27

Jimin


A la mañana siguiente decido despertarme antes que Jungkook. Salgo de la cama y de su agarre con mucho cuidado, me duele demasiado el culo, tanto, que permanezco sentado en la cama por unos segundos dudando en si ponerme de pie o no.

Me pongo en pie y maldigo de forma baja, camino lento y adolorido hacia la cocina, busco cosas en la alacena para cocinar, hago la mezcla para unos panqueques, saco tocino de la nevera y dos huevos.

Enciendo la estufa y coloco una sartén, la unto de mantequilla y luego agrego un poco de mezcla de panqueques. Coloco otra sartén en otro quemador y añado el tocino.

Camino a la nevera con dolor y saco un poco de jugo de naranja, bebo un poco y luego tomo una aspirina y bebo más jugo, cocino hasta que todo está listo.

Saco un poco de miel de la alacena y la coloco en la mesa, preparo los platos y los ubico en la mesa junto a los cubiertos.

—¡Jungkook !—alzo mi voz.

Sé que él no se despertara, pero Dai sí.

Tomo asiento, pero antes coloco una almohada para no sentir demasiada molestia.

—¡Jungkook! —exclamo.

—Voy —lo escucho decir.

Me pongo de pie maldiciéndome por olvidar sacar la leche de la nevera, la coloco sobre la mesa, tomo asiento de nuevo y veo como Jungkook hace su aparición junto a Dai en brazos.

Se ve guapo aún recién levantado, sacudo mi cabeza al recordar lo que me ha hecho la noche anterior.

—Rubio —pronuncia y luego me da un beso en la sien.

Tomo a Dai y lo lleno de besos.

—Lindo Dai —lo elogio.

Sonríe para mí al sentir mis mimos.

—Huele bien —dice Jungkook.

Toma un cubierto, toma un poco de tocino y huevo y lo lleva a su boca.

Por mi parte, decido darle de comer a Dai, corto los pesaditos de panqueques y los coloco a un lado del plato para que él los tome por si solo. Rocio un poco de miel y luego tomo un tenedor.

Dai, toma un pedazo de panqueque y lo lleva a su boca.

—Umm —hace el sonido con su boca.

Jungkook y yo nos observamos, ambos sonreímos al escuchar y ver feliz a Dai.

—No creo que la miel sea buena para Dai —comenta Jungkook, toma su vaso y lo llena de zumo de naranja.

—Solo que termine su panqueque —digo.

El pequeño termina, sus manos llenas de miel son la prueba que a disfrutado su desayuno.

—Lava sus manos —le pido a Jungkook, dejando a Dai en el suelo.

—¿Por qué yo? —me cuestiona.

—Porque te lo estoy pidiendo yo —contesto, colocando mis ojos en blanco.

Tomo mi cubierto y decido terminar mi desayuno.

—¿Qué esperas, Jung? —pregunto, señalándolo con mi cubierto cuando observo que Dai se aleja de ambos.

Se pone de pie, pero no camina hacia a Dai sino que lo hace hacia mí.

—No soy Dai —le recuerdo.

Gira la silla en la que estoy sentado y me deja frente a él, toma mis mejillas con sus manos y me da un beso.

—Tocino —dice con sus ojos cerrados.

Retiro sus manos de mis mejillas e insisto. —Ve por Dai y lava sus manos, tocino —abre sus ojos y me observa.

—Eres hermoso —susurra y luego besa de nuevo mis labios.

—No lo diré de nuevo, Jungkook —digo ahora serio.

Se gira y me da la espalda, doy una nalgada en su culo, me observa sobre su hombro izquierdo y sonríe.

—Debo estar muy loco por ti para dejar que me mandes y azotes mi culo —se queja mientras va por Dai.

Después que ha hecho lo que le he pedido, regresa y toma asiento frente a mí, termina su desayuno y luego toma mi mano izquierda.

—¿Te sientes mejor? —indaga.

Lo veo por unos segundos y luego bajo mi mirada hacia el plato vacío.

—Ya dije que lo siento —acaricia mi mano.

—Eso no detendrá el dolor —replico, retirando mi mano de la suya.

Se pone de pie y me abraza por la espalda.

