48

Japón/Norte de Kamakura
Kencho - ji.



Narradora


El viaje no tan largo dentro de un vehículo robado, el cual, decidieron perder y subir a un taxi ha sido pacifico. Más allá del llanto de Dai por unos minutos, todos en el taxi intentaron una forma distinta de acallar los sollozos desesperados del pequeño, pero nada, absolutamente nada funcionó.

La desesperación de todos es más que notoria, pero Jimin después de un tiempo logro conseguir que el pequeño se controlara y poco a poco tranquilizara su llanto. Si se preguntan como lo hizo pues la respuesta es simple.

Jungkook cada vez que se hacia cargo de Dai le tarareaba quien sabe que canción, Jimin recordó la melodía que Jeon tarareaba y decidió intentar calmar al pequeño con eso y vaya que resulto.

Jimin le paga al chofer del taxi, Taehyung observa como Dai corre de un lado hacia otro emocionado de ya no viajar más en auto y poder ser un niño normal al menos por unos momentos.

—No te alejes, Dai —le pide Yoongi, el cual se encuentra al lado de Taehyung.

—Todo listo, ¿y ahora qué? —se acerca el rubio a su mejor amigo y a Yoongi.

—Esperemos por Ravi y Ryuu —dice Yoon, observándolos desde la distancia hablando con un chico que sostiene un mapa y una botella con agua en sus manos.

—¿Crees que esto resultara? —duda el castaño.

—Saldrá bien —responde inseguro, Yoongi.

—Listo chicos, hemos conseguido un guía —se acerca Ravi junto a Ryuu.

El pequeño Dai el cual no deja de correr tropieza con sus pequeños pies y suelta un sonoro llanto.

—Voy yo —dice Park, dirigiéndose a pasos largos hasta el pequeño. —Vamos, cariño —Se acurruca frente al pequeño—. No llores.

Lo pone de pie, sacude las manitas del pequeño y luego hace lo mismo con los pantaloncillos.

—Estás bien, simplemente tropezaste, te pasara muchas veces, pero siempre debes levantarte, aunque los golpes duelan. ¿Ok? —el niño asiente con sus ojos llorosos.
—Dai, está bien —anuncia el rubio, acercándose al resto del grupo.

—Eres un llorón —se burla Yoon del pequeño.

—Madura, Yoongi —espeta molesto, Jimin.

—¿Qué haremos? —pregunta Taehyung, para evitar una pelea innecesaria e insignificante.

—Podemos empezar la búsqueda ahora y terminarla ahora, o empezarla y terminarla mañana —habla Ryuu, dirigiéndose a todos.

Yoongi y Jimin se miran y la curiosidad de ambos se junta.

—Debe ser ahora —dice Jimin.

—Aiko puede seguirnos, el señuelo del auto la detendrá por unas horas. Propongo que aprovechemos esas horas —se une Yoon.

—Pienso lo mismo —secunda el rubio, decidido a no irse de Kencho - ji y volver al día siguiente.

—Bien, lo haremos ahora entonces —accede Ravi, dejando caer la maleta con los cuchillos y la Katana de Jimin.

—¿Iremos todos? —inquiere Ryuu, observando a Dai.

—No lo puedo dejar solo —Jimin toma al pequeño en brazos y lo aferra a él.

—Lo sé, rubio —se acerca Ryuu a Park.

—Taehyung se quedará con el enano y conseguirá un auto —interviene Yoongi, sonando seguro de su propuesta.

—¿Te quedaras? —lo cuestiona Jimin.

—Bueno, no quiero caminar y sé que me contaras todo —se excusa Taehyung.

—Gracias, Tae —agradece el rubio con una enorme sonrisa en su rostro.

—Solo tengo una duda —verbaliza Taehyung, observándolos a todos mientras toma a Dai de una de sus manos.

—¿Cuál? —cuestiona Ravi.

—¿Cómo conseguiré un auto? —pregunta, tomando la mano de Dai.

—Mi tarjeta esta en la maleta —le indica Park.

—Solo consigue un auto —le pide Ryuu, guiñándole su ojo izquierdo mientras toma un cuchillo grande y lo guarda entre su pantalón y su camisa.

—Escucha Taehyung, solo consigue el auto, cuando lo tengas quiero que estés atento y si observas japoneses bien vestidos y con armas al aire libre, nos avisas —le ordena Yoongi.

—¿Les envio señales de humo o una paloma mensajera? —pregunta con semblante serio, Taehyung, ya que no tiene como comunicarse.

