28

Hakone/Japón


Las pisadas fuertes sobre la madera barnizada y rechinante alertan a los japoneses que quien los dirige se acerca.
Y por las fuertes pisadas con sus zapatos pueden darse por enterados que no está de buen humor.

—Los quiero a todos fuera de mi despacho —ordena a uno de sus encargados.

Se detiene y espera que todos salgan.

—Estúpidos —espeta con su mirada hacia el techo. —Que vayan a la sala y me esperen ahí —indica.

Camina hacia su despacho, uno de sus guardaespaldas ágilmente abre la puerta. Entra y lo primero que hace es lanzar una carpeta llena de fotografías sobre el escritorio. Toma el teléfono y marca, suena y suena hasta que atiende.

—Hola, como...

—Dejemos el tradicionalismo, Yuto. Me aburre —interrumpe. —Mentiste con la dirección de vivienda de Jimin —agrega entrando de lleno a su tema de interés.

—No mentí, me aseguré de que viviera en ese lugar. Lo juro.

—Mis hombres fueron al apartamento. ¿Y adivina qué?— hace una pausa.

Toma un cigarrillo, uno de sus hombres entra y le ayuda a encenderlo.

—Jiminie, no estaba allí, ni siquiera el pequeño —dice, dejando escapar la nicotina por su boca.

—Pero está viviendo en ese lugar —asegura de nuevo, Yuto.

—Que parte de que no vive en ese puto departamento no has entendido —alza su voz molesta. —Me asusté tanto que mis hombres pensaron que alguien los había raptado —miente. —Escúchame y escúchame bien. Quiero la dirección de Jiminie y el pequeño, los necesito —habla con voz más relajada.

—Hare lo que pueda, pero desde que Ravi vino me han alejado de todo —informa Yuto.

—Pues has que te unan de nuevo —le ordena con parsimonia.

—Lo intentare —balbucea Yuto.

—No necesito que lo intentes, Yuto, necesito que lo hagas, quiero hechos no palabras. Tú también quieres al pequeño tanto como yo, ahora haz lo que te ordeno y seremos felices —hace una pausa y apaga el cigarrillo en el momento que lo deja caer en la taza llena de café. —No quiero que me llames a menos que yo lo haga, y si llamas más vale que sea con la dirección del maldito de Jimin —cancela la llamada.

Coloca el teléfono en su lugar y sale de su despacho con la carpeta en sus manos.

Se dirige a pasos firmes hasta la sala con su cabeza en alto, sintiéndose obviamente superior a sus hombres.

—Ryuu, está aquí —le informa una de sus sirvientas.

—Gracias —pronuncia.

Continúa con su camino hasta que llega a la sala.

—Es impresionante como no pueden hacer algo bien —todos observan a su superior. —No encontraron al inútil de Jimin y al pequeño —abre la carpeta y saca las fotografías.
—Uno ha sido capturado por quién sabe quiénes —hace una pausa y se detiene a observar a todos sus hombres. —Lo doy por muerto —verbaliza y luego sonríe. —Vean esto —empieza a lanzar fotografías al piso. —Nada, solo ropa. ¡Son unos inútiles! —grita—. Desde ahora, Ryuu será su jefe harán lo que les ordene y sí su orden es que se lancen de un puente, ustedes lo hacen.

Todos observan al ante mencionado.
Ryuu, uno de los mejores asesinos y ex jefe del clan Yakuza de Hakone.

—Él tiene una orden, y su orden es traerme a Jimin junto al pequeño con vida —ahora observa a Ryuu. —Son todos tuyos —extiende sus manos y sonríe como si no le importasen sus hombres.

—Viajare a Corea, tu infiltrado que no sabe que es infiltrado no conseguirá nada —habla Ryuu.

—Él lo hara —replica con seguridad.

—No lo hara, el vínculo con el pequeño es grande, si llegase a enterarse de tu plan jamás expondrá al pequeño. Lo contrario a ti, claro —fanfarronea Ryuu.

—¿Vas a competir contra Yuto? —lo cuestiona.

