensamiento de "si lo suelto el me abandonará por todo el dolor que le provoque" no salía de su cabeza lo que ocasionaba que su cuerpo se apegara lo mas que podía al otro.

Soltando un pequeño suspiro Killua abrió su boca para por fin decir algo, sin embargo un fuerte y profundo escalofrío recorrió toda su columna vertebral, su cabello se erizo y todo en el le grito que debía huir.

Rápidamente el joven Zoldyck se giró y cubrió con su cuerpo a Gon, quien aturdido y bastante cansado miro confundido a Killua antes de que su mirada se posará en la nueva presencia que había entrado al cuarto.

Los ojos de Gon se abrieron con horror e impotencia

El rey de las hormigas quimeras estaba aquí, frente a ellos y el no podía hacer nada.

Fue un imbecil al desperdiciar toda su energía y gastar como un estupido su nen en un cadáver que hace horas había dejado de respirar

De forma temblorosa, Gon sujeto la cintura de Killua dispuesto a cargarlo en su hombro y obligar a su cuerpo a llegar al límite si eso significaba poner a salvo a su Killua aun si sentia su cuerpo destruido y lo único que quería era dormir, pero no podía hacerlo, no ahora que por fin había recuperado a Killua.

Los segundos pasaron y aquella hormiga no hizo ningún movimiento, ni siquiera los había mirado y eso solo lograba esponjar aún más el cabello de Killua, sus nervios estaban al límite y el joven albino no sabía si sería capaz de huir con Gon sin que el rey los matará en un parpadeo.

- Komugi.. - fue un susurro, pequeño y suave, un simple llamado dirigido a la mujer que aún dormía plácidamente a un costado de la destruida habitación

A paso lento el rey se movió, dirigiéndose a la mujer. El no les prestaba atención a ellos y Killua no sabía si agradecer lo que sea que sea esto o esperar y seguir sin mover un solo músculo, ya que, por lo que el sabía, bien ese actuar podría ser una trampa, esa hormiga podría estar esperando a que intentarán huir para acabar con sus vidas

Killua no podía permitir eso, debía poner a Gon a salvo, aún si eso le costaba la vida, Gon era más importante

- Ustedes.. - una vez que la hormiga llego con la mujer dirigió su atención a ellos

El agarre de Gon en su cintura se intensificó, parecía listo para tomarlo y huir con el a cuestas aún con su cuerpo totalmente desgastado. Killua sintió su estómago revolverse, debía poner a salvo a Gon

- Largo - ambos preadolescentes se sobresaltaron al volver a escuchar la voz grave del rey - no tengo ningún interés en ustedes, así que largo - sin siquiera mirarlos el rey tomo a la mujer en sus brazos y salió del cuarto con paso firme y seguro

Killua soltó el aire que estaba conteniendo en un pequeño suspiro profundo, el albino se giró para mirar a su Luz, solo para que Gon se desplomara encima de el, ya cediendo al cansancio

- Todo va a estar bien... - susurro Killua para si mismo - todo va a estar bien..

Gon despertó lentamente, tenía la mirada borrosa y apenas estaba logrando captar los sonidos a su alrededor. El sentía su cuerpo descansado y más ligero que la última vez que estuvo despierto, sonrió feliz ante lo cómodo que se sentia en aquella mullida y suave cama

Gon solto un pequeño suspiro feliz.

- "Me pregunto dónde estará Killua" - pensó distraído

Gon cerro por un momento sus ojos, pensando en Killua y en lo que podría estar haciendo, tarareo un poco antes de que todos los recuerdos de los últimos días golpearan su cabeza con fuerza. Con fuerza y rapidez Gon se levantó de golpe de la cama, sus ojos mostraron su temor, su miedo a que todo lo que ocurrió haya sido un cruel sueño y que Killua realmente estuviera..

Antes de que Gon terminara de enloquecer la puerta de la habitación se abrió y Killua Zoldyck entro con una bandeja llena de comida.

Gon observo, perplejo, como su mejor amigo, se veía cansado y desgastado, sus bellos ojos color azul con violeta tenían una feas ojeras debajo, su precioso y suave cabellera blanca se veía descuidada y desordenada y aún así, aún con ese aspecto Gon todavía podía decir sin ningún problema que Killua era el chico más lindo de todo el mundo.

- Ki-Killua.. - Gon lo llamo, su voz se escuchó ronca y desgastada, como si no hubiera hablado en días.

De forma rápida Killua levanto su cabeza tan rápido como pudo, sus miradas chocaron y ambos se miraron fijamente por lo que parecieron horas, pero no fueron más que unos pocos minutos

- Gon.. - El Zoldyck pronunció su nombre como si estuviera nombrando la cosa más preciosa del mundo y Gon no pudo evitar sentir como su corazón dio un vuelco y su estomago se contraía de forma placentera

A paso rápido Killua fue hacia Gon, la bandeja fue dejada en mesa de luz junto a la cama. Cuando Killua ya estaba al lado de la cama de Gon, el joven Zoldyck extendió sus manos como si quisiera abrazarlo pero dudando en hacerlo.

Gon agarró los brazos de Killua y de un solo tirón llevo al niño a sus brazos, para así poder abrazarlo con fuerza junto con un toque de posesividad, totalmente decidido a no soltar a su amigo.

Killua se quedó rígido por unos cortos segundos antes de fundirse en el abrazo, feliz de poder abrazar a su Luz.

- Aún no puedo creer que te haya dejado acompañarme - Killua gruño nervioso

- ¡Ya te lo dije Killua! No voy a volver a dejarte ir - Gon hizo un pequeño puchero - ¡Además! ¡Quiero conocer a mí futura cuñada! - declaró con una enorme sonrisa

- ¡Gon, cállate! ¿¡Cómo puedes decir algo tan vergonzoso como si nada!? - un rojo profundo pintaba las mejillas de Killua

- Moo, pero Killuaaa - empezó a quejarse el joven Freecss - prometiste que serías mí esposa cuando fuéramos mayores - le recordó y entrelazando su mano con la del otro niño continúo - ¡Y ahora que eres mío, mí pareja y futura esposa es normal que Alluka sea mí cuñada! - Gon hablo con voz orgullosa y ligeramente posesiva mientras besaba los nudillos del Zoldyck

Killua sintió que podía morir en ese mismo momento y no le importaría, el albino se sentía tan feliz y enamorado que si hubiera partido al otro mundo lo hubiera hecho con una enorme sonrisa

- G-Gon.. eres.. eres un tonto - Killua apretó sus manos enlazadas, tratando así de darse la valentía que sentía que le faltaba - pe-pero.. eres el tonto que más amó - finalizó con las mejillas tan rojas como dos tomates maduros

- je, je, je, yo también amo a Killua - Gon sonrió feliz junto con un ligero rubor en sus mejillas

¡Felizmente puedo decir que hemos llegado al final de la historia! :D

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¡Por cierto! Feliz navidad y año nuevo amores, espero que en estas fiestas las estén pasando bien ;)

Hasta pronto. (⁠*⁠＾⁠3⁠＾⁠)⁠/⁠～⁠♡