46

Narradora

Jeon Jungkook, por segunda vez experimenta el sufrimiento de una pérdida amorosa, pero esta vez es más fuerte que la primera.

El que Hana le haya sido infiel con su primo Yoongi, había sido una mierda y eso lo atormentó durante unos meses, no creyendo volver a enamorarse.

Es lo que él pensó, claro está que cuando la vida y el destino te envían a esa persona con la cual te sientes plenamente completo a su lado, todo cambia y el amor resurge, aunque uno no quiera.

La habitación de Jungkook, la habitación que compartía con su lindo rubio, ahora es su refugio. Así lo llama él, pero Namjoon y Hoseok lo llaman su perdición y su zona para ser débil.

Con la partida de Yoongi junto a Jimin, todo ha dado un giro drástico. El mayor de los Jeon era el que se encargaba de la mayoría de las cosas, pero no está. Ni siquiera saben su paradero, no sabe absolutamente nada de su primo y mucho menos de su lindo rubio, que tanto ama y que ha lastimado.

El lugar de Yoongi ahora ha sido tomado por Namjoon y Hoseok, ambos se reparten algunos que haceres que el mayor de los Jeon hacía y los realizaban, mientras Jungkook se queda en la enorme casa rodeada por sus hombres que la custodiam, mientras él pasa en su habitación encerrado culpándose de lo sucedido.

—¡Jungkook! —grita Namjoon, al percatarse que no puede entrar a la habitación ya que se encuentra con seguro.

Jeon alza su rostro y lo fija en la puerta y en la sombra que se refleja por la ranura de la parte de abajo.

—Vamos, Jungkook —insiste Nam.

Jungkook se pone de pie colocándose la bata, camina a pasos lentos y desinteresados hacia la puerta, le retira el seguro y abre solo un poco.

—¿Qué es lo que quieres? —lo cuestiona molesto, Jeon, con su rostro un tanto pálido acompañado por unas notables ojeras debajo de sus ojos.

—El padre de Hana quiere reunirse contigo —le informa Nam, mientras disimuladamente observa hacia dentro de la habitación, la cual se encuentra totalmente oscura, las cortinas tapando la claridad del sol y las luces apagadas.

—Dile que no puedo —dá dos pasos hacia atrás y luego intenta cerrar la puerta, pero Nam se lo impide.

—Jungkook, hermano. Vamos —masculla Namjoon.

—¡Te he dicho que lo hagas! —vocea Jungkook.

—No puedo hacerlo —dice Namjoon.

—Claro que puedes, ahora lárgate y haz lo que te he ordenado —suelta Jeon, molesto.

Jin hace su aparición alejando a Namjoon de la puerta.

—Haz lo que te ha ordenado, sino acepta reúnete tú con él —ordena Jin, observando a Jeon. —Así que ahora eres un maldito ermitaño —Jin abre la puerta de la habitación de Jungkook por completo y observa como un carrito se encuentra dentro con toda la comida que Jeon decide no comer.—¿Acaso no te estás alimentando? —lo interroga furioso, entrando a la habitación sobrepasando la privacidad de Jungkook.

—Eso a ti no te debe importar, Jin.

—Escucha Jungkook, no creo que esto esté correcto —dice Jin.

—Lárgate —demanda Jeon.

—Quiero hablar contigo —le pide.

—Pero yo no —replica Jeon, sujetando su bata y mirando hacia la puerta.

—Entonces solo escúchame —suplica Jin.

—No —musita el pelinegro.

—Esta no es la solución, Jungkook. Sé lo que sientes, pero créeme que...

—Tú no sabes nada, Jin. No sabes absolutamente nada de como me siento sin él a mi lado —lo interrumpe mientras camina hasta donde Jin se encuentra—. No sabes lo que me consume el no poder verlo, el no poder escuchar su voz, el no saber como se encuentra. Me carcome por dentro la culpa del saber que soy el responsable de haberlo alejado y de que sus hermosos ojos me vean con reproche e ira.