—No. Voy a traerte a Jimin y al pequeño antes de que él se entere de tu lindo plan —sonríe ladinamente, Ryuu.

—Muy bien, haz lo que quieras —toma asiento en uno de los sillones de cuero color rojo.

—Necesito dos hombres, los mejores que tengas.

Señala con desinterés a los mejores y estos dan un paso al frente.

—Vienen conmigo, solo empaquen armas, sus Katanas y un poco de ropa —Ryuu se gira sobre sus talones y camina hacia la puerta. —¡Espera mi llamada! —grita antes de salir de la casa.


Tokio/Japón


Tsubasa se encuentra reunido con algunos de sus hombres en su mansión, intenta hacer algunas cuentas. El cargamento de Jeon ha llegado con bien y está siendo distribuido en sus clubes más frecuentados.

Intenta mantener Tokio y sus alrededores en orden. Con la inversión de Jeon, todo ha mejorado un poco, pero sabe que la fecha de su enfrentamiento contra el clan Seizu puede establecerse de un momento a otro.

—Llama a Aiko —le ordena a uno de sus hombres.

Este hace lo que le ha ordenado y mientras espera obtener contacto con su hermana, recuerda que Taehyung le ha llamado diciendo que Jimin no está viviendo en la casa enorme de Jeon. Ha dicho cosas que claramente no ha entendido, hace una nota mental para recordarse que debe llamar a Jeon al privado para saber qué es lo que pasa exactamente.

—Ha atendido alguien que desconozco —le informa, acercándose con el móvil en su mano.

Tsubasa lo toma y decide investigar quien es por su cuenta.

—Habla Tsubasa, líder del clan Yakuza de Tokio. ¿Quién eres? —pregunta luego de presentarse.

—Soy un trabajador de la casa de al lado, todos sus empleados están muertos —le informa el señor.

—¿Qué hay de una mujer delgada con un tatuaje en su espalda, vestida provocativamente? —cuestiona Tsubasa.

—No hay rastros de nada, señor —le asegura.

—Mierda —bufa Tsubasa. —Muchas gracias y por favor cuide la casa —le pide.

Cancela la llamada y observa a dos de sus hombres frente a él.

—Busquen a Aiko, ahora —demanda—. Quiero que el que vea a mi hermana me lo haga saber, le prometí a papá que la cuidaría.

Toma su celular y busca el contacto de Jeon.

Mientras espera piensa en los posibles lugares que su hermana, una loca adicta al crack que vende su cuerpo por dinero o droga podría estar.

—Diga —se escucha la voz de Jeon.

—Espera un segundo —le pide Tsubasa—. Busquen en todos los bares y burdeles a Aiko, cuando la encuentren tráiganla a mi casa.

Todos asienten.

—Estoy aquí —toma de nuevo la llamada, Tsubasa.

—¿Cómo va todo? —empieza a hacer plática, Jeon

—Todo bien, aún espero fecha para el enfrentamiento —le recuerda Tsubasa. —Tu cargamento ha venido a salvo, mis clubes están abastecidos de él —le informa.

—Eso escuché —habla Jeon.

Tsubasa escucha a lo lejos movimiento de cosas.

—¿Sucede algo, Jeon? —pregunta el japonés.

—Solo mueven algunas cosas de mi casa —dice sin importancia el coreano.

—Taehyung me informo que Jiminie no está viviendo en tu casa —hace una pausa. —Espero tu explicación, Jeon —dice un tanto molesto, Tsubasa.

—Sospechaba que algo no andaba bien —dice Jungkook

El japonés se acomoda en su silla de cuero.

—Le pedí a Ravi que alquilara un apartamento y llevara cosas del rubio y de Dai. El apartamento fue saqueado una vez.

—¿Jimin y Dai se encontraban dentro? —pregunta Tsubasa un tanto preocupado.

—No, los traje a mi apartamento privado, nadie además de mis hombres y Ravi conoce este lugar —le específica Jeon—. Le pedí a Ravi que ordenara a alguien que lo arreglara de nuevo, y le pedí a Jimin que no le informara a Yuto sobre mi apartamento. Lo curioso es que le aseguré a Yuto que Jimin no vivía junto a mí, y al día siguiente el apartamento fue saqueado por segunda vez. Está vez nos percatamos gracias a que Ravi instaló cámaras.

