TCM - TICK TICK BOOM (Pt.1).
Listo.
LETS GOOOOOOOOOO~.
Segunda temporada a la cargaaaaa~.
. . . .
Oficina de la SP, Un mes después de los acontecimientos del Demonio Sorpresa.
No era mentira para nadie que las últimas semanas han sido de las más complicadas para aquel sujeto conocido como Denji AKA Chainsaw Man o el Pibe Motosierra.
Asa Mitaka había iniciado una fase de entrenamiento algo sádico con Kishibe y no se ha sabido nada de ella desde entonces.
Todos estaban siendo explotados como burros debido a la falta de personal y los ataques demonios se intensificaron exponencialmente.
Mina y Tendou habían salido de Tokio para atender el caso de desaparición de Akane Sawatari quien no había dejado rastro tras su desaparición y se habían llevado a Princi en caso de que las cosas se salieran de control.
Power había regresado, pero Makima en su nula benevolencia con la demonio sangre, la mandó al comité de revisión de comportamiento por un incidente que sucedió con ella y uno de los especialistas que le estaban drenando la sangre.
En otras palabras; Power le había mordido y succionado su sangre haciendo que sus cuernos crecieran levemente por lo que la volvieron a mandar a proceso de drenaje.
Makima, como la bruja que es no ha dejado que los devil hunters tuvieran un respiro ante la aparición brutal de trabajo sobre los demás haciendolos literalmente sus mulas pero con todo y eso, los altos cargos también no eran tan compasivos con ella por lo que la mayoría de veces podías ver a la pelirroja más gruñona de lo normal.
Eso era interesante; Makima era más abierta con sus emociones de un momento para otro y no tenía reparos en pagarla con quien sea que se interpusiera en su camino.
Y todas esas veces era Denji, nuestro protagonista y el pibe motosierra #1 de la SP, dicho joven se encontraba en la oficina de Makima con un aspecto tan deplorable que en vez de aquel joven lleno de energías emocionado por su segunda oportunidad de vida, era ahora un depresivo chico adolescente quien intentaba volver a ser feliz.
O más que todo, Denji intentaba forzarse a si mismo ser feliz después de todo lo que ha ocurrido.
Ha pasado un mes tras la muerte de Aoi y se seguía sintiendo de la mismísima mierda jamás hecha en la vida.
Si bien el haber torturado y matado lentamente al verdugo de aquella persona que solamente lo veía como Denji y no como Chainsaw Man le dio unos de los placeres más significantes de toda su vida, había algo que nunca cambiaría si bien al hacer eso.
Aoi no regresaría.
El haber caído en cuenta de eso hizo que le rubio entrara en una depresión de proporciones bíblicas al punto de tener unas ojeras tan marcadas que, para cualquiera, diría que no tenía 17 años y realmente era un veterano de guerra que sufría pesadillas constantemente.
Aunque no era mentira.
No solo eran sueños sobre Aoi, sino que ahora empezaba a sufrir pesadillas de su vida pasada rememorando las muertes de Aki y Power haciéndolo caer en un espiral interminable de sufrimiento y noches sin dormir al punto de no pegar ojo en toda la noche y quedarse despierto hasta ver los primeros rayos de sol.
El muchacho estaba tan cansado que apenas podía mantenerse despierto.
Aki intentó ayudarlo, pero Denji no quería ser una carga para nadie por lo único que le dijo fue que no se preocupara.
Y no ayudaba que ahora Makima estuviera mostrando una "aparente" preocupación hacia su bienestar.
-No te ves bien... - Decía dicha mujer viendo las ojeras del rubio, Makima dejó de lado su papeleo. - ¿Seguro que estás en condiciones para trabajar?
-Si, no se preocupe. – Murmuró Denji tomando su papeleo para continuar, pero del cansancio y por distracción, tumbó la pila enorme de papeles y estos cayeron por el suelo. – Mierda.
-... - Makima se le quedó viendo al pibe analizando cada parte de su aspecto físico.
Su postura ya de por sí terrible estaba más horrible de lo usual.
Sus cabellos estaban desproporcionalmente desordenados al punto que parecía un puercoespín.
Su corbata estaba a medio ajustar al mismo que su camisa arrugada y descuidada.
Ojeras tan marcadas que daban dolor de solo ver estas.
Ojos que daban a entender lo muy cansado que se sentía.
