3
——— ≪ ࿇ ≫ ———
Aburrido en su habitación, el pelirrojo se encontraba acostado en su cama tratando de leer alguna poesía, pero estaba tan frustrado que no se podía concentrar y leía una y otra vez la misma línea, estando a punto de lanzar el libro al otro lado de la habitación, un suave toque en su puerta detuvo sus intenciones.
—¿Chuuya...?, ¿puedo pasar?
Sin muchos ánimos solo le dirigió una mirada fría y un asentimiento, por alguna razón sentía que era más fácil hablar con Arthur que con él cabeza dura de Paul.
—¿Me puedo sentar? –siguió con aquella voz tranquila–.
—Haz lo que quieras.
Con un suspiro tomó asiento cerca de los pies de la cama y en respuesta Chuuya alejó sus piernas evitando cualquier tipo de contacto, seguía enojado.
—Chuuya...
—No lo entiendo –se quejó, al diablo el intento de ley del hielo, él no se podía quedar callado–. No he hecho nada malo.
—Tal vez no, pero tus amigos... echarte la culpa es tan malo como haberlo hecho.
—¿Qué tan malo es pintar una pared con graffiti? –por fin le miró a la cara–.
—No solo ha sido graffiti y tú sabes eso, también está el incidente de aquella tienda.
—No les alcanzaba el dinero para alimentarlos a todos, robar por hambre no debería de ser tan malo.
Los expresivos ojos azules del menor brillaban con tristeza y Arthur se lamentaba de ser tan débil ante aquella mirada, veía a un pequeño infante que no sabía del mundo, alguien a quien quería proteger, pero el sabía que hacer lo que su instinto le pedía le perjudicaría más que beneficiarle, ¿qué ganaría de encerrar a Chuuya y entregarle todo en bandeja de plata?
—Aún así es robar, es contra la ley –hizo una mueca–. Algunas veces no parecerá justo, pero las reglas se hicieron para tener un orden.
—Pues la ley es una mierda.
—A veces, sí.
Se quedaron en silencio unos minutos, cada quien en su cabeza hasta que el mayor se puso de pie.
—Hice algo de cheesecake, ya debe de estar listo y Paul salió por una llamada del trabajo.
El rostro completo del pelirrojo se iluminó y saltó de la cama, aquel postre era de sus favoritos.
—¿Significa que puedo salir de mi habitación?
—Mientras que estés conmigo no veo el problema, podemos ver alguna película también.
—¡Si, si, si!
—Pero después de eso tendrás que reponer todos tus trabajos pendientes de la escuela –dejó de celebrar y se quejó–. De ser necesario te conseguiré un tutor.
—¿Y qué todos se burlen de mi porque alguien más de la escuela me tenga que explicar las cosas? No gracias –frunció el ceño–.
—No tiene que ser de tu escuela necesariamente –Chuuya iba a contraatacar con el hecho de que solo había una preparatoria en la ciudad y pedirle ayuda a alguien mayor sería igual de humillante–. Tengo a la persona perfecta en mente y si recuerdo bien, incluso vive lo convenientemente cerca.
—Eso no suena muy convincente.
El mayor se encogió de hombros.
—Lo sea o no, necesitas un tutor, la cantidad de trabajos en los que estás retrasado o reprobaste es impresionante, solo te va bien en física y deportes.
—La gravedad me parece interesante y siempre he sido atlético, es natural –se rió–. Bien, pero si es un dolor en el cu-...
—Chuuya Nakahara.
—Lo que sea –se quejó de nuevo–. Si no nos entendemos y es peor de lo que esperabas entonces tendrás que pedirle que se retire.
—¿Para que hagas lo imposible por caerle mal o armar algún problema? No lo creo jovencito –se cruzó de brazos–.
—...Prometo no hacerlo solo, y solo si... me hacen postres para todas las tardes.
—Tendrás tu porción, pero compartirás con el invitado.
Se lo pensó unos segundos, tendría postres, ayuda con sus tareas que de solo pensar quería dejar de existir y además tendría compañía, todo sin romper las estúpidas reglas de su hermano, así que también se ahorraba los regaños y más problemas.
