49
Narradora
El silencio entre todos es grande, Jimin poco a poco empieza adentrarse al templo con más curiosidad dentro de él, y con muchas ganas de saber los secretos que guarda ese pequeño y abandonado templo.
—Vacío —susurra Park, observando el lugar.
—Buscare en la pared, estoy seguro que es aquí —habla Ryuu, alejándose de Jimin y Yoongi.
—Eso es sangre —duda el rubio, alzando su mano izquierda y señalando la pared que se encuentra frente a ellos con su dedo índice.
—Es lo mismo que está en la habitación de tu abuelo —menciona Yoon, recordado las palabras que están inscritas sobre la pared.
—¿Es broma? —espeta incrédulo, Jimin, observándolo seriamente.
—No rubio, es en serio. La historia de tú tatuaje me está volviendo loco —confiesa Yoongi. —Es lo mismo, sangre de mi sangre, la pluma del ángel negro, la leyenda dice —repite Yoon, leyendo lo que está inscrito en la pared del templo con sangre.
Mientras Yoongi ve la pared. Jimin, baja su mirada al suelo y observa algo que lo deja sorprendido.
—Yoongi, Ryuu —llama la atención de ambos.
—Sí —dicen al unisonó, observando a Jimin, el cual, tiene su mirada clavada en el suelo del templo.
—Miren esto —señala el suelo con su mano derecha.
—Lo encontraste —dice feliz, Ryuu.
—Es tu tatuaje —musita Yoon, observando el hermoso dragón acompañado por plumas a su alrededor.
—Sí que lo es —articula con dificultad, Jimin.
—Escúchame, rubio —le pide Ryuu, llamando la atención del menor. —Ahora entenderás porque tu madre te quiere y porque somos valiosos —le recuerda el japonés.
—¿Qué debo hacer? —inquiere Park.
—Ni idea rubio, lo que tu abuelo te heredo esta aquí, pero no tengo idea de lo que debes hacer —contesta Ryuu.
—Ok —suelta un suspiro, Jimin.
El rubio, observa el enorme dragón que está en el suelo del templo, cuando logra tranquilizarse y enfocarse, se percata que hay letras en algunas partes del dibujo.
—Son letras —gesticula Park, señalando las distintas partes en las que logra verlas.
Ryuu y Yoongi se alejan para dejar que Jimin descubra todo por sí solo.
—¿Qué dicen, Jimin? —pregunta Ryuu.
—No lo sé —el menor se acerca al dragón que yace dibujado en el suelo. En el pecho del dragón se encuentra grabado el primer nombre. —Es el nombre de mi abuelo —confiesa Jimin.
Da unos cuantos pasos hacia abajo del cuerpo del dragón y justo en las garras de este a un costado se encuentra plasmado otro nombre.
—¿Qué dice? —pregunta esta vez, Yoongi.
—Es el nombre de mi tío —alza su voz el rubio.
—Bien, ahora entiendo —dice Ryuu.
—¿A que te refieres? —indaga Yoon.
—Es lo que el dragón representa —explica el japonés.
—Oh, que bien, que interesante explicación —dice Yoongi, molesto.
—Basta, ambos —los regaña Jimin, mientras observa una silueta de lo que parece ser un pequeño ángel al lado del enorme dragón. —Es el nombre de mi madre —informa el rubio.
Jimin, ve el sinfín de plumas dibujadas en el suelo, pero hay una que llama su atención en específico. El centro de la pluma brilla y sin dudarlo camina hasta esa pluma que llama su atención y despierta su curiosidad.
—Chicos —habla Jimin, impresionado.
—¿Qué ves, rubio? —cuestiona Yoongi.
—Está pluma tiene mi nombre —dice asombrado.
—Eso es genial —sonríe Yoon.
—¿Qué más, Jimin? —interroga Ryuu.
—Tiene una cerradura —suelta Park, mientras se coloca de cuclillas luego de haber sacado la llave del bolsillo de su pantalón.
—Espera, espera —lo detiene Yoongi.
—¿Qué sucede? —pregunta el rubio, asustado.
—No sabemos lo que significa tu tatuaje y la historia que este cuenta —le recuerda Yoon.
—Tienes razón —dice Jimin, poniéndose de pie. —Dijiste que la habitación de mi abuelo tiene las mismas letras. ¿Qué más dice? —lo cuestiona el rubio al mayor de los Jeon.
—Nada —suelta desilusionado, Yoongi.
—Intenta recordar —le pide Ryuu.
