El sofá es buena para dormir pero solo una siesta, mi espalda y cuello duelen, lo mismo le sucede a Namjoon mientras que quienes nos robaron la comodidad están felices de la vida comiendo Arroz con leche.

--Hijo, nosotros ya nos vamos, no queremos llegar tarde a la ciudad.
--Informa mi madre mientras le pasa su mochila a mi hermano.

Asiento y tanto Namjoon como yo nos despedimos de ellos. Mi mamá llama a Namjoon a un lado y empiezan a hablar en murmullos mientras que mi hermano se acerca a mi.

--Me agrada Namjoon.--Musita a lo que asiento.--Y parece que tu le agradas, no exactamente como amigo.--Continua ahora captando mi atención.

--Estas equivocado demonio.

--Que ciego eres.--Dice y rueda los ojos.

--Si algo sucediera lo diríamos, no somos unos niños.--Musito y se da por terminada la charla ya que los otros dos llegan.

Nos terminamos de despedir y ellos toman el ascensor, espero no tengan la suerte de encontrarse con mi padre y si es así pues que tenga suerte y los santos lo acompañen.

Apenas estamos solos salgo corriendo a mi cuarto y me tiro en mi cómoda cama. Cierro los ojos pero un peso a mi lado me interrumpe.

--Tu cama es más cómoda que la mía.--Comenta Nam en un susurro.

--Eres bienvenido.--Susurro con voz perezosa.--Nam.--Lo llamo y abro los ojos para verlo.--¿Por qué estás solo?--Pregunto.

No entiendo, Namjoom es amable, divertido, caballeroso, trabaja, es tierno, guapo. Bueno, perfecto a mi parecer, tiene sus cositas malas obviamente aunque yo no he visto que sean graves, entonces no entiendo como no tiene citas ni nada por el estilo.

--¿A que te refieres?--Pregunta ahora mirándome con el seño fruncido.

--Eres buen chico y además eres guapo, como esos chicos perfectos de los cuentos de hadas y estas solito sin citas. --Explicó y él sonríe entre divertido y creo que tierno.--No entiendo.

--No soy perfecto lindo. --Dice y sonríe mostrando sus oyuelos.-- Y estoy solo porque...no sé.--Responde aunque no lo veo convincente.

--Shhh a mi me pareces perfecto.

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