Yoongi suspiró cuando sintió un dolor en la parte superior de su estómago. Eso ocurrió a la una de la madrugada del veinte de abril.

Dos horas más tarde, su entrepierna estaba mojada por el líquido que salía entre ellas.

Y finalmente, a las cinco con tres minutos Yoongi gritaba, pataleaba y jalaba los cabellos de Jimin cuando era ingresado a urgencias en una camilla.

Por supuesto que el chico tenía que estar presente en el nacimiento de sus retoños. A Nayeon se le avisó con anticipo que sus nietos vendrían en cualquier momento, así que intercambió número telefónico con Yoongi, preguntándole constantemente sobre la estabilidad general de los tres.

Yoongi recuerda haber texteado con Jimin, advirtiéndole la incomodidad de su cuerpo en esos momentos.

Yoon
Me dueleeeee.

Jimin 👶
K

Yoon
Jimin, me duelen los bebéssss.

Jimin👶
Como te van a doler los bebés?

Yoon
Creo q ya vienen auxilio

Jimin👶
A donde vienen ?

Yoon
Aquí

Jimin👶
Contigo?

Yoon
No, con tu puto padre

Jimin👶
No seas grosero

Yoon
Pendejo

Jimin👶
Si?

Yoon
Creo q ya van a nacer los bebés, tus hijos, ya voy a dar a luz

Jimin👶
Ay, Harold, hubieras empezado por ahí 🙄

Jimin👶
No jodas

Y Yoongi le preguntó a Nayeon lo que sucedía mientras daba a Luz. Ella respondió que solo deslumbraba a su padre en sus pensamiento, queriéndole arrancar cada parte de su ser por hacerle eso.

Y a Yoongi le sucedió lo mismo.

Visualizó un bisturí al lado suyo y no dudó en agarrarlo y aventárselo en la cara a Jimin. Lamentablemente su puntería falló y el filo del artefacto médico se clavó en la pared.

Una enfermera presenció todo y salió asustada de la habitación.

—Es normal en él, señora —dijo Jimin, borrando rastros de la gota que resbaló por toda su frente. Él también estaba asustado, y tener a un Yoongi en un estado pasivo-agresivo sólo le ocasionaba querer cerrar aquella bocota que gritaba a todo pulmón que odiaba a Park Jimin.

Buscó en la habitación algo que lograse callar algunos segundos a Yoongi y lo encontró.

Agarró una bolsa que contenía algodones y la metió a la boca de Yoongi. El hombre mayor dejó de emitir sonido y frunció su ceño más molesto al ver el objeto de plástico que obstruía su voz.

Segundos más tarde lo escupió y miró indignado a Jimin.

—¡¿Qué carajos sucede contigo?! —preguntó exaltado. Y al parecer el dolor había sido disipado por la idiotez del chico.

Genial.

—Estabas gritando mucho y ya comenzabas a molestarme —esa fue la débil y patética excusa de Jimin. Pobrecito.

Ahora si, Yoongi agarró la bolsa y la aventó tan fuerte al rostro del menor que hizo tambalearse.

—¿Y tú sabes por qué carajos grito? Literalmente dos bebés quieren salir de aquí —señaló su enorme estómago— y me duele hasta el culo, idiota.

Jimin intentó disculparse pero Yoongi continuó exaltándose e insultándolo en un idioma que jamás había escuchado en su vida.

—¿Si tus hijos lloran también les pondrás una bolsa en la boca para que dejen de hacerlo?

—No...

Le fue incapaz terminar la frase porque el doctor entró a la habitación y le sonrió a Yoongi.

—Ya es hora, señor Min —avisó colocando sus guantes.

Detrás de él venían más personal del hospital. Una enferma le preguntó a Jimin si traía alguna cámara o teléfono celular para grabar durante el parto, Jimin asintió y sacó su teléfono y con las manos temblorosas inició la grabación.