—Trato –estrecharon sus manos–. Ahora... ¿podemos ir por ese cheesecake?
— ≪ ࿇ ≫ —
El tintineo de llaves y la puerta cerrarse se escuchó por todo el lugar.
—Osamu, ya llegué.
Cansado se dirigió hasta la sala, casi dejándose caer sobre uno de los sillones, el turno nocturno había estado muy pesado la noche pasada, poco peor, había tenido el turno antes de ese también, llevaba privado de sueño aproximadamente veinticuatro horas.
Cerró los ojos y se quedó en silencio unos segundos antes de romper aquella calma.
—¿Sabes? A veces siento que encontraré la casa vacía y ni cuenta me daré –habló sin abrir los ojos–. Nunca haces ruido.
El castaño por otro lado se encontraba leyendo cómodamente un libro sobre otro de los sillones de la sala de estar, dejó su lectura de lado solo para contestar al mayor.
—Algún día no volverás y ni cuenta me daré porque casi nunca estás.
Mori abrió los ojos y se le quedó mirando para después suspirar pesadamente y dejar caer la cabeza una vez mas sobre el respaldo del mueble en el que se encontraba, decidiendo ignorar aquella afirmación, desvió la conversación hacia otro tema.
—Hace unas horas Paul me pidió un favor.
Por lo que Dazai tenía entendido, Paul Verlaine era un enfermero del equipo de cirujanos de Mori, rara vez hablaba de él y mas raro aún era que éste le pidiese algo.
Él no preguntaría de que trataba aquel favor, no le interesaba tanto y además sabía que con o sin preguntar, el azabache le diría de todos modos.
—Quiere que ayudes a su hermano a subir sus calificaciones.
Una risa se escuchó por el lugar, pero eso no descolocó a Mori ni un poco, lo esperaba de aquel chico.
—¿Yo?, ¿haciendo de tutor a un mocoso?
—Tiene tu misma edad, de hecho hasta creo que es mayor.
—¿Y aún así es tan estúpido? Me niego –regresó su vista a su lectura–. No es como si me importara.
Se quedaron en silencio unos segundos mas hasta que el mayor volvió a hablar.
—Dije que lo harías.
—No.
—Dazai, respeto tu decisión de ser educado en casa, pero necesitas amistades.
—Tengo a Odasaku y a Ango.
—Necesitas amistades de tu edad.
—Está la rata.
—El hecho de que llames a Fyodor "rata", no pruebo tu punto de tener una amistad con él.
El castaño suspiró pesadamente y cerró de golpe el libro que leía, dirigió su vista hacia su tutor con algo de ira detrás de indiferencia.
—¿Qué gano yo de todo esto?
—¿Un amigo? –dijo como si fuera lo más lógico del mundo–. Además no tiene que ser durante mucho tiempo, si no te agrada solo ayúdalo unos días y después simplemente di que no funcionó –se encogió de hombros–. Luego puedes invitar a Fyodor y jugar ajedrez todo lo que quieran.
—Me hiciste sonar como si me gustase la compañía de ese anémico y como un nerd, pero está bien.
—Bien... empiezas mañana, te daré la dirección más tarde, ahora –se levanta del sillón–. Iré a dormir, asegúrate de cerrar bien la puerta.
—Como digas –tomó su libro una vez más, esta vez decidido en continuar su lectura–.
—Buenas noches, Osamu.
Solo recibió un "noches" por lo bajo en contestación, vaya que aquel niño era difícil de tratar y solo esperaba que las cosas no salieran para mal en todo este plan, al fin y al cabo, él fue el que le habló a Paul sobre Dazai y le dió la idea de hacerlo el tutor de su hermano menor.
——— ≪ ࿇ ≫ ———
En honor al primer volumen del manga de fifteen (aunque no se japonés todavía y no entendí ni queso que decían jsjsjs) he aquí otro cap del fic <3
Muchas gracias a @Verdi_Verde por pasarme un link para ver el manga jsjsjs
En fin si algo no tiene tanta coherencia ténganme paciencia, llevo enferma como una semana :')
—Sincerely, Darcy.
SOUKOKU'S WIFE <3
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top