ALICE

Apenas permanecí unas cuantas horas durmiendo hasta que Sarah llegó a mi dormitorio y me despertó con demasiada prisa. Mis sentidos se activaron pensando en que quizás habían vuelto a por nosotros pero entonces ella me dijo que debíamos de marcharnos para pillar desprevenidos a los miembros de la organización.

-Si nos vamos por la mañana será más peligroso. Ellos creen que ahora estamos escondidas con el rabo entre las piernas por lo que no se esperarán que huyamos del castillo teniendo la protección de Víktor. Sé que parece un plan demente pero créeme que funcionará.

Quería pensarlo porque la esperanza siempre es lo último que se pierde pero, los últimos años habían sido tan catastróficos que me era cada vez más y más difícil. Le sonreí intentando mostrarle un poco de entusiasmo pero cuando me dijo que íbamos a ver a uno de los clanes amigos, lo que primero pensé fue en Thomas y mi relación con un vampiro que, además, era hijo de Víktor Bartholy, el enemigo principal de todos los hombres lobo.

Sarah me abrazó para calmarme y me dijo:

-Todo va a salir bien. No te preocupes, tú y tu hijo estaréis a salvo. Algunos de ellos son un tanto complicados pero no tienen malos sentimientos; simplemente son unos cabezotas de cuidado. Pero qué te voy a contar si conoces a mi hermano.

-Tampoco olvides al mío-Le contesté entre bromas pero ella pareció un tanto triste. Quizás habían tenido alguna pequeña pelea y el inmiscuirme seguramente no iba a ser lo mejor y menos en estos momentos que salíamos al exterior completamente desprotegidas. Pensé mejor en esperar a que ella me contara primero.

Sarah me contó la historia de la loba Alpha que íbamos a visitar. Ella tuvo que luchar mucho para que aceptasen que ella fuera la jefa del clan al morir su hermano. El padre de ella iba a relegar el cargo al mejor amigo de él pero ella, enfurecida por la poca estima que le tenía su padre, le dijo que el cargo se le concedía por línea sanguínea y que por tanto, ella era la legítima Alpha de su clan. Pero al ser mujer, él se opuso diciéndole que el único que podía ascender en el trono sería el hijo de ella si tuviera alguno en un futuro. Fue entonces cuando ella quiso demostrarles a todos que era capaz de asumir dicha responsabilidad de la misma forma e incluso mejor que lo hizo su hermano.

-¿Cómo murió el hermano de Eyra?-Le pregunté a Sarah.

-Fue asesinado por un clan enemigo en una emboscada que sufrió su pueblo hace varios años. Su hermano estaba desprevenido; había salido con unos amigos por los alrededores para pasear y así despejarse del trabajo. La familia de Eyra cayó en una profunda aflicción y como prueba de ser digna sucesora del cargo de él, prometió acabar con la vida del jefe del clan que había asesinado a su hermano y que lo haría completamente sola porque no deseaba que la señalasen diciendo que lo había logrado por la ayuda de algunos miembros del clan. No le dieron demasiada credibilidad, incluso lo consideraron de farol, pero una noche se escabulló y al día siguiente volvió por su propio pie con heridas bien graves y la cabeza del enemigo en una de las manos. La colocó en una estaca de madera, plantándola en el suelo de la que era la casa de su hermano: la residencia del Alpha y ella proclamó que a partir de ese momento, esa casa sería suya y que las responsabilidades que tuvo su hermano, recaerían sobre ella hasta el siguiente heredero del cargo. Todos se vieron obligados a agachar la cabeza y a aceptarla como legítima Alpha de la manada.

-Fue muy valiente para enfrentarse hasta a su propia familia. Es triste que vuestra especie tenga la mente tan cerrada con las mujeres; tú podrías haber sido la líder de tu clan en vez de tu hermano.

-Sí, tienes razón, aunque en mi caso no me interesaba demasiado. Es un cargo demasiado duro y complicado que requiere mucho sacrificio además de conocimientos. No solo debes de ser capaz de defender a los tuyos sino también de saber administrar las riquezas de tu pueblo y de ser una persona justa. Ser impecable y un modelo a seguir en todo momento y eso es algo que con los años pesa mucho. Pero admito que gracias a Eyra, muchos clanes están aceptando el papel de las mujeres en el ámbito de líderes e incluso dando cargos administrativos. Antes era el Alpha el que se encargaba de absolutamente todo y ahora, con la reforma que han ido implantando, se ha aceptado que haya jefes de economía, de ejército e incluso como consejero del Alpha. De esta forma, se le puede dar mayor papel a las mujeres y el líder del clan no se ve tan mermado con su cargo-Me explicó Sarah. Admiré siempre a Sebastián pero, con lo que sabía gracias a lo que ella me había dicho, me sorprendía aun más que él no hubiera renunciado y le hubiera dado su cargo a su hermana o a otra persona ahora que la ley era mucho más laxa que en el pasado. Quizás porque él sabía que ella no desea tener tal relevancia en cuando a su clan.

Ambas seguimos caminando por una senda en las que de vez en cuando salía un extraño símbolo pintado en ellas. Sarah me explicó que cada clan tiene un animal que corresponde con el animal predilecto de cada Alpha. El de Eyra era una serpiente y por esa razón teníamos que seguir las indicaciones de dicho dibujo.

-¿Y el del conejo?-Le pregunté viendo una más alejada del camino que estábamos siguiendo. Ella sonrió por lo bajo, ahogando una pequeña risotada porque no deseaba hacer demasiado ruido. La miré con incredulidad y ella me dijo:

-Corresponde al clan de Daven. Sí, mucho macho y mucha violencia pero cuando ve un conejito pierde las babas y se para a abrazarlos. Hasta tiene uno propio en su casa pero intenta que la gente no vea demasiado su actitud tan amorosa con estos seres.

No pude evitar contagiarme de la risa de Sarah aunque comprendí bien a ese tal Daven. Los conejitos eran demasiado adorables y raro era el caso que no se enternecía con ellos. Y entonces, como una clara respuesta, supe la forma en la que podríamos convencer a Daven de que luchara codo con codo con nosotros.

Era tan sencillo que tuve esperanza.