Capítulo 10. ✨Maratón 3/10✨.
Bill soltó un pesado suspiro, mientras ayudaba a aquella rubia con sus compras.
Maldijo en sus adentros. Aquella humana había interrumpido su desayuno, por una "emergencia", la cual, consistía en llevar las bolsas.
Admiro a Pacifica por milésima vez consecutiva. Era terca, arrogante, presumida, egoísta & demasiado egocéntrica.
Como él.
Sus labios formaron una sonrisa, al darse cuenta del parentesco.
Pacifica: ¡Bill! –El demonio salió de sus pensamientos–. Toma esto.
Bill: ¿Sabes? –Ella lo miró–. Podría hacer que estas bolsas aparezcan en tu habitación. –Se quejó–. ¿Te parece? Son demasiadas...
Se sentía patético. Nunca antes había pedido "permiso" para hacer alguna cosa. Tenía respetar su trato.
Pacifica: Si para ti es mejor, puedes hacerlo. –Se encogió en hombros–.
»Si para ti es mejor«.
El rubio sonrió. Aquella chica notó el error de sus palabras, así que sus mejillas se tornaron rojizas.
Pacifica: Quiero decir... –Se aclaró la garganta–. ¡Sólo hazlo!
Él asintió & chasqueó los dedos, desapareciendo aquellas bolsas.
Tomó la que Pacifica tenía en una de sus manos. Aguanto la risa, al ver que la Noroeste desviaba la mirada.
Presionó una de sus mejillas, causando la mirada de confusión, por parte de la Noroeste.
Pacifica: H-Hey... –Quitó su mano–.
Bill: Lo siento. –Río–. No tengo la costumbre de tratar bien a las personas.
Pacifica: ¿Entonces porque me tratas bien? –Se giró, siguiendo su camino–. Yo no te doy ningún tipo de trato "Especial".
Bill: Es sólo que... –Desvío la mirada, mientras le seguía el paso–. ¡Bah! No importa.
La rubia se detuvo. Se volvió a ver a aquel demonio.
Pacifica: ¿Qué?
Bill: ¿Eh? –La miro confundido–.
Pacifica: ¿Es sólo que...? –Lo incito a terminar la oración–.
Bill: Nada. No es nada.
La rubia frunció el ceño & puso sus manos en su cintura, esperando la respuesta.
Pacifica: Te ordeno que me lo digas.
Bill mordió su labio. Sabía que tenía que obedecer.
Bill: Pienso que eres linda.
La Noroeste lo miro sorprendida & retrocedió, cuando el rubio se le acercó. Sintió como presionaban sus mejillas.
Miro como el demonio le sonreía.
Bill: Si, hermosa. –Las mejillas de Pacifica se tornaron rojizas–. Demasiado.
& se escuchó un golpe.
[...]
_____ & Will, corrían por toda la casa, mientras reían.
Se detuvieron, al notar como Bill entraba a la casa dando un puertazo.
Aquel chico se dejo caer pesadamente en el sillón, cruzado de brazos.
Los demonios intercambiaron miradas.
Will: ¿Deberíamos ir? –Cuestionó–.
_____: No lo sé... Se ve muy molesto...
Will: & triste...
_____: Deberíamos preguntarle que le pasa...
Will: Si, pero, ¿& si nos golpea?
_____: Pues... –Se vio interrumpida–.
Bill: ¡Por favor! –Gritó–. ¡Estoy aquí!
Will: ¿Qué te ocurre, Bill?
Bill: No me ocurre nada. –Dijo de mala gana–.
_____: Estas molesto... –Aclaró–. Más de lo que siempre estas.
Bill: No es nada, ¡Nada!
El rubio se levantó & camino hacia ellos.
Parecía que iba a gritarles, hasta que el peli-azul, vio algo familiar para él.
Will: ¡Te golpearon!
_____: ¡¿Enserio?!
Bill cubrió su mejilla derecha. Sus mejillas se tornaron rojizas & sus ojos vidriosos. Estaba avergonzado.
Will: Si, mira. –Quitando la mano de Bill–.
_____: Oh... Es verdad. –Dijo, al ver la marca–.
Billa: ¡Ya! –Se volvió a cubrir–.
Will: ¿Quién te golpeo?
Bill: Nadie.
_____: Habla, Bill. No nos harás idiotas.
Will: ¡Exacto!
Bill: ¡Qué no fue nadie! –Los empujó & camino hacia la habitación–.
Will & _____, intercambiaron miradas, para después asentir. Ambos se lanzaron al rubio, comenzando a hacerle cosquillas.
Bill reía sin parar & se retorcía en el suelo. Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, mientras pataleaba.
Bill: ¡Basta, basta!
_____: ¡Di que te ocurre!
Bill: ¡No! –Riendo–. ¡NUNCA!
El peli-azul & la rubia, volvieron a mirarse. Bill pasó saliva, no sabía de lo que eran capaces.
"¡Bien!" –Exclamaron, para luego comenzar a hacerle más cosquillas.
Bill: ¡Ya! –Chasqueó los dedos, apareciendo detrás de ellos–. Les diré...
Will: Bien.
Bill: Pacifica me golpeo...
_____: ¿Por qué?
Bill: Porque... –Se rascó la nuca & miro a todos lados–. Ehm...
Will: ¡Habla!
Bill: Porque le dije que era linda. –Susurró–.
_____: Te has enamorado... –Lo miro sorprendida–. ¡Te has enamorado! –Dijo emocionada–.
Bill: ¡N-no es cierto!
El peli-azul gritó. Un grito muy parecido al de Dipper Pines.
Will: ¡Bill está enamorado!
Bill: ¡Shhh! –Se sonrojó–. ¡Basta!
_____: ¿Cómo se llamará su romance?
Aquellos demonios se tomaron de las manos, al mismo tiempo que sus ojos brillaron.
"BillPifica" –Dijeron al unísono.
Bill se encogió en hombros.
Nunca en su vida se había sentido tan nervioso.
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