YoonTae²

Taehyung

Siento miedo por primera vez en mi vida, lo que he presenciado junto a Jimin ha sido una completa locura. No estoy dispuesto a permitir que me hagan lo mismo y mucho menos que el Imbécil de Jeon, lastime a mi mejor amigo.

—Suéltame.

Me remuevo tratando de aflojar un poco el agarre de la mano de Yoongi en mi antebrazo.

—Quédate quieto y cállate.

Se detiene y me señala con su dedo índice.

—¡Cállate tú, y suéltame! —grito desesperado.

—Si cierras la puta boca voy a explicarte.

—No quiero escucharte, solo suéltame —me niego.

—Escucha Taehyung, si te hubiese querido para hacer eso ya lo hubiera hecho —dice en tono más relajado. —Voy a soltarte, pero no huyas, si quieres preguntar algo, hazlo —lentamente deja de sostener con fuerza mi antebrazo.

—Se acabo —susurro cuando me ha soltado.

Él niega, alza sus manos y empieza a acercarse a mí mientras yo me alejo.

—Debes creerme que nunca te expondría a eso —su voz suena preocupada y sincera.

—No te creo —choco contra la puerta del auto.

—Taehyung, estoy siendo sincero contigo —se detiene, no se acerca más a mí y realmente agradezco que no lo haga.

—¿Por qué? —pregunto.

—Es opción de cada quien. Mierda, son fetiches, tú sabes —baja sus manos. —Ambos están de acuerdo, el chico que recibe también está de acuerdo a ser penetrado por dos hombres y hacer tocado por muchos más —me explica.

—¿Lo has hecho alguna vez? —indago.

—No, solo lo he presenciado junto a Jung. Muchos narcos lo hacen con sus amantes.

—¿Para qué? para humillarlas —replico.

Me relajo un poco.

—No, muchas veces las o los amantes se dejan hacer cosas que las parejas oficiales no quieren hacer. Lo llaman jugar.

—Jugar significa hacer eso con su amante —digo asombrado.

Yoongi asiente y se acerca a mí.
Dejo que lo haga, y es que si me hubiera querido hacer algo malo ya me hubiese obligado a hacerlo desde hace mucho.

—A sus amantes les llaman juguetes, es como su pasatiempo favorito —sonríe bajo.

—Es una locura —llevo mis manos a mi cabello y lo agito un poco.

—Lo sé, pero en este mundo sucede de todo.

Yoongi y yo hablamos durante un tiempo en el estacionamiento, es nuevo para mí hablar con alguien más que no sea Jiminie, pero me siento bien. Después de todo el primo de Jeon parece ser alguien serio y sincero.

Quise llamarle a Jimin para avisarle, pero Yoongi dijo que le avisaría a Jeon y seguro con la mentalidad de ambos, que pensaron que tendríamos sexo.

—Al parecer si sabes controlarte —hablo observando a Yoongi mientras conduce.

—No quiero asustarte más de lo que estás —dice observándome de reojo.

—Sí, bueno, gracias —lo veo fijamente.

—De nada —hace una pausa sonriendo. —Estoy controlándome, Taehyung, pero si sigues observándome de esa forma voy a estacionar el auto y voy a besarte —se dirige a mí hablando tan rápido que me cuesta entender todo lo que ha dicho.

—Está bien —sonrío nervioso.

No sé qué me sucede, pero mi corazón no para de latir de manera rápida al verlo.

—Es aquí —le hago saber.—Gracias por todo —agradezco.

—Claro.

Le retira el seguro a la puerta del acompañante.
Me retiro el cinturón, abro la puerta y salgo del auto, paso frente al vehículo y puedo sentir su fuerte mirada sobre mí. Necesito besarlo, necesito sentir sus delgados labios sobre los míos.

Me detengo frente a la puerta del piloto, inmediatamente él baja la ventanilla, me acerco por completo y simplemente lo veo como estúpido.

—¿Sucede algo? —me cuestiona.

—No —respondo.