—Debes saber que no debes hacer esas cosas —me recuerda. —Mierda, la próxima vez que quieras bailar de esa manera dímelo, nos encerraremos en la habitación y puedes bailarme como quieras —agrega, dejando pequeños besos en mi cuello.

—No te bailare nunca —bromeo.

—Si lo haras —gira la silla y de nuevo me deja frente a él.

—Lo pensare —sonrió nervioso.

—Nos quedaremos aquí por unos días —suelta, mientras coloca su frente sobre la mía.

—¿Por qué? —cuestiono curioso.

—Remodelare algunas cosas de la casa —responde.

—Pero podemos vivir allí, Jungkook.

—Lo sé, pero no quiero que vivamos allí, solo serán unos días, rubio —intenta besarme, pero desvío mi rostro.

—¿Qué ocultas, Jeon? —lo alejo de mí.

—No empieces —me reta, mirándome molesto.

—No empieces tú con tus secretos —replico.

—No hay ningún secreto —alza su voz.

Me pongo de pie ignorando el dolor punzante en mi culo y mi espalda baja, y paso de largo a su lado sin siquiera mirarlo.

—Hey —escucho su voz, pero no me detengo. —Hey, Jimin —toma mi muñeca y me detiene. —No hay nada que te oculte, te lo juro —añade, llevando sus manos a mi rostro.

—No me toques —retiro sus manos de mi rostro bruscamente.

—¡Mierda, rubio! —grita con exasperación.

Dai nos observa al escuchar el grito, suelta un sollozo y empieza a llorar.

—Es lo que provocamos —suelto, caminando hacia Dai.

—Está bien, está bien, nadie gritara más. Tranquilo —limpio las lágrimas del rostro de Dai y lo estrujo contra mi pecho.

—No miento, Jimin —dice Jungkook. —Debes confiar en mí —me pide.

—Estás aprueba, Jungkook —le hago saber.

—Bien, me lo merezco —suelta con voz molesta en total desacuerdo.

—No voy a discutir más sobre esto, viviremos aquí mientras remodelan tu casa. Hablaré con mi tío sobre esto —cargo a Dai y camino hacia el baño.

—No se lo digas a Yuto —me pide mientras me sigue.

—¿Qué? —pregunto.

Coloco a Dai en el suelo y empiezo a retirar su ropa, cuando el pequeño está desnudo Jungkook lo introduce a la bañera mientras yo enciendo el grifo.

—Lo que escuchaste —dice. —No preguntes, rubio —mientras me acerca a él—. Solo confía en mí y no le digas dónde te quedas a Yuto.

Suelto un suspiro, no quiero reñir más contra él y accedo—. Está bien.

—Gracias —deja un casto beso en mis labios.

Su celular suena desde la habitación, deja un último beso en mis labios y sale del baño. Reduzco el agua y dejo que caiga un poco más lenta, tomo un poco de agua en mis manos y la dejo caer en el cabello de Dai, él se sobresalta un poco, pero luego sonríe.

—Eres tan lindo cuando sonríes.

Apago el grifo y tomo unas sales suaves y aromáticas para Dai.

—Estaré allí —escucho a lo lejos la voz de Jungkook.

Decido jugar con los super héroes de Dai, me siento en el suelo del baño cerca de la tina para poder jugar junto a él.

Segundos después Jungkook regresa al baño, nos observa, puedo sentir su mirada, giro mi rostro y veo como sonríe al vernos.

—¿Te vas? —pregunto.

Asiente, acercándose a mí.

—Debo encargarme de algo —se coloca de cuclillas para estar a mi altura y a la de Dai.

—Está bien —siento como Dai moja parte de mi rostro.

—No, Dai —sonrío.

—Volveré pronto —besa mi sien.

Se inclina un poco en la tina y besa la frente de Dai, vuelve hacia a mí, toma mi rostro entre sus manos y me observa por unos segundos.

—Deja de verme —le pido avergonzado.

—Lindo rubio —acerca su rostro al mío y une nuestros labios. —Regresaré pronto —se pone de pie.—Ravi me acompañará por unas horas, Nam cuidara de tí, estará en la habitación de al lado —me indica.

Asiento.

—Llamare a Taehyung —le hago saber antes de que abandone el apartamento.

—¡Que se asegure que nadie lo vea! —grita, para luego cerrar la puerta y dejarme solo junto a Dai.