En resumen, Denji se veía totalmente terrible.
Makima frunció el ceño cuando sintió su pecho doler un poco de la preocupación al ver a dicho rubio en tal estado, no sabía como manejar estas emociones preocupantes ya que nunca antes las había sentido en su vida y entonces aparece de la nada el adolescente para poner su mundo de cabezas y ahora estaba sintiendo emociones humanas que ella creyó haber perdido con el tiempo.
Ella no sabía nada, le preguntó a Kishibe el porqué del estado del rubio entonces el perro loco solo dijo.
-Si quieres saber, pregúntale tu misma.
Que perro viejo tan desobediente ¿por qué Kishibe seguía en la 4ta división? Ah sí, es porque era uno de los devil hunters más fuertes del mundo.
-Mírame a los ojos. – Dijo Makima con seriedad, Denji se detuvo y la miró con ojos cansados pero con algo de confusión.
- ¿Qué?
-Mírame a los ojos-
-Ya te escuché la primera vez, solo quiero saber ¿por qué?
-Dime lo que te sucede. – Dijo con finalidad Makima a lo cual el rubio bufó.
-No te contaré ni madres.
-Denji, no seas terco y dime.
-No.
-He dicho que me cuentes, es una orden.
-Y he dicho que no, no te metas en mis peos.
- ¡Y yo te he dicho que me digas!
- ¡Que no!
- ¡CUENTAME! – Makima sin tener idea de como ayudar a alguien, no encontró otra solución que exigir que Denji le contase lo que le sucedía y eso la llevó a tomarlo del cuello de la camisa para levantarlo de su asiento.
- ¡HE DICHO QUE NO! ¡MUJER ENTROMETIDA!
- ¡Y ME VAS A DECIR! ¡PERRO DESOBEDIENTE!
- ¡¿POR QUÉ?!
- ¡PORQUE SÍ! ¡AHORA DIME QUE TE SUCEDE ANTES DE QUE TE ARRANQUE LA JODIDA LENGUA!
- ¡¿Y ASÍ PLANEAS AYUDARME?!
Aunque había algo que no pocos conocían y que conocerán ahora; Makima era pésima para consolar o intentar dar apoyo a alguien y eso se demostraba aquí, quita de medio el manipular a las personas, Makima era una inepta social en todos los ámbitos de la palabra.
Y Denji en su infinito cansancio y siendo un amargado pibe motosierra por la falta de sueño, no comprendía en absoluto esta aparente preocupación o intento de ayuda por parte de Makima.
Y velos aquí, gritándose con todo.
-D-Disculpen... - La puerta de la oficina se abrió dejando paso a Kobeni quien tenía una pila de papeles entre sus brazos.
La asustadiza joven castaña al entrar a la oficina de Makima no sabía que pensar al ver dichosa escena; Makima con las manos en el cuello de la camisa de Denji con ojos emitiendo furia y algunos mechones de cabello fuera de su cola de caballo y Denji haciendo lo mismo con venas marcando sus brazos y una fuerte ira en sus ya de por si cansados ojos.
La pelirroja y el pibe voltearon a ver a Kobeni quien parpadeó varias veces.
-¡KOBENI! – Exclamó Denji soltando a Makima y corriendo a donde Kobeni con la alegría más grande del mundo, sus ojos por momentos brillaron fuertemente de emoción y mostró una sonrisa de oreja a oreja. - ¡Estás aquí!
Makima por alguna razón sintió un golpe en su orgullo al ver lo emocionado que se veía Denji de ver a Kobeni pasar por la puerta, era injusto pensarlo viendo que fue ella quien le estaba dando todo al pibe para que hiciera su trabajo, no le gustaba en absoluto que viese a Kobeni con tanta admiración y emoción, se sentía molesta y chasqueó la lengua.
Pero por parte de Denji era un sueño hecho realidad, desde varios eventos ocurridos no había podido encontrarse con Kobeni llevándolo a no poder hablar con ella bien, además de que notaba que cada vez que Kobeni lo encontraba en los pasillos, ella lo evitaba, por lo que el encontrarse con ella después de todo era un plus para él, por lo que abrió sus brazos esperando un abrazo por parte de ella.
La mente de Denji era simple; un abrazo podía arreglar todas las diferencias entre él y la joven por lo que su relación podría volver a ser como era antes.