—Te dejare el mío —el rubio saca su celular del bolsillo de su pantalón y se lo lanza a su amigo.

—Si observas algo o alguien raro no dudes en llamar a Ryuu —le indica Yoon, tomando un cuchillo.

—Jimin, toma un cuchillo, si llevas tu Katana llamaremos demasiado la atención y no estamos para tener miradas sobre nosotros —ordena Ravi.

El rubio hace lo que se le ha pedido, cuando todos están listos y armados, Ryuu alza su mano derecha y llama la atención del chico que será su guía.

—Estamos listos para que nos des el paseo —habla Ryuu, con una sonrisa burlona en su rostro.

—Volveremos pronto —se dirige Jimin a Taehyung.

—Todo estará bien, Chim —sonríe el castaño, mientras sostiene la mano de Dai.

—¿Tienes lo necesario? —inquiere Ryuu al rubio.

Jimin se detiene a pensar y recuerda que no tiene la llave consigo, se acerca a Taehyung y de forma discreta la saca de la maleta de Dai. Abraza a su mejor amigo y luego al pequeño y regresa a donde los demás se encuentran.

Siguiendo al guía llegan a la entrada del templo de Kencho - ji, el chico guía hace una reverencia, Ryuu y Ravi también la hacen. Yoongi y Jimin se miran y luego hacen reverencia y entran al templo.

—¿Qué se supone que hacemos en el templo? —pregunta entre susurros Yoongi, cuando ha conseguido acercarse a Ryuu.

—Dije que no debemos llamar la atención, estamos de visita y haremos el puto recorrido, aunque no nos guste —sonríe falsamente el japonés, mientras observa de reojo al coreano.

—Lo que el abuelo le dejo al rubio no está aquí —comenta con una sonrisa, Yoongi, mientras ve al enorme buda que se encuentra frente a ellos.

—Claro que no —murmura Ryuu.—Esta allá —fija su mirada en el bosque detrás del templo.

—Lo imagine —susurra Yoon.

Luego de haber observado el templo y fingir hacer adoración al buda de parte de Yoongi, todos abandonan el templo siguiendo al guía.

—Hay algo que deben saber —habla el chico guía.

—Dinos —dice Jimin, amablemente.

—El jardín está completamente decorado por el maestro Zen Muso Kokushi —el rubio asiente asombrado, mientras los dos japoneses y el coreano que lo acompañan lo ven molesto.

—Eso es genial —comenta Jimin, mientras Yoon suelta una leve risa.

—Además de eso en la parte de atrás del Kencho - ji, inicia la ruta de senderismo de Tenen. Está conduce a varios miradores y al bosque, si se continua el camino boscoso en una hora se puede llegar hasta el templo de Jomyoji, al otro lado de la ciudad —explica el guía.

—Es por lo que estamos aquí —suelta Yoongi, emocionado.

—Por el senderismo —especifica Ravi.

—Sí, nos gusta el senderismo —agrega Jimin.

—Bueno, yo no tengo permitido guiar en el sendero —dice el chico.

—Que mal —habla Yoongi, de manera desinteresada.

—Pero puedo conseguirles un guía que los lleve —propone emocionado el guía.

—Me encargo yo —les ordena Jimin a los tres hombres que lo acompañan. —No, los chicos andan GPS y uno de ellos es muy bueno en esto de los senderos —dice el rubio, regalándole la mejor sonrisa fingida que puede al chico guía para que no mal interprete las cosas. —Nos gusta perdernos y toda esa mierda —bromea.

—Claro, entiendo —dice el chico, sonriendo.

—Gracias por tus servicios y sobre todo por la información —le agradece el rubio. —Yoongi, págale —le ordena Jimin, caminando hacia el mayor de los Jeon.

—¿Por qué yo? —pregunta, introduciendo su mano izquierda al bolsillo de su pantalón.

—Porque eres un completo idiota impaciente —articula entre dientes, el rubio.

—Sí, como sea —le resta importancia, Yoongi. Sacándose un par de wons para luego dárselos al chico. —Vamos al bosque, chicos —alza su voz, fingiendo emoción.

—Eres un idiota —masculla Jimin, riendo por la actitud del mayor de los Jeon.

Los cuatro se dirigen hasta la parte de atrás del templo Kencho - ji, ven a Ryuu y cuando este simplemente los observa y asiente, los demás saben que deben ir atentos a lo que venga, y que deben prepararse para lo que se avecina, en especial el rubio.

Ravi sigue los pasos de Ryuu sin dudarlo. Jimin, por su parte, se queda de pie por unos segundos, cierra sus ojos y toma una fuerte calada de aire.