Coloca su mano sobre el antebrazo de Jin, presionándolo de forma fuerte, camina hacia la puerta con Jin realmente sorprendido por todas las palabras que Jeon ha expresado al interrumpirlo.

—Jungkook —articula Jin, cuando lo ha sacado de la habitación.

—No, Jin —replica el pelinegro. —Solo dame tiempo —le pide, cerrando la puerta de su habitación.

Jin permanece de pie frente a la puerta, escucha como Jungkook le coloca el seguro. Lentamente se gira y se encuentra con Hoseok y Namjoon frente a él.

—Creo que debemos hacernos cargo de Busan mientras Jungkook se recupera —sugiere Jin en voz baja.

—Claro —dicen ambos al unísono.


Japón

Luego de la última llamada que Jimin le había permitido hacer a Yoongi. Este decidio dejar a Jungkook por unos días y seguro meses.
Descubrirán la verdad del tatuaje del rubio, y de paso cumplirá la promesa de cuidar a Dai y a Jimin.

El pequeño hotel en el que se han quedado es un tanto acogedor. Taehyung, aprovechó el poder entablar conversación con Ryuu para poder conocerlo mejor, y así perder el temor y la desconfianza que el desconocido le generaba.

Ravi, por su parte, ha decidido informarle a Tsubasa que no se encuentran más en Busan, sabe que su jefe lo regañara por el accionar repentino, pero el trato entre Jimin y Ravi ha sido simple. El japonés le informa a su jefe que no están en Corea y el rubio le explica a su tío la verdad del por qué han decidido dejar Busan.

Jimin se encuentra apoyado en la pared de la habitación frente a una ventana, la cual, le permite ver hacia fuera. Yoongi se acerca a él de manera lenta y amigable.

—¿Todo bien? —pregunta Yoon, llamando la atención del menor.

—Sí —responde sorprendido el rubio, sorbiendo su nariz y limpiando su rostro.

—Lloras por ambos —comenta el mayor.

—¿A qué te refieres? —inquiere Jimin, serio.

—Por tu padre y por Jung —dice sin dudarlo.

El silencio le dá la respuesta a Yoongi y la forma en la que Jimin pasa saliva en su garganta seca.

—De seguro que tampoco lo está sobrellevando bien. Sé que no me creerás rubio, pero Jungkook se enamoró de ti al igual que tú lo hiciste de él.

—Eso no cambiará nada ahora, Yoongi —habla Jimin.

—Lo sé, solo quería que lo recordaras —menciona el mayor.

—Gracias por el dato —dice de forma sarcástica, el rubio. —¿Algo más que agregar? —pregunta.

—No lo sabía, no sabía lo de tu padre —suelta en voz baja, Yoongi.

—No importa ahora —le resta importancia, Jimin.

—Sólo quería que lo supieras, pero también te pido que pienses del por qué Jung mató a tu padre y reconsideres todo —le suguiere Yoon.

Ravi se acerca a ambos con un celular en su mano, se lo entrega a Jimin y todos saben que el llanto y el dolor del rubio, harán su aparición al contarle todo a su tío.

—Tío —atiende Jimin, cuando ha colocado el celular sobre su oído.

—Jiminie, ¿estás bien? —es lo primero que Tsubasa pregunta a su sobrino.

—Yo..., sí, estoy bien —trastabilla un poco al responder.

—Dime exactamente por qué dejaste Busan, Jiminie. Creí que tú y Jeon tenían una relación —habla Tsubasa.

—No creíste mal tío —dice en voz baja el rubio, al recordar a su hermoso pelinegro.

—¿Qué es lo que sucedió entonces? —inquiere en voz calmada el japonés.

—Escuché una grabación tío —empieza Jimin, decidido a confesarle todo—. En la grabación se escucha la voz de Yoongi y Jungkook, ambos hablan con respecto a Kobe, pero eso no es lo que realmente me afectó y me llevó a tomar la decisión de dejar Busan.