¡Era un plan genial para él! A veces era un genio, Albert Einstein quedaba huevón con la inteligencia del pibe.
Kobeni miró a Denji con ojos calculadores, sus expresiones pasaron de miedo a tristeza, de tristeza a melancolía para pasar a una blanca y profesional, ella pasó de largo dejando a Denji con los brazos abiertos quien esperaba un abrazo por parte de la pelicafé.
-Aquí tiene mis informes Srta. Makima, con esto me retiro. – Kobeni hizo una pequeña reverencia y cuando volteó, vio que Denji también había volteado aún con sus brazos abiertos esperando un abrazo de parte de ella.
El rubio tenía aún su sonrisa emocionada.
Kobeni volvió a pasar de largo ignorando los brazos abiertos de Denji.
Él algo confundido volteó para ver la espalda de Kobeni y vio como ella abrió la puerta, dejando ver a Violencia que estaba en el pasillo esperando por ella, el rubio lo último que vio fue como este acariciaba la cabeza de Kobeni con gentileza y la sonrisa linda en el rostro de la pelicastaña antes de que la puerta cerrara completamente mientras ambos personajes se iban.
Algo de esa escena hizo que el corazón de Denji diera un vuelco total.
Sentía que se estaba asfixiando por lo que se desajustó su corbata y se sentó de regreso a su sitio con una mirada perdida en la nada.
¿Qué había fallado? ¡Su plan era asombroso!
¿Por qué la escena de Violencia y Kobeni lo lastimó de esa forma? ¡Él ha peleado con cosas peores y más dolorosas que eso!
No entendía nada, tampoco la sensación agria en su boca y el nudo en su garganta.
-Oye ¿todo bien-
-Me voy. – Murmuró Denji volviéndose a levantar y salir rápidamente de la oficina de Makima. – Nos vemos más tarde.
-Denji-
BAM.
Y con eso, cerró la puerta fuertemente dejando sola a una perdida Makima quien no entendió nada de lo que había pasado.
No comprendía por qué Denji estaba así.
Y no comprendía tampoco porque se sentía bastante mal al ver una expresión así de triste en el rostro del rubio.
Las emociones humanas en efecto, eran algo que ella no comprendía para nada y tampoco las relaciones mismas, solo podía suspirar y mirar el asiento vacío de Denji.
¿Desde cuando su oficina se sentía así de solitaria?
...
Centro de Tokio.
"Deja de pensar en eso" Decía mentalmente Denji caminando sin rumbo por las calles de la capital japonesa con sus manos en sus bolsillos, las calles y aceras llenas de personas yendo a distintos destinos.
Su mente seguía volviendo a la escena corta entre Violencia y Kobeni y ha sido así desde hace más de una hora que empezó a caminar por las calles de Tokio intentando despejar su mente, tan inmerso y perdido estaba que ni se había dado cuenta de que cierto tiburón demonio lo seguía de cerca.
Él no comprendía como eran más las veces que se sentía de la mierda, que las veces que alguna vez se sintió como el campeón del mundo.
Era una mierda.
Ni siquiera era capaz de sentir furia o ira, en estos momentos estaba tan cansado tanto física como mentalmente que era incapaz de siquiera pensar correctamente y lo ocurrido con Kobeni no ayudaba para nada.
- ¡Estamos recolectando fondos para los niños heridos por los demonios! – Una voz femina lo sacó de su espiral de depresión, Denji volteó para ver aquel sitio donde recogían fondos para victimas de ataques de demonios el cual consistía de dos sujetos y una muchacha no mayor a 16 años. - ¡Solo unas monedas!
Él recordaba ese están para las víctimas, pero su mente estaba tan cansada y por la falta de sueño que no sabía de donde era que lo recordaba.
-Aquí tienes... - Murmuró Denji sacando unas monedas de su bolsillo y dejarlas en la caja frente a él, la muchacha al ver eso sus ojos brillaron fuertemente y tomó la mano del pibe sorprendiéndolo por momentos dejando una pequeña flor en la palma de su mano.
- ¡Muchísimas gracias! – Decía la muchacha cabello oscuro con la sonrisa más grande del mundo. – ¡Tienes un gran corazón!
¡Tu corazón es muy grande Denji!
Esas fueron palabras que alguna vez le dijo Aoi.
Eso hizo que él tragara en seco y asintiera para irse tambaleando sobre sus pasos, Denji miraba al suelo mientras pateaba una piedra a la nada con su mente en un espiral yendo a lugares recónditos que no quería ir.
