78
Washi se encuentra a unos cuantos metros de distancia de Jeon, lo observa de lejos.
Puede notar su impaciencia por algo, pero esa impaciencia se desvanece en el preciso momento que envía a una linda rubia, que le ayuda a Jungkook a despejar su mente.
Es una fiesta de clanes Yakuza, lo hacen para convivir y conocerse, pero los Ángeles Negros saben con exactitud con qué objetivo la fiesta se lleva a cabo.
Yoongi que se encuentra bailando con su pareja a un costado de la pista de baile, mira disimuladamente a su primo reír y coquetear con la rubia que el japonés le ha enviado.
—¿Qué sucede? —pregunta Taehyung, al escucharlo bufar.
—Mira a Jung —le pide.
Gira al castaño para que pueda ver a su primo.
—Es un imbécil —dice Taehyung, entre risas.
—Vuelvo enseguida —Yoon, intenta alejarse de su pareja, pero este se lo impide.
—Tranquilo, ya es demasiado tarde, amor —habla complacido el castaño, viendo la silueta de Jimin junto a Ryuu, abrirse paso entre la multitud.
—Le dije...
—Cálmate, amor. No es como que Chim sea un loco celoso como tu primo —el castaño abraza a su prometido.
—Tae, el rubio maneja una poderosa Katana, no intentes calmarme cuando está coqueteando como si no estuviese casado con el líder de los Ángeles Negros —habla de forma rápida Yoon, abrazando con sus brazos la cintura de su pareja.
—Bueno, yo solo pienso disfrutar esto. Además fuiste tú el que le dijo que le siguiera la corriente a cualquiera que se le acercara, ahora deja tu paranoia y disfruta de esto —le suguiere el castaño.
Jimin, por su parte, se siente un poco ansioso, puede sentir muchas miradas sobre él y sabe con exactitud que algunas no son por su forma sexi y provocadora de vestir. Puede sentir la tensión.
—Hola, dos wiskis en las rocas —escucha el rubio, al lado suyo.
No gira su rostro, se queda quieto por unos segundos observando las nueces que se encuentran en un pequeño plato.
—Toma, bebe —le pide el tipo de al lado.
Está vez, Jimin decide que es momento de girar un poco su rostro para conocer a la persona que lo está invitando a beber.
—Gracias, pero no lo pedí —habla por primera vez, Park.
—Yo invito. Me presento —dice el japonés, dejando el vaso de vidrio sobre la barra. —Washi —sonríe, extendiendo su mano derecha hacia Jimin.
El rubio, lo mira por unos segundos breves, sonríe levemente y luego asiente.
—Jimin.
El rubio corresponde al saludo del japonés, juntando sus manos en un apretón.
—Es curioso ver a un surcoreano siendo líder de un clan Yakuza —comenta Washi.
—Así parece —le sigue la plática, Jimin.
Toma el vaso que contiene wiski, se gira un poco y se queda estático por unos segundos intentando procesar lo que sus ojos están viendo.
—Gracias por el trago —eleva un poco el vaso y luego bebe el contenido de un solo sorbo.
—Iré por mi pareja —coloca el vaso vacío sobre la barra.
Se gira sobre sus talones, luego de dar tres pasos, Jimin se retira su saco de forma provocativa dejando asombrados a algunos cuantos hombres a su alrededor.
El rubio se detiene hasta llegar frente a Ryuu, llama su atención con unos pequeños golpeteos en uno de sus hombros.
—¿Todo bien? —lo cuestiona el japonés.
—Quiero bailar —dice Jimin, mientras le entrega su saco a su mejor amigo.
—Te dije que te verías irresistible —lo elogia el castaño, admirando al rubio.
—Estás en problemas, Ryuu —dice Yoon, luego de echarle un vistazo al vestuario de Jimin. —¿Qué tienes en mente, rubio? —lo interroga el mayor de los Jeon.
—Dejaremos en claro quién es mi pareja —acota Park, tomando la mano de Ryuu.
—Estas muerto —alza un poco su voz, Yoongi, viendo como el japonés es guiado por Jimin a la pista de baile.
—Rubio —lo llama el japonés—. No estarás...
—No —lo interrumpe.
—Está sentada en las piernas de Jeon —le informa Ryuu, mientras gira el cuerpo de Park, para luego empezar a bailar juntos.
—Es un imbécil, pero dejará de serlo pronto.
El rubio, eleva sus brazos y coloca sus manos sobre los hombros del japonés.
—Ahora dejemos claro que tú y yo, somos pareja —murmura Jimin, sonriendo dulcemente, provocando que Ryuu, ría, y que a la distancia ante los ojos del resto de los Yakuzas y su esposo, parezcan una poderosa pareja disfrutando de la compañía y cercanía del contrario.
Jungkook mira la escena, ve la sonrisa en el rostro de ambos y como las manos de Ryuu recorren la espalda y cintura de su lindo rubio, mientras se mueven al ritmo de la música.
—¿Quieres bailar? —pregunta la rubia, que se encuentra sobre las piernas del pelinegro.