—¿Entonces qué fue, Jiminie? —lo cuestiona su tío.

Taehyung se acerca a Jimin junto a Dai para darle un poco de fuerzas.

—La grabación dice que Jungkook mató a mi padre —suelta el rubio, y al instante sus ojos se llenan de lágrimas y su voz se quiebra. —Le pedí a Jungkook la verdad y me lo confirmó, tío —expresa con voz quebrada y con lágrimas recorriendo su rostro. —Y como si eso no fuese suficiente, la libreta de mi padre se encontraba en una de sus gavetas —confiesa.

—Mi Jiminie —dice con voz suave, Tsubasa.

—Me quitó a mi padre, tío —solloza el rubio.

—¿Qué quieres que hagamos? —indaga Tsubasa, dejando al rubio tomar la decisión.

Jimin sorbe su nariz y detiene su llanto para poder responder la pregunta de su tío.

—Nada, al menos por ahora. No sería capaz de lastimar a la persona que mi corazón escogió amar, te pido que no cambies con él en nada y que te apresures a conseguir los casinos —le pide el menor.

—Como digas, Jiminie. Intentaré hablar con Kim al respecto —comenta Tsubasa, respetando la decisión que su sobrino ha tomado.

—Yoongi me acompaña. Además de Ravi y Taehyung. Dai esta bien, tío, sabes que jamás haría algo que lo ponga en peligro —cambia de tema Jimin.

—¿Vendrás a Tokio? —pregunta Tsubasa.

—No por ahora, tío. Necesito saber la verdad sobre mi tatuaje y lo que oculta la llave que mi abuelo me dejó —contesta Jimin.

—¿Sabes a dónde dirige esa dirección? —cuestiona Tsubasa.

—Yo no, pero Ryuu, sí —dice el rubio con una sonrisa.

—¿Quién es Ryuu?

—Es un japonés al igual que tú, pero que al igual que yo tiene un tatuaje y sabe todo, me ayudará a descubrir todo, tío. Necesito tiempo para descubrir todo de una vez por todas —habla el rubio, decidido.

—Solo dime que es seguro —le pide Tsubasa.

—Lo será tío, solo confía en mí y dame tiempo —insiste Jimin.

—Está bien, pero quiero que te comuniques conmigo al menos para decirme que te encuentras bien —le ordena.

—Lo haré, tío —le asegura y promete.

Ryuu se acerca a Jimin con un papel en sus manos agitándolo mientras sonríe victorioso.

—Debo dejarte tío, cuídate mucho te llamaré pronto —se despide el rubio cancelando la llamada.

Jimin toma a Dai en brazos, lo abraza fuertemente para luego llenar su rostro de besos causando una sonora risa en el pequeño.

—Descifre el mensaje de tu abuelo —comenta Ryuu.

—No lo creo —verbaliza sorprendido, Taehyung, acercándose a Ryuu, mientras Yoongi simplemente se dedica a observar.

—Pues créelo, chico —le guiña su ojo derecho mientras sonríe triunfante.—El mensaje estaba en código morse. Los números estaban al revés es solo para confundir a cualquier persona equivocada que quiera ir tras lo que tu abuelo te heredó —comenta Ryuu.

—¿Y bien? —dice impaciente, Jimin.

—Antes que nada, quiero que sepas quien es la persona que está más que interesada en la llave y la dirección.

El rubio se tensa aun sosteniendo a Dai en brazos, mientras el pequeño oculta su rostro somnoliento en su cuello.

—¿Crees que sea una buena idea? —interviene Yoongi.

—No pienso mentir —replica Ryuu.

—Solo dilo —verbaliza Jimin.

—La persona a la cual le di Hakone. Mi territorio, es la misma que me ordenó secuestrarte —dice el japonés, obteniendo la atención de todos en la habitación del hotel.

—¿Quién? —pregunta Yoongi, curioso.

—Tu madre —señala al rubio.