—¿Atraparon a alguien? —inquiere Tsubasa.

—Afirmativo. Yoongi, mi primo lo torturó, al parecer es un Yakuza.

El japonés se pone en pie alerta.

—¿Qué tanto confías en Yuto, Tsubasa? —indaga el coreano.

—No está al lado de Jimin —acota Tsubasa.

—Entonces no confías del todo en él —dice Jeon con ironía.

—Tengo mis motivos —suelta el japonés.

—Tus motivos pueden servir para que lo obligues a volver a Japón —le suguiere el coreano.

—Hablaré con él y le ordenaré que regrese a Japón.

—Si descubro que es él quien anda detrás de todo lo mataré. Si toca al rubio o a Dai lo cortaré en pedacitos y lo enviare a Japón dentro de una cubeta —expone Jeon.

—No me opondré a eso —dice Tsubasa.

—¿Qué hay de qué Jimin viva solo en tu apartamento junto a Dai?

—No vive solo, me quedo junto a él —confiesa felizmente, Jungkook.

—Voy a matarte si lo lástimas —le adivierte Tsubasa.

—Volveremos a mi casa después que todo esté como nuevo —suelta el coreano.

Jungkook cambia la conversación, restándole importancia a las palabras anteriores del tío de su lindo rubio.

—Cuida de mis sobrinos, Jeon —le pide el japonés.

—Lo haré, me encargare de dar con el paradero del responsable de todo, te mantendré al tanto.

Tsubasa toma asiento de nuevo.

—Esperaré tus noticias, Jeon —muista y luego suspira.

—Claro, hablamos pronto —cancela la llamada Jungkook.

Tsubasa de manera rápida llama a Yuto, lo llama más de una vez y no atiende.

Llama a Ravi y consigue que este atienda su llamada.

—Tsubasa —saluda Ravi.

—Nueva orden —le indica Tsubasa.

—Dime.

—Quiero que seas la sombra de Jimin, no quiero que lo dejes solo. Si Jeon planea cuidarlo quiero que seas tú quien cuide de mis sobrinos.

—Como ordenes —habla Ravi.

—Si Yuto se acerca a Jimin quiero que estés ahí, aunque Jiminie se moleste, si ves algo anormal de su parte házmelo saber —le pide Tsubasa.

—Lo haré, te mantendre al tanto de todo —dice con confianza, Ravi.

—Eso es todo, hablamos pronto —cancela la llamada, Tsubasa.

Ser líder Yakuza no es nada fácil, no cuando tienes una hermana loca, un territorio que cuidar y que pelear y mucho menos cuando alguien quiere a mi sobrino para obtener quien sabe qué.




Busan/Corea del sur

YoonTae parte ¹


Flashback...

Después que Jeon salió molesto arrastrando a Jimin fuera del bar. Yoongi se acercó a Taehyung.

Los ojos de Yoon se encuentran extasiados al ver lo hermoso y sexi que se mira el chico delgado y atractivo para sus gustos.

Taehyung respira entrecortado, su pecho asciende y desciende debido al cansancio, su camisa de vestir color blanco se encuentra adherida a su piel debido al sudor, cuando la luz del bar le apunta a su pecho claramente sus pezones son visibles.

Yoongi no puede evitar comérselo con la mirada descaradamente y relamer sus labios una y otra vez.

—Toma tus cosas te llevare a casa —es lo primero que suelta cuando se acerca al chico de linda sonrisa y hermoso perfil.

—No pienso ir contigo —dice Taehyung, con voz agitada dándose la vuelta.

—Jeon, dijo que te llevara a casa —miente el mayor.

—Pues no me importa lo que ese imbécil te haya dicho —replica Tae, empezando a caminar hacia la barra mientras Yoongi lo sigue.

—Jimin lo pidió —miente de nuevo.

—Bien, llamare a Jiminie —se detiene, cruza la entrada de la barra toma su bolsón y saca su celular.