—Bueno, sí —cambio de respuesta, provocando que él se ría.

—¿Qué sucede, hermoso? —pregunta de nuevo.

—Puedes besarme, por favor —le pido con mis ojos cerrados.

Siento como sus manos me toman del cuello y atraen hacia adelante, su respiración se mezcla con la mía. Mierda, mi corazón no para de palpitar de manera rápida, siento el roce de sus labios sobre los míos.

—Yoongi —murmuro su nombre.

Besa mis labios tan descaradamente que, si no necesitara sus besos, me asustaría, pero mierda, después de tanto sexo ocasional juntos tal parece que mis labios se empiezan a acostumbrar a los suyos.

—Ve a dentro —susurra sobre mis labios.

—Pero...

—Hazlo —me ordena—. Tendremos más días para besarnos y follar.

Mierda, ¿qué le sucede? sus acciones cambian por completo mi forma de pensar hacia él y hacia el Imbécil de Jeon.

—Sí... —titubeo, sonando estúpido.

—Ahora ve adentro.

Asiento.

—Te llamaré —me dice con una sonrisa en su rostro.

—Ok —me giro torpemente y camino hacia mi casa.

Luego de ese encuentro solo tuvimos llamadas, empezábamos a retomar todo como habíamos empezado.

Jimin, quizá estaba un tanto en desacuerdo, pero al final aceptaba el dejarme hacer lo que quiero.

Mi mejor amigo junto a Dai se encuentran en la casa, mi madre es la más feliz. Ama a Chim, pero más ama al pequeño.

—Creo que Yoongi viajará a Tokio —comenta mi amigo.

—¿Así? —intento sonar desinteresado mientras juego con Dai.

—Sí, creo que eso es bueno. Por lo que Yoongi me presumió es bueno en lo que hace.

Observo a mi amigo de manera rápida.

—Eres un estúpido, Kim Taehyung —suelta Jimin, asombrado.

—¿Qué?, claro que no —refuto.

—Lo mal pensaste. No lo niegues, te conozco —me acusa.

—Mierda, te he dicho que no, Chim —me excuso.

—Ay, vamos Tae, no lo niegues —insiste. —Te acostaste con él luego de la fiesta —afirma.

Niego rápidamente.

—No te creo.

El rostro de asombro de Jimin es tan creíble como lo que le estoy confesando.

—Pues créelo, solo le pedí que me besara —le platico.

—¿Te gusta? —pregunta de la nada, mi mejor amigo.

—¿A qué viene esa pregunta, Chimmy? —lo cuestiono.

—Solo quiero escuchar lo que sientes. Escucha Taehyung, si te gusta es tu problema, no me opondré, pero si lo mataré si te lastima —me hace saber.

—No lo sé, Jiminie.

Toma mi mano.

Alguien está en la puerta, logro escuchar la voz de mi madre a lo lejos, continuamos hablando con Jimin mientras Dai corre por la casa. Mi madre le grita a Chim que alguien lo busca, se pone de pie y observa a Jungkook.

Minutos después Jimin abandona mi casa junto a Dai y Jungkook, esperaba que Yoongi se marchara junto a ellos, como también esperaba que mi mejor amigo me ayudara, pero me lo merezco después del castigo que mi pobre Chim había recibido.

—¿Podemos hablar? —pregunta observándome.

Mi madre nos observa a ambos.

—¿Vas a decir algo, Kim Taehyung? —me cuestiona mi madre.

—Él es Jeon Yoongi —es lo único que se me ocurre decir.

Yoon se acerca a mi madre y la saluda.

—Un gusto señora Kim, soy Jeon Yoongi tal y como lo dijo Taehyung —hace una pausa—. Su hijo y yo estamos saliendo.

¿Qué mierda fue lo que dijo?

—Es bueno conocerte, Yoongi —sonríe mi madre. —Iré de compras y luego iré a la casa de tu abuela —me indica mi madre—. Por favor, compórtense en mi casa.