—¡Mierda! —exclama Taehyung.

—Mi madre —articula con dificultad, Jimin.

—Así es. Ella me contrató y déjame decirte que está loca, rubio —le plática Ryuu.

—Me consta, Tsubasa me comentó unas cuantas cosas y en absoluto tu madre está loca y obsesionada por obtener lo que Osamu te dejó —Yoon, hace una pausa. —Pero si quieres seguir, debemos ir alertas y preparados para cualquier ataque de su parte —continúa Yoongi.

—Debes dejar atrás el amor por tu madre, rubio. Ella ya no tiene amor hacia ti y lo comprobó al contratarme para secuestrarte.

Jimin, escucha en silencio lo que Ryuu y Yoongi hablan, y trata de asimilarlo.

—Está bien —es lo único que logra decir, mientras se aferra al cuerpecito de Dai.

—Debemos irnos, la maldita se encargará de rastrearnos ya que, no estamos en Busan —les recuerda Yoon.

—¿A dónde viajaremos? —pregunta Ravi.

—Kamakura —anuncia Ryuu.

—Viajaremos en tren, el equipaje debe ser liviano. Cerciórense de llevar lo necesario para Dai —indica está vez, Ravi.

—Todo está listo —dice Taehyung, el cual, toma una bolsa con las cosas necesarias para el pequeño y en el cual va la caja con la llave.

—¿Qué buscaremos en Kamakura? —interroga Yoongi, ayudando a Taehyung con la bolsa de Dai.

—Es un imperio, amigo, los santuarios y templos predominan. Espero y cuando estemos en Kamakura sepamos en realidad a donde ir —dice Ryuu, saliendo de la habitación del hotel.

—El taxi está abajo —anuncia Ravi.

Todos abandonan el hotel y suben al taxi que los dirigirá hasta el lugar a donde abordarán el tren que los llevará hasta Kamakura.

Mientras todos alistan sus armas y las cosas necesarias por si son atacados por hombres de Aiko. Jimin, simplemente guarda silencio mientras sostiene a Dai, el cual, está completamente dormido en sus brazos.

La mente del chico rubio es una mezcla de odio y tristeza, no entiende como a la mujer que le dio
la vida le importe más el misterio de una llave que su abuelo le heredó, que la vida de su hijo.

Jimin tiene claro que no se merece lo que está viviendo y lo que está sintiendo, no se merece nunca haber sido visto con buenos ojos ante su madre y no ser amado por esta. Tampoco se merecía perder a su padre, aúnque este no hubiese sido una buena persona, pero era el único además de su ahora tío Tsubasa, el cual, le brindaba afecto. Pero lo que menos se merecía era haber sido lastimado por la persona que ama.

No merecía querer odiar y vengarse por el dolor que Jungkook le había causado, no después de haberse amado mutuamente y sentirse en paz y completos el uno con el otro.

Muchas veces el destino nos hace pasar una muy mala jugada para que podamos renacer, para que podamos resurgir de las cenizas como el ave fénix lo hizo. De lo peor de nosotros, de lo débil surge algo mucho mejor, de lo frágil se construye algo más fuerte y de lo demolido se reconstruye un pilar, un muro y una base más fuerte que la anterior.

La opción está en nosotros el aprovechar las oportunidades de la vida y del destino para empezar de cero. Siendo más fuertes que antes para demostrar que la persona débil no sufre más por lo sucedido.

No se trata de demostrar a los demás, se trata de mostrarnos a nosotros mismos que podemos empezar desde cero siendo unas nuevas personas, con mucho más poder sobre nosotros mismos, pero en especial sobre las demás personas.

Un nuevo Jimin renacería si él así lo decidía, todo estaba a opción. Desde ahora él decidiría que pasaría con su destino, el mismo lo construira y dirigira.

La grandeza lo había escogido y sus antepasados marcado desde su nacimiento. Es uno de los escogidos y eso no lo puede cambiar nadie.



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