—No bailo, linda —responde Jeon, intentando disimular un poco la molestia de tener que ver como otro hombre baila y toca a su esposo.
—Jeon, ven conmigo —le pide Taehyung, tapando el ángulo de visión del pelinegro. —Esto es de tu interés, créeme —le indica el castaño.
Jungkook baja de su regazo a la rubia, se pone de pie y va en dirección a la pareja de su primo.
—Tengo dos buenas noticias para ti —habla el castaño, mientras mueve sus pies y su cuerpo de un lado a otro de forma sutil. —La primera es que Washi, quiere verte —los ojos de Jeon, hacen contacto con los de Taehyung—. Vas a seguir a la mujer de traje tradicional, ella te guiara hasta Washi, y Washi te llevara con el resto de líderes.
Jungkook asiente, mientras le echa una leve mirada a Jimin y a Ryuu.
—No lo eches a perder, Jeon —le pide Taehyung. —La segunda buena noticia es que hare que ambos se vean. No lo hago por ti, lo hago por Chim, así que más vale que te controles —le recuerda el castaño.
—Yoongi y el resto cuidaremos de Jimin, Ravi hizo su aparición se encargará de bailar junto a Chim, para que Ryuu pueda estar más pendiente —le informa la pareja de su primo. —Yoon, estará pendiente de ti, ahora largo —se retira de enfrente y le deja paso a libre a Jeon.
El pelinegro, empieza a caminar siguiendo los pasos de la mujer, se percata que pasara frente a su lindo rubio, y una parte de él le pide a gritos que mande todo a la mierda y se quede junto a él.
Ryuu gira el cuerpo de Jimin, provocando que choque contra Jeon.
—Lo siento —se disculpa Park, aun sin reconocer el rostro de su esposo.
—Te ves hermosamente sexi, rubio —dice entre dientes, Jungkook.
Jimin, alza su rostro y reconoce al pelinegro.
—Adiós guapo —se limita a decir el rubio, para luego ser sostenido nuevamente por los brazos de Ryuu.
El ruido cada vez se escucha menos, la mujer lo guía por un pasillo iluminado por una luz roja, se detienen frente a una puerta negra, le propina un toque con los nudillos de su mano izquierda y esperan hasta que la puerta se abra.
—Jeon, pasa —le pide Washi, luego de abrir la puerta.
Entran al lugar y luego a una habitación más, Jungkook observa a unas cuantas mujeres y hombres vistiendo lencería, bailando, emborrachándose y fumando frente a unos japoneses bien vestidos.
—Está aquí —anuncia Washi.
—Salgan por un momento —les pide uno de los japoneses, a los hombres y mujeres.
—Washi, nos ha hablado mucho de ti, hasta el punto de interesarnos por lo que le has dicho —habla un japonés, que se halla sentado sobre un sofá color negro.
—¿Es cierto que conoces donde oculta, Shiromatsu, el oro y la información?
Jungkook asiente, decide no hablar, al menos no por el momento.
—¿Estás seguro de esta información? —pregunta un japonés más.
De nuevo, Jungkook, solo se limita a asentir y a realizar un sonido de aprobación con su boca.
—¿Acaso no puedes hablar? —lo cuestiona el tipo del sofá.
—No estoy aquí para responder sus preguntas —habla Jungkook, por primera vez. —Si digo que sé la ubicación, es porque la sé. Si están dispuestos a que los lleve a ese lugar entonces me veré en la obligación de establecer un trato entre ustedes y yo —dice Jeon, caminando hacia una silla, para luego tomar asiento y ponerse cómodo.
—No negociamos con nadie —suelta un japonés, molesto.
—Bien, entonces no tengo nada que hacer en este lugar —Jungkook, se pone de pie.
—¿Qué es lo que quieres? —indaga otro japonés, saliendo de la esquina de la habitación.
—Quiero el doble de todo lo que Washi me robó, y una parte de todo lo que ustedes —Jeon señala a los cuatro japoneses frente a él. —Cuatro, tomen de ese lugar. Si aceptan será un placer llevarlos a ese lugar, sino pues me veré en la obligación de marcharme y antes de hacerlo, tendré que pelear contra ustedes y luego volver a Hiroshima para acabar con el clan de Washi y recuperar por mi cuenta mi dinero y vengar a mis hombres —explica.
—Bien, acepto —dice el tipo de la esquina.
El resto de japoneses asiente.
—¿Cuándo atacaremos? —pregunta Washi.
—Cuando mi informante me diga que podemos hacerlo —responde Jungkook. —Ahora si me disculpan, debo llamar a mi pareja para saber si todo está en orden en Busan —Jeon acomoda su saco y se queda de pie frente a Washi—. Que se preparen, entraremos a territorio de Ángeles Negros, te llamare cuando podamos entrar.
El japonés asiente.
—Nos vemos —se despide Jungkook, saliendo de la habitación y luego del lugar.
Todo va bien, debe esperar que Jin le notifique que las cosas estan a salvo en Busan, para poder idear un plan con los Yakuzas enemigos y luego crear un plan con su lindo rubio para poder derrotarlos, y terminar con todo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top