RÉQUIEM 44
SARAH
Un espectáculo dantesco se extendía ante nuestra atónita vista frente a aquella misteriosa mujer cuyo rostro se ocultaba tras una máscara de terciopelo negro. Su risa era lo más parecida a la que podría ser un demonio si éstos realmente existieran.
Pero entonces, un sonido a las espaldas de ella, la hizo girarse sobre sí misma con la voz temblorosa, quejándose como si algo le torturase las entrañas. No comprendía que sucedía hasta que me encontré con algunas caras que conocía bien y, a pesar de que habían venido refuerzos, no pude sino sentir un terrible pavor al ver como aquella extraña poseía un poder inconmensurable. Mi hermano, junto a los Bartholy y algunos de nuestros aliados, habían venido a por nosotras. Aun la pregunta de cómo demonios sabían nuestra posición exacta, me daba vueltas a la cabeza. Era cierto que el poder de aquellos hermanos aún era un misterio, pero nunca había imaginado que el vínculo entre Peter y Alice fuera tan potente.
Sebastián se encontraba en posición de ataque a punto de convertirse mientras miraba a aquella mujer enmascarada. El resto del grupo nos miraban a Eyra y a mí con, de seguro, la misma sorpresa con las que ambas los mirábamos.
La mujer no perdió oportunidad en dirigirse a ellos.
—Peter...mi niño...viniste...
Un susurro agudo, pero perfectamente audible para todos, salió de la garganta de aquella arpía. Todos quedamos petrificados, pero, sobre todo, a quién iba dirigido esas palabras.
El rostro de Peter iba del asombro a la completa irritación. No era para menos; la situación era ciertamente grave y extraña. La mujer, prosiguió su teatro.
—¿Por qué no vienes a darle un abrazo a mamá Margie? ¿Acaso el hijo de puta de tu padre no te enseñó modales?
Aquello le divirtió profundamente, doblándose sobre si misma sin parar de carcajearse. Pero todos los presentes de lo único que teníamos ganas era de hacerla desaparecer.
Lentamente, él caminó en dirección a ella con el semblante estoico y frío, completamente amenazador con sus ojos de color rojo. Ella sonrió aún más mostrando sus dientes afilados.
—¿Sabías que los vampiros Originales no pueden retraer sus colmillos? ¿O que cuando se encuentran en su cénit de poder completamente excitados por la lucha, la sangre o la pasión física, tenemos los ojos negros? ¿A que eso no te lo enseñó tu papá?
Peter se lanzó a por ella, pero de un movimiento rápido levitó con una velocidad pasmosa. En el aire, nos miraba a todos por encima de su hombro con la capa ondeando al viento y las manos en su máscara. Su cabello podía verse, era una especie de color que iba entre el blanco y el gris, algo completamente atípico que no podía ser natural.
De nuevo, se dirigió a todos nosotros.
—¡Ja, pobres ilusos! ¿De verdad sabéis con quién tratáis? No os hacéis una idea...
De un tirón, ella se desató la capa dejando mostrar la vestimenta que llevaba debajo. Y no solo eso, la máscara de terciopelo negro que portaba, cayó al suelo revelando un rostro llamativo a la par que gélido. La tez de ella era sumamente pálida, con los ojos completamente negros y el cabello erizado como un gato que se siente amenazado. Era largo hasta prácticamente más abajo de las rodillas y en uno de los laterales de su rostro, podía verse unas terribles marcas de unas garras que iban desde el nacimiento del cabello hasta la barbilla. Su sonrisa ahora era realmente perturbadora al contraste de su aspecto y de la expresión que mostraba en su macabra cara. Todos quedamos estupefactos ante el aura poderosa que emanaba aquella tal Margie, la que se autoproclamaba la madre de Peter.
Él la miraba con un odio tan atroz que podía sentirse desde lejos, pero ella tenía la mejor baraja de todas sobre la mesa. Jugaba con la ventaja no solo de su poder sino también de su conocimiento acerca de nosotros. Se sentía que ella tenía gran saber de nuestras capacidades, por lo que podría ser un hecho el que ella nos hubiera investigado.
Peter comenzó a gritarle desde debajo de una forma violenta que la hizo cortar esa sonrisa tan tétrica que tenía dibujada en su marcado rostro.
—¡Yo no soy hijo tuyo, maldita arpía!¡Devuélveme a mi familia!
—¿Tu familia?¡Yo soy tu familia, Peter!¡Yo te di de nuevo la vida y solo me miras con odio porque tuve que retomar a los tuyos para que vinieras hasta mí! Sabía que, si tocaba a tu mujer y tu hijo, podías venir a mí, el problema es que el maldito de tu padre se me adelantó cuando supo de que algunos de mis más selectos peones fueron enviados por mí para retener a tu familia. Al saber que algo estaba sucediendo, Víktor se los llevó una noche para ponerlos a salvo. Pero no soy estúpida y di con la localización de su casa, aunque me fue imposible de nuevo llevármelos. Todo este tiempo culpaste a Víktor...pobre criatura que no sabe ni la tercera parte de la historia...
—¿De qué demonios hablas?¡Víktor jamás fue un buen padre para nosotros, nos abandonó! —Le gritó Drogo, pero ella apenas se inmutó, contestándole con la mayor tranquilidad que pudo.
—Él tenía sus buenas razones para dejaros. Él intentó ayudaros, pero había batallas ocultas de las que no teníais idea porque vivíais en una burbuja de comodidad en vuestra puta mansión. Admito que casi todas las rencillas eran por mí, porque le odiaba por no darme el hijo que deseaba... ¡Porque prefirió un puto músico a darme un bebé de ambos!
—Pero los vampiros no pueden engendrar vida, a no ser que dispongan de una médium. Es completamente imposible que dos vampiros tengan un hijo biológico—Le dije a la mujer, pero ella, en vez de molestarse, comenzó a reír como si se hubiera poseído por un ente extraño. Todos mirábamos de nuevo aquel espectáculo con una sensación extraña y la necesidad de huir bien lejos. Pero eso sería en vano, ya que aquella criatura nos perseguiría hasta dar con nosotros.
Ella descendió hasta una rama de un árbol, posándose como un pájaro para divisarnos a todos mejor. Me quedé mirando su terrible herida y pensé en cómo pudo hacérsela, ¿Fue en alguna de esas batallas?
—Hay una forma de que dos vampiros Originales tengan un hijo y eso Víktor lo sabe bien. Necesitaría a Alice para abrir de nuevo el portal hacia nuestro mundo para poder tomar de él la esencia de nuestros ancestros para recobrar por completo nuestra forma original además de nuestros poderes. Nuestra capacidad reproductiva se vio mermada por vuestra sangre, por ello necesitamos volver. Y solo podré lograrlo mediante una médium.
Un silencio extraño se instaló a nuestro alrededor, pensando con rapidez cómo actuar para salir de aquella situación. Un crujido a nuestro alrededor nos hizo girar nuestras cabezas en busca de algo que estuviera vigilándonos, pensando en la posibilidad de alguien que trabajara para aquella mujer, pero de pronto, una horda de hombres lobo acompañados de un destello masivo de luz, nos envolvió por completo con un grito ensordecedor de la garganta de esa tal Margie.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top