Cuando mi madre se ha ido, Yoon observa la casa, yo me dedico a seguir cada paso que da. Se detiene en mi habitación, entra y lo sigo.

—Viajaré a Tokio —suelta cuando ambos estamos dentro.

Cierro la puerta detrás de mí y camino hacia él.

—Jimin, me lo comentó —le hago saber.

—Vengo a despedirme —sonríe.

—¿Quieres un beso de despedida? —bromeo.

—Acepto besos, toques y un buen polvo de despedida —me guiña su ojo derecho y acorta toda la distancia que hay entre ambos. —¿Qué dices? —lleva sus manos a mi cintura.

—¿Qué crees tú? —musito coquetamente.

—Creo que tú ropa está demás —retira mi camisa de forma rápida.

—¿Por qué vienes aquí? ¿Por qué no solo te vas? —lo ataco con preguntas.

—Porque no puedo, porque no dejo de pensar en ti, porque necesito besarte y follarte o me volveré loco —besa mis labios sin previo aviso.

Me sujeto de sus brazos y empiezo a responder al ritmo de sus besos, retiro su camisa y ambos aprovechamos para tomar un poco de aire, sonríe al observarme y junta de nuevo nuestros labios.

La ropa restante desaparece en el momento en el que perdemos el control y nos dejamos llevar por la lujuria y el deseo.

—¿Cómo dejo de pensar en ti? —besa mis pezones y el resto de mi cuerpo a su antojo.

—Aléjate de mí —le sugiero.

—Ya no puedo.

Sus dedos hacen estragos en mi entrada, suplico para que mi madre en serio haya ido a visitar a mi abuela, porque si no es así, estaremos en problemas serios.

—Yoongi.

—Lo haré.

Saca sus dedos de mi entrada.
Deja un camino de besos desde mi estómago hasta mi boca, me aferro a él en el momento que siento que su miembro se abre paso entre las paredes de mi entrada.

—Delicioso —gruñe en mis labios.

—Umm —gimoteo, aferrándome a él.

Sus embestidas son exquisitas me hacen perder la cordura, mierda, es simplemente una locura follar con Yoongi.

—Yoon —jadeo desesperado, cuando siento llegar a mi clímax.

—Solo hazlo —me pide con voz agitada.

Me corro, y es lo más delicioso que he sentido, Yoongi continúa embistiendo mi entrada, una y otra vez hasta que aprisiono su miembro con fuerza y hago que se corra dentro de mí.

Me besa por unos segundos y luego se acuesta a mi lado.

—Taehyung —dice mi nombre.

—Dime.

—Seamos exclusivos —suelta de la nada.

—¿A qué te refieres? —recito confundido.

—No quiero que salgas con nadie más —lo escucho decir.
Me giro en la cama y lo observo.

—No soy Jimin —hago referencia a la relación de mi mejor amigo.

—Claro que no, eres Taehyung, y yo Yoongi, y te estoy pidiendo. No, pidiendo no —me atrae hacia él. —Ordenando a que no te dejes tocar por alguien más —besa mis labios. —Desde ahora eres mío —besa de nuevo mis labios.

—No —replico.

—Sí —contra ataca—.Viajaré a Tokio y cuando esté allá te llamaré. Quiero que te cuides, el rubio es tu amigo, por ende tu también corres peligro, pon en práctica todo lo que Ravi te enseñó si te encuentras en problemas.

Asiento a todo lo que dice.

—Cuídate mucho —le pido recargando mi cabeza en su pecho.

—Lo haré —dice acariciando mi cabello.

Me quedo dormido luego de platicar con Yoongi acerca de Jimin y su familia en Tokio, no sé mucho, pero lo poco que sé es lo mismo que él sabe.

Espero y todo salga bien en la lucha de clanes, espero y no nos suceda nada malo, espero y Yoongi regrese y así poder besar sus labios de nuevo. Espero y todo marche bien, espero y la suerte esté de mi lado y el destino no juegue conmigo, espero y lo que siente mi corazón también el de Yoongi lo sienta.