—No tienes por qué llamar —agrega Yoongi, nervioso.

—No tienes por qué mentir —le guiña su ojo izquierdo, Taehyung.

—Entonces déjame llevarte a casa —Yoongi se coloca en la entrada de la puerta de la barra.

—No dejo que extraños me lleven a casa —bromea el menor.

—Soy Yoongi, Jeon Yoongi —sonríe ladinamente observando al castaño.

—Kim Taehyung —articula el contrario.

Tae se cerciora de tener sus cosas dentro de su bolsón, a lo lejos observa al señor Kim. Su jefe alza su mano y le da a entender que ha terminado su turno.

—Déjame pasar —le pide Taehyung a Yoongi, cuando se encuentra frente a él.

—¿Dejarás que te lleve a casa? —pregunta Yoon, esperando una respuesta positiva.

—¿Qué te hace pensar que dejaré que me lleves a casa? —replica burlonamente, Taehyung.

—Pues no aceptare un no por respuesta. Tal vez sea eso —se hace a un lado y deja que el menor salga de la barra.

Yoongi observa a Namjoon a la distancia y mientras Taehyung va por su paga, él se dirige hasta su amigo, le pide las llaves de su auto y luego espera por el lindo castaño a la salida del bar.

—Hey, estoy aquí —habla Yoongi, cuando observa que el castaño ha salido del bar y no se detiene.

—Debe ser broma —murmura Taehyung, colocándose correctamente su bolsón.

—No, no lo es —se acerca Yoongi—. El auto esta por aquí.

Camina hasta el auto de Nam y espera a que Taehyung lo siga, pero se da cuenta que no lo hace.

—¿Esperas que te tome de la mano y te obligue a entrar al auto?

Taehyung lo observa y sonríe haciendo que Yoongi quiera ir por él para obligarlo a entrar al auto, besarlo y follarselo.

—No gracias —dice Tae, y empieza a caminar hacia el auto. —Deja de mirarme de esa forma —le pide cuando ha llegado hasta el auto.

—No puedo —dice con seriedad y sinceridad el mayor.

—Si puedes —replica el menor.

Taehyung abre la puerta del auto mientras observa a Yoongi.

—Pero no quiero —agrega Yoon, coquetamente.

—¿Quieres seducirme acaso? —pregunta seductoramente el menor cuando ya ha entrado al auto.

—¿Quieres que lo haga? —responde con otra pregunta Yoongi, acercándose por completo al rostro del castaño.

—¿Lo harías?

La mirada y el tono de voz del menor le indican a Yoongi que está dispuesto a jugar.

—Estoy seguro que ya te tengo —acerca más su rostro al de Taehyung y clava su mirada en los delgados labios del castaño.

—¿Así? —relame sus labios, Taehyung, al observar que el mayor los mira con deseo.

—Claro que sí —afirma Yoongi.

Intenta besar los labios del menor, pero este mueve su rostro y hace que el mayor coloque sus labios en su mejilla derecha.

Astutamente el mayor lleva su boca hasta la comisura de la oreja del menor, y si algo tiene Yoongi es que ama decir cosas sucias a sus presas.

—No sabes lo que me muero por tocar esos hermosos pezones con mi lengua —susurra, provocando que un suspiro abandone la boca de Kim.

Taehyung se aclara la garganta intentando no dejar escapar un gemido de su boca.

—Quiero arrancar esa puta camisa de tu cuerpo y tocarte —agrega, para luego morder la oreja del menor..

—Uuum —se remueve Tae. —Será mejor que guardes silencio sino harás nada de lo que me estás diciendo —toma valor de hablar el castaño.

—Lo hare —susurra de nuevo en la oreja del menor y luego se aleja de él.

Yoongi cierra la puerta del copiloto, rodea el auto bajo la atenta y deseosa mirada del castaño, abre la puerta del piloto entra y enciende el motor y sin dudarlo arranca.

—Dirígeme —le pide el mayor.

Taehyung lo observa confundido, así que gira su rostro para mirarlo.

—Hacia tu casa, bonito —dice riendo.