Después que he bañado a Dai llamo a Taehyung, le pido a Jin que lo pase dejando en el edificio para asegurarme que nadie lo seguirá.

Dejo a Dai en la habitación con mi celular mientras observa las caricaturas, cierro la habitación y camino hacia la puerta principal me aseguro que esté bien cerrada y luego me dirijo al baño a tomar una ducha rápida.

Temo dejar a Dai solo y que alguien entre a la habitación, así que tomo una ducha super rápida. Cuando salgo del baño camino hacia la habitación con una bata cubriendo mi cuerpo mojado, la puerta de la habitación está abierta y siento como mi corazón palpita horrible.

Dejo caer los juguetes de Dai al suelo cuando observo que ha dejado mi celular sobre la cama.

—Dai —lo llamo asustado. —Dai —repito.

Tomo un palo de golf que se encuentra en el apartamento, camino hacia la cocina y no hay nadie, me dirijo a la sala y veo la silueta de Dai, sentado en la alfombra jugando con sus carros.

—Maldita sea —dejo caer el palo de golf al suelo asustando a Dai.

Corro hacia él y lo abrazo fuertemente.

—No vuelvas a hacerme esto —le ordeno.

Lo lleno de besos y lo dejo en la sala mientras me cambio rápidamente, segundos después el timbre del apartamento suena, salgo colocándome una de las camisas de Jungkook con un jeans cómodo, observo por la mirilla y veo a Taehyung impaciente.

—¡Abre de una puta vez! —grita,

Mi amigo sostiene unas bolsas en sus manos.

Dai escucha su voz, se pone de pie y corre feliz hasta donde yo me encuentro, señala la puerta y luego la golpea con sus manos, me observa y luego me sonríe impaciente.

—Ya voy —le coloco el código a la puerta y está se abre.

—Menudo edificio lujoso que se ha conseguido el imbécil —suelta mientras entra a la casa.

Deja caer las bolsas al suelo bruscamente, extiende sus brazos mirando a Dai, el pequeño corre hacia él feliz y se deja cargar por Taehyung.

—¿Qué traes en las bolsas? —cuestiono.

—Las que están a la derecha, ropa tuya y de Dai. Las de la izquierda comida —acota, empezando a jugar con Dai.

—Mierda, Taehyung —corro por las bolsas de la izquierda, las levanto y las llevo a la cocina.

Saco las cosas llenas de leche, ya que el cartón de leche que Taehyung llevaba se ha averiado.

—¡¿Todo bien?! &pregunta gritando.

—No, nada está bien, el cartón de leche se averió —respondo, lanzándolo al cesto de la basura.

—Lo siento —se disculpa, llegando a la cocina. —Deje a Dai jugando —me informa.

Asiento.

—Limpia los alimentos y guárdalos, llamare a Jungkook. Necesitamos fruta, leche, huevos y mezcla para panqueques —limpio mis manos con papel toalla y salgo de la cocina.

Recogo las bolsas llenas de ropa y entro a la habitación.

Arrojo las bolsas sobre la cama, tomo mi celular, cierro la aplicación de YouTube y busco el contacto de Jungkook. Cuando lo encuentro le marco.

Lo coloco en alta voz y decido esperar a que atienda, saco la ropa de Dai y empiezo a doblarla para luego introducirla a un cajón del guardaropa.

Jungkook no atiende así que decido llamarle de nuevo, saco mi ropa y una sábana para Dai que no es para nada caliente.

—Dame unos segundos —dice cuando a tomado la llamada.

Continúo doblando mi ropa y luego la llevo a uno de los cajones vacíos, cuando he terminado tomo asiento en la cama, retiro el alta voz del celular y lo llevo a mi oreja.

Escucho algunas voces y algo que suena parecido a algunos golpes acompañados por la voz de Ravi.

—¿Jungkook, todo está bien? —pregunto, removiéndome en la cama.

—Sácalo de aquí, llévalo con Yoongi, él hara que hable —le ordena Jungkook a quien creo que es Ravi.

—Como digas —confirmo al escuchar la voz que se trata de Ravi. —Estoy aquí —escucho su voz más fuerte y agitada—. ¿Jimin?

Trago grueso y atiendo.