—Tu tío dijo que tu abuelo siempre le decía que la respuesta se encontraba bajo sus pies —asevera Yoon, luego de recordar lo que Tsubasa le había comentado.
—Claro que está bajo los pies —menciona burlonamente, Ryuu, señalando el lugar en el cual Jimin se encuentra de pie.
—¡Eso es! —exclama Yoongi. —Necesito tu celular —le pide al japonés.
—Ni de coña —se opone Ryuu.
—Debo llamar a Tsubasa y pedirle que vaya a la habitación de su padre y levante la maldita alfombra, y nos diga lo que la leyenda del tatuaje oculta —habla rápidamente, Yoon, tanto que con dificultad Ryuu y Jimin logran entenderle.
—Solo dale el maldito celular —le
ordena Jimin al japonés.
Yoongi, toma el celular y marca el número de Tsubasa, más de tres timbres y no consigue respuesta, cuando el mayor de los Jeon está a punto de cancelar la llamada el japonés atiende.
—¿Quién eres y por qué tienes mi número? —atiende Tsubasa, con voz pesada y golpeada.
—Soy Yoongi —suelta el chico de piel blanquecina. —Estamos bien Tsubasa, ahora escúchame —hace una pausa Yoon, alejando el celular de su oreja para colocarlo en alta voz. —Quiero que vayas a la habitación de tu padre sin que ninguno de tus hombres te siga, asegúrate de cerrar bien la puerta —le indica el coreano.
Tsubasa sale de su oficina y se cerciora que ninguno de sus hombres lo siga, cuando entra a la habitación de su padre cierra con pestillo la puerta.
—Estoy en la habitación de mi padre, ¿puedes decirme que mierda es lo que pasa? —le ordena Tsubasa.
—Encontramos lo que tu padre le dejo al rubio, pero antes de todo, él quiere saber de que trata la historia de su tatuaje familiar y toda esa mierda —le informa Yoongi.
—Yoon, la leyenda está incompleta —le recuerda Tsubasa.
—No, no lo está, levanta la puta alfombra de la habitación de tu padre. Recuerda; la respuesta esta bajo tus pies —le recalca Yoongi.
—Maldito seas, Yoon —espeta Tsubasa, asombrado.
El japonés coloca el celular a un costado y empieza a levantar la alfombra de la habitación con sumo cuidado para no llamar la atención de sus curiosos y traicioneros hombres.
—Maldición, lo he tenido toda la vida bajo mis pies —escuchan todos a través de la línea. —Lo tengo —Tsubasa coge de nuevo su celular.
—¿Jimin, está contigo? —pregunta el japonés.
—Claro, tío —habla el rubio.
—Afróntalo con madurez y contrólate —le ordena.
—Dile que se apresure —le pide Ryuu a Yoongi.
—Tsubasa, necesito que te apresures y nos leas la continuación de la leyenda —le pide Yoon.
—Sí.
Tsubasa se pone de cuclillas.
—La leyenda dice: Sangre de mi sangre, has sido escogido por los ante pasados, lo que fluye dentro de ti es sangre sagrada, sangre valiosa. Serás la pluma que el ángel ha arrancado del dragón, eres la pluma que todos han desechado, pero que pronto todos querrán. Serás el guardián y el sucesor de la generación, en tu vida culmina y empieza por lo que tanto luchamos los Shiromatsu —Tsubasa se detiene por unos segundos.
—Díganme que entienden algo, porque yo no —murmura Yoongi.
—Prosiguiendo. Toda leyenda dentro de la cultura japonesa es real, por lo tanto, el escogido como la pluma del clan, deberá sellar con su sangre la leyenda cuando decida hacerse responsable del poder que sus antepasados le han otorgado desde mucho antes que este estuviese en el vientre de su madre. No me opongo —se detiene Tsubasa de nuevo.
—Vamos tío, no tenemos tiempo. Solo continúa leyendo —le pide Jimin, desesperado.
—Ok. La leyenda dice que el escogido debe tomar la pluma, cortar su muñeca y llenar un pequeño vaso, este servirá para sellar la promesa de que cumplirá con lo que se ha establecido.
—Detente —le pide Ryuu a Tsubasa. —Debes introducir la llave, rubio. Si es lo que quieres debes hacerlo y seguir los pasos de la leyenda —se dirige Ryuu a Jimin.
—Espera, no lo presiones —interviene Yoongi.
—Esta bien, lo hare, Yoongi —dice decidido, Jimin.