La muerte de Pochita.
Su vida de mierda.
La muerte de Aki y Power.
La reciente muerte de Aoi.
Su relación con Kobeni que iba a pique.
El aparente secreto de su madre.
La puerta cerrada.
Por favor Denji ¡Nunca abras la puerta!
Tan inmerso estaba en sus pensamientos que no notó cuando empezó a llover y ahora estaba empapado de pies a cabezas.
Él se detuvo y su rostro algo demacrado veía las calles de Tokio con personas huyendo de la feroz lluvia que se había presentado, solo pudo salir de sus pensamientos cuando escuchó los gritos de niño emocionado de Beam quien había surgido del suelo para jugar con la lluvia.
- ¡HAHAHAHHAHA! ¡Agua, agua! – Reía Beam como el niño más emocionado del mundo.
Aunque Denji amargado por la falta de sueño y de cosas que no quería pensar señaló al tiburón. - ¡Quieto ahí mismo! Si la gente te ve a mi lado no podré mostrar mi rostro y otros devil hunters querrán cazarte, mejor vete antes de que algo pase.
- ¡Sí líder supremo motosierra! – Saludaba militarmente Beam para volver a sumergirse en el suelo, Denji lo vio irse para luego correr y meterse en una cabina telefónica para protegerse de la lluvia.
-Ehg, que puta suerte de veraz... - Suspiraba algo molesto Denji para ver la lluvia golpear fuertemente contra la cabina en donde estaba.
Por alguna razón la lluvia lo tranquilizaba, algunos dirían que esta era símbolo de tristeza y de miedo viendo que dicen por ahí que esta purifica el alma, pero para Denji era simplemente algo con lo cual tranquilizarse, de niño él solía ver la lluvia golpear contra la ventana de aquella choza en la cual vivió con Pochita por tantos años y era de las pocas cosas en la cual encontraba una inusual tranquilidad.
Denji se dejó caer al suelo con su espalda apoyando en la cabina mientras veía la flor pequeña que tenía en su mano, él gentilmente pasó sus dedos por los pétalos de esta con sus ojos algo perdidos.
¿Por qué la flor le recordaba a Kobeni?
Su pecho seguía algo contraído por la escena de Violencia y la castaña, él suspiró para sumergirse en si mismo mientras que bajaba la cabeza ocultando sus ojos tras sus cabellos rubios.
-... Tener sentimientos apesta, no me gusta esto. – Murmuraba suave Denji negando.
Solo quería dejar de pensar en tantas cosas por 5 minutos de su vida.
Y como si se tratase de una plegaria, escuchó a alguien gritar y entrar a la cabina en donde estaba cerrando la puerta fuertemente mientras dicha persona respiraba entrecortadamente para intentar recobrar el aliento, Denji ni siquiera había alzado la cabeza para ver quien había entrado por lo que poco o nada le importaba en esos momentos lo que pasara-
-¡FIUUUU! Eso estuvo cerca ¡La lluvia está muy fuerte! – La voz con acento soviético de cierta chica hizo que la sangre de Denji se helara en su 100%.
Su respiración se detuvo y casi se atraganta con su propia saliva.
Todos los pelos de su cuerpo se pusieron de punta.
Sus sentidos se apagaron de repente al igual que todo sonido alrededor suyo.
Sus ojos se abrieron como platos y poco a poco fue alzando la cabeza para ver la persona que había entrado a la cabina donde estaba.
Y ahí estaba una muchacha de casi su misma edad con sus ropas empapadas de cabellos negros atados en una distintiva coleta dejando algunos cabellos caer de forma hermosa, ojos verdes tan llenos de vida con una sonrisa tan brillante que por momentos casi ciegan a Denji de lo muy hermosa que era, ella sacudió su cabeza para que algunas gotas salieran de su cuerpo y estornudó levemente.
-Creo que el tiempo dijo algo sobre que el clima estaría algo loco. – Dijo la muchacha sonriente y miró a Denji, su expresión pasó a una preocupada. - ¿Estás bien? Tienes cara de alguien que vio a un fantasma.
Qué prefieres ser... ¿ratón de campo o ratón de ciudad?
¡Huyamos juntos Denji!
Lo siento mucho Denji... pero ahora, dame tu corazón.
Era Reze.