—Te escucho —le seguro.

—¿Sucede algo? —pregunta mientras escucho que cierra una puerta.

—No. Solo te llamaba para pedirte algunas cosas —me pongo de pie.

—Dime.

—Necesito que compres leche, huevos y mezcla para panqueques.

—¿Hacia dónde? —pregunta alguien más.

—A la casa, dile a Ravi que vuelva con Jimin y Dai —termina de dar órdenes.

—¿Escuchaste lo que te dije? —inquiero, saliendo de la habitación.

—Sí, leche, huevos y mezcla para panqueques —repite de manera rápida.

Escucho como la puerta de un auto se cierra.

—No olvides la fruta, necesito fruta para Dai. Y si vas hacia la casa trae ropa para ti y mis navajas.

—¿Algo más? —pregunta.

—No, solo eso —camino hacia Dai.

—Debo irme, cariño, llegaré en la tarde.

Me quedo en silencio cuando he escuchado la manera en la que me ha llamado.

Corto la llamada y camino hacia Taehyung, el cual, está cocinando quién sabe que.

—¿Qué te sucede? parece como que algo te ha sorprendido —indaga, llevando un pedazo de queso a su boca.

—Me ha dicho cariño —suelto.

—¿Quién? —remueve algo en la cacerola.

—Jungkook —articulo.

—¿Y? —lleva un pedazo de queso a mi boca. —Come, Chim —me ordena.

—¿Cómo debo tomar eso? —pregunto mientras mastico el pedazo de queso.

—Como bueno. Vamos, Chim, el tipo es un imbécil, parece no amar a nadie y estoy seguro que te folla duro contra lo que sea —se burla.

—Gracias por la ayuda —ruedo mis ojos en blanco.

—Oye, lo digo en serio, Jimin. Solo relájate y disfruta lo que el imbécil te diga, y se sincero con él, dile lo que piensas y si tu quieres llamarlo de alguna forma linda, hazlo y listo —coloca puré de papas con queso en tres platos.

Tomo el plato de Dai y sigo a Tae hacia la mesa.

—Dai —llamo al pequeño.

Lo siento en mis piernas y enfrío su comida, un buen tiempo de almuerzo los tres juntos es bueno para mí. Los consejos raros de Taehyung al parecer no son tan malos, miramos películas luego del almuerzo.

Dai se duerme en los brazos de Tae y lo lleva a la habitación, cuando observo que lo cubre recuerdo la sábana que necesito.
Tomo mi celular y le marco a Ravi.

—Dime —atiende.

—¿Recuerdas la sábana de Hulk de Dai? —hablo.

—Sí —contesta.

—La necesito.

—Imposible, la sábana está en el otro apartamento —dice.

—Bueno, llévame al otro apartamento e iré por ella —insisto.

—No, negativo —responde serio.

—¿Por qué no?

—Jeon dijo que no —cancela la llamada.

—Tae quédate aquí, llama a mi tío y dile donde me encuentro, cuida de Dai y no abras la puerta a menos que sea Jungkook o yo.

Tae asiente.

—¿A dónde vas? —pregunta, siguiéndome con su celular en la mano.

—Al apartamento de al lado —contesto, introduciendo el código en la puerta y salgo.

Justo cuando estoy por tocar la puerta está se abre y veo a uno de los hombres que trabaja para Jungkook.

—Voy a entrar —anuncio, no dice nada y me deja pasar.

En silencio camino hacia dentro, escucho la voz de Ravi junto a la de Namjoon hablar, me detengo cerca de la puerta sin que ambos se percaten.

—Había alguien en el puto apartamento —dice Ravi, molesto.

—¿Lograron atraparlo? —pregunta Nam.

—Sí, Jeon lo golpeó un poco y luego lo lleve con Yoongi —continúa hablando, Ravi.

—Ravi, quiero que me lleves al apartamento.

Ambos se sorprenden al escuchar mi voz.

—Te he dicho que no —dice molesto, acercándose a mí.

—Ese apartamento es una mierda —ahora es la voz de Jin.

—Explícate —le pido a Ravi.

—No puedo, lo siento —espeta.

—¿Y tú? —señalo a Nam.

—Son órdenes de Jungkook —es lo único que dice.

Suspiro indignado y molesto.