El rubio se coloca de cuclillas de nuevo, introduce la llave en la cerradura que se encuentra al centro de la pluma más grande y la gira, mientras hace contacto visual con Yoongi.
Algo bajo sus pies se mueve, de forma rápida Yoon se acerca a Jimin y hace que retroceda para evitar que caiga.
—Mierda —susurra Park, asustado.
—¿Estás bien? —pregunta Yoongi.
—Sí, gracias —dice el rubio, alejándose un poco del mayor de los Jeon.
—Hay unas gradas —señala hacia abajo, Ryuu.
Jimin no se aleja mucho del lado de Yoon y ambos bajan juntos mientras Ryuu los sigue.
—Tengo mi piel erizada —confiesa Jimin.
—Tranquilo, rubio —habla Ryuu. —Es allí —señala el japonés el enorme altar, y justo arriba una hermosa Katana reluciente.
—Esto es una maldita mina de oro —expresa Yoongi, observando los enormes pedazos de oro, y algunos cuantos sacos que seguramente se encuentran llenos de dinero.
—¿Ryuu, que debo hacer? —pregunta, confuso Jimin.
—Busca una pluma —le indica Ryuu.
—Ayúdame —le suplica el rubio.
—No puedo rubio, debes hacerlo tú mismo.
—Jiminie, escúchame hijo —habla Tsubasa por medio del celular. —Debes hacerlo, esto te cambiara la vida —lo motiva su tío.
—Está bien.
Jimin se acerca más al altar y busca una pluma, al fondo encuentra una pluma de plata en su punta con el filo de un cuchillo.
—La tengo —alza su voz el rubio.
Nadie decide hablar, Jimin lleva la punta de la pluma de plata a su muñeca, hace una herida no tan profunda, divisa al lado derecho un pequeño vaso, lo llena con su sangre y luego deja la pluma de plata en el altar.
Ryuu se acerca a Jimin y le coloca su pañuelo alrededor de la herida para evitar que continúe sangrando y que se infecte.
—Continúa, Tsubasa —le pide Yoongi.
—Claro. El elegido debe verter el vaso con su sangre sobre el altar.
Jimin de forma rápida hace lo que escucha.
—¿Y ahora? —inquiere Yoon.
—Bien, ahora dice —Tsubasa guarda silencio.
—¿Qué dice? —pregunta exasperado, Yoongi.
—Está borroso, Yoon —comenta Shiromatsu.
—Intenta verlo, Tsubasa —le ordena el coreano.
—Una puerta. Una puerta se abrirá y el elegido tendrá el dominio de todo Japón en sus manos.
La Katana cae sobre el altar, Ryuu intenta agarrarla, pero se lleva un fuerte corrientazo.
Una puerta se abre y revela expedientes, grabadoras, cintas y al final revela un enorme armamento de armas pesadas y peligrosas.
—Maldita sea —dice atontado, Jimin.
—Eres el líder de los ángeles negros, rubio —le hace saber, Ryuu, esbozando una enorme sonrisa.
—Aún no termina —dice Tsubasa.
—Continúa entonces —demanda Yoon.
—Si el elegido decide tomar el poder que sus antepasados le han heredado debe tomar la Katana de plata. Al tomarla pasa a ser el líder de los ángeles negros, en él recae el poder de controlar Japón como ciudad y darle poder a su clan y a los que él decida. Eso suena bien para Tokio y Kobe que nos pertenecen —comenta Tsubasa, feliz.
—¿Qué harás, rubio? —lo cuestiona Ryuu.
—Voy a tomar la Katana —acota Jimin.
—Hay algunas indicaciones si tomas la Katana —informa Tsubasa.
—Dilas —le pide Yoongi.
—Al tomar la Katana de plata, el alma del elegido se volverá más sabia y sus sentimientos se volverán más fuertes y magnificados. Todo dolor, sufrimiento, alegría, tristeza y enojo serán más intensos, las decisiones que tome el elegido se basaran en lo que dicte su corazón. El dominio de la Katana y armas afiladas será su fuerte y su agilidad, será el motivo de no ser vencido fácilmente por sus oponentes —Tsubasa se detiene cuando escucha la voz de alguien más a través del celular.
—Demasiada gente viene —alerta Ravi.
—Tsubasa, date prisa —demanda Yoongi de nuevo.
—Estoy por terminar. Cualquiera que intente tomar la Katana del elegido no podrá hacerlo, el poder que tiene no es digno para cualquier persona.
—¿Eso es todo? —pregunta Ryuu.
—Solo falta lo último.
—Dilo de una puta vez —suelta Yoongi.