Era Reze.
Era Reze.
Era Reze.
eRA REze.
Aquella chica que representó los primeros y más genuinos sentimientos que sintió Denji en su ser hacia alguien aparte de Makima en aquel entonces.
Alguien que desapareció como el humo tan rápido como apareció.
¡¿CÓMO PUDO HABERSE OLVIDADO DE ELLA?!
Sus ojos pasaron al pin de bomba en el collar al costado del cuello de la pelinegra.
Recordaba las explosiones y muertes que acontecieron de aquel encuentro letal entre ambos.
Su corazón se había detenido, sentía felicidad, impotencia y frustración todos en uno, su boca abría pero nada salía, estaba tan falto de palabras ante este giro de eventos tan radical que apenas podía comprender lo que pasaba.
Sintió una mano en su hombro y vio que Reze se había puesto de cuclillas frente a él mostrando preocupación. – Hey, te estuve hablando por un minuto y no has parado de mirarme ¿todo bien?
Esa preocupación... sabía que era una fachada de su papel de espía de la Unión Sovietica.
Pero por momentos no pudo evitar negar denotando lo muy mal que se sentía, todo lo anterior y ahora este inminente encuentro con Reze hicieron que perdiera toda noción de si mismo, sus ojos brillaron por un momento para luego bajar la mirada sin emitir una sola palabra.
La lluvia entonces se había detenido, Reze seguía mirando a Denji con algo de intriga y preocupación (¿?), así que se levantó y abrió la puerta de la cabina telefónica.
-Clima loco de verdad. – Dijo la chica para voltear a ver a Denji quien seguía sentado en el suelo. – Hmmm~ te ves bastante desanimado y tienes una apariencia que deja bastante que desear ¡Tengo una idea! ¡Vamos!
-Hm. – Denji sintió como Reze lo jalaba fuera de la cabina y se dejó jalar por ella mientras caminaban por varias calles con ella dando saltitos emocionada y cantando levemente un tono que ponía en una inusual paz al pibe quien aún no despegaba sus ojos del suelo aún con su mente reiniciándose como una vieja Windows Vista.
Caminaron por un callejón.
Luego pasaron por un camino rural con unas escaleras.
Pasaron por un callejón con una máquina expendedora.
Hasta que llegaron a la calle donde yacía un solitario y viejo café.
- ¡Bienvenido a Café Futamichi! Aquí es donde trabajo. – Dijo Reze feliz señalando orgullosa su lugar de trabajo. – Puede que este lugar no sea mucho y la comida una mierda, pero algo es algo.
-... ¿Por qué me trajiste aquí? – Preguntó Denji aún perdido tras este giro de eventualidades ya que así no recordaba su primera interacción con Reze.
Recordaba fácilmente que él llegó antes que ella por la inminente fuga de emoción que sintió al haber interactuado con ella por primera vez.
Pero en esta ocasión había sido ella quien lo había traído.
-Te veías totalmente desanimado ¡Cómo un cachorro que había sido pateado! – Señalaba Reze con diversión, pero para exasperación de Denji. – Te traje para que pudieras comer y tomar algo en lo que despejas tu mente.
-No soy un cachorro, soy más que eso. – Dijo Denji haciendo un leve puchero haciendo reír a Reze.
- ¡Obvio que eres un cachorro! – Reía Reze para luego negar. - ¿Quieres pasar?
Denji sabía que todo era una fachada.
Una total mentira.
Que no importase que hiciera, él eventualmente pelearía con Reze en algún punto.
Pero por momentos... quiso formar parte de aquella mentira, por lo que accedió a entrar al local con ella haciendo que la puerta tocara una campanita denotando que alguien había llegado.
-Llegas tarde, Reze. – Decía el dueño del café viendo entrar a la muchacha y vio a Denji. - ¿Y quién es ese? ¿Novio tuyo?
- ¡No! Es un cachorro que traje porque lo patearon feo. – Dijo divertida Reze ganándose una mirada de parte de Denji, ella solo le sacó la lengua.
-No me llames cachorro. – Dijo nuevamente Denji, el dueño del local solo negó mientras suspiraba.
Adolescentes, nunca los entendería.
-Mejor ve a prepararte Reze, entre más tiempos pases sin trabajar, no te pagaré.
-Tacaño. – Bufó Reze para luego mirar a Denji con una sonrisa. - ¡Espérame tantito! No tardaré~~~.