—Bien. Jungkook, me escuchara —me giro y salgo molesto de la casa.

Toco el timbre y le hablo a Taehyung, este abre y en la sala veo a Jungkook jugando con Dai.

—Taehyung, lleva a Dai a la habitación —le pido a mi mejor amigo.

Me observa con asombro y hace lo que le pido, toma a Dai, lo carga y lo lleva hacia la habitación. Antes de cerrar observa de mala forma a Jungkook.

—Estaré aquí si me necesitas —se dirige a mí, pero mira a Jungkook.

—No lo lastimaría nunca —dice
Jung.

Taehyung cierra la puerta de la habitación molesto, y nos deja solos en la sala.

Me cruzo de brazos y lo observo detenidamente.

—Traje lo que me pediste, deje las cosas en la cocina y traje mi ropa —me hace saber.

—¿Hay algo que no me estás diciendo? —lo cuestiono, acercándome a él.

—Te lo he dicho todo —dice, caminando hacia mí.

—¿Por qué estamos viviendo aquí, Jungkook? —interrogo —Y no mientas —le pido.

—La casa está en remodelación —se limita a decir.

—¿Por qué no vivimos en el otro apartamento?. Le he pedido a Ravi que me lleve y se niega, Namjoon dijo lo mismo y que ha sido orden tuya —dejo caer mis manos a los costados. —Y por si te queda duda, Jin dijo que el apartamento es un maldito desastre —termino de acortar nuestra distancia—. ¿Qué mierda es lo que sucede?

—No es nada importante —articula, intentando eludir la conversación.

—El que el apartamento este desastroso no es importante. ¿En serio? —lo cuestiono. —Sabes —me alejo de él—. Esto no va a funcionar sino eres sincero conmigo. Odio las mentiras.

Me giro y camino hacia la habitación.

—Espera, espera —me detiene.

—Sino vas a ser sincero no veo porque sea necesario seguir —digo observándolo a los ojos.

—Te dire la verdad, está bien —me gira y quedamos frente a frente.
—Hay alguien que está dando tu ubicación, no sé quien sea, pero usurparon el apartamento luego que se lo dijimos a Yuto. Ordene a Ravi ayer que lo arreglará, lo hizo, pero ahora de nuevo apareció de igual forma.

—¿Alguien me sigue? —dudo.

—Es lo que creo, nos quedamos aquí porque nadie sabe de esto, solo mis hombres.

—Es por eso que me pediste que no se lo dijera a Yuto.

Asiente.

—Quizás este equivocándome, pero no confío en él Jimin y si tu tío tampoco lo hace es por algo —toma mis dos manos. —Pero no miento cuando te digo que la casa está en remodelación —me observa sin enojo, como si tratase de comprenderme.

—No me mientas, Jungkook. No lo hagas, toda mi familia me ha mentido y estoy cansado y harto que las personas que quiero me lastimen y me mientan.

Extiende sus brazos y me abraza.

—No lo haré. Lo siento, jamás volverá a suceder, te diré todo, pero tú también debes hacer lo mismo —asiento y respondo a su abrazo.

—Dijiste que la gente que te quiere te lastima, ¿eso quiere decir que me quieres? —comenta, alza mi rostro para que lo mire.

—No dije eso —esquivo su pregunta.

—Pero eso me diste a entender, soy un imbécil con mal carácter, pero sé interpretar las cosas, rubio —besa mi nariz.

—Es muy temprano para suponer esas cosas ¿no lo crees? —sonrío.

—No, no lo creo —me abraza más fuerte. —Pero está bien —ahora besa mi frente.

—Jamás te lastimaría, Jimin, jamás.

Me aferro a él y confío en sus palabras.

Luego de resolver el mal entendido, preparo algo para cenar junto a Taehyung mientras Jungkook cuida de Dai, y arregla algunos asuntos por medio de una llamada.

Le temo las mentiras, creo que son el detonante perfecto para acabar con cualquier situación. Espero en que él cumpla sus palabras y no me mienta más y que nunca me lastime. Podría soportar pelear por mi vida y la de Dai junto a Jungkook, pero jamás soportaría alguna traición o algo que me cause dolor viniendo de la persona que me gusta, me hace feliz y empiezo a querer.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top