El menor asiente torpemente.

—Eres muy mal pensado —se burla Yoon, haciendo que el menor se avergüence.

El castaño lo dirige, pero luego del intercambio de palabras entre ambos la tensión es mucho más grande, tanto que ninguno de los dos puede dejar de mirarse.

El mayor observa un callejón y no duda en girar y entrar en ese, estaciona el auto y sale.

—No vivo aquí —habla Taehyung, cuando el mayor abre la puerta.

Yoongi toma el antebrazo de Tae, lo saca del auto y lo estampa contra la puerta trasera del vehículo.

—¿Qué haces? —pregunta asustado, Taehyung.

—Ahorita nada, dentro de poco hare de todo contigo —sin dudarlo se acerca a los labios del menor y lo besa con deseo.

Taehyung se queda congelado por unos segundos, pero al sentir las manos de Yoongi en su cintura y como sus dedos lo acarician, una ola de calor y deseo lo embriaga y decide corresponder el beso.

El menor sabe lo que hace, no ha bebido ni una gota de alcohol, está en sus cinco sentidos dejándose llevar por el delicioso placer que el chico de piel blanquecina que lo besa perfectamente bien y hace que su piel quiera sentir más su toque, y haga que su corazón se acelere debido al deseo y la adrenalina.

Yoongi rompe el beso y lleva sus manos hasta la camisa húmeda de sudor de Taehyung, la jala y hace que algunos de los botones salgan volando.

—Mi camisa —se queja, entrecortadamente el menor.

Las manos de Yoongi recorren el abdomen del menor de mejor forma, observa sus pezones y no duda en cumplir lo que antes le ha susurrado a Taehyung. Lleva su boca hasta el pezón derecho y lo primero que hace es tomarlo entre sus dientes y jalonearlo un poco.

—Mierda —gime Taehyung.

El menor recuerda que están en el callejón oscuro que su mamá suele transitar algunas veces cuando va de camino a casa.

—Espera, espera —toma el cabello de Yoon entre sus dedos.

—Es de muy mala educación interrumpir —dice el mayor molesto.

—Lo sé y lo siento, pero si alguien me observa seré la comidilla del vecindario —dice un poco preocupado el menor.

Yoon lleva sus manos a la espalda baja del menor y lentamente las desliza hasta su culo, cuando siente que puede abrir la puerta trasera, lo hace sin dudarlo.

—Voy a follarte —le hace saber.

—Lo sé.

Taehyung entra al auto y segundos después la puerta se cierra y Yoongi se encuentra sobre él, saboreando y jugando con los pezones del menor con su lengua.

Si bien, al contrario de Jimin, Taehyung es un tanto liberal gracias a Tzuyu, pero nunca quiso que su mejor amigo fuera como él.

Ágilmente retira la camisa de Yoongi y traviesamente toca con una de sus manos la polla del mayor haciendo que este se encienda más.

Yoongi retira el pantalón y ropa interior del menor con dificultad, dejándolo solo con la camisa puesta.
El mayor agradece mentalmente a Nam por tener lubricante en el auto, unta dos de sus dedos y los introduce en la entrada de Taehyung, el menor arquea su espalda al sentir los fríos y grandes dedos de Yoongi.

—Sin ataduras —murmura Yoon, retirando sus dedos de la entrada del castaño.

—Por supuesto —accede Taehyung, el cual, es un experto en este juego.

Yoongi se acerca por completo a Taehyung, y lentamente introduce su pene en la entrada apretada del menor el cual ahoga un gemido en el cuello del mayor.

—No sere nada cuidadoso —le adivierte Yoon.

—No te lo estoy pidiendo —dice Taehyung, retadoramente.

Y como si fuese un reto o una orden, Yoongi empieza un vaivén lento que mientras los segundos y minutos pasan se vuelven más rápidas y certeras, tanto, que Taehyung no logra poder controlar los gemidos que salen de su boca.

—Tus gemidos me excitan más —confiesa, penetrando de manera fuerte al menor.

—Aaah, sí —gime, haciendo sonreír satisfecho a Yoongi.