Denji vio irse a Reze por lo que sin más que perder, fue a sentarse en aquella icónica mesa en la cual se sentó por primera vez en su vida pasada para esperar a la soviética, se sentía tan raro y no tenía palabras para definir lo que estaba viviendo por lo que su agotado cerebro solo podía aceptar lo que pasaba y dejaría lo planes a futuro de lo que haría para el Denji de mañana.
Su cerebro estaba en el -0,01% de sus capacidades.
- ¡Volví! Jefe; deme dos cafés por favooooooooor~. – Canturreó Reze entrando nuevamente en escena, esta vez con un delantal y sonriendo con un aura tan enérgica que por momentos Denji se sintió más exhausto de lo normal.
-Estás de turno ¿no? – Dijo el dueño con una ceja alzada.
- ¿Eeeeeeeeeeeeeeeeh~? ¿Importa? La gente solo viene por la mañana de todos modos. – Bufó Reze sentándose a lado de Denji quien la miró con algo de rareza. - ¡Dos cafés!
-Hah... - Suspiró el dueño.
5 minutos después, había dos cafés hirviendo frente a los dos adolescentes.
- ¡Yo pago! ¿Te gusta el café? – Preguntó Reze tomando un sorbo del suyo mientras soplaba el vapor emanando de este.
-Ehh, seeh. – Dijo no tan seguro Denji tomando su taza y tomando un largo sorbo para luego tragar. – Blueeeeeeegh.
Sip, seguía sabiendo a agua con lodo, nada ha cambiado.
- ¡PFFFFFFFFFFFFFFFFFF! – Reze escupía su café para estallar en carcajadas. - ¡¿Qué es esa cara?! ¡Te estás esforzando para tomártelo!
-Sabe a culo. – Bufó Denji apartando su taza sin importarle en lo más mínimo que el dueño del café lo mirase como si se tratara del más grande enemigo de la humanidad.
- ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ! ¡Eres un niño total! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ! – Reía Reze golpeando su hombro con ligera fuerza a lo cual Denji solo sonrió de forma pequeña para ver su café a medias. – Creo que ya lo mencionó mi jefe, pero bueh, me llamo Reze ¿cuál es tu nombre?
-Me... me llamo Denji. – Dijo el pibe con su cabeza procesando ahora a -0,02%.
-Denji hmmmmmmmmmm, Denji, Denji, ¡Denjiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii~! – Repetía varias veces Reze a lo cual sonrió de forma enorme.
- ¿Qué? – Preguntaba Denji exasperado.
- ¡Es un nombre interesante! Es la primera vez que conozco a alguien tan particular como tú, es un placer conocerte. – Decía manteniendo su sonrisa Reze y cerrando los ojos.
-Mi nombre es interesante... pero jamás he conocido a alguien con el nombre de Reze. – Dijo Denji bufando levemente. – Ese si es un nombre raro.
- ¡Oye! ¡Mi nombre es superdupermega increíble! – Exclamó Reze haciendo un puchero. - ¡Es un nombre digno de una emperatriz!
-Y el mío es digno de ser un perro de guerra dispuesto a servir a su emperatriz. – La boca de Denji se movía por si sola y para cuando se dio cuenta de lo que había dicho, solo pudo sonrojarse por lo que había dicho.
Perdónenlo, su cerebro estaba fundido y estaba agotado mental y físicamente hablando.
-Ah... - Reze parpadeó unas cuantas veces hasta dar una risilla. – Denji que galan~, no sabía que eras así de directo.
-No lo soy, mi cerebro está podrido, lo siento. – Dijo Denji disculpándose.
-Puedo notarlo solo en la cara. – Dijo Reze tocando la mejilla de Denji con su dedo índice. – Las ojeras, tu aspecto algo descuidado y tu rostro de cansancio total se notaba a kilómetros de distancia, por eso te traje aquí.
-...
-No tuviste días fáciles ¿verdad? – Decía Reze acariciando los cabellos desordenados del rubio para sonreírle de manera pequeña.
Eso era un decir, pero era más que todo un hecho y las palabras de Reze de manera inusual relajaron a Denji de sobremanera, era como si ella tuviera una compasión no vista en las personas porque normalmente a la gente le vales verga y no les importa ni un minuto de cómo estás.
Fueron días difíciles, no iba a mentir.