—¿Todo bien, rubio? —lo cuestiona Yoongi.

—Sí —responde abriendo sus ojos.

—¿Seguro? —Yoon, se acerca hasta el menor.

—Sí, solo necesitaba deshacerme del miedo —le confiesa al mayor de los Jeon.

—Todo estará bien, Jimin. Ahora camina —le pide Yoon, dejando que el rubio camine delante de él para protegerlo, cumpliendo la promesa que le hizo a Jungkook.

Una larga caminata, si eso es lo que sentía Jimin y Yoongi. Ambos se observan y con una simple mirada se quejan de lo mucho que se había caminado y no encontraban nada más que estatuas de budas y cosas antiguas. Además de los millones de árboles y tierra que rodea el sendero.

—¿Sabes lo que buscamos o escogiste la mano equivocada? —interroga Yoongi, molesto, alzando un poco su voz, para que Ryuu logre escucharlo.

—Claro que sé lo que buscamos, pero no sé si este aquí —responde Ryuu.

—Muy bien. ¿Escuchaste rubio? pueda que estemos aquí caminando como estúpidos en este maldito sendero buscando algo que ni siquiera este aquí —se queja Yoon.

—Cálmate Yoongi —le pide Jimin.

—Si esa mierda no se encuentra aquí voy a golpearlo —dice el mayor de los Jeon, haciendo reír al rubio.

—Habla menos y camina más, Yoongi —le pide Ravi.

La caminata sigue y lo único llamativo que encuentran son los lindos miradores y las piedras que contienen mensajes grabados en japonés antiguo.

—Ryuu —lo llama Jimin. —Oye, Ryuu —habla de nuevo el rubio, cuando no ha conseguido obtener la atención del japonés.

—Dime —escucha la voz del antes mencionado.

—Específicamente ¿qué es lo que buscamos? —indaga Park, cansado de caminar y no dar con lo que se supone que buscan.

—Esto —dice vagamente, Ryuu.

Jimin y Yoongi se acercan hasta donde Ravi y Ryuu se encuentran de pie observando lo que parece ser es un pequeño y abandonado templo en el sendero que se encuentra en la parte trasera de Kencho - ji.

—¿Estas seguro que es aquí? —inquuere Yoongi.

—Más que seguro —afirma Ryuu, al observar las letras japonesas grabadas en una de las piedras frente al antiguo templo.

—Es hermoso —comenta Ravi, viendo el templo.

—Es aquí —gesticula Jimin, luego que ha leído el nombre de su abuelo en la piedra.

—Tú decides, Jiminie.

Ryuu se acerca al rubio.

—Lo hare, Ryuu —habla decidido el menor.

—Vigilare —se ofrece Ravi. —Pero necesito que me aseguren que si algo me llega a pasar, protegerán a Jimin —les pide a ambos hombres que acompañarán al rubio a entrar al templo.

—Le prometí a Jungkook, mi primo, el cual esta locamente enamorado del rubio, que lo protegeré y sin duda eso es lo que hare hasta que él decida reunirse con Jung de nuevo —dice decidido Yoongi, sin importar el haber mencionado a Jeon.

—Lo prometo —es lo único que Ryuu dice.

Jimin observa a ambos hombres que lo acompañarán y luego pasa de largo frente los dos. Tanto Ryuu como Yoongi lo siguen, el rubio suspira fuertemente sube dos escalones para llegar a la puerta del pequeño templo.

—La puerta debe estar sin llave —le hace saber, Ryuu.

—¿Estás listo, Jimin? —lo cuestiona Yoongi, pero no recibe respuesta por parte del rubio. —Porque si no lo estas podemos volver mañana u otro día —agrega.

—Estoy listo, Yoongi —habla Park, alzando su mano derecha un poco para luego llevarla hasta la manija mohosa y vieja de la puerta del templo.

—Cualquier duda no lo pienses tanto rubio y pregunta, te explicare lo que sé —expresa Ryuu, cuando de manera lenta el menor va abriendo la puerta del templo.

La puerta del templo ha sido totalmente abierta por Jimin, el nieto de Osamu Shiromatsu, lo que está frente a él en esos momentos lo tiene sorprendido no solamente a él, sino que también a Yoongi.

Tensión, temor, preguntas, respuestas, dudas y curiosidad es lo que se puede ver en el rostro del rubio que se encuentra observando hacia dentro del pequeño templo. Lo que su abuelo le decidió dejar está dentro, lo que el rubio no sabe es que algo más grande aguarda por él, desde hace mucho tiempo.










Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top