—Mi querido elegido, mi querido Jimin - San, el poder esta en tú sangre, como lo estaba en mí. Yo fui un ángel negro y tú eres una linda pluma que tu madre me arrancó y me regaló. Eres la pluma del ángel negro, que los dioses te acompañen y guíen tu camino.
—He terminado —habla Tsubasa con voz entrecortada.
—Ya era tiempo, nos vemos en Tokio —corta la llamada, Yoongi. —Rubio, toma tu nuevo juguete y salgamos de aquí —le ordena el mayor de los Jeon.
Jimin hace lo que Yoon le ha pedido, con un poco de miedo toma la Katana y observa que el mango de está tiene forma de pluma, toda la funda brilla y está adornada por hermosas plumas blancas.
—Estoy listo —se dirige Jimin a Yoongi.
Yoon lanza el celular a Ryuu y este suena al instante.
—Gracias por atender, imbécil —escucha la voz de Taehyung, mientras suben las gradas para volver arriba del templo.
—La llave —le recuerda Yoongi a Jimin.
El menor retira la llave de la cerradura de la pluma y luego el suelo empieza a cerrarse.
—Hay muchos tipos vistiendo trajes elegantes y usando armas —le informa Taehyung al japonés.
—Tenemos visita, señores —anuncia Ryuu a los demás.
—¿Ravi, podemos salir? —pregunta Jimin.
—Aún no —le indica Ravi.
—¿Qué haremos, Yoongi? —inquiere el rubio.
—Dile a Taehyung que vaya al otro lado de la ciudad —le pide Yoon a Ryuu.
—¿Jomyoji? —articula dudoso.
—Donde sea, pero que espere por nosotros en ese lugar —le ordena Yoon
—Pueden salir —informa Ravi.
Yoongi y Jimin salen del templo, Ryuu los sigue mientras le da las indicaciones exactas a Taehyung.
—¿Y ahora qué? —pregunta Ravi.
—Iremos al otro lado de la ciudad —le comenta Jimin.
—¿Qué tan lejos esta? —indaga Yoongi, observando hacia todos lados,
—Estamos cerca —asegura Ryuu, pasando frente a todos—. Es hora de irnos.
Ravi sigue a Ryuu. Yoongi, por su parte, deja que Jimin camine a pasos rápidos antes que él para seguirlo protegiendo, aunque tenga su nueva Katana y toda esa mierda de leyenda que aún sigue procesando.
—Debemos correr —indica Ryuu.
—¿Podrás hacerlo? —cuestiona Yoongi preocupado por Jimin.
—Sí, solo no te alejes de mí —le pide el menor.
Los cuatro hombres empiezan a correr, corren para no ser atrapados y vistos por los hombres de Aiko. Lo peor que les puede pasar es ser emboscados por los hombres de la maldita loca.
Las fuerzas de Jimin desfallecen y es que su herida jamás dejo de sangrar y todos lo olvidaron.
—Resiste un poco más, rubio —le pide Yoongi, tomando su mano para ayudarlo a continuar corriendo.
Entran a Jomyoji y dejan de correr, regulan sus respiraciones y Yoongi se acerca lo más que puede al rubio.
—Oculta la Katana, Jimin —le ordena Yoon, mientras lo apega a su cuerpo para evitar que el rubio caiga al suelo.
Ryuu, marca el número de Taehyung de forma rápida.
—¿Dónde estás? —pregunta exasperado el japonés, al observar el estado de Jimin. —Te veo, te veo —Ryuu cuelga la llamada.
Yoongi siente como el cuerpo de Jimin se vuelve más pesado, le pide que coloque su Katana sobre su pecho, cuando lo ha hecho decide cargarlo y seguir a Ryuu mientras Ravi lo cubre.
—¿Qué mierda le paso? —cuestiona Taehyung, al observar a Jimin en mal estado, inconsciente mientras Yoongi trata de hacerse cargo de él.
—Se desmayo, Ravi te guiara hacia Tokio —el japonés hace una pausa y observa a Jimin. —Ahora conduce —le ordena Ryuu, furioso.
La verdad ahora ha sido descubierta, las leyendas son solo eso, leyendas; son solo historias que nuestros antepasados crean. Pero son historias y leyendas que los escogidos deben mantener con vida.
Un Yakuza es alguien no bien visto ante la sociedad, pero estos pueden ser de ayuda para las personas que viven donde su clan domina. Un Yakuza no es bien visto, pero todo cambia cuando la persona que no es bien vista, tiene el poder en sus manos.
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