Y por más que sabía que todo era una mentira... quería vivir dentro de esta corta y leve mentira.
-No lo fue. – Dijo Denji pasándose una mano por su rostro. – Estoy totalmente exhausto, quiero dormir, pero no puedo, quiero reír, pero no siento nada remotamente cercano a la felicidad, quiero irme y huir de todas mis responsabilidades, pero si hago eso entonces me haría un cobarde... por lo que no tengo más opción a forzarme a mi mismo a ser feliz porque si no hago eso, entonces no podré hacer mi trabajo bien.
-... Pero a la larga eso te terminará haciendo daño, ¿no crees que es mejor contarle a alguien de esto? ¿Acaso no hay personas que se preocupan por ti?
-No los quiero preocupar. – Murmuró Denji bajando la mirada.
-Los preocuparás más si no cuentas nada y te ven en ese estado. – Señalaba con su dedo índice la soviética a la nariz de Denji. - ¿No crees?
-...
-... - Reze miraba con sus ojos grandes verdes esmeraldas a Denji para luego parpadear. – Eso es algo profundo de contarle a una extraña ¿no crees?
-Por ahí dicen que te sientes más cómodos con personas extrañas para contar este tipo de cosas. – Dijo Denji sonriendo de forma pequeña. – Y por eso no puedo evitar agradecerte Reze, gracias por intentar despejar mi mente.
-Heeeeeeh~ ¡No hay de que! – Decía haciendo una pose de victoria Reze haciendo reír levemente al pibe.
Y así duraron toda la tarde hasta ser la hora de cerrar, hablando como si se tratase de amigos de toda la vida.
Una mentira hermosa a ojos de Denji Hayakawa.
...
- ¡Espero que te haya ayudado! – Decía Reze despidiéndose de Denji quien se preparaba para irse, la noche aparecía.
-Seeh, gracias. – Murmuró Denji con un semblante algo mejor, él antes de irse se detuvo y miró a la soviética. - ¿Crees que deba contarles?
-Hmmm~ ya eso quedará a tu decisión. – Dijo la muchacha ladeando la cabeza sonriendo. – Puedes hacerlo o no hacerlo, es mejor sacar toda la mierda que tienes por dentro que quedártela ¿no crees?
-Heh, tienes razón. – Dijo Denji y metió sus manos en sus bolsillos, él parpadeó unas veces para luego sacar la flor que le habían dado más temprano, la miró y luego vio a Reze quien aún le sonreía.
Sin más que perder se acercó a Reze quien estaba a punto de preguntarle que pasaba.
Pero no esperaba que Denji pusiera la flor que tenía en su oreja para acariciar levemente sus mechones haciendo que ella levemente se congelara, Denji se alejó admirando la flor en la oreja de Reze y asintió para luego dar una sonrisa más animado a lo cual ella sintió como su corazón estaba a punto de explotar.
Literalmente.
-Gracias por hoy Reze, de verdad lo aprecio. – Dijo Denji para luego despedirse definitivamente. – Veré si puedo venir más días, nos vemos~.
Y con eso, Denji se fue corriendo dejando a una anonadada Reze quien salió de su trance y empezó a dar risillas.
Ella entró al local para quitar la flor de su oreja y admirarla con cierto aprecio, ella pasó sus dedos por los pétalos de la pequeña flor, si bien si sintió su corazón casi explotar ante el acto de gentileza del rubio, a su vez su mente cínica no podía evitar pensar lo muy fácil que estaba resultando todo.
Pero no podía evitarlo, la misión venía antes de todo lo demás.
La Unión Sovietica estará muy complacida con esta misión.
Pero... no hacía daño vivir y divertirse dentro de esta gran y maravillosa mentira que se había creado frente a ella.
- Это будет весело~ (Esto será divertido~~~~~~~~~~). – Reía Reze abrazando con todo aquella pequeña flor contra su pecho.
No esperaba el día de volver a ver a Denji.
...
Complejo de apartamento, hogar de Aki Hayakawa.
-Que raro que aún no haya llegado. – Dijo Aki viendo el reloj de su muñeca con curiosidad, normalmente Denji llegaba a eso de las 9-10, pero era más tarde de lo normal y si bien no estaba preocupado, le parecía extraño todo.
Él había tenido una conversación con Himeno acerca del comportamiento de Denji donde se lo notaba más cansado de lo normal y pasaron una hora entera hablando de ello.