La manera en la que esta siendo follado es salvaje, tanto que su cabeza golpea la puerta del carro, pero por ahora es lo que menos le interesa.

—Tócate para mí, bonito —susurra sobre los labios del menor.

El castaño empieza a masturbarse intentando llevar el ritmo de las embestidas de Yoongi.

Ambos se encuentran perdidos entre el deseo y el placer de sus cuerpos, el celular de Taehyung suena, pero no paran, al contrario, el mayor acelera sus embestidas aprovechando que la estrecha entrada del castaño aprisiona de manera exquisita su miembro.

—Voy a correrme dentro de ti.

Besa los labios del menor.
Kim, asiente, no puede ni siquiera articular una palabra sin sonar necesitado y desesperado por que lo haga.

El celular no deja de sonar, pero de igual forma no pide al mayor que se detenga, Taehyung abre su boca y deja escapar un gemido cuando ha conseguido correrse.

Yoongi esta cerca, tan cerca que eleva las piernas del castaño y las coloca en sus hombros para poder adentrarse más, lo embiste fuerte y rápido mientras el castaño se repone de su orgasmo.

—Mierda, sí —gime Yoon, esparciendo su semen en la entrada de Taehyung.

—Es mi madre —dice con voz cansada el menor, refiriéndose a las llamadas continuas.

—Unos segundos más —le pide Yoon, moviéndose un poco para luego besar los labios de Kim. —Has sido el mejor polvo que he tenido hasta el momento —se sincera, acomodando el cabello del castaño.

—Lo sé —sonríe con orgullo, Taehyung.

Luego de unos minutos ambos se visten fuera del auto, primero lo hace Yoongi y luego Taehyung mientras el mayor se asegura que nadie que pase lo observe.

—Me debes una camisa —dice el menor, golpeando la espalda del mayor.

—Te comprare las que quieras si prometes que volveremos a encontrarnos de esta manera de nuevo —le propone Yoongi, antes de cerrar la puerta trasera del auto.

—¿Me quieres pagar con camisas? —pregunta alzando sus cejas.

—No dije eso nunca —refuta Yoon.

—Solo cómprame una nueva camisa, y sobre lo de los encuentros debo pensarlo —sonríe divertidamente.

—¿Así?

Yoongi lo acorrala de nuevo, pero esta vez en la puerta delantera que se encuentra abierta.

—Lo haces bien, y tu amigo —sin pena alguna, Taehyung lleva su mano al pene de Yoongi, y sobre la tela del pantalón lo toca. —Es grande —deja un beso en los labios de Yoon y luego entra al auto de nuevo.

Yoongi sale del callejón y termina de llevar a Taehyung hasta su casa, estaciona el auto frente a la casa en la que Jimin vivía y ambos salen del vehículo.

—¿Entonces volveremos a vernos? —inquiere Yoongi.

—Pues sí. Jimin vive con el imbécil de tu amigo —contesta mientras se coloca el bolsón.

El celular de Taehyung suena una vez más y esta vez si atiende.

—Voy a entrar en unos segundos, mamá —luego cuelga.

El mayor se acerca a él y le arrebata el celular, introduce su número y se auto marca, le coloca el nombre del castaño al contacto y luego le devuelve el celular. Cuando ha guardado su celular alza su vista y observa a Yuto.

—¿No es ese el amigo del rubio? —pregunta curioso el mayor.

—Sí, es Yuto —Taehyung alza su mano y lo saluda a la distancia. —Debo entrar, gracias por traerme a casa y por el buen polvo —le guiña su ojo derecho y sonríe.

—Buenas noches —dice Yoongi observando como Taehyung, llega a su casa y antes de entrar se despide de él con una enorme sonrisa en su rostro y luego muerde su labio inferior y por fín entra a su casa.


Fin del flash back.

Actualmente, Taehyung y Yoongi se escriben por mensajes y se envían fotos pasadas de tono para amenizar su convivencia. Ambos han decidido hacer las cosas sin ataduras, pero lo que ambos ignoran debido al placer es que el corazón cambia de opinión de un momento para otro.



Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top