-Denji te preocupaaaaaaaaaaaaaa~.
- ¡CLARO QUE NO!
Himeno es una tonta sin remedios ¿cómo él podía preocuparse por Denji? Eso era inhóspito.
Solo quería que Denji estuviera en el máximo de todas sus capacidades para que pudiera dar el máximo rendimiento para destruir al demonio de las armas.
Nada más ni nada menos.
Sus preocupa- digo, preguntas fueron respondidas cuando escuchó la puerta abrirse y vio a un cansado, pero más animado Denji en el pasillo de su apartamento.
-Veo que llegas. – Dijo Aki viéndolo de forma sospechosa. - ¿Dónde carajos estuviste todo este tiempo?
-Por ahí. – Dijo Denji quitándose los zapatos.
- ¿Estuviste por ahí hasta la media noche? No sé si deba preocuparme de que estés en mañas raras. – Escupió Aki rodando los ojos. – Aunque no me sorprendería.
-Lo dice el que fuma una cajetilla de cigarro diaria. – Bufó Denji mientras caminaba hacia donde estaba el pelinegro para mirarlo fijamente.
Los dos se miraron por un largo rato, Aki alzaba una ceja. - ¿Qué-
-Me siento de la mierda. – Dijo Denji de repente.
- ¿Cómo-
Pero Denji continuó interrumpiendo a Aki. – Sé que has estado preocupado por mi y de verdad lamento eso, desde lo ocurrido con Aoi, la cantidad inmensa de trabajo y el que no haya sido capaz de pegar ojo por varias noches me hicieron meterme en un espiral de desesperación del cual no he sido capaz de salirme, me siento del asco, los demonios no paran de aparecer, Kobeni me ignora, extraño a Aoi y odio que tantas mierdas se me acumulen al punto que soy incapaz de remediar todo, solo la cago y la cago, no tengo un descanso y quiero solo sobrevivir un día más porque ya no sé que más hacer... no sé que hacer, de verdad que estoy muy cansado.
-Denji... - Aki lo miraba y ponía una mano en su hombro. - ¿Por qué nunca me dijiste nada?
-No quería preocuparte. – Murmuraba Denji sintiendo sus ojos más pesados de lo normal. – Tengo muchas cosas sobre mi mesa, n-no quería salpicarte con mis mierdas y por eso no quise decirte nada.
-Eres mi subordinado y compañero de habitación, es mi deber saber como te va. – Dijo Aki negando levemente para luego suspirar. – Ven, ya no te tienes que preocupar por nada, si quieres te tomas el día de mañana y no vas al trabajo, necesitas descansar y no creo que Makima se molesté si no te presentas a trabajar.
-P-Pero-
-Ya Denji, no va a pasar nada. – Dijo Aki sonriendo levemente. – Puedes desconectarte por un día entero, luego te concentrarás en lo que pasará después.
-... - Aki vio como Denji apoyaba su cabeza en su pecho con su respiración entrecortada. – L-Lamento haberte preocupado.
-No lo hiciste. – Dijo Aki negando de manera fuerte que en efecto no le preocupaba el pibe, el pelinegro sintió como el rubio se recargaba encima de él y su respiración entonces fue más serena.
Se había quedado dormido.
Aki no se imaginaba lo muy cansado que el pibe motosierra estaba, reconocía que siempre había visto a Denji trabajar y no recordaba ni un momento en el que no dejase de hacer las cosas bien.
Él solo cargó a Denji en su espalda para llevarlo a su habitación y que pudiera descansar.
Era un hijo de puta loco.
Pero era ese tipo de hijos de puta locos que merecían su descanso.
. . . .
FIN~.
DEJEN SU VOTO Y OPINIÓN~.
Pd: Comenzamos la segunda temporada con algo más o menos ¿relajado? ¿emocional? No sé, solo se trató de Denji estando cansado y de que todas las cosas son una mierda como en efecto lo son, aquí hubo una falta grande de personajes pero considerando que Makima los ha puesto a trabajar como mulas, entendible la falta de estos.
Pd2: Espero que les haya gustado mi manera de escribir a Reze, es la primera vez que la escribo y espero hacerlo bien.
Pd3: Me dio gracia la escena de Denji y Makima es tierna y al mismo tiempo algo graciosa xd.
Imagen del día:
Sin más que decir, nos vemos~.
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